Partida Rol por web

Cristina tras leer los datos arrojados por el comunicador y escuchar el informe de Mukherjee llegó a varias conclusiones, la nave Orionita no iba a aguantar mucho, los fallos eran cada vez más constantes y severos, con lo que el tiempo para salir de aquella lata de sardinas era cada vez menor.

- Damas y caballeros... Creo sinceramente que lo más conveniente dadas las condiciones de la nave, es que no nos separemos y avancemos hacia la D5, según las lecturas el número de klingons es de unos seis... Aproximadamente. Nosotros somos más y contamos con el factor sorpresa. Tenemos que ponernos en marcha de inmediato. Recomendaría que Stevenson,Kendra, Mukherjee, Lightman, Jankowski, Rosinka y yo, vayamos en primera línea, dejando en la retaguardia al resto. -Miro a todos y a todas esperando opiniones, algo que objetar o simplemente que se pusieran en movimiento

Diana no daría opinión a ordenes de preparación táctica, al igual que esperaba que en medio del fragor del combate, que ella dominaba mejor que el resto, fueran ellos, dispusieran u ostentasen mayor empleo que ella, los que cumpliesen con sus directrices. Había un Comandante MACO, pero al no haber luchado jamás con este, daba por supuesto que era más un oficinista o un naval frustrado que un combatiente real. Además, era hombre, así que lo menospreciaba por todas las vías. Como militar y como persona.

James revisó los datos personalmente, la situación se mostraba cada vez más desesperada pero la Orion ya no era una opción, el colapso era cuestión de minutos sino de segundos y llegar a las lanzaderas atravesando la Orion ya no parecía la opción de menor riesgo.

Hay que salir de la Orion antes de que explote y aunque no me hace ninguna gracia las distancia hasta las lanzaderas puede resultar ya insalvable antes de que toda la nave explosione. ¿alguien sabe lo que dicen esos klingon? dijo mientras señalaba al walki.

Esta bien, iremos juntos a la D5 pero serán Kendra, Jandoswky, Rosinka y yo mismo los que vayamos en vanguardia y atraigamos el fuego enemigo. El resto que porte un arma podrá apoyar desde segunda línea dijo en mientras miraba a Cristina haciendo referencia a ella y sus oficiales, James no les alejaba del combate tan solo de la primera línea fuego dejando esta al personal MACO.

Todos portaran trajes EV excepto el equipo MACO, en caso de que no haya vuelta atrás y no haya escapatoria abriremos un boquete en casco para que puedan salir con los trajes EV y ser rescatados por las lanzaderas fuera mientras tanto el equipo MACO se quedará haciendo su trabajo para que puedan evacuar y esto no es discutible. ¿alguien sabe manejar explosivos?

Aakesh asintió ante las palabras de su capitán y del comandante Stevenson. No había más opción que ir hacia la nave klingon

-Sugiero que cerremos la compuerta que hemos abierto por si nuestro improvisado muro cede. Así evitaremos que la atmósfera que queda se escape. Yo ya me he quitado el traje, así que sugiero que alguien lo use, si hemos de avanzar conviene que tanto ustedes como nosotros de apoyo lo hagamos ya, y el resto nos sigan.

Comenzó a trastear de nuevo el intercomunicador klingon, pero si bien le pareció entender alguna cosa, frunció el ceño y desistió

-Ni idea, no entiendo lo que dicen, pueden que estén dando órdenes o pidiendo una pizza de k'amtosh*. Si alguien quiere intentarlo...

Jankowsky no puso objeción a las órdenes dadas por la capitana y se deshizo de su traje mientras Stevenson terminaba de hablar. Agradeció la mejora en la libertad de movimientos que ganó al quitárselo y aprovechó para revisar sus heridas improvisando unos vendajes y protecciones para evitar molestias. Acto seguido revisó su rifle, pistola y cuchillo para asegurarse de que se encontraban en su sitio y en perfecto estado, por su puesto los phaser seguían en posición "letal". Cuando comprobó su pistola recordó la petición de la cabo Rosinka:

-Alguien más necesita un arma.- Dijo ofreciendo su pistola, no le apetecía mucho desprenderse de ella pero era más importante que nadie estuviera desarmado.

