Partida Rol por web

El Adepto soporto los golpes de los soldados ciberneticos apretando los dientes y maldiciendo hacia sus adentros. Lo unico bueno que podia salir de esto era que al menos no estaban golpeando al resto... O eso pensaba, cuando desde el rabillo de su ojo vio como un par de balazos impactaban en Li.

Apretando los dientes, puso toda su vigor en blandir su baculo, buscando la cabeza y cuellos de sus oponentes. No importaba si quedaba totalmente vulnerable, si esto seguia asi se iba a poner cada vez peor.

Los tres cyborgs a los que Allan se enfrentaba cayeron tras una seguidilla de rapidos y furiosos golpes que destrozaron sus cascos y armaduras, al igual que sus cuerpos. Uno de ellos volo unos metros al recibir un golpe del baculo en el estomago, y choco contra la pared con fuerza, cayendo como un muñeco de trampo.

Li, por su parte, al ver que su objetivo original era molido a bastonazos, volco su atencion sobre el mismo que le habia disparado, dandole un golpe con el dorso de la mano en el cuello, rompiendoselo con un tetrico crujido.

El unico de los que quedaba intento disparar, inmutable, pero gracias a la manipulcion energetica de Aveline el visor electronico de su casco se descompuso. A esto se les sumo una serie de sensaciones provenientes de Nic, que hicieron que el confundido cyborg disparara al azar, retrocediendo confundido e intentando disparar a enemigos que simplemente no estaban alli.

Li y Nic aprovecharon este instante y el hecho de estar mas cerca para rodearlo y ponerle fin a su miseria con un tajo al pecho y una patada en el cuello. Al caer, su casco se desencajo del resto de la armadura cosporal. Era el mismo rostro que Allan, congelado en una mueca de horror al morir, segun el creia, acosado por fantasmas.

- NO! NO NO NO! grito histerico el doctor Ligma por el intercomunicador, observandolo desde la otra sala por medio de unos monitores - MALDITOS SEAN! TIENEN UNA IDEA DE CUANTO TIEMPO EN INVESTIGACION Y DESARROLLO ACABAN DE DESTRUIR?! CREEN QUE MIS FONDOS SON INTERMINABLES?! AAHHHG!!!

Siguio desvariando, apenas logrando dos o tres palabras entendibles entre gritos y blasfemias, mientras el grupo se acerco con rapidez a la puerta por la que el cientifico habia huido. Era una puerta de hierro pesadisima y de aspecto impenetrable, del tipo que usan en refugios nucleares. Estaba cerrada a cal y canto, y la consola que la abria habia sido destruida por una de las balas perdidas del ultimo cibersoldado.

Los soldados o robots o, la mierda que hayan sido realmente, terminan siendo destruidos por nuestros esfuerzos conjuntos. Sonrío a Allan y a las chicas, pues no lo hemos hecho tan mal, considerando que hemos derrotado a unas bestias monstruosas. No está del todo mal cuando trabajamos juntos.

Miro con desconfianza y hasta una sensación desagradable me recorre el cuello cuando miro demasiado las "obras" de aquel enfermo detrás de la puerta reforzada.

"¡Que ganas de callarle su puta boca a patadas! No, espera. El camino es para defenderse, no para atacar."

Así que decido que, sí tengo la oportunidad de tenerlo de frente, le daré un puñetazo estilo L.A. para que no se diga que uso el Do de forma inapropiada.

Miro a Allan y le pregunto:

 - "¿Y ahora que?"

Digo mientras señalo la puerta metálica con la barbilla. La verdad es que parece ser una puerta mucho más resistente de lo que soy capaz de derribar de una patada y, para ser del todo sincero, no poseo muchos más recursos que mis patadas.

Entonces me doy cuenta de que el daño de las balas ha sido considerable. Hago unos cuantos sellos con las manos y luego las froto para juntar calor. Cuando ya están más calientes, las pongo sobre las heridas para ver si consigo ayudar a que sanen.

"El Reiki y la medicina china ancestral hará que mi chi sane mi cuerpo. El alma y la mente pueden por sobre la carne."

Me concentro para sanar algunas de mis heridas con esa técnica milenaria mientras decidimos que haremos para cruzar ese umbral y poder acabar con el idiota de Amalgama. Debemos destruir la baliza o como se llame para que los sirenomans dejen de atacar Erebo. Eso es lo primero y no sabría reconocer aquella cosa ni aunque me chocara de frente.

