Partida Rol por web

Repesca 2

- ¡Hola, queridos espectadores! ¡Soy yo otra vez, Pepe Livingstone, y como veis me he tropezado y caído en el Cajón de Barro! ¡Qué asco, ojalá mi caravana tuviera ducha! - se queja Pepe a la cámara con su micrófono en la mano. - ¡Pero bueno, otra vez toca repesca! ¡Así que a ver si "repescáis" un pescado rico para cenar, ¿eh?! ¡¿Eh?! - dice mirando a los concursantes primer, y a los cámaras después.

Justo después se coloca detrás de un pequeño atril con una cajita roja de cartón encima. La caja tiene un agujero por arriba, lo suficientemente grande como para meter la mano.

- ¡Pues nada, ya sabéis cómo va esto! Tenéis que meter la mano en el agujero y agarrar una bola, ¡a ver qué prueba de repesca os toca! - explica el bueno de Pepe.

Straut que aun buscaba la mesa de aperitivos en busca de esos rollitos que le habian prometido llego hasta la mesa con la caja. prr, pr, prr, pr.

-¿Como? ¿Se supone que aquí están los lollitos? -Miro la caja y metió la mano, el hambre era poderosa en él. -Anda que sois lalos los chinos... ¿No selia mejol un plato o algo asi? -Esperando que la comida estuviera muerta o cocinada en su defecto y que no le mordiera agarro la primera que toco y se propuso sacarla rapido, por si las demás cosas de allí dentro querían acariciarlo sin su consentimineto. -Oiga señol safari, pelo esto no es ni una bola de aloz, esto es una pelota y pone 1. -No entendía la cocina oriental y era reticente a darle un bocaó a esa extraña bola de arroz chino.

Saco una pelotita

"Un UNO. Polque evidentemente yo soy una numelo uno!"

Ping Gao llega tristemente a la prueba de repesca, aunque enseguida se le anima la cara con ese chiste de Pepe Livingstone. 

- Ah, ¿entonces nos dan de cenar? Menos mal porque mi madre solo me ha puesto una mandarina para el desayuno... - comenta más sonriente, tocando las bolitas de la caja. Cuando la saca, mira el número y luego mira a los otros dos - ¡Entonces yo también soy el número uno! ¿Pero está seguro de que esta no es la caja de las pelotas con el 1?

-¡Oiga, esto es una estafa! -dice Mirumoto sacando también, obviamente, la bola con el "1"- ¡Esta caja está llena de unos! ¿Qué monstruosa prueba nos aguarda que nos necesita a todos?

- ¡Que no es una estafa! - replica Pepe Livingstone después de todas las acusaciones, al mismo tiempo que él mismo mete la mano en el agujero para agarrar una de sus bolas. - ¡Aquí hay bolas de distintos números, no sólo del uno! - dice, sacando finalmente una bola y mirando su número. Pero inmediatamente la lanza hacia atrás por encima de su hombro, pasando a sonreir apaciblemente a los concursantes.

- ¡Bueno, pues os vais a enfrentar todos a la misma prueba, qué sorpresa! - dice, ignorando el grito del señor al que acaba de acertarle en el ojo con la bola. Hace gestos a todos los presentes para que le sigan hasta una zona donde hay un amplio círculo de tiza pintado en el suelo. - ¡Aquí es! ¡Este es el campo de batalla en el que os vais a tener que enfrentar a vuestros peligrosos enemigos en la prueba más emocionante de todas... "Con sumo gusto"! - dice. - ¡Es decir, un combate de sumo en el que el objetivo es... sacar a vuestro contrincante del círculo!

Pepe hace un gesto al cámara, y éste se acerca para entregarle la caja con las bolas otra vez. Le escucháis preguntar si está ya arreglada, y el cámara dice que sí.

- ¿Y a quién os vais a enfrentar? ¡Pues depende del número que saquéis, hay cuatro contrincantes disponibles! ¡Mucha suerte, concursantes! - os dice.

