Partida Rol por web

Al decir aquellas palabras, acompañadas de un atronador resplandor al mover tus labios, el lugar a tu alrededor fue llenándose poco a poco de relámpagos, truenos y lo más importante rayos.

Dejandote así ver lo poco que podías llegar a vislumbrar a tu alrededor, los rayos bailaban a la par que se acercaban a tu ser, de forma que poco a poco el resplandor, el sonido y el mismo rayo se unieron en una sincronía pura de actuaciones que te hacían girar a tu alrededor para ver donde caiga el siguiente, cual baile o cual juego donde un niño te intentaba engañar para que no le pillaras.

Entre aquellos relámpagos, los rayos se acercaron más a tu ser para forzarte a moverte, dando así también una ligera idea de que quería que te movieras con el y así mientras girabais el uno con el otro los relámpagos se hicieron más frecuentes hasta mostrar delante de ti al ejecutor de la misma escena, o ejecutora

Hermosa de tez desnuda danzando al son tuyo tratando de escapar de tu vista a cada momento que la mirabas, cual juego del pilla pilla fuera pero solo con el contacto visual. Y que decir tiene que ella también hacía contacto visual contigo, viéndote al mismo tiempo que analizándote con curiosidad digna de cualquier niña traviesa. Hasta que al final de un par de pasos más la mujer de rayos se puso detrás de ti, agarrándote en los hombros mirando al mismo punto ambas y susurrándote al oído, con un aliento que te electrificaba tu cuerpo entero de sensaciones jamás exploradas.

Que mi trueno te sirva de guía
Que mi relámpago te ilumine tus acciones
Y que mi rayo te ayude a imponer la justicia que tanto anhelas.

Con dichas palabras que casi parecían un conjuro la mujer de rayos te giró hacia ella para que la miraras de frente, y acto seguido sin esperar e igual de rápido como si fuera otro tronar, unió sus labios a los tuyos, produciendo así un fulgor de luces, rayos y estruendos que no pararon hasta inundar de luz todo aquel lugar.

Lo último que viste en aquel lugar que ya no pertenecía a la realidad cuando dijiste aquellas palabras era un mero símbolo que resistía a toda luz y que poco a poco se fundía con tu cuerpo*

Ahora no temas... Yo te cuidaré, hasta que te encuentren...

Aquellas fueron las últimas palabras que pudiste oir antes de volver a escuchar su voz, pero en este caso, parecía que se entremezclaba con tu propia voz, diciendo aquellas palabras divinas que ahora quedaron grabadas a fuego en tu ser.

Sería mentira decir que lo siguiente que escuchaste sería tu Golem con alarmas de avería, pues pudiste notar como el Rayo te dió alcance, o más bien... se liberó de tu interior atravesando todo el Golem y esparciendose hacia la delemental que sufrió la electrocución al tratar de atravesarte con una hoja... Por suerte esta apenas llegó a perforar por completo tu armadura y por tanto no llegó a darte, sin embargo si que perforó algunas funciones concretas que hicieron que poco a poco, tu Golem dejara de funcionar.

Pero había una cosa buena, lo habías logrado, la Delemental fue cayendo hacia abajo sin posibilidad de detenerse y mientras tanto tu estabas un buen tanto desplazada por la brecha que se había formado, aunque por suerte al salir de entre las nubes aún el sistema de comunicaciones funcionaban - ¡ELLYN! Ellyn por dios recupera el vuelo, dime que estás bien - era tu hermano, el cual aún seguía luchando mientras tu y tu rival caiais en direcciones opuestas.

-Ellyn... Si puedes recuperarlo sin nuestra ayuda dilo... Pero sino iremos a socorrerte - Era una buena cosa a tener en cuenta. Aquel daño necesitarías repararlo, y desde fuera como era obvio en la mayoría de los daños de los Golems, al menos para poder recobrar la parte motriz del mismo... No obstante, pedirles ayuda a ellos supondría que uno de los dos tendría que sacrificarse... ¿Acaso podrías soportar encima de tus hombres la muerte de tu hermano? ¿O la de la jefa? Lo bueno... es que a las muy buenas, la demonio mayor y el resto de delementales no iría por el que quede, sino que iría a atacar a quien fuera a por ti y a ti misma... Estaban luchando bien y con un lastre sería peor las cosas...

