Partida Rol por web

Al mirar mejor las figuritas y tras lo que habló Tea, Max empezó a sopesar - Tal cual son... El único valor que podía llegar a ostentar, es religioso o historico. Las figuras de este estilo valen apenas 2 platas, las de madera 20 cobres. - Gauche en ese momento volvió su visión blanca antes de avanzar soltando un "Sigamos pues", tratando de mantener su papel como seguidor de Terrano - Pero ojalá sea un puzzle, seguro que es interesante. - Hasta le motivó un tanto saber el significado real de las estatuas.

Por su lado, la princesa se encogió de hombros cuando se mencionó el dividir las estatuas, sobre todo aunque fuera por prevenir. Era cuestión vuestra, no suya y así lo dejó ver.

Avanzando hasta la bifurcación, esperó que cada uno tomara una decisión pertinente, siendo que cada uno tuvo su momento para concentrarse y ver que era mejor. Tras seleccionar el camino a avanzar la princesa empezó pues a avanzar al mismo nivel siendo que al pasar levemente por el borde de la bifurcación y si queriais mirar, veriais un lugar cavernoso y un tanto brillante lleno de huevos y liquido de aquellas criaturas, pero ninguna pareció percatarse de vuestra presencia.

Terminando el final del camino al fin llegasteis a un lugar que parecía meramente artificial, sino fuera porque el resto del sitio hasta llegar era una excavación natural.

Ante vosotros, en una habitación cuadrada sin mueves apenas y en la pared contraria a la entrada, había un basto mural del mapa de Sansóläis inscrito en la piedra, con la peculiaridad de que había 6 huecos en la pared

Inscrita alrededor de los seis huecos, había escritura que conociais de antes, pero que por algún motivo extraño no lograbais discernir, como si le faltara algo para que pudierais entenderlo entero.

Por otro lado, sobraba decir que allí estabais tranquilos y en calma, no se oian ningún ser, ni nada que pudiera perjudicaros en absoluto - ¿Y esto? ¿Que es este lugar? - Preguntó Maxine en primer lugar mientras que Gauche se acercó levemente para examinarlo en gran medida, aunque realmente miraba a los huecos

-Wow... Nunca vi un Mapa de Sansóläis tan enorme ni tan... Majestuoso. Encima tienen inscripciones. Hermana ¿Crees que se tratase de la antigua lengua de los humanos? O quizás una previa a los dioses - Desde luego Max no mostraba ningún miedo al contrario de su hermana que bien aún la podiais notar en guardia.

Muerte se quedó observando dos puntos concretos del mapa. Uno era las montañas del continente del oeste, otro un punto en el bosque Laforana.

Tiki por su lado se quedó cerca de Gauche por su misma estatuilla y no otra cosa.

-¿Quien haría un mapa de todos los continentes en la antigüedad, si solo reinas una parte del continente de la paz? - Quizás la curiosidad más latente se hizo propicia en el principe, el cual intentaba adivinar quien hizo esto y no resolver el puzle que teniais ante vuestros ojos

Al llegar allí notabas como el aire manaba tranquilamente, de hecho más que eso... El aire en ese lugar parecía conferir una sensación incluso tranquilizadora, como si nadie pudiera haceros daño allí. De la misma forma si tratabas de notar el resto de tu alrededor, también lo sentías. Aquella sala era magia en estado puro, esencia en estado puro, vida en estado puro... De la misma forma su condición te prohibía aprovecharte para sacar sellos del lugar siendo que si lo intentabas una extraña sensación de que tu vida se aspiraba amenazaría con iniciarse.

Esa sala no era artificial, pero tampoco era natural. Casi parecía que se construyese antes de que la tierra fuera puesta alrededor, o que por la magia se viese creada en este lugar.

Aunque aquello de los animales no me acababa de convencer, fue sin ningún lugar a dudas útil. Ninguna de esas criaturas se nos acercó, las antorchas lucían poco y eso era una ayuda sin duda.