La pelea había terminado... por el momento. perecemos viejos perros lamiendo nuestras heridas, pues todavía queda trabajo que hacer. La puerta permanece bloqueada, e intercambio una mirada con mis compañeros - .¿Alguien tiene una idea? Sin paradoja, please, sino me podría meter por el hueco y ver que hay al otro lado -

Mi mirada vuelve hacia nuestro cabecilla, sangrando por todo el cuerpo. Heridas peliagudas...

- Allan, me ocupo de esas heridas a nuestra vuelta, porque llevarán tiempo para ser sanadas.

Todos tenían una puerta que separaba a la cábala de su destino final, puerta que fácilmente cedió ante las capacidades informáticas de Allan, por lo que, sin problema alguno, ingresaron al lugar para revelar su interior.

Era un cuarto completamente metálico, con tuberías recorriendo casi cada recoveco del lugar, tuberías que iban conectadas a una última capsula, semejante a las que vieron antes, pero con un solo sujeto ahí dentro, uno joven, quizá de unos doce o trece años cuanto mucho.

Flotaba dentro con algunos tubos conectados en su boca y cono los ojos cerrados, era un niño, estaba desnudo y al parecer no sentía la presencia de los que habían ingresado al lugar.

No se observaba al tal Jerry por ninguna parte y no había posible escapatoria por ningún lado, sin embargo, Alexis, percibe algo extraño ahí dentro, palpando las paredes, nota como había una zona con un relieve que no cuadraba con la infraestructura del lugar, por lo que con sus uñas intenta escarbar, topándose así con una puerta secreta que daba acceso a una habitación aún más pequeña y con Jerry dentro quien tenía un cuchillo alzado con su mano derecha, temblando y con los dientes apretujados.

- Él llegará pronto, nadie podrá detenerlo… - dicho esto, se lleva el cuchillo en el cuello y se abre una herida que rápidamente le hizo soltar grandes borbotones de sangre que estaba empezando a ahogarlo -

El cuarto secreto, era realmente pequeño, con un escritorio y una pizarra enfrente con cientos de recortes, líneas trazadas, mapas con anotaciones y fotografías de todo tipo, desde personas hasta lugares.

La escena parece sacada de una película de detectives locos soñando con Cuthlhu. ¿Qué demonios? Cuando todo parece tener menos sentido, la situación empeora aún más... El loco con el cuchillo suicidándose ¿Qué se creía que estaba haciendo? Igual le hubiese matado yo... una vez le hubiese sacado las respuestas. Y eso voy a hacer. Le desarmo, y con un movimiento de la mano, le toco, cogiendo una aguja y clavándola, No se si servirá de algo, pero tengo que preservar al viejo loco, pinchando sus puntos de energía corporales. Me va  a contar que diablos es su plan... o se lo sacaremos a las malas.

Allan no pudo evitar quedarse mirando al jovencito en el vats... Sabia de sobra quien era. Y Aveline tambien.

Antes de que ella llegara a hacer algo le tomo del brazo con firmeza.

-Yo me encargo. Si lo sacas sin compensar puedes dañarlo.

Comenzo a operar la consola con el ceño fruncido, y apenas se dio cuenta cuando Alex descubrio la sala secreta. Los siguio, y no pudo evitar sentir una cruel satisfaccion al ver a Jerry suicidarse. Por suerte para ellos, la Euthanatos fue rapida al actuar, que logro estabilizarlo.

-Ava, Li dijo indiferente, pasando a su lado y manchandose las botas Ayudenla. Necesitamos toda la informacion que hay en esa enferma cabeza.

Sin miramientos, comenzo a fotografiar el mural con el siniestro collage. Luego salio del cuarto y comenzo a ocuparse de sacar al hermano de Aveline de aquella capsula.

¡¿Y el bastardo infeliz todavía se atreve a quejarse del tiempo destruido?! ¡Tiempo fue lo que le robó a todos los que sus investigaciones destruyeron!

Aprieto los puños, casi haciendo crujir el celular que traía en la mano. Es personal. Lo voy a…

Negué a Alex, con la cabeza. No, no tenía ni idea. Ver a Allan y a Li así de heridos y no saber qué hacer para ayudarlos me hacía sentir peor. Li pregunta “¿ahora qué?”. Me acerco a él, para tratar de ayudarlo. Él y Allan soportaron grandes daños. Comienza a hacer algo. Veo los movimientos que hace con sus manos. Me quedo en silencio, concentrada en ver que es lo que va a suceder, porque creo que es parte de un ritual. Veo que pone las manos sobre sus heridas.

