Las palabras de Nanuk sí me afectan pero no exactamente como él esperaba. Es cierto que podía imaginar una situación así y puedo imaginar los sentimientos encontrados así como la culpa y la frustración. La gran diferencia es que, al igual que él, no necesito imaginar sino solo recordar. Lo veo irse después de las palabras de doctor pero solo bajo la cabeza a la vez que murmullo solo para mí mismo:
- "Así también fue para mí pero fue por culpa de un garou y aquí estoy hablando y pidiendo por uno. Si yo puedo superarlo... ¿Por qué otros no?"
Pero el hombre simplemente se fue y nadie hizo nada más por detenerlo, probablemente porque quienes lo conocían más que yo sabían que no habría forma de evitar su huida.
Kenneth habla con la vampiresa y decide que es momento para irnos. Aaron también se despide y pareciese que voy a quedar solo ahí. Levanto la mano para despedirme a medida que camino de espaldas al ascensor:
- "Bueno, eso, conmigo igual para hacer lo correcto. ¡Paz!"
Me giro y aligero hacia el jefe pues no quiero quedarme solo entre esos tipos a los que no conozco. Todos son bichos raros y terribles, pero por lo menos Kenneth me da de comer y eso es algo que, después de mi vida hasta ahora, no es algo que se desprecie.
Puse las manos en los bolsillos y me apoyé contra el escritorio de Alana.
-Bueno, supongo que no tenía que salir así pero más vale que tengamos los tantos aclarados desde el principio, a partir de ahora los garous son enemigos y eso es algo que debes de tener presente Alana- dije a mi querida princesa - por ende no quedará otra que buscar otras alianzas, hace poco sentí que algunos magos llegaron a la ciudad, no me hacen gracia pero pueden escuchar, sobretodo si se les habla bien o tienta con alguna clase de recompensa, por otro lado aunque no quieras iré a hablar con los Sabbat, si sabes dónde están me ahorrarías eso, si tenemos a los garous de enemigos entonces será mucho más fácil que quieran pactar una tregua. Con quienes más contamos?- pregunté volteando a mirarla.
Kenneth sale por el ascensor mientras respiraba pesadamente, la recepcionista mira a todos con una marcada sonrisa de cordialidad mientras se reúnen con Tatanka quien ya estaba preparado para salir de ese extraño lugar.
La puerta se abre y el viento gélido ingresa a la recepción dejando escapar a su vez, una agradable sensación de calor que se convirtió en pavor al mirar más allá en un horizonte muy cercano.
Se trataba de un hombre rechoncho, con la lengua afuera y con los ojos hinchados, estaba completamente morado y se notaba una línea negra que le hacía colgar desde la rama de un gran árbol no muy lejos de la entrada de la alcaldía.
- Dios… - se limita a decir el rubio mientras que Tatanka solo se volteó para entrar nuevamente a la recepción, Aaron solo se mantuvo quieto, como si fuera que no era la primera vez que observaba un espectáculo tan mórbido –
La recepcionista sale con los demás y se lleva ambas manos a una boca abierta por el horror.
Al poco rato Alana sale y Kenneth la mira para luego decir:
- Me temo que ese era mi informante -
- Garous enemigos… - rebufa molesta Alana - …bueno, siempre supe mantenerlos a raya, ahora creo que eso ya es historia… – se sienta y entrelaza ambas manos a modo de usar ese nexo como apoyo para su fino y pálido mentón - …la Camarilla solo tiene a la Camarilla, eso siempre ha sido y será asi, especialmente en un lugar como este mi querido Fred…por lo que me temo que estamos solos, o al menos yo estoy sola con todo esto…los únicos miembros realmente fieles son Niel, Lamont y Darija, la tribu Nosferatu en su totalidad están en contra de mi mandato, no me extrañaría que ellos ya estén envenenando con historias falsas al Sabbat para endulzarles más la idea de destituirme y tomar completo control de Erebo…desconozco por completo la ubicación de estos sabbatistas, generalmente buscan lugares remotos como granjas o bosques para poder reunirse tranquilos, pero como la granja más cercana queda a varios de cientos de kilómetros de aquí, y los bosques están atestados de garous, puedo apostar con casi total certeza que se encuentran en las alcantarillas de la ciudad –
- Señorita Alana, venga arriba, es urgente – la voz de la recepcionista se oía desesperada a lo que Alana rápidamente se levanta con dirección al ascensor –
Al salir hacia la recepción la puerta que daba acceso al edificio se encontraba abierta, el viento gélido ingresaba a la habitación dejando escapar a su vez, una agradable sensación de calor que se convirtió en pavor al mirar más allá en un horizonte muy cercano.
