Partida Rol por web

Lynn parecía tener sus dudas sobre si se podía vencer a semejante bicho pero Alexei ya había salido corriendo así que cogió el arco, caminó un poco y disparó pero la flecha se clavó en el duro caparazón de la criatura sin poder atravesarlo.

Ayla trataba de ponerse de pie entre toses; la apóstata temblaba de pies a cabeza y era precisamente eso lo que la hacía tropezar. Estaba blanca y tenía una expresión de terror absoluta en el rostro pese a que ni si quiera había mirado hacia el Varterral (ya venía con ella de arriba) pero el chillido de la criatura la hizo taparse los oídos y mirar en su dirección con lo que al terror se le habría sumado la sorpresa de no ser porque no tenía sitio.

Tras un par de segundos de desconcierto y haciendo un esfuerzo por centrar sus agitados pensamientos en la realidad, se puso en pie a trompicones para alejarse de la criatura.

Lynn está en v15, se mueve a q16 y le dispara al Varterral pero falla

Ayla hace doble movimiento: se pone en pie y se mueve a f9

Iniciativas

Alexei
Lynn
Varterral
Ayla
Cedric
Asthan
Gabrielle

¡Turno de Cedric y Gabrielle en cualquier orden!

Nota: Lynn va antes que el Varterral, se me fue la olla y posté primero con él. Contad mentalmente como que el orden de actuaciones ha sido Alexei > Lynn > Varterral.

El vínculo que te unía con Astucia te hizo sentir la duda que lo afligía en ese momento.

«¿Es totalmente necesario matarlo?» lo escuchaste preguntar mientras estiraba el cuello tratando de localizar el túnel de salida al otro lado de la sala «Sólo... está defendiendo el trozo del bastón de Andraste. Debe estár enfadado porque hay intrusos en el templo»

Gabrielle se llevó las manos a la boca cuando el varterral golpeó a Alexei como si fuera un muñeco de trapo. El guardián bien podría estar por encima de sus posibilidades. Si pudieran convencerle de que ellos no eran ladrones...

—(Élfico) ¡Nosotros no tenemos el fragmento de Glandivalis! ¡Somos Andrastianos y tratamos de impedir que el auténtico intruso se lo lleve! 

La maga esperó la reacción de la criatura. Si seguía teniendo un ademán hostil, descargaría su conjuro ofensivo más potente y avisaría a Ayla para que utilizara fuego.

Si el insecto palo gigante sigue en sus trece le lanzo un rayo buscador. Tira por mi el ataque de Toque a/d Esti.

Cedric estaba aturdido, y la caída con su subsiguiente golpe en la cabeza era solo culpable en parte. Aquella criatura parecía hecha de madera, y no estaba claro qué hacía ahí, pero obviamente no tenía buenas intenciones.

Cedric apenas acertó a levantarse en lo que Alexei cargaba contra el monstruo. No esperaba otra reacción por parte del guerrero rubio, pero el matón de Nordale no tenía claro que quisiera seguir su ejemplo...

Y, sin embargo, se encontró a sí mismo desenvainando el estoque. Cedric había entendido las palabras en élfico de Gabrielle, y consideró prudente esperar una respuesta.

El Varterral golpeó el suelo con una pata y lanzó un par de chillidos en un ademán claramente irritado. Os daba la clara sensación de que estaba molesto, sin embargo, no siguió atacando. Paso algo más.

No teníais ni idea de si podía entender lo que acababa de decir Gabrielle pero o las palabras en élfico, o el sonido que tenían, o a saber el Hacedor qué le había llamado claramente la atención porque en vez de seguir aporreando a Alexei levantó la pequeña cabeza y se puso a olfatear el aire mientras emitía un gruñido suave y prolongado.

¿Buscaba algo?

Gabrielle se acercó al varterral dando unos pasos vacilantes, ¡estaba funcionando! Indicó a a Alexei que se alejara de sus patas con un gesto apremiente.

—(Élfico) Busca en nuestros corazones, guardián del templo. El peso de la culpa no está en ellos, porque no hemos sido nosotros quienes hemos robado el fragmento de Glandivalis que custodias. No somos tus enemigos.

Alexei acabó en el suelo después de los tres golpes que había recibido del Varterral. Nunca le habían golpeado tan fuerte y eso que ya había probado la fuerza de un ogro. Por suerte para el joven guerrero, Gabrielle le dijo algo en un idioma que no entendía, seguramente élfico, y la bestia dejó de mostrarse agresiva.

Aun más dolorido de lo que estaba, el guerrero se levantó del suelo y comenzó a alejarse de la criatura. Por su parte ya había habido demasiados golpes por el día.

