La mano de Cyril es apartada por Mia, aunque no consigue quitarle la varita. El niño se toma eso cómo una ofensa.
- No me toques con eso, sangre sucia. Debería cortarte la mano... - dice mientras pasa la punta de la varita por encima de la muñeca de Mia. Es difícil saber si fanfarronea o si de verdad podría hacer eso.
Cyril se aparta cuándo Debbie habla, con una sonrisa satisfecha en la cara.
- Escucha la voz de la sabiduría. Según tú somos ratas, pero al parecer mucho más listas. Me preguntó en qué te convierte eso... William, Albert, vamos a comer. Me he cansado... por hoy.
Cyril y los otros tres niños se alejan y salen de la clase, directos al comedor.
Nah, lo dejo narrativo, pero la próxima mejor pone que le golpeas la mano, simplemente, y yo ya decidiré si le quitas la varita o no :D
Miro a Debbie con una ceja arqueada. Ni siquiera le había dirigido la palabra nunca, ¿y suelta eso? Una de dos, o esa chica es igual de tonta que el resto o tiene menos personalidad todavía como para dejarse influenciar por los demás. No sé lo que es peor.
-No he dicho que los Slytherins sean malos.-le respondo encogiéndome de hombros.-Sólo me refiero a él.-señalo a Cyril con la cabeza-Además... la cosa no iba contigo. No deberías meterte donde no te llaman, o Zane hará crecer tu nariz-le sonrío amablemente y después le guiño un ojo a este último. Las palabras de Deborah no han hecho demasiada mella en mí, lo único que ha hecho es repetir lo mismo que Zane pero con otras palabras.
Cuando Cyril me responder con ese siseo trago saliva, algo amedrentada por su amenaza, tal vez sí que es capaz de hacerlo... Pero entonces recuerdo que sigue siendo un alumno de primero, como yo. Y no puedo hacer otra cosa que reírme en su cara.
-Esa sí que ha sido buena. No creo que tengas lo que hay que tener para hacerlo.-le respondo, desafiante, volviendo a encararme con él.-Y deberías limpiarte tus sucias orejas... no he dicho que los demás sean ratas, sólo tú... ratita presumida.-pronuncio con desprecio y diversión a partes iguales, haciendo alusión al cuento que tanto me contaban de pequeña. Este chico ya tenía un nuevo mote para mí, iba a ser muy divertido llamarle así.
Le sostengo la mirada, altiva y desafiante hasta que se va con los otros tres muchachos. Cuando desaparecen suelto un bufido, y, sin ni siquiera mirar a Deborah y Zane, comienzo a recoger lo que Cyril no me había dejado y me echo la mochila al hombro, con total naturalidad, como si nada hubiese pasado, aunque aún seguía dolida por todo lo que me habían dicho, no pensaba derrumbarme delante de esos dos Slytherins. Me dispuse a salir de la sala, con la cabeza bien alta.*
*lo mismo que antes, lo dejo así por si Zane o Debbie le dicen algo, si no, se va a la enfermería xD
-Eres patética...- Digo a Mia con una sonrisa, cuando va a recoger sus cosas murmuro -Reduccio- Apuntando a sus libros y apuntes. Al ver como comienzan a encoger me río de ella -Sí... definitivamente patética- Murmuro, y como si no fuera conmigo me doy la vuelta.
-Vamos Debbie, antes de perder el tiempo con una marginada- recalco la palabra marginada -como ésta, prefiero hacer cosas más productivas.
Dicho esto me dispongo a salir de clase.
Motivo: reduccio
Tirada: 1d20
Dificultad: 8+
Resultado: 2(+6)=8 (Exito)
- Claro sangresucia, claro... - es lo último que dice Cyril antes de abandonar la clase, cómo única respuesta al comentario de Mia.
Uy Mia, la que te han liado xD
Si por casualidad te enfadas y quieres coontraatacar, utilizaréis las normas exactas de duelo (iniciativa, ataque/defensa...). Si no, cuándo Debbie lo diga, se van al comedor.
Zane puso voz a mis pensamientos... patética, eso era aquella chica. A pesar de todo aún seguía revolviéndose con sus palabras intentando ¿el qué? ¿hacernos daño? Ja, lo dicho... patética.
Ni me molesté en volver a contestarle. Salí de la clase junto a Zane, no sin antes dedicarle una sonrisa despectiva al ver el hechizo que mi compañero había hecho sobre las cosas de la sangre sucia. Aquello había estado genial.
- Todo en su justa medida Zane... cosas pequeñas para personas insignificantes.
Iba hablando con Zane pero en un tono suficientemente algo para que ella me escuchara.
Fruncí los labios y el ceño con fuerza al ver como mis cosas se hacían más y más pequeñas gracias al hechizo de Zane. Tenía ganas de llorar de pura rabia y frustración, de saltarle encima y de pegarle como nunca le habían pegado. Pero no lo hice, si lo hiciera, saldrían ganando ellos incluso... no, no puedo dejar que crean que esto me afecta. Cogí mis pequeñas cosas en la mano y cerré el puño para meterlo en el bolsillo, sosteniendo las pequeñas miniaturas que eran ahora mis cosas.
Con la cabeza alta salí del aula, sin siquiera responder con palabras. Golpée con el hombro a Zane y a Cyril al pasar por su lado, en una pequeña descarga de todo lo que sentía en ese momento, acompañado de un pequeño gruñido por lo bajo. Tal vez a Cyril ni siquiera le haya hecho daño, pero Zane parece mucho más enclenque que él y tal vez tropiece incluso.
Una vez hecho, doblo la esquina del pasillo para ir en busca de mi hermano. Él sabría qué hacer con mis cosas...
Pues eso, a buscar a mi hermano xD