Reinhardt, junto a Arrin y a Kord, miró el cuadrado parpadear rodeado por aquellas runas tan extrañas. Intentaba buscarle un sentido, pero se le revolvían las tripas solo de intentarlo. No era un experto, pero a primera vista los caracteres parecían un lenguaje xenos... si no eran algo infinitamente peor.
—Orrin... —dijo, llamando a su operador— ven a ver esto. Dagmar, tú también. ¿A alguno os dice algo?
Enchufar al Falkenhorst a la máquina vía unidad de enlace mental no era una opción. Ahora bien, llevarse algo de recuerdo... El Tempestor empezó a palpar el cogitador, buscando algún tipo de mecanismo extraíble que pudieran llevar de vuelta a los del Mechanicus. Si de él dependía se llevarían la máquina consigo cuando pasaran de vuelta, pero tenían unos objetivos muy claros y todavía no habían dado con la entrada a la ciudadela.
Motivo: Lógica (-20, no la tengo)
Tirada: 1d100
Dificultad: 9-
Resultado: 17 (Fracaso) [17]
Plan propuesto por Apo en el discord: que quien tenga Lógica y/o la Int más alta tire y el resto apoyamos, dando el máximo bono posible.
¿Veis factible desmontarlo y llevárnoslo con nosotros?
Arrin se quedó mirando la pantalla junto al resto, su hermano se acercaba a hacer su función, para eso era el más tecnológico del grupo. Siempre había sido el cerebrito de los dos. - Ánimo Orrin, sé que puedes. Diría que es alguna especie de instrucción para hacer algo...y San Drusus también lo sabe. Sólo tienes que creer en tí, y en él. - dijo, rumiando en el misterioso significado de aquellas runas verdosas, pero con plena fe en su hermano.
Pues eso, le doy el +10 a Orrin.
Orrin empezó a darle vueltas a aquello, indeciso... Era un "sí/no", seguro, pero, ¿de qué se trataría? ¿O acaso era otra cosa que no podía comprender?
Motivo: Lógica
Tirada: 1d100
Dificultad: 28-
Resultado: 45 (Fracaso) [45]
Pues lógica no entrenada 16 (no 18) +10 de apoyo de Arrin 26. EDIT: en chat dicen que apoyen Dagmar y Kord, no sé si podrían en caso de que sí superaría (aunque lo han dicho después de tirar yo).
Aunque no podían entender el texto, la forma de presentación del mismo dejaba poco lugar a dudas: la máquina les estaba dando a elegir entre dos opciones y podían elegir una si querían seguir trasteando con aquello, aunque claro... seguían sin tener ni idea de qué se trataba todo aquello.
Arrin miró a su hermano y asintió. - Sabes perfectamente hacia donde movería yo el cursor. - dijo, sin dudar en la habilidad de su hermano por un lado, y confiando plenamente en la guía de San Drusus por otro.
Derecha.
-Más que interesante es preocupante, sargento. El Primarca y el Hereje juntos muestran el conflicto que se desarrolla. La Torre, por su parte, aparece invertida, ¿lo ve? Esta carta puede representar evidentemente el bastión del enemigo o, menos literalmente, la victoria final en nuestro conflicto. Pero la inversión de la carta nos quiere mostrar que lo que creemos que puede ser una victoria no lo es realmente o que no estamos centrando nuestros esfuerzos en la dirección adecuada.
El psíquico se incorporó, abandonando la posición de flor de loto que había adoptado durante la lectura -temo que el resultado de esta última batalla no sea lo más relevante para nuestro enemigo. Parece como si cualquiera que fuese el resultado sirviese a su propósito. Y luego están esas nubes y el descenso de la temperatura, no parecen del todo naturales- musitó, casi para sí mismo al final de la frase, mientras entrecerraba los ojos y se concentraba.
