Cuando Allan disparo a quemarropas en la cabeza del Salteador, otra vez salto sangre y trozos de cerebro para todos lados. El cuerpo se desplomo, los pies aun congelados al suelo... Y de pronto el cuerpo parecio desincharse, como si se descompusiera a una velocidad inusitada. De ella salieron decenas y decenas de serpientes de distintos colores, que escaparon rapidamente en distintas direcciones.
No podía con todo lo que dijo. Cada palabra se incrustaba en mi cerebro. Me pongo verde, mientras escucho todo lo que está diciendo. Durante años creí que ella murió de parto. Doy vueltas sobre mí misma, tratando de lidiar con esto. Es imposible. La señora que yace en el estacionamiento me enteró hace apenas unos minutos, y ni eso fue tan horrible como escucharlo, y aparte disfrutando de decirlo. Una cosa era imaginar la muerte de mi madre, y otra saber cómo fue y ver a su asesino regodearse. ¡La hizo sufrir! Vio como se los llevó. ¡La mató, ahorcada! ¡Una de las peores formas de morir, y lo disfrutó!
Me vuelvo a mirarlo, con la cara desencajada y las pupilas dilatadas. Recojo una de las armas que quedaron en el suelo. Me acerqué a él a pasos fuertes, sin pensar en nada más que sacarle la ubicación de mis hermanos a punta de pistola, cuando Allan le dispara...
– ¡No! – grité, y todo se volvió más enfermarme surreal. Veo un cuerpo descomponerse y trabsformarse en serpientes, escapándose en todas direcciones.
Solté el arma, sin poder creerlo. ¿Enloquecía? ¿Me drogaron?
No, esto se siente demasiado real. Es real, no sé cómo lo sé, pero es real. Y tengo dentro todo el dolor del mundo. Me llevo las manos a la cabeza, aún sin poder entender qué había sucedido.
Camino con grandes zancadas, sin poder procesar la confesión. Golpeé el capo del auto con ambos puños, una, dos, varias veces. Estaba llorando. La asfixió, con una correa. La ahogó y ella vio como los robaban. Grito de rabia y pena, sin poder controlarme. Estoy desquiciada. Veo a Allan, y enfurecida lo empujó, sin saber a dónde concentrar mi ira.
– ¡¿Qué está sucediendo?! – me doblé sobre mí misma. Mis manos crispadas temblaban al lado de mis orejas. Volví a verlo. – ¡¿Por qué escapó?! ¿Y DE QUÉ GENOMA ESTA HABLANDO?!
Después de todo lo que ha ocurrido.. me quedo un poco sorprendido por la situación.. y no me refiero al tema del "Salteador", sino a la chica.. la pobre está severamente traumada por lo que aparentemente le ha ocurrido a su familia. No trato de calmarla, en ese estado es en vano, sólo hay que dejar que se desahogue y asimile todo lo que está pasando..
-Allan... Creo que este es un buen momento para explicarnos qué ocurrió exactamente. Y también necesitamos saber qué es a lo que le llaman "Salteador". Le hablo de manera calmada pero un tanto exigente.. mientras quito un cigarro y mi encendedor del bolsillo, y lo enciendo. Con una seña le ofrezco también uno a los presentes.
La otra chica.. Alex, estaba más callada de lo normal, me intriga saber qué es lo que piensa sobre lo que ha ocurrido, y las preguntas que se podría plantear... siempre hace observaciones interesantes..
Allan apenas reacciono cuando Aveline lo empujo: Parecia enfrascado en profundos pensamientos. Como un automata, se movio hacia el auto y comenzo a quitar de encima los restos de los Hombres de Negro.
-Van, ayudame a limpiar un poco pidio tras acercarse a el y tomar el cigarrillo que le ofrecia. Lo encendio prendiendo fuego a uno de sus dedos, que luego sacudio para apagarlo No podemos volver al pueblo con el parabrisa lleno de sangre.
Tomo un poco de la nieve acumulada que habia cerca y la virtio en los lugares con sangre, usandola para remover las marcas mas obvias. No quedaba muy pulcro, pero al menos el coche no parecia salido de la Masacre de Texas.
-Aveline, cierto? dijo mientras hacia una pausa del trabajo en el auto para dar una pitada al cigarrillo que le colgaba de los labios Siento mucho lo que haz tenido que escuchar... Si te sirve de consuelo, no creo que estuviera diciendo la verdad. Probablemente solo estaba intentando provocarte para que lo liberaras. Se que tienes muchisimas preguntas, y las respondere lo mejor que pueda si vienes con nosotros. Aqui no es seguro, y me temo que quedan pocos lugares en Erebo que lo sean para ti.
Me relamo en su sufrimiento, me imagino descuartizándole de mil maneras. Voy a... Ploff. Me doy cuenta de su truco. Hijo de...Ante mi sólo quedan los rastros de una masacre. No estaba mal, Allan es un tipo capaz. si lo hubiese sabido, podría haberle atado y que no escapase. Pero ya es tarde, sólo queda retirar los cuerpos de los muertos.
Pero antes, lo que ninguno de esos cazurros ha hecho. Salgo del coche, mirándolo todo, y me acerco a la mocosa llorica. La doy un abrazo. Uno de esos que a mi no me dieron nunca en mi despertar.
- Ya está, ya está, ya ha pasado lo peor. Llora todo lo que quieras, cariño. No vamos a dejar que vuelvan a hacerte nada más- Dejo que el poco calor que exhalo se mezcle con ella, acariciándola. Mi abrazo es tibio, como mi propia esencia, pero más no puedo hacer. Quizás, sin darse cuenta ella, sea para mejor. La muerte es un paso por la vida. No quiere decir que yo no odie a los asesinos, nunca le perdonaré a Ryan lo que me hizo, pero hay que intentar seguir adelante. O eso intento decirme.