Una vez estuvo listo se acercó a Stevenson dispuesto a encabezar la marcha. Era prácticamente un suicidio pero si quedarse en la Orion también lo sería, había llegado el momento de dar el todo por el todo... otra vez.

El piloto aprovechó que los mandamases se ponían de acuerdo para recoger el cuchillo de uno de los guerreros klingons que no había repartido. Lo examinó, nunca había tenido uno de ellos, esperaba no tener que usarlo y que pudiera usarlo de recuerdo colgado en su camarote.

El comandante James expuso su plan y distribución de la tripulación para adentrarse en D5. Hizo una mueca al ver que quedaba relegado a segunda fila, por lo que miró a su capitana de Alba para que le confirmara que realmente iban a efectuar el plan de James.

- Saldremos de esta, Blake - volvió a consolar a su amiga - Si pudiste aguantarme cuando éramos unos críos jugando por las calles de Nueva Orleans podrás aguantar lo que nos venga ahora. Ojala estuviera Hannah, pondría firmes a todos esos klingons, ya sabes que parece dulce ¡pero esconde un genio terrible!

Confiaba que un tono algo jocoso ayudara a relajar el ambiente, pero sabía que Blake era más dura de lo que parecía.

El grupo se reparte los trajes ev y las nuevas armas, asignando una vanguardia y retaguardia en caso de abordaje y posible contienda armada. No piensan derrochar la suerte del ultimo encuentro y que el siguiente tenga un resultado opuesto.

El avance es más lento de lo esperado por recientes derrumbes y obstrucciones en el camino de regreso, el mismo que recorrieron Eduard y Johnny. En particular cuando otro impacto, de un disparo errado, sacude la destruida nave Orion, quien presenta las quejas al igual que un moribundo siendo rematado.

Algunos paneles restaurados para proveer el soporte vital saltan por los aires con una lluvia de chispas y filosas esquirlas que provocan cortes y quemaduras. Adicionalmente la falla en cascada genera una alerta en los escáneres personales de todos. El núcleo de la Orion comienza a sobrecargarse en una escala cuyo final será atómico.

Finalmente llegan a la escotilla de acceso por donde Jankowsky y Lightman habían entrado desde la Ktoch, la lanzadera de los mercenarios. Ahora en su lugar la D5 ocupa su lugar y con su entrada abierta invita a todos a ingresar...

El crucero Klingon se prepara para desacoplarse cuando el rugir de sus motores anticipa la acción de despegue.

Tras ayudar a una tripulante a colocarse el traje que Aakesh se había quitado, y cuando todos estuvieron listos el grupo se puso en marcha. Aakesh tenía el arma preparada y controlaba el escáner, mientras se colocaba en el segundo grupo de apoyo.

Un movimiento de la nave y un quejido del metal fueron el primer aviso de que la nave malherida estaba agonizando, lo siguiente fueron las alarmas de sus sensores. Aakehs evaluó la información.

-Hemos de darnos prisa, a esta nave no le queda mucho.

Llegaron junto a la esclusa donde estaba la D5, Aakehs pudo observar que, aparentemente, no había nadie

¿Sin vigilancia?, no me lo creo

Aakesh se escondió lo mejor que pudo y acto seguido activó su escaner buscando las señales de los klingon en la nave

Cristina avanzó lo más rápido posible desde su posición, en principio no se opuso a que Stevenson, Kendra, Rosinka y Jan fuesen primero por no entrar en discusión, puesto que el tiempo apremiaba.

- Vamos, deprisa...- urgió nerviosa pero sin perder la compostura, hasta que finalmente llegaron donde se encontraba acoplada.

-Hemos de darnos prisa, a esta nave no le queda mucho.

- Parece que nos está invitando... cierto- asintió al comentario de Muk- No hay tiempo, el reactor está sobrecargado... rápido, procuren no hacer ruido, trataremos de sorprenderlos en el interior- añadió avanzando todo lo rauda y cautelosa que pudo.