Pero por suerte todavía podías hacer algo para que todo tu destino acabara mejor que estrellarte sin más en mitad de alguna parte... Aún podías forzar los alerones de tu Golem, planear y acabar aterrizando de manera más suave. Lejos de aquel lugar, pero viva, igual que tu hermano y la jefa...

Decidiera lo que decidieras, tu destino te haría ver que tu Golem estaría roto y con reparaciones por hacer, y su mente inconsciente luego de algún gran golpe...

-Ellyn, ocurra lo que ocurra, nada más terminemos iremos a buscarte - pero por supuesto la jefa no dejaba de tener esperanzas - ELLYN POR LOS DIOSES... MANTENTE CON VIDA ¿ME ESCUCHAS? - No como tu hermano, quien por la adrenalina empezó a dar más fuertes golpes contra la demonio poniendola en jaque.

Después de decir eso, todo a mi alrededor se llenó de rayos. Casi parecía como si me persiguieran. Mi cola se movía de un lado a otro, estimulada como nunca antes.  En un primer momento tenía miedo de que me alcanzaran. Pero, al poco, tuve la sensación de que no querían hacerme daño. Era como si bailaran conmigo. Era algo hipnótico. Como si todo aquello no fuese real. Mi cola estaba tan saturada que pronto se me quedó totalmente entumecida.

Al final, una figura se formó frente a mí. Parecía una mujer. Una mujer tan hermosa… ¿Esa era Thira…? Me quedé boquiabierta, sorprendida y maravillada por lo que veía. Y ella también me miraba, como examinándome… De repente, me sentía acalorada y nerviosa.

—¿Eres… Thira…? —susurré estupefacta.

La cosa se volvió aún más surrealista cuando, a una velocidad de vértigo, se situó detrás de mí, agarrándome por los hombros. Mi corazón latía a mil por hora. Sensaciones que no había experimentado nunca recorrieron todo mi cuerpo. Por momentos, pensé que podría salir volando fuera de mi Golem. La idea de poder quedarme allí quieta empezaba a resultar inconcebible.

Sus palabras eran intrigantes, pero, sobre todo, me intrigaban. Luego me hizo darme la vuelta y, sin poder llegar a reaccionar, me besó. Si antes ya me sentía excitada, ahora me sentía a punto de explotar. Mi cola se tensó como un palo. Mi pelo se erizó. Nunca habría podido pensar que era posible sentir tantas sensaciones al mismo tiempo. Y todo era acompañado por un espectáculo de luces que saturaban mis sentidos.

Toda esa situación me había hecho olvidar la peligrosa situación en que me encontraba. Cuando quise darme cuenta, la Delemental me había alcanzado pero bien. Había causado terribles destrozos a mi Golem. Enseguida, perdí el control y me precipité al vacío.

—¡Mierda…! —exclamé al darme cuenta de que caía inexorablemente—. Sí, Allen. Estoy bien… —Empecé a aporrear desesperadamente los mandos, intentando estabilizarlo—. ¡No! ¡No vengáis! ¡Puedo estabilizarlo! —grité. No las tenía todas conmigo, pero, si venían a ayudarme, sería una carga para ellos y acabarían aniquilándonos a todos.

Me esforcé en controlar el Golem y dirigirlo hacia una zona segura, y traté de amortiguar la caída lo máximo posible. Aunque sabía que hiciera lo que hiciera me daría un golpe terrible.

Fuera Thira o no, esta no te respondió, igual que poco a poco lo dejaron de hacer los controles de tu Golem. Sin embargo habías vencido una batalla que parecía imposible y ahora lo tenías todo a tu favor para concentrarte solo en estabilizarte. Aunque tras tus últimas palabras tu hermano no se quedó tranquilo del todo, pues hasta chasqueó la lengua - Ellyn... Iré a por ti. Confía en... - sin embargo a medida que caias también te alejabas de ellos y eso provocó que la comunicación se cortara.

Si bien conseguiste estabilizarlo para que en lugar de precipitarte planearas, aún ibas a una gran velocidad para precipitarte contra la tierra, allá donde fueras a caer... Aún así, tu objetivo era no morir y por eso te mantuviste así para que Ellyn y Kyrie pudieran encontrarte... Solo que primero, debías salir de la inconsciencia tras el impacto...