A ver… si no tengo instrumental médico… que no sea para tortura… tengo que encontrar otra forma de ayudar a sanar a mis compañeros. Puse el teléfono en la oreja, para mantenerlo cerca usando el hueco del hombro de apoyo y poder manipular mis manos. No salían luces ni nada parecido a efectos especiales de Li. Froté mis manos, tratando de ver si sentía algo diferente.

Escucho algo, en el celular. Susurraba a Matt. Me altero en un principio, pero luego llegan las buenas noticias. Casi se me doblan las rodillas. ¡Gracias a Dios!

— Kenneth está ya con Matt. Estoy segura de que su familia está con él. — les expliqué a los demás. Me apoyé sobre las rodillas, riendo de alivio. ¡Estaba bien!

La puerta se abrió. Tomé de inmediato el celular otra vez, aferrándolo a mi mano. Volví a recordar que estábamos en un laboratorio infernal, que algo podía saltarnos de la nada, y que ese maldito loco estaba aún suelto por allí. Instintivamente me acerqué a Alex y a Allan, de nuevo.

Tuberías, todo está lleno de tuberías. Pero mi vista se clava en un punto. No… lo que veo…

Es un niño. En un… como si fuera…

¿…Por qué tendrían un niño…?

Se me vuelven a doblar las rodillas. Quedé en el suelo, mirando el cuerpo, los ojos y la boca abiertos. El celular cayó al piso. No escucho lo que está sucediendo. Podrían haberme matado, no me habría dado cuenta. Mi mente trabaja con mil ideas a la vez, demasiado… en shock para moverme en un principio.

No, no, no, no…

Me levanto de un salto y corro a la cápsula. Pongo las manos en el cristal y lo golpeo, tratando sin pensar el ver si podía hacerlo despertar. Me separo de la cápsula, pero para buscar en mi desesperación cualquier cosa con la que pueda romper el cristal. Cualquier tuvo, ¡lo que sea!

Tomo una de las tuberías con ambas manos, apoyo mi pie en la pared para tener un punto de apoyo, y comienzo a jalarla. Un borde afilado me atraviesa el guante y me lastima la mano, pero siento que está comenzando a ceder y jalo con más fuerza, apretando los dientes. Siento que me toman del brazo. Alzo el puño para golpear a quien sea que me intenta detener, pero me encuentro con Allan. Me quedo con el puño en el aire, asustada. Ni siquiera tengo la mano bien cerrada para dar un buen golpe.

Dice que se va a encargar. Me acerco junto a él a la consola, recogiendo el celular en el camino. Estoy temblando de pies a cabeza, moviendo los pies, demasiado ansiosa. Veo de nuevo a la cápsula. Se ve sano, por fuera se ve sano, pero no sé qué pudieron hacerle. Me llevo el puño a la boca, tratando de contener la ansiedad, rogando a toda deidad habida y por haber que pueda sacarlo.

Se abre una puerta. Alex está allí. Y veo a ese maldito, con un cuchillo en la…

Me giro, llevándome una mano a la boca. Aun dando la espalda a esa escena de horror, giro la cabeza cuando siento a mi lado a Allan irse para para ver a Alex hincándose junto al cuerpo. ¡Maldito loco!

No me alcanza ya ni para odiarlo, solo quiero que mi hermano esté fuera de aquí. Siento calor en el brazo. Abro la mano izquierda otra vez, viendo por fin que estoy sangrando. Me vuelvo a poner el celular en la oreja y el hombro, y me quito el guante con la otra mano, sintiendo los ojos nublados por las lágrimas. Aprieto la palma de mi mano con la otra, tratando de aplicar presión y detener el sangrado. Me doblo en mí misma, aun llorando.

— ¿Qué te hicieron? — pregunto, en medio del llanto. Todo mi cuerpo se sentía helado. Mis propias lágrimas heladas. Alcé otra vez la cabeza, para verlo, y tuve que volver a apretar los ojos por el dolor emocional... — ¡De aquí no me mueve ni Dios, no hasta que mi hermano esté afuera de esa cosa! — no, no me iba a ir...

... Y siento calor en las manos.

