Partida Rol por web

Claude se sorprende al escuchar la voz de George cerca de ella y suspira antes de responder. - Me pasan muchas cosas, George. Estoy muy preocupada por William, creo que lo que sea que le pasa con los desmayos está empeorando. Además, esperaba que Fran volviese hoy, y no lo ha hecho... Hace mucho que no vuelve nadie. He estado intentando averiguar algunas cosas con el ordenador, pero nada parece funcionar. Y estoy muy cansada. Además siento que te he decepcionado cuando lo que quería era protegerte. No sé qué más puedo hacer para ayudar, ¿sabes? 

La joven se esfuerza por dedicarle una sonrisa al pequeño. - ¿Y tú cómo estás? Pensaba que ya no te caía bien.

La miro con extrañeza. 

- Pues ahora mismo estoy sorprendido. ¿Por qué dices esa tontería? - Pregunto, completamente atónito. - ¿Acaso no te puedo decir que me parece que hagas algo mal sin que eso signifique que me caigas mal? Los amigos te dicen lo que haces mal. Los que solo te dicen cosas buenas suelen solo querer aprovecharse de ti... - La miro durante un par de segundos, aún con la sorpresa en la cara. - Me estaba preocupando porque te veo nerviosa. No tengo ganas de hablar con todo el mundo, y solo quería preguntarte a ti. Pero no quiero molestarte, que te veo agobiada. Siento ser un estorbo...

- Bueno, no fue sólo que me dijeras que no te había parecido bien, es que no te has acercado a mí desde antes de ayer. Pero me alegra que me sigas considerando tu amiga. Y no eres un estorbo, George. No quiero que pienses eso, porque no es así.

Claude resopla, frotándose la frente con la muñeca. - Sí, estoy nerviosa. Pero a mí lo que me sorprende es que los demás estén tan tranquilos con todo lo que está pasando. Me siento totalmente vulnerable ahora mismo, ¿sabes? No paro de darle vueltas a la cabeza a todo y lo único que consigo es tener más dudas... En el Valhalla sospechan de Paysal por el lío del pase ese de la armería. Pero no sé, yo creo que no quedan infiltrados entre nosotros y que sólo nos falta acabar con los alien... Me dan ganas de salir a buscarlos cuanto antes, pero siempre hay otras cosas que hacer más importantes. Estoy un poco frustrada, nada más. - Termina, dedicándole una sonrisa al pequeño.

- Y tú... ¿Estás seguro de que no te importa que me quede con William en lugar de ir contigo?

- Claude... se ha muerto Fran. He rezado por él y esta vez no ha vuelto... Lo que estoy es triste. Esperaba que Dios volviera a escucharme y no ha pasado nada. - Miro hacia el suelo y se me escapa una lágrima. - Supongo que era pedir demasiado... Perdona. No he tenido cabeza para pensar si estaba haciendo sentir mal a otra persona. Lo siento.

Me limpio los ojos.

- Yo creo que sí quedan infiltrados, pero no sé. Supongo que somos más que ellos... Bueno, espero enterarme de quién es, si es que verdaderamente está. - La miro fijamente. - Oye... De Will no sospechas, ¿verdad? Le pasan muchas cosas raras de desmayarse y eso, ¿y si el alien se le ha metido en la cabeza o algo antes de salir?

Claude acerca la mano a la mejilla de George para secarle la lágrima con cariño. - George, lo siento mucho. Sé cuánto querías a Fran... Él me pregunta por ti todo el rato, pero está contento de lo que hizo, dice que lo hizo para protegerte. Ojalá pudiera traerlo de vuelta. ¿Quieres que le diga algo de tu parte?

Después guarda silencio un par de segundos, valorando las palabras del niño con el ceño fruncido. - ¿De verdad crees que quedan infiltrados? ¿Crees que podría ser Paysal o Iris? - Finalmente sonríe con la última pregunta. - Pero George... ¿Cómo se le va a meter el alien en la cabeza? Hemos visto cosas raras, pero eso me parece un poco excesivo. Claro que confío en William, nos ha ayudado siempre y no ha dejado de preocuparse por nosotros. No sé qué le está pasando, yo creo que está empezando a recordar y su mente no está preparada para asimilarlo o algo así y por eso se desmaya. Por eso quiero hacerle una terapia, a ver si puedo ayudarlo con eso. Pero desde luego estoy segura de que no quiere hacernos daño.

