Partida Rol por web

8 de enero, 2018

00: 00hs

Finalmente era el dia, err... La noche. Desde un mes antes del termino de clases que estaban organizando esto, los alumnos de casi todos los cursos de la secundaria: Antes de que finalizaran las vacaciones de Navidad, se iba a celebrar la rave mas grande que Erebo hubiera visto en toda su aburrida existencia.

Se habian hecho preparaciones para que pudiera llevarse a cabo en un claro del bosque añedaño a la ciudad, y el mismo estaba rodeado por fortisimas y altas fogatas rugientes, al parecer alimentadas por gas, cada una de un color distinto, ademas de una fuerte lona colgada de los arboles mas cercanos, que protegia la pista de la nieve y el frio en general. El sistema de sonido era algo impecable, y Matt podia ver con cierta envidia y fascinacion mezcladas la plataforma donde el DJ trabajaba. Estaba tan absorto, de hecho, en la calidad del sonido y la forma en que hacia bailar a sus compañeros, que le aparto por un rato de la mente esas visiones tan molestas que venia teniendo desde hacia tiempo, y que nunca se habia animado a compartir ni con su madre: Aquella fantasa de el mismo, mas adulto y mejor (a falta de mejor termino) que se empeñaba a aparecersele en los momentos mas inoportunos no tenia cabida en la fiesta.

No solo habia ido gente de la secundaria: Parecia que cualquier persona de 14 a 35 años en el pueblo habia acudido, lo cual parecia explicar la calidad de la infraestructura del evento: La bebida corria libremente, igual que los snacks, y aunque se pronosticaron casi -15 grados celcius esa madrugada, la fiesta era calidad y movida.

Iba por su segundo o tercer trago (nada demasiado fuerte, aun) y decidiendo cuando unirse a la rave propiamente dicha, cuando su amigo Mel se le acerco, haciendo señas para que sea discreto.

-Duuuude le dijo en susurros mientras juntaban las cabezas Aquel tipo de alla tiene Maria! Te animas?

Mel era uno de sus mejores amigos, y se conocian desde que eran practicamente bebes. Era un chico de ascendencia inuit y bastante menos favorecido que Matt, y aunque se movian en distintos circulos (Mel era un gamer mas tipico que Matt, que si bien jugaba videojuegos no era un estereotipo andante), su amistad seguia siendo solida como la roca. De hecho se complementaban bastante bien: Mel, mas retraido e introvertido, solia ayudar a Matt en cosas que no se le daban bien, como cuidar a Asher o ciertas asignaturas, y Matt a su vez, social y extrovertido, trataba de mejorar la postura social de su compañero siempre que podia.
Mel era al unico que le habia comentado acerca de sus alucionaciones y las nuevas sensaciones que venia sufriendo desde hacia un tiempo, y este se habia mostrado muy comprensivo y dedicado a ayudarlo. No habia tenido demasiado exito, eso seguro, pero lo intentaba.

-Tu ya has fumado, verdad? insistio, al ver que Matt vacilaba, hasta entonces completamente absorto en el ritmo y las idas y venidas del DJ Vamos hombre, help a brotha out. No me animo a hacerlo solo.

-Va, vamos -dijo Matt, volviendo de su ensimismamiento. Ni siquiera sabía a qué le había dicho que sí, seguía un poco absorto en la música. Se sentía un poco inconsciente, como en duermevela.

-Hostia puta -exclamó, ignorando lo que decía su amigo-. ¿Ha venido todo el mundo o qué?

-Oye, te sientes bien? pregunto Mel, preocupado al verlo asi Estas como ido...

La musica estaba alcanzando su summit. Podia sentirlo en lo mas profundo de su ser, vibrando con cada particula de su cuerpo. Y entonces paso.

Otra de aquellas alucionaciones, cada vez se hacian mas y mas realistas y mas frecuentes. Vio un cisne negro atacando un enorme gigante hecho de cables y metal. Vio un hombre con alas volando sobre el oceano, elevandose al sol, pero cuando esta por alcanzarlo las alas se queman, y el hombre cae. Vio una mujer bañada en sangre y cubierta en ceniza ahorcando un cadaver sonriente...

Se encontro bocarriba en el suelo, con la cara de Mel mirandolo preocupado. Matt se levanto rapida y agilmente, pero habia llamado bastante la atencion. La gente comenzaba a murmurar y la musica estaba mas calmada. Al parecer habia tenido un ataque.

