Partida Rol por web

De repente aparece Yukio con un rifle en la mano y en la otra apoyando el cañón con el antebrazo y sujeta un aparatito con una pantalla.

Vale ya! Dejar las armas al suelo.

Misa asustada ante aquella la aparicion de una tercera persona, ese curioso estudiante callado que apenas había entablado conversacion con el ahora se habia entrometido entre su absurda riña.
Ella no pudo hacer otra cosa que alzar la mirada de Nigga y clavarla en Yukio que los apuntaba a ambos.
-¡Nigga cuidado!-Grito la voluptuosa estudiante mostrandole una mirada clara de preocupacion y arrepentimiento en su rostro, antes de disparar al recien llegado, no supo porque lo hizo, seguramente porque conocia mejor a aquel compañero metido a bailarin que al futbolista con aires de grandeza, el le parecia mas "humano", como ella.

Una sonrisa manchada de sangre aparece en el rostro de Riro agarra con firmeza la empuñadura de la katana, el ver su muerte inminente no había preocupaciones en su rostro.
Ponte a cubierto yo atraeré su atencion.
Riro se dio la vuelta y cargo corriendo hacia Yukio con extraños pasos que parecen de baile para que su posición no sea tan precisa.
¡Te voy a cortar por la mitad!

Los disparos de missa impactan a yukio, que se ha protegido con un árbol, pero algunas balas consiguen alcanzarle Nigga aprovecha para abalanzarse muy rápido sobre con la katana en alto bajándola justo en el pecho.

Yukio instintivamente dispara su rifle...aunque el dolor le impide apuntar la proximidad de nigga hace que las balas le impacten a bocajarro los proyectiles incluso traspasan todo el cuerpo, la visión de nigga empieza a oscurecerse...

Miro al futbolista con una sonrisa y callo mientras que de su boca surgieron sus últimos versos con toda la potencia de su pulmón.

Nos vemos en el infierno,
donde beberemos mientras esperamos,
a los sucios del gobierno
para de esta mierda poder vengarnos.

Misa hizo caso a Nigga y se oculto tan bien como pudo mientras este corria desesperado hacia el tercero en discordia.
Solo cuando este consiguió atacar, aprovecho el sacrificio de su moribundo compañero apunto tan bien como su nublada vision le permitio y disparo contra Yukio, no estaba segura de si aun respira o no pero penso acabar con ese maldito asesino antes de que el acabaracon ella de un soplido con sabor a metal.
-Alli nos veremos Riro Stukumani.-Comento tristemente y con amarga sonrisa mientras este parecía caer inerte al tiempo que sus balas buscaban carne que morder.

Los disparos impactan en el cuerpo de Yukio, que instintivamente da algunos pasos hacia atrasmeintras aprieta el gatillo del rifle, emitiendo varias rafagas al aire, finalmente cae hacia atras mientras dice unas ultimas palabras...yo...solo queria ir jun..tos...a la meta. Un clok resuena al caer al suelo.

Misa dejo caer la cabeza a la maleza por un instante, una amarga lluvia de lagrimas resbalaron por sus mejillas mientras intentaba no gritar por el dolor y la angustia, estuvo en esa posición sin saber cuanto tiempo hasta que decidió, con la ayuda de un arbol cercano levantarse mientras se aferraba a la vida, guardo su arma en la mochila mientras se cercioraba que la pistola que habia conseguido estaba aun a su espalda para poder protegerla.

Camino cansada con la mochila en su hombro que no estaba dañado, y sin parar de llorar, se acerco a ambos cadaveres, para recoger la Katana de Nigga y la escopeta de Yukio.
-Lo siento, lo siento tanto... no queria que todo esto sucediera-Lloro frente a ambos, antes de guardar ambas armas y marcharse de alli lo antes posible, ese lugar ya no era seguro, le hubiera gustado recoger mas cosas utiles o darles un entierro pero ella tambien deseaba vivir tanto como ellos. Y se despidió de ellos en silencio para emprender la marcha tras un sollozo.

Cuando llegais Misa en pocos minutos, el resto tarda incluso 1 hora en llegar, hay dos helicopteros con varios soldados alrededor en modo de vigilancia, delante de un helicoptero vuestro profesor.

Al veros, los soldados os apuntan. El profesor vuelve a hablar, tirar las armas y las mochilas al suelo.

Una Misa con los ojos totalmente rojos y huellas de agua que recorrian todo su rostro asi como una reciente herida sangrante cubierta por compresas y una tira de su propia camisa para sujetarla atada a su alrededor, llego por el camino donde Yukio y Nigga habian caido, se detuvo delante de ellos, antes de que le ordenaran que tiraran sus armas.
Uzi, Cuchillo, Pistola, Katana y Escopeta dejo caer al suelo junto a los cuerpos de sus compañeros asi como su mochila con la cremallera abierta que dejo caer y de ella rodaron: Una pistola mas, 3 granadas, un bote de cianuro, un visturi, un rifle, una cuerda y binoculares asi como dos neceseres, ropa ensangrentada, una chaqueta de hombre echa trizas, tiras de ropa suelta y un par de botellas de agua.

No menciono palabra simplemente trago saliva, hizo un sollozo y continuo caminando exhausta y desarmada hacia los helicopteros, con el mapa en la mano que no usaba, para hacer presion en su herida.

Oguri seguía caminando sin rumbo fijo empezando a sentir verdadera hambre, cuando la megafonía sono una vez más.

Vaya...

Era irónico...realmente irónico...Cuando no quería encontrarse con nadie resultó que todos le acechaban...y cuando empezó a buscarlos desaparecieron. El destino se había burlado de él...pero al menos seguía con vida...y el juego había terminado. El joven japonés sonrió en la soledad de la isla y retomó su marcha, esta vez rumbo al faro...

Al llegar se encontró con el depliegue militar, el profesor y Misa. Cuando le apuntaron con las armas se detuvo y se quedó unos segundos pensativos, con el bate de beisbol todavía en la mano.

Todavía no se quién mato a Hilary, y por lo que parece Misa se ha cargado a una buena cantidad de compañeros...

A los pocos segundos tras ver como Misa tira sus armas, Oguri hace lo mismo. Suelta su bate de béisbol y después se lleva la mano a la manga de la chaqueta para extraer el cuchillo que encontró y dejarlo caer de manera que queda clavado en el suelo. Al contrario que misa que parecía destrozada, Oguri apenas tenía unas marcas de combate cuerpo a cuerpo. Por lo demás seguía arreglado, con el uniforme completo y sólo sucio por las dificultades de la selva, y sin una herida a la vista. Lanza una última mirada a la otra clasificada y se queda serio, y de pie sin decir nada...