Por fin, comenzó a andar hacia los transportes -Deberíamos pasar esta información a nuestros superiores. E informemos a aquellos de los nuestros que se ocupan de la limpieza del campo de batalla de que busquen símbolos inusuales entre los enemigos muertos. Quizás algunos de ellos no fuesen más que carne de cañón dispuesta a sacrificarse ciegamente para potenciar algún tipo de ritual blasfemo... Una sensación nauseosa le invadió, quizás porque pensaba en el gran número de camaradas que habían caído aquel día o por la biorretroalimentación tras el uso prolongado de sus poderes. Se apoyó con una mano en el lateral de uno de los chimeras, intentando controlar las arcadas...
Motivo: Psiniscencia
Tirada: 1d100
Resultado: 10 [10]
Tiro psiniscencia para ver si hay algo innatural en las nubes o en los alrededores antes de marcharnos. Es una acción completa pero debería darme tiempo antes de subirnos a los transportes.
E intentaríamos hablar con nuestro oficial al mando para transmitirle todo esto en cuanto tuviésemos ocasión. Que él decida cómo transmitir la info a donde puedan investigar el tema.
-¿En qué mierdas hablará esta gentuza?-se preguntó entre dientes, observando aquello-a ver, podemos trastear... Es "sí/no" a un... No sé, ¿ochenta y cinco por ciento?-replicó, encogiéndose de hombros-desde mi punto de vista, casi cualquier cosa que sea un "sí" en un puto cogitador herético, es mierda que habría que apagar... Y, la distribución estándar, suele dejar el sí a la izquierda. Más allá de eso, no puedo decir más.
Una vez terminadas las oraciones pertinentes comandadas por la sacerdotisa, Seker se levantó para terminar el trabajo, pues había cosas que hacer aún.
-Atención, soldados, el coronel Pasha, ¡Saluden!- Ordenó al paso del jefe superior de los tabrisianos, mientras él también hacía el gesto del áquila al coronel.
Tras esto, comenzó a ordenar la formación para embaracar en los transportes.
-A formar, embarque en orden numérico por compañías, no quiero retrasos ni problemas, el combate no acaba hasta que no abandonemos el frente-
Mientras sus hombres empeaban a reagrupar ordenadas filas, Seker se dirigió de nuevo hacia la sacerdotisa, había otro asunto que estaban pasando por alto, y era una orden directa del alto mando. Dejó a su cabo de comunicaciones al cargo del embarque durante unos minutos.
Al llegar hasta Rabiah, le habló de manera privada, para que nadie interfiriera en la conversación.
-Hermana Rabiah, falta una cosa por hacer, y en este caso no viene de mi, si no del alto mando, en la reunión previa al asalto, nos dijeron que si era posible retiráramos algunas máscaras de los soldados enemigos muertos, para ver que había debajo de ellas, le rogaría me ayudase en la tarea- Hizo una pequeña pausa -Por lo que pueda pasar y podamos contemplar- Finalizó.
Seker cumple la orden de ver que hay debajo de las caretas enemigas tras ordenar el repliegue.
Rabiah asintió solemnemente a Seker. Recordó la cabeza del líder, y lo desfigurada que había quedado. Parecía humana, sin nada raro, así que si había algo corrupto en ella debía haber estado en las capas superficiales. Se giró hacía su ayudante, Mehmet, y le señalo el cadáver del granadero enemigo al que había partido en dos.
Hermano Sükür, veamos que esconden los herejes bajo esos andrajos.
Rabiah se acercó al enemigo caído, al que le faltaba la parte de la nariz al mentón fruto de su golpe con la espada sierra, y arrancó de lo que quedaba de su cabeza la capucha roja como la sangre que la cubría. Un rostro humano, si bien con la piel algo grisácea además de bastante maltrecha y agrietada, con algunas venas marcadas, le devolvió la mirada. Los ojos mostraban sorpresa, seguramente porque no se había esperado morir después de haber derribado a su enemiga.
Sobre la frente, había una pequeña marca roja. Tenía pinta de una especie de triángulo, pero sin la parte inferior. El rojo era porque se trataba de una herida abierta, con la sangre ya coagulada pero sin que todavía se hubiera formado costra. Aquello tenía pinta de no haber sido hecho hacía mucho.
