Partida Rol por web

Al parecer el gnomo te entiende perfectamente aunque no sabe decir nada en "humano". Empieza a emitir gruñidos y grititos mientras agita los brazos y las piernas y al parecer recrea una escena:

Se pone a correr de un lado a otro, riendo, mirando hacia atrás como si algo le persiguiera cuando de repente se para y parece asumir la posición del perseguidor. Ahí cambia la risa por gruñidos que pretenden ser terroríficos (con poco efecto) y hace un gesto exagerado de un pisotón. Después vuelve a la posición del "perseguido" y emite un gemido de dolor cogiendose el pie, cómo si llorase para después alejarse muchos metros para volver corriendo (al parecer un tercer personaje en la historia) y poner cara de sorpresa antes de levantar un puño, como en señal de venganza. 

Justo después vuelve a señalar tu escudo con aire enfadado y formula algún tipo de pregunta en su idioma.

- ¿Ayeñieeh - dice mientras señala al escudo - hañoñiñi? - dice mientras se señala a sí mismo.

Observé atenta a la pequeña criatura, sin perder tiempo, dejé caer mi cuerpo al suelo. Con suavidad me coloqué tal cual indio y dejé mis brazos sobre mis piernas, mientras frotaba con mi mano el mentón en modo pensativa.- Ajá... 1... 2... ¿3? ¡3! Eso es cruel...-Seguí observando, mientras lo seguía con la mirada de un lado para otro, intentando quedarme con cada detalle, con cada movimiento. No era adivina, ni tampoco sabía entender a ese tipo de criaturas, pero lo intentaría ¡Claro que sí!.- Veamos... Iremos por partes ¿Vale? Al ver que señalas mi escudo, deduzco que fueron niños de mi casa los que te hicieron algo ¿Llegaron aquí y empezaron a romper tu tranquilidad? Pero no por eso debes pensar que todos te haremos daño. Yo no te lo haré y ella tampoco... ¿Sabes quienes fueron? ¿O cómo eran? Oh, que idiota... No sé cómo ayudarte.-Bajé un poco la mirada, bastante ofuscada por no saber que decía realmente.- Ojalá pudiese saber quien fue... ¡Le patearía el trasero por malvado!

El gnomo no parece entender del todo el concepto que "mi cas" en ese sentido, pero asiente con efusividad cuándo comprende que al menos habías entendido la relación con el escudo. Sin embargo niega con la cabeza efusivamente mientras acabas de explicar el resto. Después de uno gruñiditos en los que se rasca la cabeza pensante, parece dar con la solución y se acerca con rapidez hacia ti. Ellen suelta una exclamación de advertencia preocupada de que fuera a pegarte otra vez, pero lo que hace el bicho es coger de tu túnica y tirar de ella, cómo intentando llevarte a algún sitio, mientras suelta ruiditos agudos.

-¡Oye!...-Exclamé mientras terminaba por seguirlo. Mi mano tomó la de Elle tirando de ella mientras caminaba despacio detrás de aquella divertida criatura.-Elle, vamos... -Ahora no iba a retirarme de mi aventura, aparte, él quería decirme algo y yo haría lo posible por entenderlo. Sin parar mis pasos tiré suave de Elle mientras sel Gnomo tiraba por mí. De vez en cuando mis ojos volaban por el lugar en busca de nuevas cosas, todo era tan fascinante e increible ¡Me encantaba"

La criatura os adentra en el bosque durante varios minutos hasta que dais a un un pequeño claro con un tocón de árbol en el centro. Puedes ver una especie de agujero disimulado con arbusto en el tocón y lo que es más, ¡gnomos por todas partes! En cuánto se percatan de vuestra presencia cunde el pánico y todos corretean y se esconden. Los más valientes se dedican a gruñir y gritar de manera aguda. El gnomo que os ha traído te suelta la mano e intenta poner orden, explicándoles algo que no entiendes pero que cambia el foco de los gruñidos de vosotras a él. Al parecer no están nada contentos con que os haya traído a lo que parece su guarida. Sin embargo, tras un par de minutos de discutir, el gnomo vuelve con vosotras y os lleva cerca de un arbusto lleno de espinas. Con un par de ágiles movimientos y colocando un par de palos, aparta las ramas y podéis ver que hay debajo: un Gnomo con un pie entablillado con ramitas, apoyado sobre hojas tiernas.

El gnomo os mira y señala al herido,a  sí mismo y a tú escudo, cómo esperando que ahora sí entiendas la historia por completo.

Ellen se mira el reloj de pulsera.

- ¡Diane, cómo no nos demos prisa llegaremos tarde a clase!

El problema era que estábais en medio del bosque, tendríais que orientaros bien para no perderos...

Tras varios minutos caminando, estábamos en una zona llena llenísima de Gnomos, por un momento abrí la boca haciendo una gran "O", nunca había visto tantos bichillos de aquellos juntos ¡Eran geniales! Miré a Elle, me parecía asustada, por lo que acerqué mi mano a su brazo apretándolo un poco a modo de "Tranquilizante". Después de todos esos gruñidos que no entendía, bajé nuevamente la mirada hacia el que nos había llevado allí.-¿Qué hay ahí?.-Separándome de mi amiga, me acerqué para agacharme suavemente, al ver que había uno de ellos herido me llevé una mano a los labios a la par que soltaba un "Caramba".-Por los bigotes de Misifú... Vosotros estabais jugando y llegó alguien de este mismo escudo. ¿Os asustasteis y al escapar él se lastimó?-Pregunté mientras lo miraba de nuevo, fijando la mirada en su pierna, estaba apunto de ponerme a mirarla de cerca, para ver si podía hacer algo, pero Elle llamó mi atención.-¡Jolinas! Es cierto, tenemos clase.. Y si alguien nos descubre aquí...-Abrí muchísimo los ojos asustada por la mera idea de que eso pasase. Me levanté despacio, para después mirar a mi nuevo amigo.-Tengo que irme, si alguien se entera de que estuvimos aquí nos castigarán ¡Pero volveré de nuevo! Y traeré algo para curar a tu amigo ¿Si?.-Me giré hacia mi compañera, caminando, no sin antes agarrarle el brazo. Mirando hacia donde ir primero, me decidí para empezar a guiarla por donde yo creía que era claro. ¡Y no estaba equivocada!