Así que uno a uno cogéis una nueva bola*, y aunque en algún momento sospecháis que sólo hay bolas 1 igual que antes... hay un par de vosotros que sacáis bolas con otro número.

- ¡Decidido! - declara Pepe con un saltito en el sitio, todo emocionado. - ¡Pues estos son los contrincantes a los que os vais a enfrentar! ¡La rubia y el niño con cara de pánfilo se enfrentarán... ¡al grano de café!

El enorme y torpe grano de café aparece tambaleándose.

- ¡El viejo samurái se enfrentará a alguien de su calibre y peso! ¡Pinky Winky!

Dando un salto desde algún lugar en el que estaba esperando para hacer su aparición, Pinky Winky da un grito de guerra ridículo y pone una pose que sin duda considera muy molona.

- ¡Y el señor de traje divertido se enfrentará... al Animal!

Vale, el grito de este señor occidental y peludo sí que da miedo. Hasta el cámara se echa varios pasos hacia atrás cuando Animal ruge mirando a su enemigo...

Con todas sus fuerzas, la Caputanam-A-RVL-004 le empieza a dar una somanta de palos al terrorífico grano de café

"Esta pol hacel que las cazafantasmas de 2016 fuesen una polquelía"
"Esta pol Caputana Mal-vel de 2019"
"Esta pol Abogada Hulka de 2022!"

Sep, se está desahogando. ¡El pobre grano de café va a necesitar que lo lleven a la UVI movil despues de esto!

El anciano samurái entra en el círculo observando a su oponente vestido con aquella ridícula ropa. Desde un extremo, se inclina en una reverencia que parece respetuosa, pero lo que realmente hace es correr de esa manera hasta darle un cabezazo en el estómago al pobre chaval con su casco.

-¡Banzaaaaaaiiii! -vuelve a gritar enloquecido.

Ping Gao es el siguiente en enfrentarse al grano de café. Durante el combate de la Caputana, se sienta tranquilito en las gradas (la forma elegante de llamar a un montículo de tierra) y se pone a comerse su mandarina.

- Pues a mí no me parecieron unas pelis tan malas... - dice, antes de que alguien le dé una colleja por su propia seguridad. Mejor eso a que la Caputana le llegue a oír.

Cuando llega su turno, Ping Gao llega al ring y se pone en posición... después de un par de intentos, porque el chaval está tan nervioso que no se está quieto en el sitio.

- ¡No seas muy bruto, porfa! ¡Que a mí no se me da bien pelear! ¡Y ten cuidado que llevo gafas y como mi madre se entere de que me las han roto otra vez, verás...! - el silbato suena y el grano de café avanza un paso, asustando lo suficiente al chiquillo como para que se ponga a chillar y a correr como un pollo sin cabeza, dándole empujoncitos para alejarle - ¡IIIIIIIIH! ¡QUENOQUENOQUENO, QUE NO TE ME ACERQUES! ¡QUE YO SOY MÁS DE TÉ QUE DE CAFÉ!

El hombre de ropa hermosa, se acerco hasta lo que fuera su destino en aquel momento del día, por suerte para su psique los botines ya habían terminado de secarse o acartonarse y el ruido ceso en el mismo momento que piso dentro del circulo y aquel gigante, casi tan alto como él y de peor barba, se le quedo mirando.

-¿Que quiere? -Pregunta Lewis sin respuesta por parte de Animal, eso si, si él iba a la derecha este se movía a la derecha y si iba a la izquierda pues lo mismo... vamos que era uno de estos graciosos que se dedican a molestar a los extranjeros en tierras extrañas.

-Espera... ¿Tu no eras jugador de baseball? -Pregunto sin tener respuesta otra vez. Y otra vez no le dejaba pasar. -Si sela mal educado... como se nota que es Gailin. -Comento un extranjero a otro extranjero antes de hincar rodilla y ponerse serio.

-Como decía mi maestlo, que ya no lecueldo. -No le importaba si ese occidental no entendiera el oriental, el estaba en su speech. -¡El mejol ataque es una buena huida! -Grito, aviso y casi se cae al resbalarse al intentar salir lo mas rápido posible hacia Animal o tal vez solo era una estrategia perfectamente realizada para hacerle un finta y acabar con su muro de carne particular.

