Partida Rol por web

Lentamente aquel custodio de la llave espada se despierta, el olor de la cama, el tacto de la almohada, todo le indica que está en su querido y tierno hogar. Al fin en casa, por así decirlo. Abriendo los ojos con lentitud, este pudo comprobar como su habitación se encontraba tal y como lo recordaba.

Pese a que el custodio de la llave no entendía del todo bien qué era lo que estaba pasando, o lo que había pasado, ahora se sentía seguro en la calidez y tranquilidad de su propia habitación, en su hogar.

Me frote brevemente los ojos -¿Que ha pasado?- me incorporé poco a poco sobre la cama y me destape mientras miraba a mi alrededor.

Estaba claro, esta era mi habitación... ¿otra vez?, o quizá lo de antes solo fuera un sueño, ¿un sueño dentro de otro sueño?, ¿era eso posible?. Si así fuera, sería un buen argumento para una película.... espera, ¿que es una película?.

Bueno, sea como fuere, parecía que todo había vuelto a la normalidad por fin, además se podía respirar calma en el ambiente, como si nada malo me pudiera pasar si me quedaba quieto.

Pero había que moverse, seguramente haya trabajo en la tienda o haya que ir a recoger algún pedido, lo más entretenido del mundo vaya. Sin más dilación, me puse de pie y me dirigí hacia la puerta de la habitación con intención de cruzarla -Buah, menuda fantasía, no me imaginaba que mi mente fuera capaz de crear tantos nombres diferentes-.

Continúe tras cruzar el umbral de mi habitación, rumbo al piso inferior.

No dejaba de darle vueltas a lo mismo, ¿de verdad había podido soñar todo eso?. Es decir, a menudo he soñado con aventuras por otros mundos en las que estaban involucradas la magia, las armas poderosas y los monstruos, pero todo me parecía demasiado específico.

Los nombres de mis compañeros y sus historias, la forma tan rara que tenían sus armas... eran cosas demasiado raras hasta para haberlas imaginado. Cuando llegue al piso inferior, no preste atención a nada de lo que me rodeaba, estaba demasiado ensimismado en mis pensamientos. De manera automática prepare algo de picar, tenía mucha hambre para estar recién levantado, pero eso si que no era una novedad. Mientras tomaba el aperitivo sentado a la mesa, pose la mirada en la palma de mi mano derecha.

-Pero que me pasa, es un sueño Archi, uno de tantos otros, deja de rallarte tanto- en ese instante, una imagen fugaz me vino de repente, se trataba del arma que portaba en mi sueño y como la hacia aparecer a voluntad en mi mano. Era una llave gigante, del tamaño de una espada, y con una cadenita colgando del mango.

Y entonces ocurrió, de la nada, la llave apareció en mi mano, y de manera insofacta la dejé caer al suelo, emitiendo un fuerte sonido metálico -Pero que coñ..., ¡no es posible!- y tanto que lo era, ahí estaba de verdad. Del susto me levante de la silla y me quede mirando por unos segundos ele arma que había frente a mi, hasta que reuní de nuevo el valor para empuñarla. La observe detenidamente durante un rato, y tras un segundo pensé -Un momento, si esto es real, entonces...- corrí hacia la puerta de la casa y la abrí con brusquedad, obviamente con el arma aún en la mano.

Salí por la puerta y mire a mi alrededor, buscando un edifico en particular...

El entorno que tenía Archival ante él era algo familiar, algo que el propio bien conocía y recordaba de su mundo de origen, de su hogar. Pese a ello, aún con el paisaje familiar que tenía ante él, este decidió salir por la puerta de su hogar y salir al exterior con la intención de ver qué era lo que estaba pasando a su alrededor.

Cuando lo hizo, su visión del mundo cambió, o mejor dicho, el mundo en sí lo hizo; pues una vez que sacó su cabeza, se encontró con una Plaza. Una plaza de un pueblo que recordaba como si de un sueño cercano se tratara. Ahí estaba él, nuevamente, en un lugar desconocido.

El portador de la llave espada llegó sin problemas a su casa, sin interrupciones y pareciera que tampoco nadie hubiera entrado en su casa a decir verdad. Eso sí. el portador de la llave espada encontró algo que estaba fuera de lugar en todo aquel asunto, una pequeña caja blanca justo enfrente de la puerta de entrada de su hogar; sin ningún tipo de marca salvo un símbolo estilizado de color negro.

Archival seguía a lo suyo, mirando a la caja.

Una extraña caja me esperaba en casa, y cualquiera en mi situación la habría abierto inmediatamente, pero yo ya había visto mucha mierda en un día como para desconfiar de una simple caja.

