Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?
Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribunda... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión.
Claude se sorprende al darse cuenta de que puede hablar con el sacerdote después de tanto tiempo. Quizá sea por haber encontrado la paz. Busca en su cabeza si hay algo que se ha dejado en el tintero antes de quitarse la vida, pero no encuentra nada. Todos los cabos están atados para ella y no quiere perder mucho tiempo distrayendo su mente. Cada segundo es demasiado valioso.
- Seré breve esta vez, Padre, pues ya les dije todo lo que sabía. Sé que probablemente usted no lo ve como yo, pero estoy exactamente donde debo estar, haciendo lo que debo hacer. Sé que cuidará de George, así que no es necesario que se lo pida. Lo único que puedo decirle es que, si todo sale bien, debe buscar un experto en Valhalla para que pueda sacar las consciencias de este lugar. Salvo eso, nada más, mi alma ya está en paz y confío en que conseguirán acabar con el monstruo y volver a la Tierra. Dé un beso a George de mi parte, por favor. Y no lo deje solo.