¡El Grano de Café alza sus manitas en señal de saludo! "¡Hola, Caputana!", parece decir. Pero la rubia no parece tener nada que hablar con un grano de café gigante y con cara de alelado. No, en su lugar va a usarlo para vengarse de varias cosas que han hecho mal en este mundo. ¡Pam, pum, pam! ¡Pobre Grano de café, no puede hacer otra cosa que agitar sus manos en el aire como si eso fuera a ayudarlo de alguna forma! Pero no, no le sirve de nada.

Y así el Grano de Café acaba cayendo hacia atrás, y rueda hasta acabar fuera del círculo...

- ¡No seas muy bruto, porfa! ¡Que a mí no se me da bien pelear! ¡Y ten cuidado que llevo gafas y como mi madre se entere de que me las han roto otra vez, verás...! -

El Grano de Café casi que no quiere luchar. ¡Sólo quiere amigos! Así que da un paso hacia adelante para darle un abrazo a Ping Gao...

- ¡IIIIIIIIH! ¡QUENOQUENOQUENO, QUE NO TE ME ACERQUES! ¡QUE YO SOY MÁS DE TÉ QUE DE CAFÉ!

¡No lo ha entendido! ¡Sus intenciones han sido malinterpretadas! ¡Así que el Grano de Café corre rápidamente detrás de Ping Gao, buscando razonar con él y explicarle que en realidad no es más que un grano lleno de paz y amor. ¡Pero es que el maldito Ping Gao es demasiado rápido! Y el Grano muy torpe.

Así que tras un tropiezo, el Grano de Café acaba de morros en el suelo y rueda suave y patéticamente hasta fuera del círculo...

"¡Ven aquí, pirata~! ¡Que te voy a agarrar y a sacarte de...!"

Pinky Winky no parece entender que el viejo no es un pirata, sino un samurai. Tampoco parece darse cuenta de lo que está sucediendo cuando éste se lanza rápidamente contra él, cabeza por delante.

Pinky suelta un gemido ahogado cuando el aire escapa de sus pulmones por el cabezazo, e intenta resistirse agarrando por la cintura a su contrincante. Pero, por lo que sea, parece que se distrae... y sus enclenques piernas resbalan poco a poco hacia atrás, fallando al intentar agarrarse al suelo, y acaba cayendo de culo en el margen de la zona de sumo y rueda hacia atrás, sollozando y pataleando con rabia.

"¡ROAAAAAAAAAAAAAAAR!"

El malvado occidental de denso cabello y barba golpea el suelo con los pies y sus propias rodillas con sus puños, esperando a que comience el combate. ¡Hasta que empieza! Y el Animal se lanza hacia el señor de traje rojo, casi como si fuera un toro enrabietado. Pero el concursante tiene suerte y tropieza en el momento justo para que su rival pase de largo.

Esto solo hace que el señor peludo se llene de rabia y empiece a perseguirle, gritando y dando pisotones para dejar clara su superioridad física, aunque por suerte para Lewis la velocidad del Animal no es tanta como le gustaría. En una, dos, tres y hasta cuatro ocasiones el Animal se lanza contra su rival para intentar agarrarle, pero todas ellas Lewis lo esquiva.

Hasta que, en la última, el Animal se lanza con más rabia que nunca y acaba resbalando por el suelo cuando Lewis se aparta... y justo sus brazos acaban fuera del ring. El silbato de fin de la pelea suena, dando a Lewis como ganador, y el Animal se levanta y patea el suelo varias veces antes de marcharse con rabia, agarrando a Pinky Winky y llevándoselo a cuestas para desahogarse con él... de... alguna manera.

¡¡Todos habéis pasado la prueba!! Y el cámara así os lo confirma. Pero espera... ¡Pepe Livingstone se ha ido a alguna parte otra vez y os ha dejado solos!