- Hombre...no sé, supongo, ¿no? Si les dejan salir tras comer será para ir a clase entre otras cosas. ¿Verdad? Si quieres te acompaño a verles cuándo termines de comer y les preguntamos en persona.
Cuándo el afluente de estudiantes en la comida es mayor, algunos de los prefectos aprovechan para acercarse a los alumnos de primero.
- Ha habido un cambio de horario. La clase de vuelo será hoy a las 18.00, en el jardín oeste.
Slytherin: la prefecta
Ravenclaw: la prefecta (Elisa)
Gryffindor: el prefecto, Kingsley Shacklebolt
Hufflepuff: la prefecta (Greet)
Miro extrañado a Aelia y me encojo de hombros -Me parece bien, pero como dice Debbie... siempre y cuando no se admita escoria- Termino de comer y miro el reloj, viendo la hora escucho como la prefecta avisa del cambio de horarios en la clase de vuelo.
Que asco de colegio...
-Tenemos herbología ahora...- Digo, recordando el horario. De hecho nos tocaba con los de Ravenclaw, así que Aelia vendría con nosotros. Desgraciadamente también vendrán ese traidor a la sangre, Aldryn y esa estúpida niña llorona, Dharma...
Que asco de colegio...
Vuelvo a repetirme, mientras me levanto colgándome la mochila al hombro.
Estaba a punto de responder a Zane cuando vino la prefecta de Slytherin y avisó a los de la mesa del cambio de horario. Por algún motivo que yo no conocía, la primera clase de vuelo se había adelantado un día entero. ¿Clase de vuelo a las seis de la tarde, después de Herbología? Bueno, eso me dejaba tres horas entre clase y clase, como si hubiera tenido la clase el martes. No creía que fuera suficiente tiempo para hacer todo lo que quería hacer, ya que esta tarde tenía pensado organizar el grupo de duelo y estudiar el hechizo que tenía apuntado, pero de todos modos no importaba. Ya lo haría más tarde, o al día siguiente. Me corría prisa porque el ansia de abarcar un conocimiento mayor estaba patente en mis genes (ya lo había demostrado con el violín desde muy jovencita, y ahora me estaba sucediendo de nuevo con la magia.) y además porque era una chica por lo general muy nerviosa.
Mi pulgar separó un gajo de la mandarina y lo llevó a mi boca. Obviamente, me tomé mi tiempo para responder a Zane y a Debbie. Sabía a lo que se referían, aunque Zane había sido mucho más concreto al dar detalles. Sabía lo que ellos querían: un grupo reducido de gente con conocimientos avanzados y alejado de lo que Zane llamaba "sangre sucia" o "traidor a la sangre". Sonreí mínimamente, recordando la experiencia en los jardines con Lion, Zane, Dharma, Mia, y Dean, entre otros. La verdad, había sido tremendamente divertido ver cómo se peleaban, si bien algunos más toscamente que otros, y con estilos, desde luego, muy diferentes. No sé por qué motivo exactamente llegué a recordar, a través de eso, la manera en que mi padre adoptivo interpretaba las Gymnopédies de Erik Satie, una canción no excesivamente difícil de aprender, y recordé cómo lo habían hecho decenas de personas en el local. Era exactamente la misma canción, pero los contrastes entre versiones interpretadas eran palpables. Supongo que por diferencia de estilos.
Pude observar un atisbo de sonrisa de la niña y un rápido vistazo del chico al reloj. Pareciera que Zane quería tenerlo todo controlado. Y seguro que a él le interesaba mucho ver dónde flaqueaba la gente, exactamente igual que a mí. También quería controlar mi nivel en comparación con otra gente. Miré a mi mesa distraídamente, mientras comía otro de los gajos de la fruta cítrica, el sabor ácido inundándome el paladar poco a poco, haciéndome salivar de forma casi desmesurada. Me sentía traicionada por mis compañeros de Ravenclaw. Había estado viendo, enfrente de mis ojos como hacían su grupo y ni siquiera me preguntaban. Por otro lado, aquella chica, Diane, de Hufflepuff, que sí me había pedido de hacer grupo conmigo pese a que se había enfadado conmigo el día de la pelea, no podía, para mí, ser mi compañera de grupo, por el simple motivo de que me sentiría cohibida. Es como si quisiese hacer grupo con Mia. Con lo que hablaban esas dos chicas, era imposible concentrarse en algo. No pensaba que fueran malas chicas, pero sencillamente no entraban en los estándares de mi concepción de grupo, seguramente por las diferencias entre ellas y yo. Así se lo hice saber, a la chica de Hufflepuff, en un viaje rápido a su mesa, acompañado por un "lo siento". Volví en unos instantes, ya sin mandarina, y aproveché para coger otra y pelarla rápidamente antes de prepararme para ir a herbología junto a Zane y Debbie.
