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INTRODUCCIÓN A LOS REINOS OLVIDADOS Y A LA FRONTERA SALVAJE

Los Reinos Olvidados (también conocidos como Faerûn) es sólo uno de los continentes de Abeir-Toril. Existen otros continentes, pero en el momento que nos ocupa apenas son conocidos por los faerûnios. La partida se centrará en El Norte, también llamada La Frontera Salvaje. Como podéis comprobar en el mapa, se trata de la región más noroccidental de Faerûn. Llamaremos la Frontera Salvaje a la franja de tierra limitada al Sur por Aguas Profundas, al oeste por el Mar de las Espadas y al este por el Anauroch. Es una región de cordilleras interminables y densamente boscosa, y alberga más gemas y metales preciosos que en cualquier otra región de Faerûn.

Es una zona aún bastante virgen y no del todo civilizada, que suele llamar la atención de los colonos y los aventureros. Los primeros buscan un lugar donde asentarse, y las abundantes vetas de minerales preciosos que hay en la zona. Los segundos, restos de los antiguos y ricos imperios que un día se alzaron en esas tierras: los netherinos que huyeron de su patria arrasada, el reino elfo de Illefarm o el enano de Delzoun.

Los problemas a los que suelen enfrentarse son el acoso de las tribus bárbaras, el azote de los demonios que tienen tomado Cuerno de Ascal, los piratas norteños que infestan las aguas y las maquinaciones de Luskan.

Cronológicamente estamos en el Año del Estandarte, 1368 según el Calendario de los Valles. Esto nos sitúa diez años después de que los dioses bajaran a la tierra y lucharan entre si en La Era de los Trastornos. La gran mayoría de los elfos ya se han retirado de Faerûn y viven en Siempre Unidos desde el 1355.

NESMÉ

Nesmé es una pequeña ciudad volcada al comercio que 6.000 almas llaman su hogar. Sus habitantes han vivido tiempos convulsos: ha sido recientemente atacada por los tribus bárbaras de los Uthgardt procedentes del Nido de Grifos y por una horda de trolls que bajaron desde los valles septentrionales por el río Surbrin. Durante la Era de los Trastornos la diosa Waukeen fue asesinada, y su clero, que hasta entonces había regido Nesmé, perdió sus poderes y fue derrocado.

Actualmente es Irulán de Rissyl, una hechicera que ha vivido en Nesmé muchos años, quien ostenta el cargo de Primer Vocal del Consejo. La asiste Jygil Zelnathra, la antigua suma sacerdotisa de Waukeen. Otros dos asientos del Consejo permanecen siempre vacíos: uno representa a los mercaderes y otro a los aventureros. Esos asientos se ocupan por diferentes personas en cada reunión del Consejo.

La nueva Nesmé atrae a mercaderes y aventureros por igual. Las oportunidades para estos últimos son muchas: desde luchar codo con codo con los Jinetes de Nesmé para desbaratar las ambiciones de los Uthgart de Nido de Grifos, repeler a los trolls, gigantes y orcos que siempre suponen un peligro para la ciudad y las caravanas mercantiles, hasta seguir los rumores sobre las ruinas de las ciudades enanas abandonadas que hay al Norte del Surbrin o buscar las famosas joyas encantadas de Chardalyn.

NESMÉ: DEFENSAS Y VIDA COTIDIANA

Nesmé es una ciudad amurallada y vagamente circular que se desarrolla fundamentalmente en la ribera este del río Surbrin. Sus murallas de piedra son sólidas, y están defendidas por los 400 soldados que forman la guarnición, catapultas y escorpiones. Las dos orillas están unidas por un puente fortificado, dotado de matacanes desde los que se puede arrojar flechas y aceite hirviendo en caso de que la ciudad esté siendo atacada desde el río. En la ribera oeste se alza la imponente fortaleza de los Jinetes de Nesmé (que hace las veces de ejército y policía local), los muelles de la ciudad y los corrales para el ganado.

Cuando la ciudad no está bajo ataque, la gente de Nesmé suele plantar cosechas a la orilla del Surbrin. También pastorean ovejas y algunas vacas en los Páramos Eternos (Evermoors; también llamados Trollmoors o Páramos de los Troll), teniendo el derecho de llevárselas a intramuros.  Hay varios ranchos de caballos a extramuros en la ribera oeste del río donde se crían caballos resistentes que soporten las inclemencias del clima del Norte. En época de guerra, los rancheros suelen tener la posibilidad de mover sus tropillas a los corrales de intramuros a cambio de una tasa. 

Las colinas del norte de Nesmé contienen hierro de buena calidad. Este hecho fue el factor fundamental por el que antaño hubo un asentamiento enano donde hoy se alza Nesmé. La ciudad sigue siendo hoy día un importante referente de la herrería y fundición en el Norte, y hay una pequeña comunidad de herreros enanos que fabrican espadas de buena calidad. Pero, sobre todo, es fundamental para la economía de Nesmé la fabricación de picos que son exportados prácticamente al resto de comunidades no-enanas del Norte.

NESMÉ: RELIGIÓN

Hasta la Era de los Trastornos, la religión predominante en Nesmé era la de Waukeen. Ahora Nesmé tiene pequeñas capillas a Lathander, Laira, Mystra, Shóndakul, Tymora y Tempus. Arane, la madre de Tabin, es conocida en la ciudad por celebrar pequeñas misas en honor a Sune, sobre todo en los días sagrados. Además, en el antiguo templo de Waukeen (hoy día un punto de encuentro de mercaderes) es posible alquilar los pisos superiores para celebrar misas a cualquier deidad faerûnia que no esté considerada como peligrosa. Aunque sí se permite que seguidores de Málar o Loviatar usen el edificio.

La mayor parte del clero de Waukeen se ha convertido a la fe de Tymora o la de Shóndakul, aunque unos pocos veneran a Laira.