Ayla había avanzado apenas cinco metros cuando tropezó y se fué de bruces. Le temblaban demasiado las piernas como para caminar más y pudisteis ver cómo se sentaba torpemente sobre las rodillas y se agarraba los brazos como si tuviese frío... con la vista clavada en el suelo.

Lynn la observó por unos momentos con un gesto indescifrable en el rostro. Bajó el arco al ver que vosotros cesábais el ataque pero no pudo evitar lanzarle una mirada preocupada a Gabrielle cuando ésta se adelantó.

Al escuchar a Gabrielle, el Varterral volvió a patear el suelo alternativamente con cada pata, haciendo con ello temblar toda la caverna. Era evidente que había algo en el lenguaje élfico que le llamaba la atención, aunque continuábais sin tener ni idea de si entendía media palabra de lo que estaba diciendo la maga o no. A fin de cuentas, aquella cosa no hablaba.

Debió detectar sus pasos puesto que inclinó rápidamente el cuerpo hacia adelante en un movimiento que hizo que a más de uno le rebotase el corazón puesto que parecía que fuera a morderle la cabeza o algo así... pero lo que hizo fue olfatearla, emitiendo de nuevo un gruñido apagado y prolongado que provocaba la misma sensación de inquietud que oir gruñir a un lobo. ¿Pero era realmente sólo olfatear un olor lo que estaba haciendo? ¿O había algo más?

Gabrielle podía notar el aire caliente que despedían los ollares de aquella monstruosidad pese a que la separaban un par de metros. El Varterral soltó entonces un repentino sonido agudo que hizo que Asthan, sobresaltado, corriera adelantándose hasta donde estaba la maga. Si bien debía ser un acto reflejo porque no era como si pudiese hacer gran cosa por evitar que se la zampara si le daba por ahí.

Pero la criatura no le hizo daño, volvió a sentir pasos y giró la cabeza en un movimiento eléctrico para olfatear la nueva presencia. El dalishano tuvo que frenar para no empotrarse contra él. Alzó los brazos como si fueran un escudo pese a que en el fondo debía saber que eso no iba a ofrecerle mucha protección. Aunque esta vez algo cambió: No se produjo el gruñido.

El Varterral lo olfateó de cerca, se podía escuchar su fuerte respiración cuando ensanchanba los ollares y terminó por emitir una especie de resoplido por la nariz que hizo que el elfo se tambalease como una ramita azotada por una ráfaga de viento. Después, el Guardián del Templo volvió a erguirse, separarando la cabeza de las dos pequeñas criaturas bípedas y pateó el suelo repetidamente con una pata.

Parecía seguir irritado aunque de algún modo aquel gesto no se os antojó agresivo, sino más bien insistente.

Notaste que Astucia se había llevado un susto de muerte cuando el Varterral había acercado la cabeza hacia ti. Realmente había intentado defenderte pero por suerte para ambos no había hecho falta. Aunque ahora el vínculo te transmitía una mezcla de cautela y tensión.

«C... Creo que sigue molesto por haber perdido la reliquia. Pero es como si nos estuviese instando a irnos, ¿no te lo parece?»

—Creo que mejor nos vamos de aquí antes de que cambie de opinión —dijo Gabby soltando todo el aire que había contenido.

La maga retrocedió lentamente, sin hacer movimientos bruscos, sintiéndose afortunada de haber visto a un varterral tan de cerca y haber vivido para contarlo.

Alexei respiró aliviado, al ver cómo la criatura se calmaba. El joven guerrero no estaba seguro de ser capaz de soportar otro de los golpes del Varterral. Con la mano en el estómago y esforzándose el controlar el temblor de sus piernas, asintió a las palabras de Gabrielle.

—Y cuanto más rápido y lejos mejor.

Asthan decidió seguir a Gabrielle igual de despacio aunque sin apartar la vista del Varterral que se mecía ligeramente sobre sus cuatro inmensas patas sin dejar de percibiros un solo momento porque la pequeña cabeza de la criatura seguía vuestra trayectoria.

Lynn empezó a caminar también aunque cuando vió que Ayla seguía sentada sobre sus propios talones miró al hueco del techo por el que ella y Cedric habían caído y luego se mordió el labio inferior.

—Ay, Hacedor...

Se acercó a la apóstata evitando correr. No era plan de tentar a la suerte.

—Ayla. Ayla, tranquila, estás en el suelo—susurró arrodillándose al lado de ella y pasándole un brazo sobre los hombros—. Estás en el suelo. No pasa nada. Ven, agárrate a mí, ¿vale?

Contra todo pronóstico, la apóstata no se la espantó de encima entre refunfuños y reniegos sobre que no necesitaba su ayuda o algo así. De hecho no dijo una sola palabra. Se puso en pie con torpeza sin dejar de agarrarse los brazos y la siguió andando con la vista clavada en el suelo.