-No vieron nunca a nadie borracho o que? grito Mel, dispersando a la multitud No hay nada que ver aqui! Sigan con lo suyo.

Lo ayudo a ponerse de pie mientras todos volvian a la fiesta como si nada hubiera pasado. El tenia aun una expresion preocupada.

-Que te paso?

La fiesta era un exito. Despues de las revelaciones del dia anterior, un poco de levedad no le venian nada mal a Li. A unos cuantos metros, Kenneth (que lo habia convencido de venir) estaba rodeado de un par de chicas en edad universitaria o menos incluso.

Con un trago en la mano (nada demasiado duro, aun), Li no podia sino sentirse cautivado por el lugar donde habian montado la fiesta: Se habian hecho preparaciones para que pudiera llevarse a cabo en un claro del bosque añedaño a la ciudad, y el mismo estaba rodeado por fortisimas y altas fogatas rugientes, al parecer alimentadas por gas, cada una de un color distinto, ademas de una fuerte lona colgada de los arboles mas cercanos, que protegia la pista de la nieve y el frio en general. El sistema de sonido era algo impecable, y Li podia ver claramente la plataforma donde el DJ trabajaba. Estaba tan absorto, de hecho, en la calidad del sonido y la forma en que hacia bailar a los demas, que le aparto por un rato de la mente esas revelaciones que le ponian los pelos de punta.

Pero habia algo mas acerca de esta fiesta. Algo que lo llamaba, y no podia decir exactamente que era...

A Kenneth no le costó mucho convencerme de acompañarle a aquella fiesta pero la verdad es que, una vez ahí, entendí que es lo más genial en lo que había estado en mi vida. Aquella disposición, aquella "infraestructura", el ambiente completo que se vivía, nunca había visto una fiesta así y el solo aire es hipnótico.

Me dejo llevar por todas las sensaciones que hay en el sitio, impregnándome con lo que estoy viviendo. Deseo sentirlo todo y aprovecharlo a fondo.

El jefe está con dos jóvenes y no me extraña en lo más mínimo, pero yo me dirijo directamente a atacar con toda la furia del dragón, la mesa de bocadillos. Pongo cara de distraído para que no piensen que vengo solo a comer pero por varios minutos tengo la boca llena sin parar. Mantengo mis pies en movimiento como quien baila pero es mi mano la que más rápido se mueve al llevar la comida a mi boca.

Luego de eso, un trago de cerveza. Suave para comenzar ahora que ya tengo algo en el estómago. La fiesta ahora empieza y es hora de disfrutarla.

-Dude, busquemos un lugar donde sentarnos -dijo, casi sin aliento.

La cabeza le vibraba. No entendía nada.

-Una alucinación... No... no entiendo. No hemos tomado nada, ¿verdad? ¿Me has echado algo en la bebida? No tiene sentido...

De pronto, el vello en la nuca y los brazos se te paro, como si se hubiera electrificado el aire. Un escalofrio recorrio tu cuerpo, que se puso en alerta: Habia otro cerca. Otro como vos.

Mirando alrededor intentando no llamar la atencion, James pudo ver a un chico que cayo tras una breve convulsion, y como un amigo de este lo levantaba y dispersaba a la multitud. No pudo oir lo que los dos jovenes hablaban, pero estaba seguro que la sensacion que ese sexto sentido que tenia le marco venia de uno de ellos.

Lanzo una mirada alrededor, buscando a Kenneth, pero al parecer se habia escabullido. Si iba a hacer algo, tenia que hacerlo solo esta vez.

Aquella sensación, la presencia inequívoca de un mago en las cercanías, es algo que no puede confundirse. Miro alrededor y lo que veo es a un chico que parece haberse desmayado y a otro que le ayuda. No sé cual de los dos es precisamente pero me acerco a ambos.

Uno de ellos dispersa a la multitud y me abro paso entre las personas para quedar al lado de ellos mientras hablo:

 - "¡Permiso! ¡Disculpen! ¡Yo tengo conocimientos de medicina! ¡Puedo ayudar!"

Le hablo al chico que está bien:

 - "Debemos llevarlo a un lugar más tranquilo en el que pueda examinarlo mejor. ¿Cuales son sus nombres?"

Intento ayudarles para así poder movernos a un sitio en el que estar con calma. Ahí podré tratar al chico con problemas y averiguar cual de los dos es un mago. No sería malo conocer a alguno en esta ciudad, sobre todo uno que pueda unirse a la lucha que está por venir.

