Partida Rol por web

La noche era oscura y llena de secretos, vacía pero llena de sombras a la vez, estabas recostada en tu incomoda cama, dando vueltas, dejándote llevar por el tren de las ideas, no sabías a donde ir, no sabías que hacer, sentiste que la soledad era algo realmente pesado lo que te extrañaba en gran manera ya que nunca te consideraste algo demasiado social o de sentir la necesidad de estar junto a alguien.

Hacía tiempo que no vendías nada, lo que te incomodaba, sabias que había gente que hablaba a tus espaldas y eso ya no te molestaba, al menos ya no como cuando saliste de la compañía.

- Así es – oíste en medio de la oscuridad, sentiste como tus musculos no respondieron por un segundo ante tal susto, miraste al vacío, pudiste observar dos ojos realmente brillantes y eléctricos –

- Buenas noches Van – los ojos se hicieron figura, la figura se hizo mujer y esta a su vez se sento sobre una silla no muy lejana a ti – perdón por irrumpir de tal manera en tus aposentos, me presento, soy Aasiyah – se saca el velo que le tapaba casi todo el rostro, sonríe, sus dientes blancos junto a sus ojos extrañamente brillantes te hipnotizaron y sentiste rápidamente como esa belleza penetraba en ti hasta despertar tus instintos más básicos -

- He tenido sueños y alucinaciones antes, y esta definitivamente no es una normal, además las puertas y ventanas están trancadas, como las dejé- 

Retomo la compostura y trato de tomar las riendas de la situación..: -Buenas Noches, me presentaría como se debe, pero se nota que ya sabes quien soy, o por lo menos sabes mi nombre.-

Me levanto lentamente y me siento en la cama, sin apartar la mirada de ella, me levanto también lentamente, agarro la botella de Whisky de la cómoda de la cama, y le ofrezco un trago: -Bueno Aasiyah, generalmente yo sé de sobremanera a qué entran las mujeres a mis aposentos, pero ahora estoy un poco confundido, podrías decirme a qué se debe el honor de tu visita?, o en primer lugar, quién eres?.

La mujer rechaza la bebida con un ademan muy cordial, mientras seguía con la mirada y con una leve sonrisa en el rostro.

- En verdad lamento haber entrado así, sin aviso y sin que nos hayamos conocido antes, pero ya ves cómo es nuestro mundo, al menos al que nosotros pertenecemos…si, me refiero a ti y a mí, mi querido Van, se lo que eres y se algo de tu pasado, mas no se nada de tu futuro y es ahí donde me gustaría inmiscuir un poco – se mantiene callada por un tiempo, y luego de tragar saliva continúa – ¿has oído hablar del Tal´mahe´Ra? - termina mientras deja de mirarte para concentrarse en algun punto indefinido de la pared -

- Discúlpame, pero la verdad es que no soy de confiar en personas que no beben, llámame exceptico. Pero mejor que cambiemos de tema, y vayamos al grano, nunca antes había oído ese nombre. De qué se trata todo esto? -

Nuevamente sonríe ante tus palabras, se levanta de su asiento y camina hacia la ventana, como queriendo evocar aún más misticismo.

- No deberías confiar en nadie, ni siquiera en mi Van, pero no he venido para decirte lo que debes o no debes hacer, he venido para ofrecerte un pacto, un trato o como quieras llamarlo…siempre me consideraron buena en lo que hago, tanto que incluso me llamaron los no muertos para que trabaje con ellos…soy de la misma orden que tú, pero hoy en día camino en el valle de las sombras más oscuras a las que estamos acostumbrados, sobre tu pregunta, no es lo que son, sino quienes los conforman lo que debe de llamarte la atención y es por ellos que estoy aquí… – es interrumpida por una fuerte tos - …disculpa, ¿serias tan amable de servirme un poco de agua? -

-Un momento.. si la.mujer es de la misma orden que yo.. podría saber algo sobre mi padre y su paradero..-
Discúlpame, pero un pacto conlleva muchas cosas.. y todavía no sé qué ganaré con el mismo, y tampoco con quiénes será dicho pacto.
Si es que conoces mi pasado, sabrás por qué estoy aquí, y lo que busco... podríamos.empezar por ahí..
-le sirvo un copo con agua fresca-

Extiende su mano y toma el vaso mientras te observa con esos brillantes ojos.