Había estado pensando, al volver, en la gente que metería en el grupo. Y estaba segura de que Zane y Debbie esperaban algún tipo de respuesta por mi parte. Estaba claro que si queríamos superar conocimientos, tendríamos que conseguir que algún alumno de curso superior nos echara una mano con ello. Nathan parecía un buen candidato para ello, por ejemplo, y probablemente el prefecto o la prefecta de Slytherin, al ver chicos de su casa en el club, querría saber cómo se organizaba el club. Finalmente, estaba segura que los profesores, al ver nuestro entusiasmo, también pondrían de su parte para ayudarnos. Inconscientemente pensé en la gente de mi mesa. ¿Brad? No me parecía un buen candidato, por la gente con la que se juntaba más que nada. ¿Dharma? ¡Me había traicionado, por Tutatis! (como decían en los libros franceses de las historietas de Astérix y Obélix) ¿Anne? Hm. Quizá. Me encogí de hombros un instante antes de comprobar que tuviera los libros en los bolsillos y saliera junto a los Slytherin para ir en dirección a Herbología, aunque aún quedaba un poco para la clase.
Gymnopédie No. 1 (http://www.youtube.com/watch?v=S-Xm7s9eGxU)
Lily se levanta, como el resto de Gryffindors.
- ¿Vamos a la enfermería a verles, Mia? Ya casi es hora de ir a clase.
Escuché que la clase de vuelo se había adelantado un día, ¡genial! ¡¡Tenía muchas ganas de montar en escoba!! Además, ahora tendría Transformaciones, ¡otra clase donde usar la varita y demostrar que sí que era buena! No, el día no parecía tan malo como se presentaba en un primer momento.
Entonces, mi atención se volvió hacia Lily cuando ésta me habló. Asentí con energía y me terminé la poca comida que quedaba en mi plato para poder levantarme e ir con ella.
-Sí, sí, ¡vamos!-le digo antes de volverme a los demás.-Si queréis, podéis venir vosotros también, como prefiráis.
Entonces, comienzo a andar hacia la salida.
to the enfermería! :D XD
La verdad era que no me apetecía lo más mínimo participar después de lo pasado. Primero Dharma con sus acciones, la cuales no había conseguido entender del todo, pero que la dejé pasar de largo. De no hacerlo sabía que solo conseguiría disgustarme más de lo que ya estaba y no pretendía pasarme el día triste ¡Yo no era así! Claro que no. Y después, la otra niña, la cual hasta el momento había ignorado mis palabras de tal manera que me había hecho sentir bastante mal ¿Pero que más daba? No podía caer bien a todo el mundo y debía aceptarlo. Volví a mirar a Elle, me sabía incluso mal decirle que no, que no quería participar y más cuando ella me había propuesto junto a Donnie formar un equipo. Tomé aire con calma, mientras bajaba las piernas de nuevo al suelo, dando suaves golpecitos a un mismo ritmo ¿Y ahora? Viajé con la mirada hacia Donnie y después a Elle, mostrando una pequeña sonrisa.-¡Por los bigotes de misifú, que complicado es ser yo!-Exclamé, aunque más bien había sido un pensamiento en voz alta. Al darme cuenta hice una muequita, dándome con la palma de la mano en la frente a modo de regaño a la par que soltaba un "Ouch".
Alargué una mano para coger un pastelito y con la otra tomé una fruta. Primero miré el pastel, después la fruta... ¿Cual tenía más peso? Torcí los labios levemente mientras permanecía en silencio, tras eso pegué un gran bocado al pastel sintiendo cómo la crema manchaba la punta de mi nariz. Sin poder evitarlo puse bizcos los ojos mirando la manchita mientras hacía pucheritos. Dejé de hacerlo mientras me limpiaba con la servilleta.-Estos pasteles son unos rebeldes...-Mientras lo comía bastante feliz miraba el movimiento de las mesas, viendo cómo la prefecta de nuestra casa se acercaba ¡Esta vez no había hecho nada! Bueno sí, había soltado una frase poco correcta en una clase ¿Pero ese era motivo de reprimenda por parte de una jefa de casa? Sentí cierto temor, pero no me moví lo más mínimo y tampoco dejé de darle pequeños mordiscos a mi dulce. Cuando empezó a hablar sonreí más tranquila ¡Por san ambrosio, que susto! Pensé. Sin dudarlo miré mi horario para ver cómo quedaría entonces y asentí un par de veces.-¡Perfecto! Que los cielos tiemblen ~-Musité divertida. Al ver que se iba tras el aviso volví mi cuerpo hacia Elle, iba a responder a su pregunta o más bien propuesta.