Aprieto más las manos, una contra la otra, sorprendida. Algo está pasando. No sé que, pero algo está pasando. Allan regresa. La sensación de mareo es tan súbita que tengo que apoyarme de él para no caer, antes de sentir una extraña fuerza de nuevo. No sé cómo funciona lo que lo cura por dentro, pero siento que sigue herido. Recuerdo lo que hace Alex con la sangre, y sin pensar, apoyo mi mano cortada en una de sus heridas, en el hombro. Siento una energía invisible ir de mi mano a su herida, atravesar su carne y encontrar algo en su tejido. No parece suceder nada por fuera, pero por dentro puedo sentir como su sanación, acelerada por aquello que recorre su sangre, trabaja más rápido y mejora su estado físico. Aparto la mano, para verla de cerca. Es... es algo similar a lo que siento cuando altero las cosas a mi alrededor. 

Lo tengo... lo tengo...

Me quedo viendo a Allan, sorprendida. Lo abracé. Me había sentido sobrepasada. Fue demasiado, pero tengo que estar a la altura de las circunstancias si espero poder sacarlo de aquí. Mi hermana... aun tengo en el abrigo la fotografía. ¿Lo que dijo la enfermera es cierto? Si es así, tengo que encontrarla también. Desmoronada no voy a servir. Allan está enfrentando sus demonios en una pieza, tengo que poder hacer lo mismo.

— Lo... lo siento por la histeria... — miro de nuevo a la cápsula. No quiero dejarlo, así sean pocos metros no quiero dejarlo, pero tenemos que ser un equipo. Tengo que confiar en Allan y apoyar a Alex. Trago saliva, aun buscando voluntad para irme. — Sácalo de allí, por favor. — le pido, pero en el fondo sé que lo hará. Le sonrío, débilmente. — Gracias.

Aprieto su hombro de nuevo, antes de apartarme y caminar hacia el cuarto. Me hinco junto a ese bastardo infeliz. No sé qué hicieron, pero está volviendo a respirar.

— ¿Qué necesitas que haga? — le pregunto a Alex, llena de determinación. Se ha vuelto mucho más personal…

Li se inclina. Ahora entiendo, lo que tenemos que hacer es curarlo. Trato de no pensar en como funciona esto, porque los he visto realizar cosas que no se aplican a las leyes de la física, pongo mi mano herida sobre su cuello, apretando el torniquete de Li.

Me siento un poco mejor después de mi rito pero cuando abro los ojos, tengo a Aveline cerca, demasiado cerca mío. Nunca había tenido a una chica cerca, sobre todo una tan guapa y comienzo a ponerme nervioso. Me mira como preguntando si siento algo distinto y solo atino a sonreirle como idiota mientras muevo mi cara de arriba a abajo pues claramente no le diré lo que siento ahora mismo y mucho menos sabiendo que tiene algo con Allan.

"No quiero un golpe de ese bastón eléctrico en mi orientales pelotas así que mejor pienso en otra cosa."

Por suerte, Kenneth le habla y se aleja un poco al recibir las noticias. Eso me da tiempo para dar un largo suspiro y retroceder un paso. Las noticias son buenas, pues Kenneth y Matt están bien de momento. Allan mientras tanto, se mete con la puerta usando una pantalla y no sé qué. La cosa es que se abre finalmente.

Entramos ahí pero no veo al científico pero en cambio, vemos un tubo con un niño en su interior. Tuerzo el gesto pues creo que las cosas que hacen ahí son horribles y ahora un pobre muchacho es víctima de eso. Allan se acerca rápido a la cápsula, parece que a trabajar en ello mientras Aveline parece perder el control ante la imagen. De pronto, dice que el chico es su hermano y me entra el pesar pues es triste ver aquello en cualquier persona, no puedo imaginarme siquiera como sería ver aquello en un ser querido.

Pero una puerta secreta se abre y el bastardo científico, acorralado, se corta el cuello. Allan nos dice que ayudemos a Alex, quien muy rápidamente se fue para intentar mantenerlo vivo. Me acerco pero... ¡Hay tanta sangre!

Me pongo un poco pálido y me alejo un paso:

 - "N-no... No soy muy bueno con la sangre."

La verdad es que tengo hartos conocimientos aplicables pero no me gusta demasiado el trabajo práctico. Respiro hondo antes de acercarme nuevamente e intentar ayudar a Alex. Rajo la ropa del tipo y pongo un trapo sobre la herida, intentando taponarla mientras comienzo a efectuar unos cánticos en chino que son difíciles de saber si es una oración o si solo canto para concentrarme. De cualquier forma, espero que resulte para salvarle la vida al imbécil. 

