Partida Rol por web

George se acerca lentamente a William entre todo el tragín que hay, nadie más parece fijarse.

- Ey, Will, ¿qué demonios está pasando? ¿Por qué tanta prisa por matarlo? Yo también lo quiero muerto, pero... ¿así? Así solo estáis armando escándalo. ¿Y por qué Claude ha pinchado a Fran? ¿Está loca o qué?

Miro a George durante un segundo, inspirando aire antes de responder.

- George... - comienzo - No creo que sea seguro llevar a ninguno de ellos a la enfermería. Allí estaríamos igual que ahora, pero aún por encima podrían cargarse las máquinas que nos han curado a Claude, a Viktor y a mí. Y no podemos dejarlos sueltos por la nave. Si los encerramos en una habitación, seguro que acaban escapando. La única idea buena es la de hibernarlos, pero si salimos al pasillo con ellos, seguro que el alien trata de atacarnos. Además, es peligroso ponernos a pasear por la nave mientras ellos puedan impregnarnos. Y por lo que dijo Sam, creo que no siempre necesitan tocarnos.

- Claude ha intentado detener a Fran, pero luego le curaremos. Él no para de defender a este asesino. Yo creo que Harper le ha hecho algo raro, y espero que cuando muera Fran vuelva a ser el de siempre. Lo ha hecho porque cree, como tú y como yo, que lo mejor es que Harper vaya al Valhalla cuanto antes. Seguro que no quería hacerle daño, pero no vio otra solución. Como yo con Harper. Lo que acabo de hacer disparando no está bien, pero no he visto otra salida.

Lo escucho algo confundido pero acabo asintiendo.

- No le hagáis daño a Fran... - Digo con pena, después de un par de segundos. - Por favor. Solo está... intentando hacer lo que cree que Dios quiere. Se está equivocando. Pero no es malo... Además. Si la gente sigue insistiendo tanto en matarlos ahora, lo único que vamos a conseguir es que todo el mundo grite, y se pelee y haga el pato. Y apuesto a que así, el alien nos atacará más fácilmente todavía, ¡a que sí! 

Luego cojo aire hondamente y subo la cara para mirar a los ojos al piloto.

- Yo quiero que Harper muera. No quiero que esté solo encerrado. Pero no quiero que haya más locuras, porque alguien que no es malo va a acabar sufriendo... Si lo metemos en las máquinas de hibernación, yo las sé manejar. Yo puedo intentar hacer que se muera ahí dentro. Y si no, tengo un... ¿cómo se dice? Un as en la manga.

No puedo evitar sonreír al ver a George hablar así. Parece mentira que trate de ayudar más que los adultos.

- La verdad, George, es que yo esperaba que Katarina o Viktor se encargase de Bailey, y estar por fin tranquilos. Que todo se terminara. Pero no lo han hecho.

- Yo fui a por Harper porque sabía que nadie querría ir a por él. Para cargar yo con los enfados de los que creen que se ha arrepentido. Pero yo no creo que se haya arrepentido. Sigue portándose igual que antes.

- Tampoco quería hacer daño a Fran, pero no entiendo por qué se ha metido en el medio. Harper se ha portado mal con todos, y peor aún contigo. Nos ha mentido un montón de veces. Aunque crea en Dios y aunque matar esté mal, no sé qué le pasa con él. No protegió a Isabela cuando Viktor disparó, pero sí a él. ¿Por qué? Sólo se me ocurre eso, que Harper le haya hecho algo, o le esté chantajeando.

- Lo de ha hibernación me parece una idea genial. El problema es que no sabemos qué pueden hacer. A lo mejor pueden llamar al alien mientras estamos de camino, y aprovechan para escapar. De todas formas no sabía que eso era posible, lo siento. Si lo hubiera sabido quizá no habría disparado.

- ¿Sabes que lo he hecho sólo por protegeros, verdad? Sobre todo a ti y a Claude, pero también al resto.

Escucho toda la explicación mirándolo seriamente. Trago saliva con algo de dificultad. Finalmente me encojo de hombros.

- Sí. Lo sé, Will... Lo sé. Pero... creo que las cosas están saliendo mal ya. De hecho, entiendo que quisieras dispararle. Lo que no entiendo es todo lo que ha pasado después, la verdad.

Me encojo de hombros de nuevo, mirando al suelo.

- Creo que soy muy tonto... No entiendo nada. O eso, o son tontos la mayoría de los demás.

- Todos se están portando como si fueran tontos, la verdad. - respondo - ¿Has escuchado cómo todos comentaban sin hacer nada? Quizá sólo tienen miedo. Puede que tengan miedo de que si señalan a los infiltrados el alien irá a por ellos. Pero a mí eso no me importa. Yo ya he estado en el Valhalla y, si tengo que volver para que las cosas funcionen, que así sea.

Estoy a punto de ponerle la mano en la barbilla para que me mire a los ojos, pero no tengo claro cómo se lo tomaría, de modo que detengo el movimiento a medio camino.

