- Ahora son títeres, querida. Sus palabras les privaron de su libertad, y lo van a lamentar durante al menos medio siglo, si no se suicidan antes. Lo lamento por el otro, el de la estatua. Parecía capaz, pero siguió la misma senda de estupidez de los otros dos. Seguro que vos aprendisteis valiosas lecciones acerca de lo que pasó aquí hoy. Ahora vais varios pasos por delante de ellos. - te comentó.
Muchas gracias, Lady Bolena. Espero tener la suerte y sabiduría suficiente para que esa situación se mantenga.
No quiso decir una palabra más por temor a dar un paso en falso. Cometer un error frente a Lady Bolena podría bien ser su fin. Sin embargo, le sonrió ante lo que consideraba un cumplido.
Hubiese preferido mil veces evitar esta conversación y jamás cruzarse en su camino, pero sabía que una vez aquí ya no había vuelta atrás. Ahora ella sabía de su existencia, y aunque no apuntaba a que la amara prefería estar entre la gente que no le desagradaba. Entre más neutral pudiese quedar, más feliz sería.
- Muy bien. Espero poder charlar con vos en otra ocasión. Cuidaros mucho. - dijo, y se retiró hacia otro grupo de vástagos.
- Se hace tarde, debo volver a mis obligaciones en la clínica. ¿Quieres que llame a un coche para que te lleve a tu refugio? - preguntó el doctor, tras observar su reloj de bolsillo.
Se despidió de Lady Bolena con una reverencia similar a la que había usado para saludarla.
No, no se preocupe, doctor. Creo que me iré caminando. La nieve le da un encanto inigualable a Londres, ¿no cree? - le respondió sonriendo ampliamente, mucho más relajada que antes - Muchas gracias por la conversación de hoy. Estaré esperando a su criado ansiosamente.
Se despidió del Primogénito con un beso en la mejilla.
¡Éxito con sus investigaciones!
- Si, bueno... Hasta más ver querida. Esperaré noticias tuyas. - dijo, y se dio la vuelta para dirigirse al ropero.
Y así volvías a estar sola en aquél lugar, que poco a poco se iba despoblando de sus moradores. Apenas quedaban tres horas para el alba, y la función se había acabado.
Sintiendose más que satisfecha en cuanto a emoción por una noche, Jennet evadió cualquier otra posible conversación y se fue al refugio de su sire, esperando encontrar un descanso reponedor antes de empezar con la misión que le había encomendado.
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¿Quieres abrir alguna escena abierta para lo que queda de esta noche o avanzamos rápido?