Cuando Allan se dispone a realizar los respectivos procedimientos para liberar a la hermana de Ava, se nota como el líquido poco a poco se va disminuyendo dejando a la pequeña completamente libre de toda fuerza que no le permitiera caer, por lo que lentamente cae dentro de la capsula dejando su rostro contra la pared de cristal.

Al poco rato, se escucha una nueva alarma.

- Precaución, precaución, el prototipo Padre ha sido liberado, precaución, precaución, autodestrucción activada en 600 segundos, precaución, precaución… - se repetía cada cinco segundos advirtiendo que tenían menos de diez minutos para abandonar el predio –

Con el crudo bajo sus pies, la explosión inminente y de repente toda la infraestructura comenzó a recibir temblores aislados, no eran parte de la destrucción, más bien, era algo externo, algo con masa y fuerza atroces, con la suficiente capacidad para rugir y hacerse sentir.

- Uhm…no vamos a poder salir de aquí – dice GREMLIN – ¿por qué no usamos el barco fantasma?, está en uno de los hangares abajo, nos alcanza el tiempo para subir a él –  

- ¡¿Barco fantasma?! - pregunto Allan, exasperado - ¡¿por qué no dijiste antes que tenias una salida?!

- Pues porque nadie me pregunto! - respondio ofendido el robot, flotando de arriba a abajo de forma molesta

Dicho esto, todos cruzan miradas, aquel pequeño ser a veces parecía divagar sinsentidos, pero decía la verdad, aparte, pocas posibilidades tenían de salir ilesos.

Toman a la niña que respiraba tenuemente, no parecía nada grave, quizá solo débil ante quien sabe qué tipo de experimentos.

Jerry también era arrastrado con la herida sanada pero igualmente sin fuerzas para caminar.

Todo esto no eran más que factores adversos ante el conteo.

- Precaución, precaución, el prototipo Padre ha sido liberado, precaución, precaución, autodestrucción activada en 505 segundos, precaución, precaución… -

El loop no se detenia, los rugidos bestiales se intensificaban, los temblores hacían caer rocas del tamaño de puños del techo, debían tomar el ascensor rápidamente.

Había una ranura para una llave electromagnética ahí dentro, llave que colgaba del cuello de Jerry, pero GREMLIN ya se había encargado del respectivo hackeo y pudieron así acceder al hangar exclusivo para los ingenieros que ahí obraban.

Una vez bajado varios niveles, llegan hasta lo que parecía ser una cochera del tamaño de un edificio, había un navío varado en dicho lugar y todos suben al mismo lo más buenamente rápido posible.

- Precaución, precaución, el prototipo Padre ha sido liberado, precaución, precaución, autodestrucción activada en 335 segundos, precaución, precaución… -

Quedaba apenas un poco más de cinco minutos, todos a cubierta, pudieron notar que el navío era una peculiar mezcla de algo antiguo con elementos modernos, toda la infraestructura parecía de mediado de los años 20, como algo típico de los barcos a vapor de acero, contaba con una eslora de más de cincuenta metros.

GREMLIN sale a flote y se dirige rápidamente a la sala de navegación, se conecta a un centro de cómputo que ahí reposaba completamente atemporal a todo lo demás y pone en marcha el navío.

- Olvide avisar…será mejor que se sujeten – dicho esta última palabra, notan que el barco rápidamente abandona el lugar, lo hacía a una velocidad realmente respetable, fácilmente a unos 110 o 120 km/h, por lo que pudieron alejarse velozmente de ese penoso lugar –

Afuera, los rugidos y golpes provenían de unas manos imposiblemente grandes, no se observaba el cuerpo, solo se notaba aquellas extremidades sobresaliendo del mar.

De pronto, una gran explosión arraso con la petrolífera, una que envolvió en fuego a todo, todos los miembros de la Cábala tuvieron que tapar sus oídos y sostenerse ante semejante choque de fuerza expansiva proveniente de aquello que no hacía mucho era un centro impenetrable de experimentación y muerte.

Todos salieron ilesos, un hongo de humo se iba formando encima de la petrolífera, las manos ya no eran visibles, tampoco aquellas criaturas.

La niña comenzó a toser y sin abrir los ojos, dijo lo que posiblemente era su primera palabra en muchos años.

- ¿Mamá? –

– Fin de la Temporada 1 –

De corazón, gracias por participar.