-Claro que no te eche nada en la bebida! respondio Mel, entre ofendido y preocupado Crees que sea... Eso que tu sabes?

Antes de que Matt pudiera responder, un hombre en la tardia veintena con pinta de atleta y rasgos asiaticos se abrio paso entre la multitud que se dispersaba. Clamaba tener conocimiento medico, pero aun asi Mel medio se interpuso entre los dos. Parecia bastante preocupado.

-Estamos bien, gracias dijo, intentando parecer rudo, pero la verdad era que la voz le temblaba Mi amigo solo esta un poco ebrio...

Matt, sin embargo, podia sentir que era algo mas. El hombre que se habia acercado era distinto. A falta de mejor palabra, sentia una especie de armonia emanando de el. Como dos instrumentos que se complementan en vez de desfasarse.

El acompañante del chico no parece querer cooperar conmigo para sacarlo de allí. De hecho, parece que simplemente quiere que no intervenga. Creo pensar que él sabe algo y teme que otros se enteren. Es muy obvio pero a la vez no parece completamente seguro de lo que quiere, por lo que le miro con reproche y un poco de mal genio antes de responderle:

 - "El alcohol no causa esto. Tu amigo puede estar teniendo una crisis grave. ¿Acaso no te importa?"

Sin esperar su respuesta, tomo al otro chico por el brazo y le hablo:

 - "¡Ayúdame a sacarlo de aquí, ya!"

Le miro feo para que me ayude a sacarlo de ahí. No sé quién de los dos sea el mago ahí pero corre muchos peligros, más de los que debe pensar y sacarlo de ahí es la mejor forma de salvarle la vida. Ya me quedó claro que en Erebo siempre hay algún maldito monstruo mirando y temo por que sea el monstruo equivocado el que lo encuentre.

-Estoy bien, estoy bien... -dijo Matt, extrañado- Debió ser un bajón de azúcar, no se preocupe.

El hombre lo había sobresaltado, como si tuviese algo raro. Sacó el móvil y se miró. Parecía normal. Tan blanco como de normal, vaya.

-De verdad...

-Oye, crisis grave...? repitio Mel, alternando una mirada nerviosa entre James y su amigo Matt, quizas deberiamos volver a casa o algo, no crees?

Cuando el artista marcial tomo a Mel por el brazo, Matt definitivamente sintio algo. Era como si, por primera vez desde que las visiones comenzaran a aparecer, alguien hablaba su idioma madre.

A su alrededor, la fiesta seguia como si nada. La musica retumbaba, la bebida corria y las llamaradas de distintos colores rugian. Pero Matt y James oyeron en su mente, con aquel sexto sentido propio de los Despertados, que unos cristales se rompian mientras un monstruo rugia y que alguien daba su ultimo aliento. Lo sintieron claro como el dia, como si estuviera pasando frente a ellos. Sin poder evitarlo, ambos dos volvieron la cabeza al mismo tiempo y al mismo lugar: las profundidades del bosque, bien alejado de la fiesta.

Al tocar a aquel joven, me queda completamente claro que él es quien ha despertado de los dos chicos. Le miro de frente y le sonrío pues estoy seguro de que ha sentido lo mismo que yo. Pero entonces, aquella sensación proveniente del bosque no es algo que esperaba y, definitivamente, tampoco algo que me gusta que suceda.

Mis pensamientos se van de frente a lo que he vivido estos últimos días:

"¿Será uno de esos experimentos saliendo de su frasco? ¿Habrán conseguido lo que querían y que nosotros tanto tememos? Solo espero que si así fue, el que murió sea uno de esos mismos bastardos y no algún pobre tipo designado como desayuno."

No conozco esta ciudad ni los terrenos circundantes, por lo que no sé de quién será propiedad aquel bosque o los territorios en él. Me imagino que son propiedad de los garou y eso explicaría lo poco cooperativo del anciano en la reunión. Por otro lado, no me imagino que ellos estén tan desesperados y cegados para meterse en esa idiotez.

Miro al chico nuevamente y le hablo:

 - "¡Tenemos que hablar, Matt, ahora!"

Doy un vistazo hacia el acompañante de Matt, que dijo su nombre en voz alta y por eso lo sé. Parece que sabe algo del secreto del chico pero solo él sabrá cuanto está dispuesto a revelarle de las cosas que puedo decirle y que quizás no sepa pero debe conocer si quiere sobrevivir a lo que se viene y que, por lo que ambos sentimos, ya ha comenzado.

