Partida Rol por web

-Yo con que no nos den sería feliz. -Se atrevió a decir mientras trataba de facilitar datos de navegación al piloto. -Pero si podemos ponernos en su proa podríamos deshabilitarla. -Pero como había dicho con que no les dieran sería más que suficiente. Trataban que la Franklin aprovechara cada asteroide, cada fluctuación. Pero era una relativamente vieja contra un algo bastante más poderoso en todos los sentidos.

La maniobra es audaz, como nunca jamás se ha hecho, pero no lo suficiente para la acción desesperada y lunática del crucero Klingon. Por un instante parece que la Franklin va a evitar la colisión al realizar una pirueta conocida en la Tierra como “cobra de Pugachev”, que hubiera dejado a la Franklin en la cola de la D5. Solo que al levantar el morro la D5 corrige en el ultimo segundo su trayectoria y acaba embistiendo con todo su poder de empuje la Franklin.

El impacto es demasiado para los amortiguadores de inercia, lanzando con gran violencia a todos sus tripulantes y dañando severamente todos sus sistemas principales junto a la rotura de la barquilla derecha. El daño es enorme en la Franklin y poco menor en la D5, que cuenta con avanzados escudos deflectores, por consiguiente múltiples brechas en el casco de la nave terrestre amenazan con matar a todos los tripulantes de las cubiertas superiores, especialmente del puente.

En el puente el caos es anticipado por la absoluta oscuridad luego del impacto inicial. Luego llega la fuga de aire junto al fuego y a la metralla de las explosiones internas de la nave. Nada funciona y el soporte vital sumado a la oscuridad luego del impacto inicial solo aumenta la confusión general.

El alférez de comunicaciones solo pudo decir una cosa antes del impacto. -Mierda. -A pesar de tan colorida respuesta consiguió colocarse en posición fetal justo antes del impacto. Pero todo se fue a negro tan el gran golpe, se sentía desorientado y sentía presión en sus oídos según el aire del puente iba disminuyendo.

-¿Están bien? -Trató de saber la situación del resto de los tripulantes, esperaba que hubieran tenido su misma suerte. Tenían poco tiempo, debían recuperar el control de la nave y separarla de la D5 para evitar que los klingon la tomaran al asalto. Lo unico bueno de aquello es que probablemente los escudos klingon ya no existieran, con que pudieran darle un blanco a uno de los torpedos todo aquello acabaría para bien.

-Capitán hay que evacuar el puente, tomar el control de la nave desde ingeniería y la sala de torpedos y asegurar ambas salas.* Hay que alejar la Franklin de los klingon. -Desde ingeniería podrían controlar los motores, desviar los sensores de navegación hacia allí sería otro asunto, pero solo debían alejarse un poco para evitar el asalto y ganar tiempo para hacer lo demás.

Trató de levantarse y sacó el comunicador, su pequeña pantalla debería ser su primera luz hasta que pudiera acceder a un casillero de emergencia con un escáner y alguna linterna. Trató de llegar a la compuerta para poder comenzar la evacuación lo antes posible.

Todo en la vida es meramente un viaje, uno que sin importar cuando se transite, si el momento llega a su fin ya no queda opción que entregarse a un destino cruento, duro, pero definitivo. La coalición se vio venir en manos de un enemigo que no va con pequeñas, siempre buscando esa forma sádica de generar daño, con lo que tienen y cómo pueden. Indefectiblemente la Franklin desde su fragilidad, no es capaz de soportarlo y tras el impacto, todo comienza a fallar. 

Elung tras salir volando por los aires, la misma fuerza del movimiento la obliga a chocar su cabeza contra un borde peligroso, que al instante la sumerge en un estado de inconsciencia. Respira, pero lejos está de encontrarse conectada a esta realidad, donde el caos reina y la toma de decisiones es crucial para sobrevivir. Y allí esa mente que desde pequeña soñaba con revolucionar el mundo de la ciencia, ahora mismo se apaga entre ruidos, gritos y órdenes que lejanas siempre le resultarán. 

No sabe qué sucederá de ahora en más, no cuando ajena a este mundo, su vida está en peligro. 

La falla sistemática de los sistemas, sumado a la perdida de atmosfera que no es compensada por el soporte vital, obliga al capitán a dar una orden controversial. Una que quizás perdone la vida de aquellos que aún pueden salir por sus propios medios en una situación mortal.

-¡Abandonen el puente!-

Con el puente comprometido al vacío del espacio solo resta que la tripulación de Ingeniería haya sobrevivido al inmenso daño y pueda recuperar el control de la Franklin antes que esta sea atrapada por la gravedad de alguno de los gigantes gaseosos que habitan el desolado sistema.

Karl, por medio de la luz de su comunicador personal, descubre el primer deceso de la maniobra suicida Klingon. La oficial de ciencias Elung, que comienza a flotar ingrávida –como todo a partir de ahora – por la pérdida del sistema de gravedad artificial. El golpe inicial fracturó su cuello y la brecha del casco arrastró posteriormente su cuerpo al espacio junto a los restos interiores del puente.

Casi a punto de alcanzar la salida el alférez Newton comienza a perder el conocimiento, por un dolor punzante debajo de su pecho. Un dolor creciente en sus costillas le apuñala cada vez que intenta respirar. Llega el mareo y la pérdida de la noción de la realidad. Poco antes de eso el siente que es arrastrado hacia atrás.

Luego llega la oscuridad…