Raanmar comenzó a agitar su cuerpo y a estornudar, aquello no era muy normal...bueno hace rato que dejó de serlo, trataba de respirar de forma honda, pero lo único que había logrado es que mi temperatura corporal se levara minimamente, desde fuera no entiendo como Yusuki no sale corriendo.
En aquella situación de silencio Yusuki Ayase pudo ver como Raanmar que gravemente enfermo daba unos pasos hacia adelante tratando de coger algo de aire del exterior, su cuerpo blanquecino repleto de manchas, temblando como un chihuahua dispuesto a atacar, y aún así irradiando calor de su cuerpo lleno de sarpullidos ahora visibles.
Y ante la cara de Yusuki Ayase, el muchacho cayó. Y la joven pudo comprobar que había caído muerto.
Siete enormes campanadas provenientes de la Torre del Reloj hizo que los presentes salieran de su zona de confort para suponer como el reloj movía su aguja un poco hacia la derecha. Y probablemente actualmente se encontraba en las "7" pese a que cualquiera de los presentes podían ver como era mucho más tarde -o temprano- de esa hora.
Los dos llegaron a la casa del muchacho mago que había sido asesinado por Asrai, y a decir verdad, el interior de la casa era tal y como cualquier persona se hubiera imaginado que sería la casa de Oween, lo único que quedaba en duda de este era cuantas "e" tenía su nombre. Y lo único que resaltaba era una caja blanca abierta con un símbolo extraño pintado en negro.
Por otro lado, Yusuki se encontraba ahí, mirando a la nada... pero no parecía estar "mal", tan solo mirando al más puro y oscuro vacío, quizás sería mejor idea dejarla sola... a fin de cuentas, cuando alguien está en la oscuridad de una casa mirando al vacío no era algo agradable ser molestado...
Irrumpiendo en el lugar llegaron Dan Vorton y Rayla... miraron la caja y les pareció suficiente.
Tras ver esta caja y el símbolo correspondiente aquel dúo de rubios salió de la casa para investigar otra más...
Lentamente Yusuki Ayase pudo ver como Yusuki Ayase comenzaba a mutar, en concreto su cuerpo físico parecía mostrar una ligera alteración, unas grandes manchas rojizas circulares comenzaron a aparecerle por toda la piel a lo largo y ancho de todo su cuerpo. - Eso no era nada saludable.
Yusuki Ayase comenzó a sentir como su cuerpo lentamente comenzaba a calentarse, su respiración se hacía más pesada y profunda, era como si estuviera debajo de mil y una capas de ropa. Sea como fuere, pareciera que el joven Yusuki Ayase ahora tenía fiebre alta.
Yusuki Ayase comenzó a sentir como su cuerpo lentamente se congelaba, como si el estuvieran pasando una mano helada por la espalda y su cuerpo comenzó a temblar debido a ello, era como si estuviera debajo de mil y una capas de nieve. Sea como fuere, pareciera que la joven Yusuki Ayase tenía escalofríos.
Yusuki Ayase comenzó a sentir como el interior de su cara lentamente se movía, como si dentro de su nariz y garganta hubiera un ejército de duendes con plumas que cosquillearan. Sea como fuere, pareciera que la joven Yusuki Ayase tenía estornudos incontrolables, uno tras otro, tras otro, tras otro y tras otro más.
En aquella situación de silencio Yusuki Ayase pudo sentir como estando gravemente enferma daba unos pasos hacia adelante tratando de coger algo de aire del exterior, su cuerpo blanquecino repleto de manchas, temblando como un chihuahua dispuesto a atacar, y aún así irradiando calor de su cuerpo lleno de sarpullidos ahora visibles. Y la muchacho cayó muerta.
Ocho enormes campanadas provenientes de la Torre del Reloj hizo que los presentes salieran de su zona de confort para suponer como el reloj movía su aguja un poco hacia la derecha. Y probablemente actualmente se encontraba en las "8" pese a que cualquiera de los presentes podían ver como era mucho más tarde -o temprano- de esa hora.