Tirada de Voluntad +0, si fallas 1d5 de locura. Recuerda que tienes un +20 por el bono del confesor Edesso
Rabiah se quedo en silencio observando el rostro maltrecho del hombre al que había matado. La punta de la lengua había sido arrancada con el resto de la mandíbula, pero el resto colgaba ensangrentada del agujero. Torció el gesto con asco. Y entonces miró el símbolo en la frente del enemigo, y se le revolvieron las tripas. Enseñó los dientes. No tenia ni idea de lo que significaba, gracias al Emperador por ello, pero la simple imagen la repugnaba y ofendía.
Colocó su espada sierra en el cuello destrozado del hereje y la activo. Con parsimonia, cortó la cabeza y se la entregó a Mehmet.
Mira en el resto de soldados, a ver si todos tienen la misma. Si alguno tiene otra diferente, corta la cabeza y tráela con nosotros.
Motivo: Vol
Tirada: 1d100
Dificultad: 54-
Resultado: 78 (Fracaso) [78]
Motivo: Locura
Tirada: 1d10
Resultado: 7 [7]
Motivo: Saber prohibido Herejia
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 86 (Fracaso) [86]
Jiang Li se echó al hombro el rifle de plasma, dándole las gracias por su servicio en techna lingua y saludó al Coronel Kemal Pasha con el gesto del Aquila; era curioso como Aldonzo era más informal en este caso, y el otro coronel en cambio presentaba una autoridad a la que los Tabrisianos parecían respetar con estricto código. Las gentes de fuera de Drafeliv eran extrañas en cierto modo. Tras aquello corrió a reunirse con los demás, palmeando el hombro de Tang Tang al encontrarle, quizá ya más calmado.
-Creo que nos hemos ganado lo que sea que planees cocinar en el puesto 42.-Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Verdad que sí? Creo que nos hemos ganado una buena panzada y si nuestra medicae se despista me serviré de lo que comáis los que no estáis a régimen, jejejeje - el optimismo de Jiang Li se le contagió, terminando de barrer el mal cuerpo que se le había quedado después de los disparos recibidos - Mao Fú nos ha mimado ¿no crees? - dijo mientras comprobaba las poquísimas bajas sufridas por sus hermanas y hermanos de Drafeliv en comparación con los demás regimientos - Espero que en la próxima batalla puedan estar con nosotros más caras conocidas, las herramientas familiares funcionan mejor.
Sonrió y suspiró, expulsando de sí lo que le quedaba de pesadumbre. Lo malo ya había pasado y ahora tocaba un descansito y ponerse a cocinar, aquello sí que le hacía ilusión. Con tanto ejercicio y miserias la guardia imperial tenía que estar con un hambre terrible.
- Uy, tú no me has dicho de tus platos favoritos, ya me contarás ¿Eh? Que con la que has liado creo que tú y tu hermano os habéis ganado un premio - comentó mientras bajaba la cabeza y entraba en el chimera -. Omnissiah, te estoy agradecido ¿Te puedes creer que quemé un cargador entero y casi vacío el segundo?
Entre bromas, alabanzas y aplausos Tangtang disfrutó mucho del viaje de vuelta, escuchando todo lo que habían vivido los demás y animándoles a que narrasen sus peripecias y, aunque los relatos fuesen directos y poco decorados, él los disfrutó mucho.
-Algunos de nuestros Chimeras recibieron duros golpes.-Suspiró.- 01001111 01110010 11000011 10101001 00100000 01110000 01101111 01110010 00100000 01110011 01110101 01110011 00100000 01100101 01110011 01110000 11000011 10101101 01110010 01101001 01110100 01110101 01110011 00100000 01101101 01100001 01110001 01110101 01101001 01101110 01100001*.- Añadió en techna lingua.- Me gustaría que esto fuera como los entrenamientos, donde las bajas eran vestigiales- Jiang Li estaba ya pensando que comida podría pedir a TangTang, cuando su hermano se adelantó.
-Sopa Won Ton, de la calle 23.