Eduard llevaba la delantera, las sacudidas de la nave no llegaron a hacer que perdiera el equilibrio. Cuando vió la exclusa de acceso abierta de par en par le extrañó que estuviera desatendida:

-Cierto, esto apesta a emboscada pero tenemos que entrar, creo que están empezando las maniobras de desacople y con razón, este cascarón va a estallar de un momento a otro.- Dijo tras las palabras de Cristina.

Al ir contrarreloj Eduard se arriesgó, quizá mas de lo necesario pero el tiempo se acababa, y se acercó a la entrada con su rifle siempre en guardia.

Los sonidos en la estructura del casco presagiaban lo inevitable, las alarmas que funcionaban no dejaban de pedir a gritos la evacuación de la nave. La explosión era cuestión de minutos o segundos, al fin alcanzaron el enlace de la D5 justo cuando los sonidos mecánicos avisaban del desacople inmediato, sin duda los klingon estaban de acuerdo en el fin de la Orion.

James iba en vanguardia junto al resto de MACOS a fin de abrir camino a la comitiva, todo parecía demasiado silencioso lo que indicaba dos cosas, una que fuera una trampa y la otra que las lecturas sobre las pocas formas de vida en la nave estuvieran en lo cierto.

Fuera como fuese siempre había que ponerse en lo por por lo que James levantó el puño para que el grupo se detuviera, haciendo una nueva seña para que el avance fuera cauteloso.

No se lo podía creer. Eran los mandos. Los que tenían que mantener la disciplina, la cordura y el valor en los momentos duros y eran los primeros que empezaban a contar los temores a los cuatro vientos. - ¿Y luego le darán a ellos las medallas? Se sentía verdaderamente indignada. Tanto que empezaba a pensar que ir allí había sido una soberana estupider: - ¿Y para qué? ¿Hemos sacado algo de aquí?

En posición de combate, andaba con su arma encarada y dispuesta a disparar. No dudaría en hacerlo. Incluso tenía ya ganas de usar un arma, que por ahora sólo le estaba causando una molestia: - Menos mal que pesa poco.

Al ver que de Alba no decía nada, Johnny comprendió que aceptaba el mandato del comandante James por lo que él hizo lo mismo. Junto al grupo fue avanzando hasta llegar a la enclusa que los llevaría a la nave klingon, pese a las sacudidas que retumbaban por la nave.

- Al final hemos hecho bien en irnos todos - dijo por lo bajo a Blake - Esto va a estallar en menos de lo que pensamos. ¿Recuerdas la formación en armamento? Recuerda abrir los ojos cuando dispares. - sonrió a Blake.

El interior del crucero de batalla Klingon no es para nada agradable, siendo lo más familiar la Zeshkan y sus rincones oscuros y roídos.

Esta especie guerrera no se caracteriza por su pulcritud o esteticidad, y la D5 acompaña la rudeza de esas palabras. Tal vez lo rustico de su diseño interior engañe a más de uno porque una nave diseñada exclusivamente para la batalla es algo fuera del canon de la Flota Estelar.

El diseño de doble mamparo y casco proporciona la capacidad al crucero de resistir el doble o el triple de daño que una nave como la Excalibur. No es casualidad o suerte que la D5 sobreviviera al disparo de la estación de defensa del sistema Sol y al ataque de dos naves terrícolas.

Solo que en esta ocasión el león fue tomado con la guardia baja por la Franklin, quien mordió profundo en la coraza de la D5 y generó importantes daños además de llamar su atención. Algunos mamparos están chamuscados y las luces de emergencia reemplazan todo lo demás. Por semejante razón los Klingon dejan de lado su actual plan de búsqueda en la Orion para ir detrás de la nave humana.

La entrada, una especie de rampa de acceso, al igual que el resto de la nave, esta pobremente iluminada. Al finalizar el ascenso por la rampa se encuentra un pasillo con dos intersecciones en la cual dos Klingon en este momento operan una estación de control. Junto a ellos cuatro bestias horripilantes, similares a los jabalíes de la Tierra. Las bestias tienen añadidos de metal, como protección,  lo que hace de esas criaturas un peligro adicional.

Entre ambos grupos una fila de cajas divide la rampa sin obstruir el paso en cualquier sentido.