-Pues...-Mi frase se vio completamente interrumpida por la apareción de la rubia de la casa azul. Alzé un poco la mirada, pero la escondí poco después, mientras ella hablaba yo la escuchaba.- ¡No debes preocuparte! Creía que te había molestado, por eso de que no me habías dicho nada en todo el día.-Respondí con tranquilidad, después sonreí volviendo a mirarla tranquila, puesto que hasta el mismo instante que había empezado a hablar, había mantenido la mirada apartada de ella. "No siempre llueve a gusto de todos, eso dice la abuela Margaret" pensé. - Más lo siento yo. Aún así no pasa nada, no te preocupes, creo tener grupo o algo parecido ~-La verdad es que de algún modo la entendía, sabía que estar conmigo era toda una odisea, era incapaz de callar o estar quieta, pero no podía cambiar. Por mi parte solo hice un gesto con la cabeza, no abrí la boca para nada más, pero dejé claro que lo había entendido con ese suave asentimiento. Esperé a que se fuese para después volver a mirar a Elle, ahora tenía menos ganas aún, suavemente dejé que mi cabeza cayese hacia adelante, golpeándose de forma muy suave con la madera.-Muere patata...-Susurré.-Elle, apunta los nombre... Al menos el mío... Sí.-Moví levemente mi cabeza, hasta dejar la barbilla apoyada y así poder ver a la niña.- Tienes razón, es bueno participar, aunque no me entusiasme... -Dicho eso pasé al otro lado del bancó mientras me acomodaba bien la túnica. Un pequeño tirabuzón se metió en mi rostro, adornándolo.-Creo que iré hacer algo por ahí... ¿Te apetece venir? -Pregunté con una leve sonrisa. La verdad que estaba un poquito triste por lo sucedido, pero no quise darle mayor importancia y esa era la razón de querer hacer algo más que estar sentada.
Mi mirada viajó hasta la mesa de los pajaritos y después se posó en el de las serpientes, levemente hice un gesto, nada exagerado ni llamativo. Lentamente eché a caminar hacia las puertas, con la intención más que clara de abandonar el Gran Comedor.
Si Elle viene... Los Jardines. Si voy sola a la Lechucería.
- Yo tengo que hablar con la profesora de mis...clases extra. ¡Pero os digo algo pronto!
pnj
- Tenemos que ir a por los libros, pero nos vemos en clase todos.
Tras comer abundantemente, y quedarme algo trastocado por el sueño, parpadeo para espabilarme.
-Bueeeno.- medio bostezo -Deberíamos ir a clase antes de que me quede dormido del todo. ¿No creéis chicas?
Como Dharma o Anne no dijesen pronto de ir a clase, tendrían que llevarme flotando.
-Luego podríamos seguir practicando, ya veremos.
La comida había transcurrido silenciosa. Me había zampado un plato de sopa y después unas patatas fritas con un filete y un poco de ensalada. Aún me quedó hueco para el postre.
-Sí, vámonos a clase ya. Que sino llegaremos tarde. ¡No vaya ser que nos perdamos! - dije animadamente metiéndome un trocito de la tarda de manzana que ya me estaba acabando en la boca. Me apresuré para terminar de comerla entera y me levanté de la mesa, esperando a Brad y a Anne. - ¿Habéis adelantado algo de Herbología? - les pregunté con interés, comenzando a caminar hacia la salida del Gran Comedor.
Pues, como veo que a Nadia aún no le da por salir, voy a adelantar un poco el roleo con la pobre Dharma. Así te quito un poco de trabajo a ti, Ester, y le doy un poco de juego a Edu. ¡Si te parece bien, claro!
-La verdas es que no...se me ocurrió practicar algo pero...¿El qué? Así que nos pusimos con otras cosas. ¿Y tú? ¿Ya eres una super herbóloga?- bromeo cuando salimos del comedor, andando a su lado, sin soltar el brazo de Anne.
Más que nada por si me duermo...no caerme solo. Es mi carretilla humana.
Reí ante la broma que hace Brad. - Yo estuve el otro día leyendo las primeras lecciones, para saber de qué irá la clase un poco. Así me sentiré más integrada, porque hasta ahora no se me permitía hablar demasiado de magia... Ya sabes, por lo de que me llamasen loca, y eso.- sonreí.
Viendo que Brad se apoyaba en Anne como si ésta fuese su muleta, le pegué un pequeño pellizco en el brazo. - ¡Eh! ¡No te duermas! - reí.
Se nos ha olvidado a ambos rolear la llegada de la prefecta anunciando el cambio de hora de la clase de vuelo. Vaya cabecitas...
- Sí... herbología. Sólo espero que vaya mejor...
Lo único que me interesaba de esa materia era lo útil que podía resultar a la hora de conocer componentes para pociones y esperaba que no fuera tan decepcionante para mí como había sido la anterior.
Terminé de un sorbo mi zumo mientras veía como Zane recogía sus cosas y yo hice lo mismo, aunque la llegada de la prefecta hizo que me detuviera en mitad de la acción. Fruncí el ceño, no es que me importara demasiado pero que me trastocaran las horas así de repente no me hacía mucha gracia. No era el caso pero... ¿y si tenía pensado hacer algo en esa hora? Suspiré resignada mientras recogía la mochila y seguí a Zane y a la que sería nuestra compañera en... "los juegos".
A Herbología