Parpadeó algo sorprendida con que su hermano tomase la palabra.-Ah sí, la de la calle 23. El dueño nos echaba extra de carne picada porque decía que teníamos que comer bien para trabajar en la fábrica de tornillos, siempre que íbamos tenia nuestras raciones en una bolsa ya preparadas…-Sonrió a su hermano brevemente, por acordarse de aquel momento de comer entre turno y turno de trabajo.- Ah, y no digas quemar cargadores. La mayoría de los disparos iban bien encaminados, ¡alguno pude ver! Yo ya estaba ultimando el mío, pero tenía que ser conservadora, si…Nunca se sabe cuándo puede aparecer uno de esos tanques heréticos, o un objetivo prioritario.
*Oré por sus espíritus maquina
Mientras sus compañeros rezaban en la plaza recién conquistada siguiendo las indicaciones de la sacerdotisa, el tirador y su compañero se habían mantenido inmóviles en su posición observando por el visor de su rifle el otro lado del puente, los movimientos en el otro lado y la reestructuración defensiva que estaba ocurriendo. Aunque como buenos hombres temerosos del Dios Emperador habían seguido los rezos y cánticos de los hombres entre murmullos.
Solo levantaron la posición cuando el coronel Pasha y los refuerzos acudieron a relevarles, momento en el que acudieron a sus trasportes dispuestos a ser trasladados nuevamente al puesto 42.
Tirada oculta
Motivo: Saber guerra
Tirada: 1d100
Dificultad: 31-
Resultado: 3 (Exito) [3]
Dejo tirada de saber guerra por si Murat puede averiguar algo de las defensa.
Los Doblesueldos se debatieron unos momentos, sin saber muy bien qué hacer por si tocaban lo que no era. Al final, Arrin, que fue el que primero había logrado hacer que aquello funcionara, apretó un botón con una flechita. El cuadrado parpadeante pasó a estar sobre la opción de la derecha, tras lo cual el especialista le dio a otro botón que tenia pinta de ser el que accionaba el mecanismo.
No ocurrió nada.
De la pantalla del cogitador desaparecieron todas las letras, volviéndose toda de aquél verde oscuro. El cuadradito parpadeante era lo único que aparecía ahora, cerca de la esquina superior izquierda de la pantalla, como esperando a que se le insertaran nuevas instrucciones.
Pero la escuadra Drusus no tuvo tiempo de seguir trasteando con los aparatos. Un leve pitido en el auspex los advirtió de que algo se estaba acercando hacia su posición desde la zona por la que habían llegado hasta aquella sala, y se prepararon en consecuencia. Aguardaron durante un minuto, esperando a que algo saliera de la oscuridad del túnel, el pitido del auspex haciéndose más intenso y rápido por momentos... pero lo único que apareció, fue un solitario servocráneo.
El ingenio mortuorio flotaba en el aire con un zumbido gracias a su pequeño motor gravítico. Se dirigía hacia ellos, pero se deteneía por el camino cada vez que encontraba un cuerpo humanoide, tras lo cual se ponía frente a él y lo escaneaba con un haz de luz verdecina que salía de su único ojo biónico. No parecía encontrar lo que estaba buscando, al menos hasta que no se acercó a los Doblesueldos.
Escaneó también al primero de ellos que vio, el haz verde parpadeó varias veces antes de desaparecer, señal de que había encontrado algo. Su emisor de sonido emitiera una voz grave y robótica — Tempestor. Krause, Reinhardt. 11ª Compañía de Asalto. Fuerzas imperiales encontradas. Reproduciendo mensaje.
FIN DE ESCENA
Todo el mundo recibe:
Por cartografiar los túneles (100px por cada cuarta parte): 100px
Por encontrarse con la guardia de la Casa Draven: 100px
Por encontrar la sala de los cogitadores: 200px
Por cartografiar los túneles (100px por cada cuarta parte): 300px
Por encontrar la entrada a la Ciudadela: 400px
Podéis empezar a gastar vuestros PX, aunque las compras no se harán efectivas hasta la próxima escena.