Al seguir el camino acordado, mirando hacia atrás por si, quizá, después quisieran ir. Que quieran ir. Había tanto por explorar, solo sobraba la princesa pero por qué no, había demostrado ser una buena guerrera en contra de mis propios estereotipos sobre la cantidad de tiempo que pasaría sentada en una silla llena de piedras brillantes. Max también sobraba, pero al menos era una fuente inimaginable de información.

Tea, Me dispuse cerca de ella, pues parecía la única capaz de explicarme algo así. ¿un puzle?, eso seguro que es algo a lo que no puedo arrear. Parecía todo tan complicado.

¿Entrarán las estatuíllas en los agujeros?, Pregunté con curiosidad aprovechando que el príncipe Max estaba cerca también, si una no lo sabía lo sabría el otro.

Tras ello miré atentamente el mapa, algo así sería realmente útil para encontrar la dichosa torre. Debía estar en algún lugar, ese mapa lo tenía todo. Hice sin demasiado éxito un camino mental de todos los lugares por los que había pasado. Pero aquel trayecto no había sido en línea por lo que era imposible.

¿De ahí arriba venía yo?

— El valor sin duda es histórico, príncipe Max — comentó Tea ante la explicación del chico, aunque por la expresión que puso no sería difícil pensar que la sola idea de vender esas estatuillas resultaba para ella en algo imposible de comprender, aunque bueno, tampoco podía culpar al ajeno por dar esa información.

— Un puzzle tendría sentido, pero me pregunto si será algo como lo que hicimos en el trono… — y es que en el momento no debía decirlo, pero al parecer en la silla real existía una restricción muy específica. En todo caso le alegró a la Cobb que al final ninguno de sus compañeros de destino se resistiera a llegar su respectiva figura y que por otro lado Maxine se mostrara apática con eso, pues le evitaría el problema de tener que explicar.

*****

Junto al resto la chamán avanzó por ese camino que perfectamente podría ser de pesadilla para algunos, solo bastaba con ver hacia donde estaban las criaturas y su progenie; por suerte gracias a la desagradable medida de seguridad que tomaron antes, las bestias no parecían percatarse de ellos, o quizás los confundían con integrantes de su especie. Para cuando alcanzaron la “habitación” con el mapa las cosas empezaron a cobrar sentido, exactamente como en un puzzle que se iba resolviendo.

— Tal vez alguien cuya intención era reinar sobre todo Sansóläis o al menos recorrerlo… aunque también puede que haya sido hecho por un estudioso como una forma de transmitir o guardar su conocimiento… — opinó sin poder evitarlo ante las dudas del príncipe, y es que ella tenía unas similares.

— Es posible que sea algo que debamos completar o resolver para comprender del todo, Senca, ¿recuerdas lo que te dije sobre aquellos que encriptan lo que han aprendido? — no hace falta decir que al notar la inquietud del Kazibara la chamán intentó explicar de forma clara, inclusive remitiéndose a una conversación anterior. — Tal vez… ¿hay algún lugar especialmente importante para ti allí? — acto seguido se le acercó al espadachín para preguntarle en voz tan baja como pudo, y es que ella tenía una teoría: los espacios no solo serían coincidentes con las estatuillas, sino que estas debían ir en lugares específicos determinados por un simbolismo especial.

— Hace un momento sentí en el aire que este lugar está lleno de magia — agregó, y ya que no podía comentarle todo a todos al mismo tiempo, pero confiaba en que los otros comprenderían, decidida la castaña se acercó a colocar su estatuilla justamente en el espacio correspondiente al Faro de la paz, lugar de donde ella venía, aunque para alcanzar tuvo que pedirle ayuda a Senca o a Muerte, según el que respondiera primero.

La espadachina había avanzado, contemplando en primer lugar que la zona de los huevos de dracón era segura, más o menos, y ese es el momento en el que retorna con el grupo.

- Por ahí hay unos nidos de dracones... No me han hecho ni caso, ni llevando la espada en llamas, así que diría que podemos cruzarlo. -comenta con susurros.

