Partida Rol por web

Un escalofrío recorrió su espinazo al escuchar las palabras de Celeste. Hacía tiempo que no percibía tanto odio en la voz de nadie. Por suerte. Miró a Damien y la alfombra.

- ¿La quieres enrollar con eso? - preguntó un tanto perpleja. Luego, pensándolo mejor, se encogió de hombros y se acercó para ayudarle. - Servirá. Nos estamos entreteniendo demasiado, acabemos de una vez.

-Vamos, creo que podemos ir todos aunque los carruajes vayan llenos... yo iré con los tres prisioneros, Elías y Vincent en el segundo carruaje, el rojo, tú Aleph, irás con Celeste, Junette, Fiona y Jules en el que puede ir más rápido. Jules os irá indicando el camino. trataremos de seguiros pero si nos dejáis atrás nos encontraremos en la mansión.

-Confía en mí, es la mejor distribución.

El joven sujetó y empezó a arrastrar a uno de los sectarios inconscientes al carruaje rojo, esperaba que Aleph llevara a los otros dos.

-Sea como sea, ¡rápido! -insistió Jules. Siguió a Aleph y se apresuró a subir al carruaje que indicaba Damien.

-Prométeme por tu vida que no escapará la mujer calva, y que no perderás el brazalete.

Si las palabras de Celeste se pudieran meter en un alambique, se podría destilar el aceite esencial del odio con una sola frase. Por lo que escupió las palabras a la cara de Damien. Sonaba más a amenaza que a petición.

Damien observo a la mujer calva, a la que que un soplido podía matar. Luego miró a Celeste.

-No tengo que prometerte nada, yo he confiado plenamente en tí hasta ahora, he venido a rescatarte y he dicho que la llevaría en mi carruaje, podías mostrar un poco de lo mismo. Se llama confianza. ¿Crees que la dejaría escapar? ¿Crees que entregaría el brazalete a alguien?.

La voz de Damien no transmitía enfado alguno, pero podía adivinarse la tristeza en el tono.

"¡Serás hijadeputa! ¡He arriesgado mi vida y la de mis familiares para venir a rescatarte! ¡Aleph vale mil veces lo que tú! Es una pena que le tengas encoñado de esa manera." Pensó Damien

Luego continuó sus reflexiones: "No puedo deshacerme de tí, porque todavía podrías resultar útil. Necesitamos tu magia para salvar a un montón de gente Pero si puedo te manipularé para que hagas lo que quiero."

Aleph cargó con los dos sectarios y se preparó para entrar en el carruaje