Subí a mi habitación y me desplomé sobre la cama, dejando la caja junto a mi. Me quede dormido mientras la observaba, de vez en cuando me despertaba repentinamente para comprobar que seguía ahí -¿Será alguna especie de trampa?¿O quizás un regalo?, nah, quién me dejaría un regalo en un situación así- no paraba de darle vueltas al asunto.

Finalmente, la curiosidad mató al gato, y reclinándome sobre la cama abrí la misteriosa caja, cuyo símbolo no conseguía reconocer.

En el interior de aquella caja se encontraba un enorme caldero y un par de bolsas con distintos nombres en sus etiquetas "orddu" "orwen" y "orgoch". Además de un pequeño mensaje que rezaba lo siguiente: "Para que el efecto se consiga se necesita llenar el caldero con agua, un cabello de cada uno de los dos sujetos y el polvo deseado".

-Pero... ¿que demonios es esto?- saqué el caldero de la caja y lo examiné con cuidado, no tenía ni la más remota idea de lo que era, ni mucho menos de para que servía.

Las etiquetas que había en las bolsas estaban escritas en una lengua que también desconocía, ¿para que era todo esto, y porque me lo habían dejado a mí?. Me estruje los sesos intentando encontrarle el sentido, hasta que e pronto otro de esos supuestos recuerdos se me vino a la mente -Yo estaba buscando... un caldero mágico, podría ser....- me quedó unos segundos mirando el extraño objeto, había tantas posibilidades de que fuera como de que no.

-Bueno, quizás alguien pueda ayudarme con esto- enrolle las instrucciones y las guarde en mi bolsillo, por el momento mejor si nadie sospechoso descubre como usar esto, no tiene pinta de servir para hacer arco iris precisamente. Metí el caldero y las bolsas en la caja y lo escondí debajo de mi cama, excepto un de los sacos, la que tenía la etiqueta de "orwen" -Se parece al nombre de aquel chico, quizá no sea nada pero es lo único que puedo conectar... ¿¡pero porque esto hablando solo!?- sin más dilación y ya un poco más descansado, me dirigí a la salida de mi casa, sin tener muy claro donde empezar a buscar.

Tal vez hubiera sido buena idea decir donde vive cada uno.

«Hola, Archival. Nos ponemos en contacto contigo ya que solo podemos comunicarnos con vosotros mientras estáis durmiendo y si no estáis demasiado alineados a una de las vertientes.

Seis de nosotros nos encontramos atrapados en un plano extraño: Naoko, Al, Elan, Aleksis, Oween y Erythrum, el prometido de Caerulea. Os rogamos que vengáis a rescatarnos. Desde aquí podemos observar algunos lugares del pueblo, pero no todos.

Si queréis saber qué es lo que le ocurrió a Al: fue atacado tras el portal oscuro. Debéis evitar a toda costa usar esos portales. Al parecer, Caerulea y Naoko se salvaron debido a su alineamiento.

Asrai al parecer atacó y asesinó a Aleksis y a Oween.

Queremos informaros también de que Ava encargó a Naoko encontrar un chirithy, cosa que parecía ser importante. Se trata de unos gatos pequeños y antropomórficos que están ligados cada uno a un portador de la llave espada.

Por otro lado, alguien colocó un chirithy diferente, de color morado, en la casa de Naoko, quien le dijo que la ayudaría a encontrar un aliado o derrotar a un enemigo. Además, comento que el chirithy que Ava le había encargado buscar no podía haber sobrevivido solo, así que debía estar siendo ayudado por alguien. Para encontrarlo, debía acabar con ese alguien y revisar entre sus pertenencias. El chirithy morado se encontraba en la mochila de Naoko en el momento en que falleció. Luego, un chico de pelo castaño claro la recogió y se la llevó a su propia casa.

Por favor, tened cuidado y ayudadnos a regresar. Espero que volvamos a encontrarnos».

No terminé de entender que o quién mandaba ese mensaje, fue una bomba de información para mí. Me levante algo agitado, ¿alguien estaba en apuros?¿y otros se habían peleado? pero como pueden ocurrir tantas cosas en tan poco... oh, mierda, ¿¡cuanto llevo durmiendo!?

Sin perder un segundo más, regojo la nota de la misteriosa caja, me lavo un poco y salgo de la casa corriendo, en dirección a la plaza -Al... porque le dejaríamos solo, esos malditos portales...- tenía que encontrar a alguien, quién fuese, aunque mi mayor esperanza era encontrar a esa persona que siempre sabía como solucionar los problemas: Nate.

Los dos llegaron a la casa del muchacho rubio que habían hablado en la plaza, y a decir verdad, el interior de la casa era tal y como cualquier persona se hubiera imaginado que sería la casa de Archival. Lo único que resaltaba era una caja blanca abierta con un símbolo extraño pintado en negro.

Tras ver esta caja y el símbolo correspondiente aquel dúo de rubios salió de la casa para investigar otra más...