- Dile que le echo mucho de menos, porfa. Y que estoy seguro de que Dios lo cuida. Que rezo todos los días, ¿vale? - Le pido, entonces recordando que ella podía hacer eso, lo cual con la tristeza se me había pasado por alto. - No sé... tengo una corazonada, pero es solo un presentimiento. No... no me hagas mucho caso. - Asiento. - Bueno, confío en ti. Estoy seguro de que Will no quiere hacernos daño. Lo de la cabeza... es que no tengo ni idea de cómo funcionan esos aliens.

- Se lo diré. Y si en algún momento quieres que le diga alguna otra cosa, sólo tienes que pedírmelo, ¿vale? - Después se queda pensando varios segundos en las palabras de George antes de seguir hablando. - Estaré atenta a tu presentimiento, ¿de acuerdo? Confío plenamente en William, tanto como en ti, pero hasta ahora has demostrado ser muy listo. Si algo no te huele bien, aunque no creo que sea eso, merece la pena estar al loro. Quizá van a atacarlo de nuevo o algo así... Yo tampoco sé cómo funcionan esos aliens, pero si se les ocurre intentar acercarse a William se las van a tener que ver conmigo.

Asiento y sonrío, un poco más relajado.

- Vale. Yo también estaré atento, ¿vale? - Respondo. - ¡Gracias por darle el mensaje a Fran! Si te contesta algo para mí, ¿me lo podrías decir?

- Dice que está orgulloso de ti, que tienes que ser fuerte y que no pienses que Dios es malo porque él ya no esté a tu lado. Que ha sido su voluntad y no la de Dios. - Dice Claude entonces, acariciando despacio la cabeza del pequeño.

Después arruga un poco la nariz antes de preguntar. - ¿Con quién vas a ir si se separan? Creo que yo preferiría que fueses con Julian y Akira. También me fío de la doctora, pero Julian es más fuerte para protegerte. Y oye, George... Antes de usar la máquina de criogenie, espera a que Akira la revise. Dijo que sabría arreglarla.

- Jo... qué bueno es... Volverá a tener un cuerpo, ¿verdad? - Pregunto. - Me encargaré de que así sea.

Asiento.

- Sí, esperaré... No quiero que pase de nuevo lo de Viktor.

- Desde luego yo haré todo lo posible porque lo tenga. Aunque me gustaría que pudiera volver al suyo y no a uno sintético... Creo que él lo preferiría. Katarina también te echa de menos, pero está segura de que serás fuerte.

Claude se pone seria durante un instante entonces. - George, yo creo que Akira sabe de lo que habla y arreglará esa máquina antes de que tú la toques, pero si pasa lo mismo de nuevo... No quiero que te culpes, ¿vale? Si las dejamos así creo que van a terminar muertas por el estado en el que se encuentran. Nikolai dijo que el alien ataca a los débiles, y ellas no están en condiciones de defenderse. Me gustaría poder ayudarlas, pero no sé cómo hacerlo, necesitan alguien mejor que yo. Lo que quiero decir es que vas a intentar salvarlas, pero si saliera mal, no quiero que olvides que sería peor si no lo hubieras intentado.

Asiento, aunque algo inseguro.

- Vale...

Claude lo mira, no demasiado convencida y le acaricia la cabeza suavemente. - Y oye... Una cosa más. Cuando estemos separados, recuerda que Paysal puede hablar conmigo en cualquier momento. Si tienes que decirme algo, pídeselo a él, ¿vale? Iré enseguida si me necesitas. 

- No me gusta ni un pelo la idea de separarme de ti sin que estén Fran o Katarina, la verdad. - Termina, arrugando la nariz.

- No te preocupes. - Le cojo la mano y se la acaricio tranquilizadoramente. - Estaré bien.

- Eso espero, creo que Julian te cuidará bien y sé que serás capaz de defenderte si te hace falta. Pero aún así... Me siento más segura cuando puedo protegerte yo misma. - Claude aprieta los dedos alrededor de la mano del pequeño. - Te lo he dicho en serio, no lo olvides... Si me necesitas, díselo a Paysal, iré corriendo hasta donde estés.