El combate la rodeaba, dejándola al margen por completo mientras ayudaba a Serena. Vio cómo Damien se acercaba a Maria para protegerla y de repente se sintió culpable por abandonarla. Pero había tenido que tomar una decisión en cuanto a quién necesitaba ayuda de forma urgente y las llamas habían ganado al sueño.
Sus ojos se desviaban constantemente hacia sus compañeros y no pudo evitar que su boca se quedara un poco demasiado abierta al observar los gráciles movimientos de Jules. ¿Era envidia aquello que sentía al mirarlo? ¿O era algo más? Se concentró en lo que estaba haciendo, consciente de que se estaban usando fuerzas que no había ni asumido que podían existir. Y quizás lo mejor que podía hacer era salir de allí en cuanto Serena pudiera caminar.
Cualquier cosa que escriba después de esos dos peazo posts, va a quedar ridícula... Y eso, si consigo apagar las llamas de Serena, la saco de allí y luego volveré a por Maria.
Mientras que Damien sólo se había podido permitir un ataque modesto, la descomunal muestra de poder de Aleph fue suficiente para hacer que la serpiente se enroscase sobre sí misma. Herida, tanto que las llamas caían de su cuerpo al suelo, se tambaleó mientras siseaba. El mármol a su alrededor se fundía en densos goterones. Ante un ser tan poderoso como aquel, el instinto le decía que huyera. Y eso intentó hacer.
Introdujo la cabeza en el suelo, que se fundió a su paso como quien corta mantequilla con un cuchillo caliente, y deslizó sus anillos al interior. Pero su cuerpo herido no pudo soportar el paso por la piedra. Aquella forma de movimiento precisaba demasiado fuego, una energía que Aleph había arrancado a golpes. La serpiente se colapsó mientras intentaba hundirse en la tierra. Vieron su cola estremecerse y su fuego apagarse. Y cuando se deshizo en una luz roja, su esencia flotó de nuevo a María.
Junette apagó a Serena con ayuda de la capa de la zínner, pero aún así no pudo evitar quemarse las manos. La mujer gemía de dolor bajo la tela. Tenía el lado derecho del rostro lleno de ampollas que debían de ser muy dolorosas, y su pelo había quedado reducido a dos o tres mechones que apestaban. Jules envainó y se encaminó hacia ellas. Puso su mano sobre el hombro de su prima.
Motivo: defensa a damien
Tirada: 1d100
Resultado: 59
Motivo: defensa a 232
Tirada: 1d100
Resultado: 66
Motivo: defensa a 151
Tirada: 1d100
Resultado: 61
Motivo: defensa a 137
Tirada: 1d100
Resultado: 97
Motivo: defensa a 137
Tirada: 1d100
Resultado: 66(+97)=163
Motivo: defensa a 145
Tirada: 1d100
Resultado: 41
20 px por haber acabado con Kirian
YO... SOY... KIRIAN
GUARDIÁN... DEL... FUEGO
VUELVO... A... MI... SEÑOR
VUELVO... A... JOROSH
30 px por interpretación, a descontar los de Jayán. En los otros también.
30 px por interpretación, a descontar los de Sylvain. En los otros también.
25 px por tu interpretación.
25 px por tu interpretación.
-Prima -dijo Jules-. ¿Estás bien?
Pero su atención no tardó en desviarse. Se fijó en María y se quitó la chaqueta para cubrir su desnudez. Tristán se aproximó también, jadeando.
-¿Esto es...? ¿Ha empezado de nuevo?
Jules le miró durante unos segundos y asintió.
Había que salir de allí y ponerse en marcha.
Fin del Acto 2.