Los pasos de ambos resuenan en las vacías calles de Londres y un frío que congelaba invadía las calles a aquellas horas de la noche. Usando la soledad y la temperatura de excusa, se acerca un poco más a él, suficiente para buscar calor pero no para parecer demasiado cariñosa.
Suena como un espléndido lugar para comenzar, el West End. - responde a la sugerencia, para luego continuar hablando - Y que no le quepa duda de que estoy convencida de que será una velada exquisita si su presencia está incluida entre los planes.
Le devuelve la sonrisa, y mientras esperan, vuelve al tema anterior.
Luego de una guerra tan cruel y tan llena de brutalidades y abusos, no me esperaría menos de los actores y guionistas. Un evento tan cargado de sentimientos inspiraría mil y un historias en las que basar obras dignas de transformarse en clásicos. Sólo espero que todos tengan el talento para hacerles justicia.
Mira la calle, y ve un taxi a lo lejos.
Creo que ahí viene algo. - susurra insegura, entrecerrando los ojos
Sonrío, desganado, mientras un escalofrío recorre mi impávido cuerpo. - La muerte es un agobiante paso para los amantes de la vida terrena y profana. Los mortales deberían ser los primeros en oponérsele, cualesquiera sean los medios. A fin de cuentas, su dinámico modo de ver las cosas iría finamente emparejado con este deseo ferviente, con esta lucha por la vida. - Entusiasmado por las palabras, decaigo con serenidad, observando los copos de nieve agolparse en la sólida calle.
- Paradójicamente, uno no ve esto hasta que se convierte en un inmortal... y estático ente. Lamentable. La gran travesura. - Con soltura observo hacia donde la voz de la damisela dirige sus palabras. Chasqueo los labios con desdén. - Esperemos encontrar vida en nuestra tertulia. - Una atroz sonrisa observa a la nada que se extiende delante nuestro.
Cabe la pregunta. Lo que sucede aquí, ¿lo consideramos como anterior o posterior (temporalmente hablando) al encuentro con Russell?
Se gira para mirarlo a él, dejando pasar el taxi, con una sonrisa impecable en el rostro.
Vida hay en todos lados. Especialmente en aquellos donde hubo muerte antes...¿Por qué no caminamos? La nieve da un bonito escenario para paseos nocturnos.
Sin esperar más respuesta, y aprovechando que aún lo sostiene del brazo, le indica suavemente que la siga, guiando sus pasos hacia el West End. Con voz suave pero animada, vuelve a hablarle.
Por ejemplo, quizás usted no la considere tal, pero para mí, lo que hoy tenemos, es una vida con muchísimo potencial. Como usted ya sabe, no recuerdo nada de mi vida pasada, así que esta es la única que tengo... y aunque es cierto que se nos priva de muchas cosas, también se nos otorgan capacidades especiales para percibir cosas que antes eran invisibles a nuestros ojos. ¿Cuándo era humano, era usted capaz de observar la belleza de las cosas que observa hoy? ¿De sentir como siente hoy? ¿De pensar, siquiera, como piensa hoy? Por su afirmación anterior me atrevería a decir que no. ¿No le parece que por más mortal que se sea, si se vive a medias, la vida en sí no tiene punto alguno?
No me parece que seamos entes estáticos... ni inmortales, en lo que a eso respecto. Hay formas de morir, lo que arruina ese término del todo. Solo se es estático si así se quiere, y solo se puede dejar de vivir si uno así lo determina. Supongo que, lo que quiero decir, es que la muerte es un obstáculo impulsor de la vida, no un mirador desde el cual lamentarse por una pérdida.
Esto es antes de lo de Russell, por la fecha y todo. Pero intenté ser lo más neutral posible en la otra, al no saber que pasaría con esta u^^.