Se trataba de un hombre rechoncho, con la lengua afuera y con los ojos hinchados, estaba completamente morado y se notaba una línea negra que le hacía colgar desde la rama de un gran árbol no muy lejos de la entrada de la alcaldía.
El aborigen llamado Tantanka estaba bastante cerca al escritorio de la recepcionista, quien, estaba afuera con la boca tapada ante el horror de la imagen, abajo estaban Kenneth y Aaron, ambos observando fríamente la escena, mientras que Li no estaba tan lejos de los mismos.
Kenneth voltea y al mirar a Alana, solo se limita a decir:
- Me temo que ese era mi informante -
Al salir del edificio, nos topamos con aquel terrible espectáculo. Vemos aquel hombre colgado y al rato aparece Alana. Kenneth le confiesa que era su informante, lo que nos deja en una muy mala posición pues es lo que ese hombre nos decía aquello con lo que podríamos negociar una colaboración. Ahora que no tenemos aquellos datos, poco y nada podemos ofrecer que cuente.
Miro a Kenneth y le pregunto:
- "¿Que haremos ahora? Si él debía darnos toda la información que necesitamos... ¿Nos queda alguna pista?"
Pienso en la situación y no es muy fácil encontrar a unos tipos que están buscando esconderse y que son tan anónimos que la mayoría incluso dudan de su existencia. Sería como buscar una aguja en un pajar, en un gran pajar lleno de mierda de animal. Imposible será de encontrar y saldremos llenos de porquería apenas empecemos a remover un poco de la superficie.
Espero que Kenneth tenga un plan pues Tatanka no parece de los intelectuales. Aaron puede que tenga algún contacto aunque preferiría que no fuese el demonio que mencionó. No sé nada de ellos pero ese nombre no me puede dar buena espina.
Al ver la escena no me atemoricé, peores cosas había visto en mis siglos de existencia, un muerto era un muerto y poco más importaba, me acerqué a ver bien al cadáver, mientras escuchaba que se trataba del informante del pelirrojo.
Cruzándome de brazos escuché las preguntas de Li, para luego voltear a mirar a Janos.
-Puedes hablar con los muertos verdad? Podrías obtener toda la información que necesitamos de ese cadáver o me equivoco?- pregunté a mi colega mientras en mi cabeza trazaba cientos de planes de como proceder ahora, quienes fueran nuestros enemigos era claro que nos tenía vigilados y sabían precisamente dónde estábamos.
Tras seguir los pasos de la Príncipe hasta el exterior, diversas manifestaciones de sobrecogimiento se dan al avista al hombre que cuelga de la soga. Haciendo algo de memoria a Janos no le parece recordar que estuviera allí cuando había llegado a la reunión, así que ha sido un rápido trabajo por parte del autor.
El Doctor Novak observaba el balanceo del cuerpo con aire profesional cuando el comentario de Knox le golpea. Tras volverse brevemente en su dirección y dirigirle una mirada breve comenta con aire casual.
- Bueno, soy médico forense. Supongo que algo se podría hacer. Pero para eso necesito que lo bajen de ahí arriba y lo coloquen en una habitación tranquila. Y tú señor Knox será mejor que estés a mi lado mientras hago mis averiguaciones. Y nadie más. Si quieren cumplir mis condiciones estaré encantado de ayudar. -
El tono del Doctor tenía un resto de resentimiento, como dirigiéndose a alguien que le ha bajado los pantalones en público. Después de un último vistazo a Knox y al resto de la concurrencia saca su bufanda enrollándola en el cuello y parte del rostro, mientras que cubre su cuero cabelludo con un grueso gorro. El frío arreciaba en Erebo y estar en la calle no era plato de gusto. Al menos para los vivos.
6 de enero, 2018
-16 ° Celsius
15: 05hs
Ante las palabras de Frederick, todos los presentes realizaron algún tipo de mueca de desconcierto o asombro, desde entrecejos fruncidos hasta movimientos con el cuello.
- No nos queda nada más que hacer Li – responde Kenneth – quizá el saber demasiado nunca es bueno, y esta es una clara respuesta a ello…sobre pistas…no, no nos queda nada, estamos en la mierda, muy pero muy en la mierda -
- Debemos esperar a que vengan las autoridades a que hagan su trabajo, no podemos violentar así una escena del crimen, aunque sería bueno que alguien se acerque para que vea si no hay alguna nota o algún tipo de mensaje extra ante terrible acto, ya que dicho acto en si es un mensaje – dice Alana mientras se cobija un poco más con los pocos ropajes que traía encima –
Aaron escucha la orden de Alana y rápidamente se acerca para analizar de lejos al cuerpo evitando pisar cualquier tipo de huella.