El rostro del capitán Braibant apareció frente a ellos, proyectado por un holograma verde que salía también del ojo del servocráneo — Aquí el capitán Braibant a la escuadra Drusus de los "Doblesueldos". Hemos intentado contactar por vox, pero algo ha estado interfiriendo la señal todo este tiempo. Esta es la única forma que hemos encontrado de avisarles. Deben abandonar su misión actual, salir de ahí inmediatamente y regresar a su base, la situación táctica ha cambiado. Recibirán la información completa cuando lleguen a una zona segura. Ah, y destruyan por completo este servocráneo y su mensaje. Braibant fuera.
En el centro de mando táctico, los ánimos estaban tranquilos. A pesar de la victoria en el Dique y la captura del puente, y la destrucción de una enorme horda de mutantes en el combate por la puerta principal, los informes que llegaban del frente no eran halagadores. No solo por las pérdidas de hombres y material sufridas, sino por la información que llegaba paulatinamente a medida que las distintas unidades iban mandando sus informes.
Inclinado sobre el pozo del estrategium, el Lord General von Rauken consultaba una pantalla de texto holográfica que iba deslizando con el dedo, como si fuera una placa de datos más. La lectura fue interrumpida por la llegada de su principal asesor, y von Rauken se giró hacia él. De lo que le dijera ahora podían depender muchas cosas referentes al futuro de la campaña.
— Todas las fuerzas, a excepción de la guarnición que ha quedado en el puente, han regresado a sus cuarteles — fue informando Evitz — La zona será acondicionada y la montaña de escombros convertida en una rampa por la que podrán ascender los blindados para cuando llevemos a cabo el asalto... — sea cuando vaya a ser eso, se contuvo de decir — El complejo subterráneo de la Ciudadela ha demostrado ser el hábitat de un sinfin de engendros mutantes usados por el enemigo como método de defensa. No es de extrañar que los intentos anteriores de explorar los túneles fracasaran sin remedio. No podemos saber con exactitud cuantos quedan ahí abajo después de que tantos hayan muerto al intentar contrarestar el asalto sobre la puerta principal, pero todas las escuadras de la 11ª Compañía que se interaron allí se han encontrado con bastante resistencia.
>> Nuestras unidades se están reabasteciendo y reorganizando en estos instantes. Las bajas han sido... mayores de lo previstas — otro asunto espinoso, pues con el ataque de la 34ª Legión habían esperado distraer las suficientes fuerzas enemigas como para que no pudieran estar presentes en la defensa del Dique. Al final, el enemigo había demostrado contar con muchas más reservas de las esperadas — De casi un ochenta por ciento entre los Hienas Tóxicas, y de alrededor de un veinticinco por ciento en el ataque al Dique. Entre los hombres de Braibant apenas ha habido bajas... salvo por dos escuadras completas que se han desvanecido sin dejar rastro, aparentemente.
— ¿Cree que pueden haber tenido algo que ver nuestros amigos de rojo? — preguntó el oficial.
— No podría asegurarlo, señor. Las grabaciones se pierden de un momento a otro, es imposible saber qué ha ocurrido salvo que enviemos otros equipos en su búsqueda. Y el trato con la única escuadra que tuvo contacto con ellos fue "cordial" — respondió Evitz, aunque sus siguientes palabras fueron alzadas con un tono de evidente preocupación — Aun así, señor, el hecho que se haya confirmado su presencia sin que se nos haya informado por ninguna vía...
— No sé a qué juego está jugando Draven... — lo cortó von Rauken— pero mientras lo sigamos necesitando para esta campaña, no podemos hacer más que tener un ojo encima de él todo el tiempo — suspiró — Continúe. No es el único asunto preocupante, ¿Me equivoco?
El Táctico cambió de página en su placa de datos con un movimiento de su dedo, y tragó saliva antes de continuar — Un informe personal de uno de los psíquicos que participaron en el ataque al Dique. Referente a por qué el enemigo dejó de combatir en cuanto el puente dejó de correr peligro. Al parecer... sintió que el enemigo iba a estar conforme con cualquier resultado que hubiera tenido la batalla.
