Partida Rol por web

La respiración se le cortó cuando el enano perdió pie y, durante unos instantes, quedó helada viendo la corpulenta figura de Gunnar a punto de caer al vacío...

Hacedor...

Para alivio suyo (y sin duda del enano también) la ayuda de manos más hábiles y firmes que las suyas no tardó en llegar y, cuando tanto Gunnar como Tásar llegaron al otro lado, relajó la postura y dejó escapar el aire que había estado reteniendo sin darse cuenta por la angustia.

-Gracias al Hacedor- musitó con cierta admiración por la rapidez de acción de Tásar que había pasado por las cuerdas con una facilidad envidiable. Desvió la mirada del orlesiano buscando a Alenka, quien debería cruzar antes que Brenus, convencida de que cruzaría sin problemas.

O eso quería pensar.

Alenka se ata el bastón a la espalda de nuevo, para acto seguido subirse a las cuerdas con paso menos firme del que le gustaría haber aparentado.

Sin embargo, una vez que se siente sobre las cuerdas, firmemente aferrada a la soga superior, se percata de que cruzar por ellas es más sencillo de lo que se había imaginado en un principio. Con paso cauteloso, poco a poco, completa el recorrido de un lado al otro de la sima, bajándose a tierra firme de nuevo con evidente alivio.

Todas las miradas están fijas ahora en Brenus, el último de los componentes del grupo que quedan por cruzar.

Brenus respiró aliviado. Mostró una sonrisa de satisfacción al ver cómo se había resuelto la situación. Tásar hizo caso a la idea de Brenus y con bastante soltura ayudó al enano a volver a la cuerda. Fue un buen trabajo cooperativo. Mientras Alenka y Brenus sujetaban la cuerda para evitar que cayese, su compañero pícaro hizo el resto del trabajo.

Al cabo de unos minutos, enano y humano cruzaban la cuerda sin mayor repercusión. Ya sólo quedaban dos. El guerrero de la guadaña se acercó hacia el borde del precipicio y miró hacia abajo. Luego se giró hacia su compañera Alenka, a quien le dirigió un enérgico asentimiento.

- Con mucho gusto, cerraré la marcha.

Poco después, la maga empezaba su paso por el puente improvisado, bajo la atenta y divertida mirada de Brenus. Era todo un espectáculo poder contemplar el despacio pero elegante andar de Alenka. El cuidado con el que la maga daba sus pasos enamoró al guerrero. Pero no sólo eso, sino también su cabellera, la cual se posaba grácilmente sobre su túnica.

"Más despacio, más despacio. No hay prisa alguna."

Un leve suspiro salió de la boca del guerrero. Alenka había cruzado sin problemas, lo cual era una fantástica noticia. Lo malo era que las vistas habían dejado de ser magníficas.

- Ha llegado de mi turno- dijo para sí mismo.

Respiró hondo y empezó a cruzar. Como mecanismo de defensa, trató de no mirar hacia abajo, sino mantener su mirada al frente, mientras su mente le ofrecía imágenes tranquilizadoras. Y casi sin darse cuenta, había cruzado sin caer. Buenas noticias.

- Ya estoy aquí- pronunció con una fuerte sonrisa.- ¿Cuál es nuestro siguiente paso?

-Jum, jum -dice el enano, no sin carraspear un tanto-, ¿y cómo demonios tenéis pensado recuperar mi cuerda, maese humano Garret? Porque por supuesto tendréis un plan para hacerlo...

Quizás deberíamos dejar el puente, así cualquier otro viajero podrá para pasar sin tener que dar un enorme rodeo -dijo mientras afirmaba con su cabeza.
creo que perder una cuerda es un pequeño precio por facilitarle la vida a otros

Recogiendo la flecha en el carcaj y masajeandome las muñecas miro al enano con humor y anoto a lo que dice Tásar:-O para el camino de vuelta, que no creo que nos salgan alas... Además que siempre podremos recuperarlas al otro lado, que será tirar para arrancar la flecha, mientras que por este lado solo perderemos cuerda.- Pero como no quiero dar más bola al asunto le pregunto a Alenka:- ¿Ahora hacía donde nos dirigimos? Que hemos perdido bastante tiempo con la maldita grieta.-

-BUFFSHSHDJSNDSJdejaaquímimalditacuerdadiceJSKJUUMMMM, -farfulla el enano mientras se aleja hacia lo que parece el camino que deben seguir, llenando la cazoleta de su pipa de paso-. JHUUNMALSPparaquepasenotrosdiceJJKSIUMM.

"Dejar la cuerda para que pasen otros. ¡Por el Hacedor, lo que tengo que escuchar!"

Alenka resopla al oír las palabras del generoso Tásar, y a juzgar por la respuesta de Gunnar, parece que el enano es de la misma opinión que la maga. De todos modos, es cierto que tendrán que volver por aquel camino si no se desea dar un enorme rodeo, así que se resigna a hacer de buena samaritana dejando allí montado el puente.

-Bien, seguidme todos. Es hora de proseguir el camino. Si no os importa avanzar a buen ritmo, quisiera recuperar el tiempo perdido en la escaramuza y con lo del puente. Hay un claro a varias horas de distancia, convenientemente protegido, en el que había pensado pasar la noche, pero no sé si lo alcanzaremos antes de que llegue el ocaso.

Y dicho esto, la maga, sin esperar respuesta, inicia el camino, dispuesta a proseguir la marcha a ritmo veloz.

Además, tenemos asuntos urgentes que tratar en ese claro.

Y en completo silencio, avanza presurosa mientras su mente divaga en la mejor forma de tratar lo que realmente ha venido a tratar.