Partida Rol por web

- Amén - sentenció Thalber, de acuerdo con la idea de recabar información sobre La Llama Purificadora y sus incursiones.

- Deberíamos ponernos en camino, no creo que saquemos más en claro en este lugar. Padre... - hizo una leve reverencia a Nicolaso, a modo de saludo.

El padre Nicolaso había terminado de atender a todo el mundo, y aparecía y desaparecía en la pequeña oficina, mientras los templarios debatían sobre su siguiente movimiento tras el descubrimiento de la información contenida en el diario, ya que tras examinar al grupo, había vuelto a sus tareas en el taller.

Escuchó la despedida de Thalber cuando volvió a aparecer en el lugar, para dejar unos frascos vacíos al lado de los iniciados que machacaban hierbas en los morteros.

- Entonces ya han encontrado algo por lo que he oido. Le dijo. Eso está muy bien, la luz de Sigmar nos guía en esta empresa. No duden en volver si tienen cualquier urgencia o se encuentran mal. Además, estaré esperando impaciente noticias sobre la evolución de la investigación, de modo que prometanme que seré el primero en saber cualquier cosa que ayude a salvar a estas pobres gentes.

Antes de partir, dijo a sus compañeros:

- Tenemos la posibilidad de dividirnos en dos grupos: uno puede visitar el templo de Shallya y el otro el cuartel de La Llama Purificadora. Después podemos reunirnos en la casa capitular de nuestra orden para contrastar la información y hacer uso de los recursos que allí disponemos.

Dejó la decisión al lider del grupo, y una vez hecha Heinrich se despidió sin palabras, únicamente con una leve inclinación de la cabeza hacia Nicolaso y, cuando éste le daba la espalda, con una sonrisa lasciva a la iniciada de Shallya.

Katherina medio sonrió al padre cuando este se despidió de ellos antes de que el grupo abandonase aquel taller.
- No se preocupe, intentaré que así sea, Padre, por el bien de todos. - dijo la mujer mirando al anciano antes de girarse y colocarse debidamente la capucha ocultando su cabellera.

¿Y ahora a dónde ir? ¿Por dónde empezar? se preguntaba en silencio...
Al ver que todos estaban en la misma situación, con tantísimas preguntas sin respuesta y sin tener muy claro por dónde empezar a buscar... hasta que Heinrich se le adelantó por segundos y comentó su opinión, que no era mala idea:
- Bien, me parece correcto lo de buscar en dos lugares a la vez, así tardaremos menos tiempo... - respondió ante la idea del delgaducho.

Como digan.... se encogio de hombros Maul, a el tanto le daba un sitio como otro, en cualquiera de los dos casos estaria meramente como fuerza fisica; a fin de cuentas eso era Maul, un soldado, los demas se harian cargo de la situacion.

Si vamos a dividirnos recuerden que seguimos en un entorno relativamente hostil; un guerrero en cada grupo solo por si las moscas; aunque los templos y la casa de la hermandad sean seguros, el camino hasta ellas no, si el viejo, al que por cierto hay que ir a ver como esta, ha sido capaz de seguirnos, eso quiere decir que otros con intenciones mas aviesas pueden estar tambien tras la pista.

Ok, yo donde las mulleres XD

La mañana empezaba a dejar paso al mediodía y el grupo de templarios, al salir del taller de tintoreros, pudo comprobar cómo el resplandeciente sol comenzaba a calentar algo las calles.

Tras el nuevo descubrimiento, el grupo tenía dos posibles caminos por los que continuar la busqueda, y una vez debatido entre todos, al fín terminaron por acordar cómo continuar con las pesquisas, que ahora empezaban a encaminarlos hacia la solución del enigma que había tras la plaga, y que tal y como venían sospechando desde que su superior se lo digera, no era otra cosa que fruto de la maligna influencia del caos.

De esta forma, se separaron: Heinrich, Lazár y Thalber rumbo a la casa capitular de La Llama Purificadora, la cual era nombrada en el infame diario, y Katherina y Maul, en busca de información al templo de Shallya.

Cada grupo se encaminó hacia su nuevo destino, con la sombra de la amenaza del Caos oscureciendo sus corazones a pesar del buen tiempo de aquel día, ya que sabían que algo que amenazaba a todo el Imperio había comenzado a retorcerse en la oscuridad.