Igualmente, comienza a inquietarla un poco la cueva, demasiado tiempo bajo el suelo. No está acostumbrada para nada y es una sensación un poquito agobiante, aunque de momento lo lleva bien. Pasada la sala-nido, alcanzan una nueva sala cuadrada que revela un poco más del propósito de estas ruinas. Lamentablemente, no tiene tantísima noción como para estar segura de lo que hay que hacer, pero en cada uno hay cosas de un Dios en concreto. Así pues, aunque finge simplemente estar mirando el mapa, se pone a leer lo que pone en aquellas runas que entiende, las de Pyros.

Al poner la figurita Tea, vió que encajó, no solo por la forma, sino también por los simbolos, los cuales comenzaron a brillar en verde. Senca hizo lo mismo con los que más se asemejaban a los suyos y su figura encajaba en donde estaban los simbolos de su elemento, haciendolos brillar en celeste.

Muerte hizo lo mismo con su estatuilla siendo que ocurrió lo mismo como en las otras.

Uno a uno fuisteis poniendo vuestras figuritas en los lugares idoneos, vease:

En el primer hueco empezando desde arriba, y más pegado a la derecha, Helga insertó su estatuilla con un poco de ayuda, las letras amarillas comenzaron a brillar cuando esta fue insertada sin más en su interior, aunque no se dejaban leer.

En el segundo hueco empezando desde arriba, Senca insertó su estatuilla donde había letras celestes, y al insertarla, estas comenzaron a brillar, tanto las de las estatuilla como las del mural, aunque aún no se dejaban leer.

En el tercer hueco empezando desde arriba, cercano al Faro de la paz, Tea colocó la suya, donde las letras verdes se empezaron a iluminar todas a la vez impidiendo a la humana leer estas palabras que ahora podía ver.

En el cuarto hueco empezando desde arriba, en la parte más a la izquierda del mural, Tiki con ayuda de Gauche, insertó su figurilla en aquel hueco rodeado de letras azules que comenzaron a brillar como el resto de letras, sin poder llegar a leer nada.

En el quinto hueco empezando desde arriba, entre unas montañas, Muerte colocó su figurilla haciendo que las letras marrones empezaran a iluminarse como todas las demás. No parecía que ninguno pudiera leer su parte por separado.

En el sexto hueco empezando desde arriba, en donde había un gran volcan, Anya colocó su figurilla, la última de todas. Si lo hubiera hecho por si sola no podría ver las letras que se iluminaron frente a su rostro, pero en el momento en el que las seis fueron colocadas completando el mural, las letras de todos aquellos lugares empezaron a arremolinarse poco a poco juntandose todos en el centro del mapa

Las estatuitas empezaron a brillar también al unisono que las mismas palabras y cuando todas las palabras escritas en las runas que se supone debiais entendr cada uno por separado, estas empezaron a daros significados para todos los que estabais presentes allí.

Allí donde el fuego más abrasa, donde la temperatura es más baja, donde las tormentas se reunen, donde los vientos convergen, en la profundidad de las aguas, en el corazón de la tierra... Hallaréis mi fuerza.

El mismo texto fue leido y escrito con rápidez por el propio principe, mismo el cual terminó de recitar aquellas palabras y escribirlas, así que igual el mapa, solo como un boceto muy sucio, hizo que las palabras del mural desaparecieran, así como su marco y acto seguido, las estatuillas salieron hacia afuera lo suficiente para poder sacarlas de su lugar.

-¿Que es esto? Parece indicaciones de... lugares elementales... - obviamente la curiosidad del principe no se detuvo. No así la decisión de la princesa se hizo participe inmediatamente después.

-Si esto nos puede ayudar a evitar el desastre y que los elegidos de los dioses puedan destruirnos, sin duda es algo muy importante... Y me parece extraño que no haya nada más aquí - pese a todo, Maxine no creyendose que fuera lo único en ese lugar se puso a investigar, mismo motivo que hizo también el ladrón con la Mimali, aunque por otras razones.