— Siempre me fiaré más de lo que vean unos ojos humanos que de cualquier cosa que pueda provenir de la maldita Disformidad y sus allegados, pero... — El Lord General manejó algunos botones del panel de control del pozo, que pasó a mostar una imagen holográfica de la Ciudadela, del Dique, y en concreto, de la zona central, incluyendo el puente. Estuvo pensando durante unos segundos, y luego funció el ceño — Por supuesto. Malditos hideputas. Por supuesto que están conformes. Si volaban el puente, nos obligarían a asaltar de frente los muros de la Ciudadela, un ataque masivo, sin duda sufriendo unas bajas horribles... pero con posibilidad de atravesar sus defensas. Con el puente intacto, saben que lo vamos a utilizar para atacar por ahí, porque es la mejor vía... pero sin la entrada subterránea ni la puerta principal, también es la única. Y nos van a obligar a comernos ese cuello de botella. Ahí es donde esperan hacernos daño de verdad.
Normalmente, los análisis tácticos y estratégicos los realizaban los miembros del Officio Tacticae como Klaus Evitz, pero von Rauken era perro viejo y tenía suficiente experiencia de combate encima como para advertir ese tipo de cosas. El Táctico volvió a tomar la palabra — Haremos las preparaciones adecuadas, señor. Los restos del líder enemigo en el Dique han sido recuperados, analizados y posteriormente purgados de la forma conveniente, pero no hemos logrado averiguar nada de su cadáver o sus pertenecias, a excepción de que se trataba de un oficial de alto rango. Mediante fragmentos de comunicaciones enemigas descrifradas parcialmente, sabemos que su título era el de "Strategos".
El Lord General apagó la proyección antes de volverse hacia Evitz de nuevo, pensativo — Hmm. Quizás pudieramos haberle sacado algo valioso de habero capturado con vida... Pero bueno, no vamos a lamentaros por la muerte de un maldito hereje, ¿No?
— No, señor. Sobre las marcas encontradas en la frente de todo hereje que nos hemos encontrado hasta ahora, parecen grabadas a cuchillo, en todos los casos habían sido realizadas de forma reciente. Seguramente se trate de alguna especie de ritual antes de una batalla, aunque... No hemos podido hallar nada en nuestros archivos, al menos en un primer vistazo... pero la Brecha Jericho llevaba milenios fuera del control del Imperio. Puede que sea algo completamente nuevo.
— De todo hereje no, Evitz. Ya podían los Doblesueldos haber buscado en la cabeza de un psíquico, y no de un vulgar mutante — otro suspiro — Mande todo lo descubierto al personal de DeRossa, a ver si los suyos pueden sacar algo más en claro — ordenó.
— Sí, señor — el Táctico entonces titubeó, dudado sobre si hacer una valoración personal, y atreviéndose al final a ello — Eh, señor, sobre los Doblesueldos...¿Ha visto la grabación de la escuadra, eh... "Drusus"? Ese último enfrentamiento con el mutante grande, su forma de regodearse... Señor, teniendo en cuenta su historial...
— Lo sé, Evitz. Pero eso no es decisión nuestra — dejó claro, antes de pasar al siguiente asunto. El principal. El que realmente podía cambiarlo todo — ¿Y de las nubes? ¿Qué se sabe?
— Los informes metereológicos hablan de tormentas de verano, grandes formaciones de nubes que se crean rápidamente, hacen una gran descarga y luego se dispersan tan rápido como crecieron. Pero... todavía falta para esa época del añoNo... no es un fenómeno natural, señor. Uno de los psíquicos del frente ha reportado que ha notado una gran perturbación psíquica en ellas cuando intentó sondearlas con su mente — dijo, no sin cierto temor en la voz.
Gebhard von Rauken se pasó la mano por la cara, el cansancio empezando a hacer mella en sus viejos huesos — Avise a Cauldwell, que reuna su Cónclave. Que averiguen qué demonios son esas nubes, cuál es su propósito, y que hagan lo que sea necesario para dispersarlas. No lanzaremos más ataques sobre la Ciudadela mientras no sepamos que puede tenernos perparado el enemigo.
— Así se hará, señor — se despidió el Táctico antes de marchar a repartir las órdenes.
FIN DE LA ESCENA