Las visiones aterraron a Matt. Aunque había experimentado algunas visiones, nunca habían sido tan terroríficas. Se sintió desnudo en aquel momento, al ver que aquel hombre se giraba hacia el mismo sitio que él. ¿Habría experimentado lo mismo? ¿O habría descubierto que se estaba volviendo loco gradualmente? ¿Sería por haber tonteado con las drogas? No, no le gustaba aquello. Sentía como si la hubiese cagado, que aquello que le ocurría debía ser secreto y que aquel desconocido lo había descubierto.

-Podemos hablar aquí, Mel puede enterarse de lo que digamos.

Miró a los ojos al hombre, pero ya no sonreía. Parecía entre curioso y preocupado.

-¿También has sentido eso? ¿Y tú, Mel?

El chico parece dispuesto a hablar y no tiene secretos con su amigo, al que presenta como Mel. Asiento a sus palabras excepto porque este no es el lugar para hablar. Le respondo a la vez que le muestro el lugar a nuestro alrededor:

 - "Hola Mel, es un gusto, pero no creo que este sea el lugar apropiado para estos temas. Vamos los tres pero salgamos de aquí en medio."

A nuestro alrededor, hay mucha gente en una fiesta y estoy seguro que más de uno está atento escuchando lo que estamos diciendo. Si no fuese que estuviésemos en medio de un lugar así, no habría problema pero estamos rodeados de personas, algunas que no respetan mucho el espacio personal y eso no es algo a ignorar.

Respondo entonces a lo siguiente que Matt pregunta, pero le contesto un poco más bajo:

 - "Sí, lo sentí y creo saber qué es aunque no son buenas noticias."

Miro a su amigo y espero a ver si quieren que nos movamos a un lugar más privado. La gente que se agrupó cuando empezó el asunto se ha dispersado un poco pero siguen estando presentes y atentos. Si Erebo es como he visto hasta ahora, más de uno será un ser sobrenatural y corremos peligro de decir las palabras equivocadas. Mejor no correr riesgos.

De pronto el Dragón rugió muy en tu interior, era como una punzada muy doliente que te atravesó la membrana imperceptible de tu ser.

La punzada te iba guiando hacia el sudor, las lágrimas y las fuerzas de un viejo que guerrero que poco a poco había dado paso a una muerte dolorosa.

No era lejos de ahí, sabias que podía ser peligroso así que te volteas y con lo que sabias que era un simple movimiento de manos a modo de realizar un sello manual, haces que el tal Mel duerma como si fuera que se había pasado de copas.

8 de enero, 2018

01: 07hs

El oriental se acerca a Mel y con un extraño movimiento de la mano, lo hace caer en un profundo sueño.

- No hay tiempo – dice y te toma del brazo – no me obligues a hacer ninguna estupidez, esto es algo muy serio –

El hombre casi a rastras quita al joven del lugar sin que nadie se diera cuenta y comienza una carrera contra el tiempo y el clima hacia un punto desconocido para Matt.

Al poco rato llegan a una casa, estaba alejada del todo y completamente a oscuras, el oriental aliviana sus pasos a modo de evitar hacer el menor de los ruidos.

Se cubre la espalda con el frio muro de madera del edificio y avanza muy lentamente hasta llegar a la puerta de entrada, la cual estaba abierta y con rastros aparentemente de sangre.

La escena dentro era simplemente inenarrable, pudieron ver cuerpos mutilados de hombres y mujeres en lo que alguna vez fue una acogedora vivienda, miran, notan que era el rostro de un hombre joven el que estaba completamente rasgado y boca abajo; una mujer no era nada más que un torso que colgaba por una madera en la pared, como si se tratara de una mórbida decoración incrustada con una fuerza demoniaca; también notaste el cuerpo cuyos brazos fueron desmembrados de un hombre más maduro el cual descansaba en el piso muy cerca a la mujer.

Matt apenas pudo contener el vómito por unos instantes, era entendible, demasiadas cosas que procesar en tan solo unos minutos.

La cálida mano de un ser puramente hermoso se posa en el hombro del muchacho desde atrás, se trataba de una mujer, con los ojos tan azules que brillaban en la oscuridad como si se tratara de un par de truenos concentrados en un rostro tan fino con facciones árabes.

- Cuidado, el que queda vivo puede atacar – se limita a decir para luego ingresar a la sala –