- Me temo que no hay nada señorita – se frota ambas manos con violencia y expira un poco de aire caliente entre ellas para lograr un toque extra de calor –
- Pues…creo que mejor entrare en ese caso, a pesar de no estar viva, este frio puede llegar a afectarme realmente, los que quieran seguirme pueden hacerlo –
- Nah, gracias Ali, yo prefiero irme de aquí…mi reputación no me permite estar cerca de ningún tipo de escena de crimen, así que chaito por el momento – responde Kenneth alejándose hacia su gran vehículo blindado –
Alana solo lo mira alejarse, mientras que Tatanka y Aaron lo siguen y rápidamente sube por las escaleras al oír el ruido de las sirenas policiales acercándose.
- Imagino que ustedes podrán ir en la ambulancia junto al cadáver – acota Alana para Frederick y Janos -
6 de enero, 2018
-16 ° Celsius
15: 35hs
Todos suben al vehiculo de Kenneth, cuya frialdad fue rápidamente contrastada por la calefacción que amenizo rápidamente el ambiente dentro del rodado.
Tatanka esta vez hacía de chofer, mientras que Kenneth iba de copiloto, Aaron y tú se sentaron en sus ya típicos lugares.
- Vaya reunioncita eh – dijo en tono burlon el pelirrojo –
- Me repugnan, nunca creí que debía llegar hasta el extremo de reunirme con una no muerta – respondio Tatanka notoriamente molesto mientras manejaba lentamente el vehiculo –
- Tranquilo…al menos sabemos que tenemos demonios de nuestro lado –
Ante esa palabra el aborigen rebufa colérico.
- Ni siquiera sabemos dónde están esos tipos y ahora el ratkin está muerto – acota Tatanka –
- Buen punto, me temo que deberemos conseguir más informantes…pero ya suficiente estrés para tan pocos días – sonríe Kenneth – todos iremos a una fiesta esta noche, un amigo la está organizando en los bosques hacia el este…ya saben, chicas fáciles y buena música –
- Me temo que pasare jefe, voy a tratar de comunicarme con mi maestro a ver en que nos puede ayudar y posiblemente medite toda la noche – se negó Aaron -
- Yo tampoco podre – alego Tatanka –
- Dios…par de aburridos ambos…yo sé que mi hombre Li no me defraudara… ¿Verdad Li? – el rubio clava sus grandes ojos en el espejo retrovisor para observarte muy detenidamente, casi ordenándote a que vayas con el -
Al parecer, los dos tipos que estaban junto con los vampiros, el Doctor y el que desafió a Tatanka, tienen medios para averiguar algo del cadáver del informante. No me pasa desapercibido que según el tal Fred, el Doctor Novak puede "hablar con los muertos" y eso no es algo común. Por más que este último intenta disimularlo al decir que es forense, rodeado de vampiros y cambiantes, no me extraña en lo más mínimo que ellos también sean bichos raros y tengan esa capacidad.
Nos retiramos al vehículo pues mi grupo no parece muy preocupado por eso. Al llegar a la privacidad del interior le pregunto a Kenneth:
- "Ahora que estamos solos, dime por favor que era para sus oídos eso de que ya no tenemos ninguna pista. Dime que tienes otro contacto o alguien te debe un favor o algo que nos diga donde poder buscar."
Entonces quedo estupefacto ante la idea de que esos hayan sido demonios, como dicen:
- "¿Así que eran demonios? ¿Que tan peligrosos son? El idiota decía ser capaz de acabar con Tatanka sin mucho esfuerzo, cosa que dudo mucho."
Miro al enorme chofer que tenemos y, sabiendo lo que es y viendo el enorme tamaño que tiene, pienso que debe ser una máquina de moler carne. No me gustaría hacerlo enojar pero el idiota de Fred no tuvo ningún reparo en amenazarlo como quien le ofrece una tunda a un niño.
Kenneth nos invita a una fiesta pero ninguno de mis dos compañeros se anima. Cuando Aaron niega, me río y comento:
- "¿Acaso ya te has divertido lo suficiente para varias vidas? ¡Ja ja ja ja! ¡Varias vidas! ¿Entendieron? ¿No?"
Dejo de reírme pues parece que mi chiste ha sido aburrido. Le respondo a Kenneth rápidamente para hacer que lo olviden:
- "¡Claro que iré! Nunca rechazaría la posibilidad de comer algo."
La verdad es que no creo que sea el momento de irnos de parranda pero no creo que el jefe haya olvidado el asunto. Tengo la esperanza de que cree que en esa fiesta podamos obtener algo interesante, ya sea de este asunto o de otro pero sí de importancia. Por otro lado, comer y beber tampoco me vendría mal. No sé hasta cuando me durará la buena racha y volveré a pasar hambre. Debo aprovecharla mientras la tengo.