Los demás estabais allí entonces, con una gran revelación frente a vosotros. Huelga decir que Muerte recogió su figurita, igual que Tiki, mirando ambos a esta pero sin descubrir nada más.

¿Esto era todo lo que os ibais a encontrar aquí? No había ningún templo, ni ningún sello... Solo un mural con un mapa dibujado e iluminado y un mensaje... Igual el templo no estaba aquí, sino más lejos... 

Al terminar de verse aquel gran espectaculo, y que todos mostraran tanto curiosidad como determinación, en el más mínimo segundo en el que te moviste solo un paso...

Vacio

Dejaste de sentir el aire, pero no solo eso. La magia a tu alrededor, ese gran remolino de todas las mágias presentes que se hallaban ahí convergiendo unas sobre otras...

Desapareció

No había nada. Estabas en un vacio espectral en donde no notabas el aire, en donde la tierra a tus pies no podía sentirse a pesar de que la notaras al pisar, un lugar donde si hubieras tormentas, los rayos dejarían de caer y la lluvia de brotar e incluso el agua de moverse en su eterna marea y oleaje, y el fuego volverse incluso frio...

Todo en aquella sala, había muerto, todo salvo vosotros y ese enorme mural frente a ti, el cual sin palabras escritas ni visibles te envió un solo mensaje lleno de magia arcana, magia que se extinguiría una vez el mensaje fue dado

Ahora que los herederos de los sellos han llegado, el verdadero sello se ha roto.
Todo el bien y el mal del mundo antiguo, se acaba de liberar...
El tiempo está en vuestra contra elegido de los dioses.
Salvar al mundo o destruirlo, ahora solo depende de vosotros.

Ese momento en el que el mensaje se dibujó en tu mente sin sonido y sin palabras visibles, fue un momento en el que casi practicamente dejaste de respirar... Y ahora, tu sabías otra gran verdad... ¿Pero que significaba?

La espadachina contempla el mural iluminarse y cuando los trazos y letras se reorganizan en el centro del mapa, se queda mirando el despliegue tranquila. No dice nada, lanzando una mirada de reojo a los príncipes, pero entonces el pequeño empieza a leer y la espadachina suelta aire muy lentamente, aliviada. Temía que la escritura fuese rúnica, de tal manera que "solo pudiesen leerla aquellos que traerían la destrucción", y no lo notase dada su condición, pero parece que no es el caso.

- Sí, reconocía varios de esos lugares y sospechaba lo de los elementos. Las montañas de la tormenta, el helado norte, el gran volcán... -comenta tranquilamente- Lugares que ya había pensado visitar en mi... -se calla un momento y finalmente se corrige un poco- en mis futuros viajes. -concluye.

La espadachina coge también su figura para revisar si las palabras se le han quedado grabadas o algo, y el hueco detrás de esta, así como todo el mural. Va acercando su espada flamígera por la superficie, más metódica que simplemente buena en la labor, tratando de extraer cada viruta de información. Aunque, francamente, esperaba algo más.

Ver que el espacio del Faro de la paz de hecho correspondió con su estatuilla hizo que Tea sintiera una especie de nostalgia revoloteando en su interior, sin embargo no hubo tiempo suficiente para que sus emociones fueran totalmente capturadas por ello, ya que pronto el fenómeno desatado por todos los ídolos en el mapa robó el foco de la atención general…

Por un instante la Cobb se quedó sin palabras, ello mientras abstraída leía el mensaje ya completo de lo que antes no pudo entender; incluso cuando aquellas palabras desaparecieron la humana se quedó como pensativa, ajena a las intervenciones del príncipe y de la princesa. Como hicieron otros tres antes que ella, la chica de melena castaña se acercó al mural queriendo tomar el objeto que por afinidad le correspondía, o al menos eso pensó en hacer, ya que cuando dio el primer paso se quedó inmóvil…

Si es que alguien veía su rostro en ese momento con facilidad podría notar que Tea no simplemente estaba quieta o pensativa, sino que más bien parecía congelada a causa de insospechado nerviosismo. Su rostro era de duda total así como de incredulidad, como si hubiera visto algo en extremo preocupante, no obstante de forma eventual levantó la vista de nuevo hacia el mapa frente a ellos… y entonces su expresión cambió.

