Partida Rol por web

Allure soltó una risita como quien acaba de llegar a algún tipo de conclusión.

«Qué divertido... »

Gabby hizo lo más lógico y se acercó al puesto.

—Disculpe —preguntó al primer pescadero que se encontrara—. ¿Ha visto a un hombre con tatuajes extraños? ¿O a una mujer con el cabello del color del fuego?

- Entiendo. - Respondió neutral - Se lo agradezco Mesere. - dijo con un tono natural pero carente de sentimiento. Asintió sin reverenciarse y se quedó mirandole, como observando un cuadro pintoresco.

- ¿Ha visto a una mujer de cabello rojo con una túnica parecida a la mía? Su cabello es como fuego. - Era una pregunta de rigor.

 Tenía la certeza de que había ido por allí...y se apostaría todo a que había algo en los elfos que podría serle de utilidad. La magia de la que gozaban aquellos era...era diferente, pero se había convertido en algo bastante notable a partir de las historias sobre la Ruina. Merecía la pena saber si se trataba de simples leyendas o tenían poder...del que se pudiese aprender.

 ¿Estás pensando lo mismo que yo?

«Mmm... No, no creo» respondió Allure pensativa  «Es decir, a menos que estés pensando en chamuscarle el cinturón a ese tipo para que se le caigan los pantalones delante de todo el mundo y puedas echarte unas risas»

De hecho, la escuchaste reír a ella.

«Aunque si te refieres a que si parece una manzana, huele como una manzana y sabe como una manzana es que es una manzana. Sí, también me vale» añadió «Es decir, no creo que tu amiguita haya venido por el camino Imperial hasta Denerim sólo para regresar por el mismo sitio. Debe haber ido al bosque»

—¿Que si he visto a una chica con túnica y cabellos del color del fuego?—el guardia pareció primero sorprendido, aunque instantáneamente su rostro cambió a uno malhumorado—. ¡Ojalá! ¡Así podría arrojarla de una patada al calabozo!

Te miró unos instantes de arriba abajo, como si estuviera juzgando de nuevo tu aspecto.

—No tendrás nada que ver con ella, ¿no?—gruñó—. Porque te advierto que si tienes sus mismos "hobbys", acabarás mal.

- El argumento es irreprobable. Es evidente que la busco. - Sentenció Dreren con la argucia de un tranquilo que no tiene nada que ocultar, que no siente miedo ni apremio - Pero no tendría ningún impedimento en entregarosla si ha violado alguna ley.

 ¿He de hacerlo si la encuentro?

 Preguntó sin curiosidad, era un autómata que buscaba respuestas para poder seguir actuando con normalidad, nada más. No conversaría con él mucho más tiempo.

 Creo que a este ya le han quemado el cinturón o los calzones por ser demasiado insensato. Ella no es una presa fácil.

Tu interpretación pareció colar, bien porque eras un gran actor o bien porque al guardia todos los Tranquilos le parecían iguales. Daba igual. El caso es que gracias a ello pareció esfumarse tu aura de amenaza potencial ya que el hombre suavizó el gesto.

—Esa lunática incendió una casa en el distrito residencial y luego se esfumó como el humo—resopló—.  Si sabemos su descripción es sólo porque la vieron los obreros que andan reconstruyendo las viviendas de la zona. Más le vale no volver por aquí, o si lo hace, que no la vea.

Se cruzó de brazos y se pensó un momento tu pregunta, al final hizo un gesto de desestimación.

—Si la encuentras haz lo que quieras menos traérnosla aquí. Ya bastante destrozada está la ciudad como para añadirle problemas—concluyó—. Aunque si yo fuera tú y la encuentro, saldría corriendo. Esa mujer es un peligro.

- ¿Por qué iba alguien a quemar una casa, mesere? - era una pregunta sólo acusable a alguien muy entremetido o a la lógica de razonamiento de un tranquilo que no comprendía que en la naturaleza humana existiesen impulsos que llevasen a alguien a hacer daño a otro alguien o a una propiedad.

 En este punto creo que llegará un momento en el que sólo tendremos que seguir las cenizas por el camino.

 Le medio reprochó a Ayla en sus pensamientos. No hablaba solo, pero evidentemente sus actos hacían que los magos fueran vistos como un peligro real, aquello no contribuía a la causa de Dreren, si esta fuera que la gente aceptase a los magos como individuos templados y conscientes de su poder y la responsabilidad que conlleva.

 Volver al distrito residencial sería arriesgado, tal vez es una pista que también están siguiendo los demás. No importa mucho saber que está buscando si damos con ella. Teniendo una explicación de sus labios puede resultar mucho más productivo.

 El bosque no será un lugar apacible.

 Tendré que ir con cuidado...

 Era consciente de los peligros, el no era todo poderoso y recurrir a Allure...no quería ponerla en riesgo. Hasta el momento era no sólo una gema bonita, era una pieza fundamental de su futuro.

El salador detuvo un momento sus quehaceres y se sacudió las manos para hablar con Gabrielle.

