Miro sorprendido al piloto principal de la nave. Está hablando como si nada de matar a un hombre como si nada en medio de la cena con un niño de lante. Sin embargo no me corresponde a mí decidir ni opinar sobre eso así que mantengo la boca callada por el momento.
De pronto un grito nos sorprende. La criatura parece haber escapado. Receloso, me acerco a la cristalera de la enfermería y veo la escena sin poder evitar preguntarme si habrá más de esas criaturas por ahí sueltas. Cuando todo parece haber acabado el capitán nos manda a descansar.
Mi atención se centra en el niño. -Señor polizón, puede devolverme la consola que te dejé? Hoy ha sido un día muy largo y necesito relajarme un poco después de cenar.-No quiero pensar en los ruidos de la nave ni en la sangre que han visto. Tampoco quiero pensar en lo que ha dicho ese hombre sobre el cuerpo de aquel hombre y mucho menos en la criatura aquella. Jugar un rato me distraerá un poco y me ayudará a sobrellevarlo.