— S-sin duda son lugares “especialmente interesantes” — contestó vagamente a lo dicho por Anya, tomando en cuenta que debía medir sus palabras — Aunque… — “aunque” lo que acababa de sentir, de ver, la hacía dudar de tal respuesta. Si las palabras en su mente eran literales entonces no tenían mucho tiempo… ¿pero cómo decirlo con los otros allí presentes?

Luego de pensarlo por un momento la Cobb carraspeó y miró con especial ahínco a Senca, Helga, Anya, Tiki y Muerte — No tenemos mucho tiempo… pienso — tras eso expresó hablando en general — Para evitar el desastre, como dice la princesa — obviamente eso tenía más de un sentido, pero esperaba que sus compañeros lo entendieran. ¿Cómo más podría decirles que todo el mal y el bien del mundo antiguo se liberaron a la par que todos leían esas palabras?

También habría que mencionar que Tea empezó a mirar a su alrededor luego de decir aquello, esto porque la muchacha estaba buscando algo…

Aquella sala era bastante llamativa, pero nada en comparacion con aquel mural, Helga se queda un buen rato observándolo, como tratando de ver las diferencias con el mapa que ella misma traiga consigo. No presto mucha atención a las conversaciones ya que suponía que estaban hablando sobre poner las estatuillas, cosa que era bastante lógica, ella sin embargo, se sento sobre Vaporum a observar aquel mapa con el suyo propio en las manos, era una buena oportunidad de ver un gran mapa del mundo antiguo y poder comprarlo con lo que tenían ahora.

Fue cuando comentaron sobre colocar las estatuillas que volvió a prestar atención. Coloco la que portaba y se quedo un poco atrás observando que era lo que sucedía, porque estaba claro que algo sucedería.

Helga permaneció en silencio mirando lo que sucedía, aquel mensaje, las estatuillas brillando, estaba claro que aquello era un mensaje que les estaba diciendo a donde debían ir.

Así que… podemos decir que tenemos un mapa que nos dice a donde ir y que hay…

Mira a los príncipes unos segundos y añade:

Supongo que ya tenemos por donde empezar para evitar la catastrofe...

¿Un desastre?, todo el mundo parecía querer evitar algo aunque la princesa tenía una idea y nosotros otra. ¿Cuánto faltaba para que su majestad se enterara de nuestras intenciones?, al fin y al cabo las estatuas habían sido tomadas, nosotros las habíamos puesto y el tal Max parecía lo suficientemente inteligente como para entender las señales. 

Además, los dioses se aparecían cuando querían, todos teníamos al menos un don de nuestra supuesta encarnación. No me acababa de gustar lo que creía que iba a pasar. 

Decidí no decir nada al respecto, suponía que la mayoría de nosotros habíamos entendido lo que significaba cada lugar y sólo quedaba buscar si quedaba algo más en aquel lugar. ¿Me dejarían ir por el camino que habíamos dejado atrás?. 

Todos, de una manera u otra, entendisteis el mensaje y a donde apuntaba. El lugar que Naysse os dijo que habría un templo, realmente fue un señuelo, señuelo que alguien dejó para probar que los que fueran tras los sellos, eran autenticos herederos de los dioses.

Pero al activar aquel mural y que las palabras desapareciera, todos empezasteis a sentir de igual o menor manera una sensación desagradable en el ambiente... Una sensación de lugar esteril se empezó a llenar en todo el lugar, siendo que cuando os quisisteis dar cuenta, el lugar os dio señales claras de que todo allí empezó a volverse artificial o incluso... vacio.

Anya pudo notar que la espada dejó de relucir con sus llamas apagandose por completo, Vaporum por parte de Helga derepente cayó al suelo sin batería. Incluso una parte de Tiki, Muerte, Senca y Anya, empezó a notarse como vacía o incluso excasa. En ese lugar la magia se había extinguido y lo estaban sintiendo las razas cuyo cuerpo estaba enlazado a la magia como tal.