—Buenos días, señorita—respondió, luego titubeó pensativo—. Una mujer con el cabello de color del fuego... mmm... no, no creo. Aunque sí que he visto a un tipo con tatuajes extraños, un Tranquilo de esos que vino a comprar algo de pescado.

—Ese no puede ser Dreren—apuntó Lynn frunciendo el ceño—. Dreren lleva una túnica az... Oh, Hacedor.

¿Tranquilo? Dreren le parecía un muchacho calmado, pero de algún modo no debía referirse al animo del mago. Le asaltaba la idea de preguntar a que se refería pero de momento prefería centrarse en otra cosa.

Le costaba creer que fuera coincidencia, los tatuajes del mago eran muy llamativos, y le resultaba aun más extraño que el olfato del perro hubiera fallado.

¿Sería tan amable de describirlo por favor?, es un amigo y necesitamos encontrarlo, el olfato del mabari nos llevó aquí. -

Gabby le echó una mirada compasiva a Lynn.

—¿Recuerdas el desmedido interés que Dreren mostró por las túnicas de Tranquilo cuando hablamos con Cole? —señaló—. Me da en la nariz que Dreren compró pescado precisamente porque quería camuflar su olor para que Kando no pudiera seguirle el rastro. Puso una mano en el hombro de Lynn. —Esto me huele muy mal, Lynn —cayó en la cuenta de algo y miró al hombre—. Oh. ¡Oh! ¡No me refería a su mercancía, señor!

—Que me cuelguen si lo sé—refunfuñó el guardia encogiéndose de hombros—. Como comprenderás, no tuve ocasión de preguntarle. Aunque puedes intentarlo tú si la encuentras.

Parecía más fastidiado con el hecho de no haberle podido echar el guante que con que le hubiese molestado tu pregunta.

«Como quieras, Drrrrreren... » contestó Allure de nuevo jugando con tu nombre, lo de la "r" provocando cosquillas parecía ser algo que simplemente le hacía gracia «Tus amigos pueden estar siguiendo ese rastro o pueden estar buscándote. Puedes ir con cuidado a buscar pistas a esa casa o puedes ir directo a seguir el rastro al bosque, aunque en ese caso yo te recomendaría comprar antes una de esas cosas que usáis para no perderos. Un "mapa".»

—¿Qué estás insinuando?—espetó Lynn con voz tirante—. ¿Por qué iba Dreren a... ? ¡Él jamás haría algo así!, no tiene sentido.

Se cruzó con fuerza de brazos como si no tuviera nada más que decir, o como si no estuviese segura de a quién de las dos trataba de convencer.

El hombre soltó una risita cascada con el apuro de Gabrielle y negó con la cabeza quitándole importancia al comentario. Luego se rascó la barba para responder a la pregunta de Sion.

—Mmm... pues era un muchacho de más o menos vuestra edad, señoritas. Moreno, flacucho y con unos tatuajes azules en la cara.

Lynn se había estremecido bajo tu mano tras la breve descripción. No había sido ni capaz de sacudírsela del hombro, que habría sido lo normal si realmente creyera que estabas diciendo un disparate.

Es decir, sabía que tenías razón pero su corazón se negaba a admitirlo.

Conocías lo suficiente a tu amiga como para intuir que en aquel momento su cabeza le decía una cosa, su corazón le decía otra y aquella lucha que trataba de ocultar a toda costa la estaba destrozando por dentro. Aunque por fuera no había dicho nada, se estaba mordiendo el labio inferior.

Tres de tres, demasiadas coincidencias para tratarse de alguien que simplemente se pareciera al mago. Quizás los asuntos de Dreren fueran igual de privados que los suyos y por eso estuviera actuando de esa manera. O tal vez algo más oscuro y retorcido estaba ocurriendo y necesitaban encontrarlo cuanto antes.

- ¿Hace mucho que vio a ese muchacho, recordaría por dónde se marcho o si comentó algo inusual? -

-No me estoy enterando de nada.-Pienso mientras me mantengo en segundo plano durante toda la conversacion.

El grupo parece buscar a un amigo, pero por como actua no termina de parecer tal. ¿Habrá ocurrido algo que desconozcan?

 Dreren comprobó en su macuto. No hacía mucho había tenido un mapa en las manos siguiendo el camino imperial, se había pertrechado bien para llegar hasta allí mucho antes de salir del círculo, se podía decir que había hecho los deberes, pero...el grupo lo enturbia todo. No tenía muy claro si aquel mapa había quedado en manos de Lynn o de Gabrielle.

 No creo que pase nada por echar un vistazo con cuidado. Si ha ido hacia el bosque es que busca algo, si es así, tendrá que detenerse a encontrarlo, la ventaja que necesitamos para alcanzarla. Será bueno tener alguna pista de sus intenciones. Hacer un viaje tan largo para que se encoja de hombros y diga "sólo estaba dando un paseo" sería frustrante.

 Dreren buscaría su mapa, sino tendría que hacerse con uno, el apunto de Allure era útil, a Dreren le gustaba su forma de pensar, de adelantarse a los errores del caminante inexperto. Podría compartir aquel lugar en su mente con ella durante mucho tiempo si continuaban así.

 Su destino mientras tanto, la casa quemada, una entre tantas.