- Deberíais revisar los cadáveres, las armas nunca vienen mal. Allan, ¿crees que debería tejer una barrera de correspondencia? No quiero que los tecnócratas nos hagan una visita.
-He levantado una apenas paramos, pero no vendria mal que la refuerzes. Supongo que tenemos unas horas antes de que Erick se reporte con Control y empiecen a buscarnos.
Mientras hablaba, termino de quitar la sangre del parabrisas y se subio al coche, poniendolo en marcha.
-Arriba todos, no tomen nada. Todo el equipo de la Union puede autodestruirse o ser rastreado, y eso no nos conviene para nada. Si necesitamos armas, puedo construir algo mejor en el laboratorio que la porqueria standard issue de estos infelices.
Como si quisiera dar enfasis a esto, apreto el acelerador dos o tres veces, dandole gas al motor. Nunca lo admitiria abiertamente, pero la novata llorando lo incomodaba sobremanera: Preferia mil veces que volvieran a acribillarlo a tiros antes que lidiar con una mujer llorosa.
¿Qué no estaba diciendo la verdad? ¡¿Y de qué otra forma iba a saber que eran mellizos?!
Los escucho hablarse entre si, mientras yo sigo de pie, ante el frio y la oscuridad, sola. Soy incapaz de moverme de mi sitio. No escucho los pasos de la joven, o quizá los escuché pero no quise prestar atención, hasta que de pronto estoy envuelta en un abrazo. Estoy destrozada, y me he rearmado a mí misma más veces de las que nadie debiera, pero por Dios que necesito este abrazo. Recargo mi cabeza en su hombro, gimiendo, y dejo en ríos de sal y un llanto convulso toda mi pena, los horrores que he visto, la angustia de no saber dónde o cómo están, y el asesinato de mi madre.
Cuando me siento un poco mejor alzó la cabeza. Sigo llorando, pero alenos ya puedo moverme. Sus palabras fueron un bálsamo y aunque aún no sé cómo voy a encontrarlos, al menos puedo respirar. Aunque me salió triste, pude esbozar una sonrisa.
– Gracias. – la voz me salio quebrada y apenas en un susurro, pero pude decirle algo. – ¿Cómo te llamas? –
Dejo que mis manos acaricien el cabello de la joven, con cuidado, mientras robo su calor inconscientemente- Alexis, cariño. Vente, nos montaremos en la parte de atrás del coche- Tómatelo con calma, cuando lleguemos te explicaremos algunas cosas. se qué estas confundida, es normal. Bienvenida al Despertar, quizás te parezca una pesadilla ahora, los incultos son felices en la ignorancia, pero se pierden un mundo nuevo.
Con cuidado me la llevo al coche, y nos montamos en la parte de atrás, Nos tenemos que separar con el cinturón de seguridad, no quiero más sorpresas.
- Déjame que me encargue primero de ella un poco y me pondré. Quizás lo único bueno es que tu amigo no me ha visto hacer magia debido a su bloqueo mental sobre mi, menos mal, no soy una luchadora de linea como vosotros, tengo que ingeniármelo más. Para la próxima, creo que puedo evitar que se convierta en un enjambre. Aunque dudo que le pillemos tan bien, creo que soy la única de nosotros que actualmente puede moverse por Erebo a simple vista y pasar desapercibida con facilidad.
Siguen hablando de muchas cosas que no entiendo, como "la unión", "barrera de correspondencia", "enjambre"... Alexis mencionó "Despertar". ¿Magia? ¿Eso es lo que sucede?
Me siento junto a Alexis en la parte trasera del auto. Sigo asimilándolo. Necesito muchas explicaciones y respuestas. Me quito la chamarra y la pongo sobre Alexis ofreciéndosela con una leve sonrisa, pensando que podría tener frío. Quizá ella también acaba de llegar a Alaska. Yo aguanto el clima por todo lo que practiqué en Patinaje sobre Hielo. Recargo la cabeza en su hombro, agotada por todo lo que sucedió.
Soy una campeona olímpica estadounidense, no creo que me sea tan fácil pasar desapercibida. De niña me encantaba Alaska, pero ni en pesadillas me habría imaginado todo esto. Quizá sea cierto que vine a uno de los lugares más peligrosos, pero es donde tengo que estar. No pienso irme de aquí sin mis hermanos.
Allan está en el asiento delantero. Me inclino hacia él y pongo una mano en su hombro.
- Gracias por salvarme.
Por el espejo retrovisor, Allan le dedico una rapida sonrisa a Aveline.
-Ni lo menciones... Ehh... saco su celular del abrigo con una mano mientras con la otra conducia para fijarse algo en la pantalla Aveline
Tras unos minutos de conducir, y tras asegurarse de que nadie los seguia, el Adepto finalmente aparco su mustang en el estacionamiento del edificio donde vivia. Guio a sus tres compañeros hasta el subsuelo del complejo, hasta un sotano desvencijado...
Escena finalizada! Con Horel estamos hablando de ir repartiendo la exp con bonificaciones por el tiempo que paso desde la ultima vez esta semana.
Para la proxima tratemos de agilizar las cosas (te estoy mirando a vos Van): Esta escena tenia que durar 2 o 3 dias irl, y terminamos con casi 3 semanas.
Seguimos en la escena del laboratorio