Partida Rol por web

Se rasco detrás del gorro, justo en la nuca allí donde el sol caliente pero no quema porque lleva gorro, mientras pensaba de manera matemática como el de Scorpion o algún otro listo de tele y paro justo antes de hacerse sangre.

-¡Eureka! -Concluyo el hombre de bonito vestido aunque ya un poco acartonado y sucio por culpa de las malas calles del feudal lugar, antes de empezar a saltar poco a poco, primero la primera, segundo la segunda y así hasta llegar a la G o mejor dicho la cuarta. Donde, sin saber porque aquella roca de dudosa dureza empezó a hundirse sin poder remediarlo.

-¡Caspita! -Se lamento por miedo a que sus pies no fueran lo único que se mojara mientras aquella zanburguesa se hundía y salto a la siguiente de una forma bastante grácil, pero al parecer esta tampoco soportaba su peso y nada mas pisar su derecha en ella, tuvo que hacer un tirabuzón hacia delante con medio mortal para caer seguro en la siguiente roca de musgo mal pintado.

-¡Matematico! -Grito al no saber siquiera como había conseguido semejante proeza, teniendo en cuenta que ya rozaba la sestadecana de años. Valentonado, solo quedaba seguir saltando hasta llegar seguro al otro lado. Y vaya si logro, solo con las puntas de sus pies, ligeramente mojadas y los huesos en su sitio.

-¡Algebraico! -Celebro antes de volver al camino, que por culpa de la euforia del momento, olvido demandar al estado por su mal mantenimiento de rocas y falta de puentes.

La Caputana sólo tiene una manera de pasar

¡A TODO TRAPO!

Así que se pone sus mejores galas, y trata de pasar sobre las Zamburguesas. Ella se prepara, se echa a correr...

¡Y en cuanto toca la primera, sale disparada hacia el agua!

"¡ELIMINADA, POR PRINGADA!"

Y así es como esta edición de Humor Amarillo obtiene sus primeros concursantes eliminados: el bueno de Huan Cho, la Caputana de los DVDs y el honorable Mirumoto. El resto sigue su camino hacia la siguiente prueba... pero ellos se ganan un buen descanso en el campamento y podrán observar el resto de pruebas desde una distancia prudencial. ¡Hasta podrán servirse palomitas! De maíz, lo aclaro, que los chinos comen cosas muy raras.