Partida Rol por web

Lentamente aquel custodio de la llave espada se despierta, el olor de la cama, el tacto de la almohada, todo le indica que está en su querido y tierno hogar. Al fin en casa, por así decirlo. Abriendo los ojos con lentitud, este pudo comprobar como su habitación se encontraba tal y como lo recordaba.

Pese a que el custodio de la llave no entendía del todo bien qué era lo que estaba pasando, o lo que había pasado, ahora se sentía seguro en la calidez y tranquilidad de su propia habitación, en su hogar.

¿Y este cuarto? ¿Que pasa en este lugar?

Me preparo y salgo a la calle otra vez.

El entorno que tenía Rayla ante ella era algo familiar, algo que la propio bien conocía y recordaba de su mundo de origen, de su hogar. Pese a ello, aún con el paisaje familiar que tenía ante ella, esta decidió salir por la puerta de su hogar y salir al exterior con la intención de ver qué era lo que estaba pasando a su alrededor.

Cuando lo hizo, su visión del mundo cambió, o mejor dicho, el mundo en sí lo hizo; pues una vez que sacó su cabeza, se encontró con una Plaza. Una plaza de un pueblo que recordaba como si de un sueño cercano se tratara. Ahí estaba él, nuevamente, en un lugar desconocido.

La joven no tardaría en llegar a su casa, abriendo la puerta esta comprobó que todo estaba en su sitio y que nadie había entrado antes que ella. Eso sí. Rayla encontró algo que estaba fuera de lugar en todo aquel asunto, una pequeña caja blanca justo enfrente de la puerta de entrada de su hogar; sin ningún tipo de marca salvo dos líneas paralelas, estando la primera fusionada con un círculo, todo de color negro.

Con el corazón a mil por la carrera llegue a casa, me sentía mal, no debí haber hecho eso, confundida y cansada me dispuse a entrar cuando vi una caja con un símbolo extraño.

¿Que es esto?

Trate de abrirlo con cuidado.

Cuando Rayla abrió aquella caja y la abrió, esta se encontró con otro objeto extraño, más parecido a un juego de bingo futurista que a un pan de mermelada con mantequilla de cacahuete; más a uno de esos viejos expositores de chicles que a un chupacabras lamiendo los pies de un guiri a las 5:00 de la mañana en una noche estrellada, más a una bola de nieve metálica que a un cono de helado de pistacho con frambuesa y tropezones de chocolate.

En definitiva, era una cosa rara; que para hacer aún más raro, cuando Rayla se acercó a tocarla, esta se abrió mostrando una pequeña bola que brillaba, cerrándose automaticamente, este objeto dispensó la bola roja con un grabado.

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¿Qué rayos es eso?

Cogi la bola y la mire, la lance un par de veces al aire y al final la dejé sobre la mesa y empecé a tocar el aparato del que salió la pelota a ver si hacía algo más.

Al parecer aquel extraño aparato estaba lleno de otras bolas, pero cuando Rayla trató de rebuscar por ellas usando aquel panel de control, una gran "X" salió en la pantalla. Al parecer tenía que poner una especie de contraseña si quería rebuscar o sacar más pelotas de esas.

Mmm de nada sirve darle vueltas.

El aparato parecía un cacharro sin más, pero mejor no jugársela. Lo metí en la caja y lo guarde debajo de mi cama y la pelota la guarde en el cajón de la mesilla no me fiaba, estaban pasando demasiadas cosas raras. Me cambié y fui a dormir.

Me desperté algo aturdida por lo que había pasado el día anterior. por lo menos es el mismo lugar. Me levanté un poco aturdida y me prepare para salir mire el armario con bastante ya que había bastante ropa de mi talla. Que raro... Cogí algo y me dispuse a salir de casa tenía que encontrar a Yusuki y a... Genial ahora tengo que enfrentar a ese idiota... En fin vamos allá. Cuando puse la mano en el pomo fue cuando recordé aquella caja,iba a irme sin más pero... Con un suspiro me doy la vuelta y me dirijo al armario en buscar una mochila o bolsa grande, al encontrarla cojo el artefacto y lo meto dentro. Y saco la pelotita con el número del cajón y me lo meto en mi bolsillo. Bueno lista, vamos allá, con un poco de suerte estarán en la plaza.

Y así Alicia, digo, Rayla, salió de su casa a la plaza.

Los dos llegaron a la casa de Alicia, quiero decir, Rayla, y a decir verdad, el interior de la casa era tal y como cualquier persona se hubiera imaginado que sería la casa de Rayla, aunque con menos posters de bandas de Pop de moda y chicos semi-desnudos; supongo que esas cosas estarán escondidas bajo su cama... Lo único que resaltaba era una caja blanca abierta con un símbolo extraño pintado en negro.

Tras ver esta caja y el símbolo correspondiente aquel dúo de rubios salió de la casa para investigar otra más...