- Noto mucha tristeza en ti Van, una tristeza pesada e impotente que constantemente te visita por las noches, es un dolor leve pero constante, conozco ese tipo de dolor, créeme, es como una parte oscura que se aferra a nosotros y se alimenta de nuestra felicidad…dime lo que necesitas y te diré lo que sepa -

- La miro fijamente a los ojos, tengo la impresión de que no tiene malas intenciones. Me pongo en un plan un poco más serio y prosigo..-

Tengo tres preguntas sencillas para hacerte:

1- Cómo sabes de mi, mi pasado y mis "capacidades". ?

2- Exactamente quién eres y qué buscas de mi?

3- Si es que conoces mi pasado, conociste a mi padre? sabes donde se encuentra?

Sonríe, Dios…esa sonrisa, no era natural, quizá era un ángel que venía para hacerte compañía o es que ya has muerto y ella había venido a buscarte.

- No Van, no soy un ángel – dijo helándote la sangre – sí, puedo leer la mente y hacer otras cosas con ella, pero no te preocupes, es la última vez que usare mis capacidades contra ti…al menos lo que queda de la noche –

Se sienta nuevamente y con un gesto te invita a que te sientes frente a ella, en tu cama.

- Paso a responder cada una de tus preguntas – levanta la mano colocándola a la altura de su rostro para luego levantar el dedo índice – digamos que pertenezco a una organización que trabaja en pos de recaudar la mayor cantidad de información sobre hombres y mujeres con capacidades excepcionales, hombres como tu o incluso yo, pero no a modo de invadir privacidades, sino más bien, como posibles miembros de la organización que te he mencionado recientemente – levanta el dedo del medio junto al índice, formando un hipotético numero – sobre quien soy, digamos pues, que soy una titalus o llámalo reclutadora si te parece más cómodo – levanta el dedo anular, aunque luego baja la mano a modo de acercarse a ti – sobre tu padre… - calla - …no sé nada Van, lo siento -

Escucho atentamente todo lo que dice la reclutadora... 

-Podría ser conveniente para mí, si esta organización es real, debe haber alguien dentro de ella que pueda conocer el paradero de mi padre, y tengo que descubrir que fue lo que pasó esa noche, en la que mataron a mi madre.-

 Veamos; como imaginarás, tengo muchas dudas ahora mismo en mi cabeza sobre éste asunto, pero con lo que me dijiste hasta hora, me vale, pero tengo una condición.

Resoplo un poco y bastante calmada solo te dice:

- Te escucho -

Quiero que vuelvas a utilizar tu magia hoy, ahora, en mí, puedes hacerme regresar a la noche en que mi madre fue asesinada, quiero poder ver todos los detalles que ocurrieron en ese momento. Sé que puedes hacer algo así.

La extraña, pero bella mujer posa sus ojos sobre los tuyos, mas allá de simplemente observar, estaba realmente mirándote, como hurgando en tu alma, barriendo en cada esquina y palpando cada punto oscuro que tu escondías.

Resopla bastante sonoramente, toma tus manos y sientes una extraña calidez que jamás habías sentido, no era una mujer común eso ya se sabía, pero ¿Qué tenía que la hacía tan cálida?, casi como si una madre estuviera reunida con su triste hijo.

- Van, el tiempo funciona de maneras extrañas, a veces de manera líneal, otras de maneras elípticas, otras veces de manera más caótica, existe muy pocos despertados con la capacidad de entender al tiempo en su vasta e indomable naturaleza y mis capacidades no dan para tal hazaña, me gustaría ayudarte, en verdad, pero no puedo…y no creo que sea algo que este permitido siquiera en pensar, no al menos en una sociedad que odia tanto a los espectros del pasado y teme a los del futuro mientras ignora a los del presente – te besa una mano casi de manera compasiva – estas perdido en este mundo buscando respuestas bajo rocas que yacen muy en el fondo de un mar invisible que solemos visitar conocido como la vida que dejamos ir, por lo que solamente puedo darte una opción mi querido Van, una sola, darte un objetivo en esta vida que no sea la de hundirte aún más en tu tristeza, eres un despertado con una amplia gama de habilidades que pueden esclarecerte mucho dentro la penumbra de la ignorancia…pero también y por sobre todas las cosas, eres un hombre que necesita combatir este demonio sin forma llamado depresión –

Se levanta, te acaricia el pelo y se posa frente a la puerta, saca un sobre y lo deja en un mueble cercano a ella.