-Está claro, sin duda son esos lugares, se a donde hay que ir - dijo Max con una grata sonrisa antes de que Tea encontrara lo que su intuición le decía que era peligroso. 

Todos, empezasteis a notar como miles de millones de ojos empezaban a miraros, desde todas direcciones, pero sin ningún cuerpo que portara esas miradas y el ambiente empezó a volverse tenso... Tea pudo encontrar el origen de dichas miradas abriendose cuerpo por entre las pareces como si hubiera pequeños recovecos por los que dichas miradas empezaran a salir y tomar un cuerpo. Desde distintas partes de aquella habitación empezaron a salir pequeños hilos primeros que solo la chaman podía ver, pero poco a poco empezaron a formarse en enormes criaturas de colores blanco y negro:

Estas os miraron a vosotros y empezaron a gruñir de forma gutural hacia vosotros. Tea fue la única que tenía la respuesta a este problema en su cabeza:

CORRED

Literalmente al ver a esos seres solo supiste dos cosas. Nunca jamás han existido seres igual y... Su poder era inexistente y de la misma forma enorme, tanto que eras incapaz de ver hasta donde alcanzaba su potencial. Mismamente podían ser criaturas indestructibles o bien podrían enormemente potentes

Y como algunos podrían esperar, las palabras no solo fueron lo activado por las estatuillas, una extraña y sobretodo desagradable sensaicon empezó a recorrer el lugar, era como de vació, pero lo mas sorprendente fue notar como Vaporum cae a plomo al suelo, como si no tuvera energías. Helga que estaba sobre el casi se cae aunque por fortuna consigue mantener el equilibrio el tiempo justo como para no caer

¿Que? Que esta pasando… es como si la magia desapareciera

Lo cual parecía que estaba confirmándose por lo que sucedía con el arma de Anya. Sin embargo, lo que sucedio justo después fue algo que no se esperaba, ella se esperaba alguna clase de criatura o similar que les atacase, pero no en aquella cantidad, el ojo de Helga se abre mientras dice:

¿Que es eso? Vamos, tenemos que marcharnos… son demasiado esas cosas

Tenia que marcharse y no podía dejar allí a Vamporum, así que con todas sus fuerzas trata de “llevarselo” de allí.

Realmente todo sucedió muy rápido, o al menos desde su perspectiva, pues desde que Tea comenzó a buscar intentando encontrar algo que no estaba segura si existiría o no hasta el presente pasaron como mucho algunos segundos. Mientras la Cobb veía cómo se iban formando aquello seres a partir de los incontables ojos, su cuerpo fue perdiendo calor y no debido a alguna magia o a la falta de esta, sino al terror puro, pues desde su entender por alguna razón también pudo estar segura de que aquellas criaturas no eran como los enemigos de antes o como cualquier cosa que hubiese visto, incluso imaginado antes.

— Los males del mundo antiguo… — pálida murmuró de modo que solo los más cercanos la podrían escuchar, esto antes de que las criaturas aparecieran a la vista de todos. La chamán no tardó en escuchar a Helga quien no podía tener más razón: esas cosas eran demasiado para ellos aun si atacaban en grupo. — ¡CORRAN! — llegada a ese punto y por más obvio que resultara gritó; tratar de ser silencio resultó imposible, al fin y al cabo, pues incluso si su voz alborotaba a las criaturas de antes, casi prefería enfrentar a aquellas que a las nuevas.

Por instinto Tea corrió tan rápido como pudo, lo cual resultó ser bastante dado el tiempo que había pasado haciendo lo mismo dentro del faro, pero al parecer tendría que dar su máximo esfuerzo y un poco más si quería escapar de algo tan imponente como el par de seres que aparecieron.