- ¿Sabes, George? Me da mucha pena por ti que te colases en esta nave. Pero tengo que confesarte que no sé qué habría sido de mí si no estuvieras por aquí cerca. ¿Te imaginas lo que podría haber hecho Harper cuando fue capitán si ni siquiera estuvieras tú para llevar la contraria? Creo que has ayudado mucho más que diez de los otros juntos.

- Y hay otra cosa que te quiero contar, pero es un secreto. ¿Confío en ti para guardarlo, colega? ¿De polizón a polizón?

Niego con la cabeza.

- No hará falta que vuelvas al Valhalla. No voy a dejar que te pase eso. Y si pasa, me aseguraré de sacarte lo antes posible... - Digo, con determinación.

Ante sus halagos no puedo sino bajar la cabeza y reprimir una sonrisa de orgullo que quedaría muy mal, aunque mis comisuras se levantan un poco y mis mejillas se ruborizan.

- Solo hice lo que creía que era necesario. Pero... gracias... - Lo abrazo espontáneamente. - Necesitaba oír eso. No han hecho más que decirme que me calle, y yo solo quería ayudar.

Cuando me hace la pregunta sobre si podría guardarle un secreto asiento enérgicamente y le muestro mi dedo meñique para formalizar la promesa.

- Es una promesa firme, de polizón a polizón. Lo guardaré.

No puedo evitar reír cuando le veo mostrar el meñique. Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que hice algo así, aunque eso tampoco es que signifique mucho.

Sin embargo, antes de enlazar el mío con el suyo, le miro serio para responder a lo anterior, intentando dejar algo claro.

- No dejes que nadie, nunca, te haga callar sin un motivo que entiendas. Ni siquiera yo. - le digo - Eres listo, valiente, y te atreves a decir cosas que los demás no quieren escuchar. Por eso te mandan callar. Pero tú lo has dicho: son cosas necesarias. Yo creo que los demás no hacen lo que hace falta por miedo, pero alguien tiene que hacerlo. Eso sí: si acabo en el Valhalla, no te pongas en riesgo por sacarme, ¿de acuerdo? Un cuerpo de mentira no debe ser tan malo, al fin y al cabo, y yo ni siquiera tengo recuerdos de verdad.

- Y ahora, vamos a hacer esa promesa. - termino con una sonrisa, acercando mi meñique y enganchándolo al suyo.

- Al principio no pude evitar fijarme en Sam. Es guapa y creo que en el fondo tiene buen corazón, pero en el Valhalla he visto que está un poco loca. - reconozco en voz baja - Sin embargo... desde entonces ahora hay otra chica. Es valiente, dulce, y se preocupa por mí. - explico bajando un poco la mirada, para luego mirarle a los ojos - Me gusta mucho, George. Y haré lo que haga falta para que tú y ella estéis bien. - le digo - ¿Pero no se lo puedes decir a nadie, de acuerdo? Y no, no es Katarina. - añado riendo.

Le dedico una media sonrisa confiada cuando me cuenta su secreto.

- Creo que con Katarina tendrías las de perder, ¿eh? - Le digo, y me río un poco. - Es Claude, ¿verdad? Se os nota a leguas. - Sonrío ampliamente. - ¡Y es muy guapa!

- Sí, es Claude. - admito divertido - Y es verdad que es guapa. Mucho.

- Pero oye, ¿cómo es eso de que se nos nota? - pregunto, un poco nervioso. ¿En serio ella también...? No, es imposible. - A ella no se le nota nada... Tú piensa que ella tendrá toda una vida en la tierra y demás, y seguro que si no está casada tendrá novio. - explico, encogiéndome de hombros - Además, los psicólogos no pueden sentir cosas nunca por sus pacientes, ¿no lo sabías?

- ¿Ah, sí? Pues es una psicóloga muy rarita, entonces, porque antes la vi pegarse mucho a ti. ¿No puso la cabeza en tu pecho? - Cruzo mis manos detrás de mi espalda y me balanceo. - William y Claude... debajo de un árbol... B - E - S -...

De pronto me paro, un poco asustado.

- Bueno. No os beséis mucho aquí, que a ver si os va a coger el alien ése aprovechándose. Desde luego no os beséis debajo de las bocas de los conductos de ventilación, aunque haya muérdago, ¿eh?

Durante unos momentos me pongo colorado como un crío y, cuando se pone a hacer el bobo, le hago gestos para que pare corriendo mientras miro alrededor, por si le hubieran oído, nervioso.

- ¡Chssss! - siseo, llevándome un dedo a la boca - ¡Que te van a oír! - añado, nervioso, pero sin perder la sonrisa.

Luego, más tranquilo, finjo normalidad por si hubiese llamado más la atención con mis aspavientos de lo que George lo ha hecho.

- Puedes estar tranquilo, no creo que lleguemos a besarnos. - le digo entonces - Lo de antes... bueno, es normal que ella estuviera asustada con todo esto, y se preocupa de mí porque soy su paciente, pero nada más. - le digo encogiéndome de hombros, resignado.