Lynn echó una ojeada hacia atrás, sabía que Alexei estaba herido pero aquel no era buen sitio para pararse a sanar a nadie. Si el guerrero podía caminar él solo iba a ser mejor esperar hasta salir de allí.

Os dirigisteis a paso lento durante lo que se os antojó un lustro hacia el túnel que se encontraba en la otra parte de la habitación deseando que os llevase a algún lugar que no fuese un camino sin salida. Pero por una vez la suerte pareció sonreiros... ¡Hacía cuesta hacia la superficie!

El grupo marchó sumido en un pétreo silencio. Sólo se oía el eco de vuestras botas y vuestros jadeos por tener que ir caminando todo lo deprisa que podíais pero el hecho es que nadie se atrevía a correr y algunos de vosotros de hecho ni podían. No obstante, cuando brotásteis a un nuevo pasillo, la sensación de que os hubiesen quitado el peso del mundo de encima fué generalizada: a la izquierda podíais ver que el susodicho pasillo desembocaba en la habitación ahora desfondada donde los arlequines os habían emboscado.

El agujero era grande pero no había destruido todo el suelo por lo que pudisteis pasar por uno de los laterales con un par de metros de margen y enfilar finalmente hacia la salida que ahora estaba cerrada pero bastó un vistazo para localizar una palanca a la diestra del camino que activaba el mecanismo para abrirla desde dentro.

No esperásteis ni si quiera a que se abriese entera para salir. El brillo de la superficie os cegó durante unos instantes pese a que la luz del sol entraba tamizada por la espesa capa de árboles de Brecilia y todos sentisteis la repentina necesidad de sentaros en el suelo a tomar aire y dar gracias por seguir de una pieza... pero conforme los segundos pasaban, una incómoda sensación se os fué instalando en la boca del estómago. Nadie se atrevía a decirlo en voz alta pero era evidente que todos estábais pensando lo mismo: El Guardián no iba a daros un segundo pase libre, ya os había echado una vez.

Y ni Trasus ni Sarkee estaban con vosotros.

Sentado en el suelo, Alexei sintió como el mundo se le venía encima. La ansiedad fue tal durante unos instantes sentía que no era capaz de conseguir siquiera que el aire llenase sus pulmones. Puede que Trasus no fuera el mejor compañero del mundo, pero abandonarlo en ese templo con esa criatura merodeando... No, no podía permitir que eso ocurriera, ni a él, ni a Sarkee. El joven guerrero cerró los ojos para recomponerse y con un gran esfuerzo volvió a ponerse en pie.

—Lynn...—llamó en voz baja a la clériga mirando fijamente la puerta del templo—. Necesito que me cures.

Y casi suplicando añadió:

—Por favor.

Gabrielle no esperó a que Lynn se moviera. Se levantó y tomó el rostro de Alexei entre las manos. El guerrero notó que las manos de la maga estaban frías y temblaban. Cerró los ojos y canalizó su magia para lanzar un conjuro sanador. Abrió los ojos y le dedicó a Alexei una sonrisa deslucida por la tristeza.

—¿Mejor?

Gabrielle apretó los labios y cerró con fuerza los ojos. Como Alexei, era consciente de que el resto de la comitiva podría no haber tenido la misma suerte que ellos. A diferencia del guerrero de cabellos dorados, sentía que la causa era más grande que cualquiera de sus vidas.

—Debemos continuar —dijo, haciendo todo lo posible porque no le temblara la voz—. El bastón de Andraste no puede caer en las manos equivocadas. Y ya nos llevan ventaja.

Gabrielle gasta 3 PC y Alexei recupera 19 PG. Se queda con 8 daños

Lynn se fué a levantar pero cuando vio que se encargaba Gabrielle le dejó hacer a ella. La clériga se separó ligeramente de Ayla que parecía querer algo de aire, a juzgar por cómo la empujaba ligeramente, y suspiró.

—Que el Hacedor me perdone pero Gabrielle tiene razón—dijo—. Y... Nordale nos pilla de camino. ¿Hacemos una parada a reaprovisionar algo?

—Sí, tenemos que avisar a Balaena de lo que vamos a hacer y... darles las noticias de lo sucedido con Trasus y los demás —dijo con un hilo de voz, antes de mirar de soslayo a Cedric—. Y mientras nos reaprovisionamos, iré a hablar con Medwin. Me debe algunas respuestas.

Ayla también miró a Cedric de soslayo, aunque ella lo hizo de un modo bastante distinto al de Gabrielle.

Ayla: Rivalidad (+20) [Cedric]