Había ya avanzado unos cuantos metros cuando vio que la Uromaki lidiaba por ayudar a su compañero caído — ¡Helga, vamos! — así que la instó a avanzar, pero ya que no tenía corazón para dejar a nadie, temblorosa y con los nervios a flor de piel, regreso para intentar ayudar a la chica del parche si es que esta la dejaba. Una vez tuvieran a Vaporum (o si Helga la rechazaba) ahora sí la Cobb daría todo de ella intentando alcanzar la salida.

El resto de los presentes tampoco le pasaron desapercibidos, pero al ser la mayoría más atléticos, supuso, la tendrían más fácil…

De repente todo se comenzó a volver súmamente confuso, aquellas criaturas parecían tan increíbles que por una parte no quería huír, sin embargo no tenía pinta de ser algo corpóreo a lo que pegarle, y haciendo caso al resto del grupo lo más inteligente parecía correr.

Miré a mi alrededor y busqué el camino de vuelta, comencé a correr con Tea y Helga que parecían haber sido las más rápidas en la huída, sin embargo, la segunda cayó y, como si de un juego de niños se tratara mis piernas se cruzaron al mirar cómo la pequeña dueña de algo llamado tecnología caía y yo fuí detrás.

Intenté mirar mis propias esencias a ver si algo podía ayudarme, sin embargo parecían descargadas, ¿Qué clase de criaturas serían?.

La medio demonio nota que su espada empieza a perder brillo, más que eso, de repente se lleva una mano al pecho. Lanza una mirada a los demás, y en ese momento, el que la mirase podría notar que algo en sus ojos se había ido, apagado de repente por esa fuerza que no alcanza a comprender. Se pone en guardia, aunque se acerca más al grupo, refugiándose un poco. En ese momento, no se siente una niña prodigio con la espada, más bien se siente una chiquilla idiota que sabe tres movimientos y ya con eso se ha metido en la boca del lobo.

Tea y Helga reconocen lo que quiera que sea eso, y en este momento, Anya no se siente capaz de enfrentarlos. Su valor se ha apagado en parte junto a sus llamas, y sus manos tiemblan ligeramente.

- ¡Vamos! -les apresura, aunque Helga se detiene a rescatar a Vaporum antes de echar a correr hacia la salida de las ruinas. No mucho más allá de la sala parece que hay algunos que empiezan a tener problemas. A ella misma le cuesta avanzar y esquiva a esas criaturas por poco, pero varios de ellos...

No obstante, siente las llamas renacer en su interior. Recuerda de qué va esto, tanto su misión real como la fingida. En ninguna de las dos podía permitir que Helga muriese, y tampoco quería dejar atrás a ningún otro, así que, aprovechando la distracción de los bichos, echa mano a la bolsa donde restan las seis esencias de fuego, todas extraídas por el camino. No sabe si funcionará, pero no queda otra. Con la zurda llena de esencias de un color rojizo y un ligero patrón en espiral en la parte inferior, se realiza también un corte en la mano y apunta justo a la izquierda de la criatura más a la izquierda de todas ellas... ¿La idea? Causarle una explosión lo suficientemente devastadora en el flanco a la criatura como para arrojarla contra las otras y dar más tiempo a los rezagados a escapar.

- ¡Dejadlos en paz, criaturas! -les grita siendo la primera vez que el grupo ve una expresión tan feroz en la espadachina mientras les grita, rompiendo completamente esa calma que habitualmente la acompaña y proyectando un brutal* efecto mágico contra ellos.

Nada más todos os disteis cuenta de lo que había allí, no hacían falta siquiera palabras para que vuestras mentes conectaran a un único y exclusivo pensamiento... 

Corred, por vuestras vidas. Salvaos

El principe, la princesa, salieron corriendo despavoridos ante vuestros gritos, Gauche y Tiki también, ni que decir el señor muerte. Todos fuisteis corriendo a través de los túneles, las cámaras, saliendo por el mismo lugar por el que entrasteis, el mismo lugar que os dió la llave para ir al resto de templos, el mismo lugar que ahora os estaba condenando.

Un lugar que sin lugar a dudas, os mataría sin temblar siquiera la más minima parte de tierra.

Por otro lado los obstaculos empezaban a venirse, pues los dracones menores al oiros empezaron a correr tras vosotros para degollaros, como la presa que escapa del cazador, y en ese instante visteis algo que os heló la sangre. Aquellas criaturas que tanto problemas os supuso, empezaron a desaparecer sin dejar rastro alguno de nada. Ni siquiera sus esqueletos sin carne. Podría ser por efecto de aquellas criaturas o por el hecho de que se agolparon tantas de golpe que ya era casi imposible distinguir nada detrás.

Podiais entender que si esas criaturas os atrapaban, sería vuestro último final. Pero vuestros valores, vuestras determinaciones y voluntades, salieron a flote durante la carrera. Tea cogió a Helga para sacarla de allí más rápido llevando a Vaporum a cuestas, Maxine agarró a su hermano para llevarlo en brazos, mientras este invocaba un aura mágica alrededor de Senca para que se sintiera más ligero y pudiera alcanzar una velocidad más alta para estar junto al resto. Gauche por un momento olvidó incluso toda condición de Tiki y agarrandola entre sus manos comenzó a correr como el alma que lleva al diablo. Anya lanzó entonces la explosión que esperaba detener a las criaturas o como minimo frenarlas para ganar tiempo pero...

Pero entonces visteis un terror mayor. Las criaturas pasaron a través de la explosión como si una mera cortina de aire fuera despejandola e incluso beneficiandose de ella ganando más terreno y entonces todo ocurrió...

Nargu... Ya es hora - Todos pudisteis escuchar la misma voz que le llegó a los oidos a Muerte, una voz fina y pequeña, una voz que casi recordaría a la de cierta Mimali en vuestro grupo - No tienes por qué hacerlo, pero estaré contigo hasta el final si es tu deseo - Muerte fue frenando poco a poco sonriendo si es que alguien podía verle bajo la máscara - Tienes razón Angus... Este es mi destino... Por mi, por Nemea... Por mi hermano... Por todos los mascaras... Por vosotros chicos - dijo alzando entonces su cabeza para empezar a quitarse la máscara y dejar ver su rostro - Por ti, Angus... - Y bajando la mano hasta dejar caer la máscara Muerte os sonrió

-Salvaos, yo los detendré todo lo que pueda. Y no me detengais, por que no podreis. Esta es mi última voluntad... Este es mi destino - Y con dichas últimas palabras Muerte, o más bien Nargu, invocó un muro de tierra delante suya que os separó a vosotros de el y de los monstruos. Tan solo podisteis oir una última cosa tras el muro - No matareis a mis camaradas. Por Terrano... No, por mis camaradas... No, por mi... ¡¡¡NO, POR ANGUS!!!

Lo siguiente, solo fueron sonidos de tierra moviendose... Y aún así, pese a haber dado su vida Nargu, su poder no fue suficiente para detener a las criaturas... Casi parecían rerirse de su sacrificio mirandoos a vosotros. Pero si ahora os deteniais y tratabais de buscar venganza... Su última voluntad se reduciría a nada... 

Su sacrificio no hubiera valido la pena...

Por eso, seguisteis y seguisteis corriendo hasta que finalmente la luz ya estaba allí y con ella la libertad si no fuera por las criaturas que detrás vuestras os seguían... Solo que no todo estaba perdido... Un pequeño topo en la salida enfrente vuestra con un aura que parecía decidida, casi, a luchar, tenía las garras enterradas en la tierra. Un pequeño Geomali que parecía agotado de ir más rápido de lo que podía con sus garras excarvando estaba listo para actuar y cuando salió el último de todos vosotros. 

La entrada se cerró, con un fuerte sonido de moverse la tierra por obra y magia del poder de Terrano a través de los Geomalis, el don de Sansóläis como lo llamaban algunos y el control de la tierra como lo llamaban otros...

Y nada salió de las ruinas... Nada salvo una máscara y una pequeña estatua, el idolo de Terrano

Fin del capitulo 2