-Ollander ha perdido los nervios, le he dicho que descanse, dado su estado que siga trabajando no nos servirá de nada. Perdone que no le haya consultado y haya tomado la iniciativa por mi cuenta, pero dadas las circunstancias y el estado de Ollander he considerado que era más importante que se fuese a descansar y se calme a que ponga aún más de los nervios al resto de la tripulación. Espero que me haga caso o tendremos más problemas.

Guardó silencio unos instantes

-Los nervios están caldeados, no veo que podemos hacer para que la gente se tranquilice. Si conseguimos algo que les de esperanza tal vez la situación mejore.

La cara de Aakesh era un poema, él tampoco estaba mejor que Ollander, aunque intentaba mantener el control.

-Me retiro de nuevo a mi catre capitán, no dude en despertarme para cualquier cosa.

Tras coger el pad Aakesh volvió a su cabina. Al entrar abrió el pad y encriptó el último mensaje de Erika. Permaneció en silencio unos segundos, pensativo.

Erika, ¿por qué te lo guardaste tanto tiempo?

En cierto modo lo había sospechado y muy posiblemente le habría correspondido, aunque ahora era difícil saberlo. Cuando ella falleció en la esfera ¿su reacción fue a que había perdido a su mejor amiga o a su posible alma gemela? No lo sabía a ciencia cierta, pero al menos le quedaba el consuelo de saber que había encontrado consuelo, y tal vez aquello que buscaba, en otra persona.

Aunque fuese un maldito vulcano

Pero la siguiente revelación de Erika no era de menor importancia

La sección 31

Eran meros rumores, nada se sabía con certeza, una especie de agencia secreta terrestre.

Era lógico que exista algo así, y más conociendo nuestra anterior historia. La CIA, el KGB, la NSA, el Delta Green.....

No podría contactar con ellos, o así lo pensaba Aakesh, pero lo intentaría igualmente luego. Guardó el pad en lugar seguro, tras un panel de su habitación, debajo de la estatua de Visnhú.

Mi deidad lo vigilará bien

Tras esconder el pad, Aakesh regresó al hangar y se estiró para, por fin, descansar un poco.

Johnny esbozó algo con los labios que pretendía ser algún tipo de sonrisa.

- Por una vez haré caso a mis superiores, pero no se acostumbren a ello.

Con alegría contenida recuperó el preciado bien que le regaló su padre, limpió el cuerpo de la guitarra y sentándose en el suelo, al lado del fuego, empezó a tocar algunos acordes para acabar cantando y tocando algunas canciones, las que le enseñó su progenitor el día que le entregó la guitarra.

Cristina se había sobresaltado al escuchar los gritos de Ollander, en realidad ella también estaba de los nervios y cualquier sonido más alto de al cuenta hacía saltase sobre sí misma o buscase su arma, la pistola phaser que siempre llevaba con ella. 

Entonces vio como Aakesh y Eduard se hicieron cargo de Ollander y se relajó un tanto, le gustaba ver a sus hombres trabajando como un equipo... que al fin y al cabo era lo que todos eran. Al menos aquello era lo positivo que se estaba sacando de aquel horror. 

Cuando el primer oficial la informó al oído asintió con su triste sonrisa, poca cosa podrían hacer en aquel día... pero al menos se había avanzado bastante en lo que respectaba al camino a seguir, saber que tenían que trabajar y hacer cosas era la mejor terapia y quizás con suerte consiguieran el objetivo principal... salir de aquel maldito planeta.

Mientras tanto Johnny por una vez les hizo caso... a veces le gustaría darle una patada en los huevos por tocapelotas, pero en aquellos momentos no podía permitirse el lujo de encerrarlo en ningún lado.

 Por una vez haré caso a mis superiores, pero no se acostumbren a ello.

Toca algo y calla de una vez... ¡coño!- le espetó un poco hasta el moño de su rebeldía

Cuando el timonel comenzó a tocar el sonido de la guitarra pareció ir animando un poco a Cristina que miró a Lightman y el sonido que producía con un gesto de aprobación.

- Es muy bonito John...- reconoció dejando que la música la envolviera, de manera inconsciente pensó en su familia, en sus padres y sus hermanos y cuando quiso darse cuenta se vió asi misma jugando en el jardín de palacio con un precioso vestido blanco y adornos rojo que su madre le había comprado, recordó el intenso verde de los jardines y los múltiples colores de la flores y en especial la risa de los niños mientras ellos corría, aquel recuerdo de felicidad la sumió poco a poco en la inconsciencia con una sonrisa dibujada en los labios.

Al día siguiente Aakesh se levantó, si no más descansado al menos con la mente más centrada. Le seguía dando vueltas al mensaje que Erika le había dejado. Su declaración de amor primero y la revelación de su verdadera misión venían una y otra vez a su cabeza.

Desayunó como pudo y tras revisar que todo estuviese en orden, si es que había algo en orden en esa nave, acudió a su cabina y recogió el pad de Erika. Lo desencriptó y escuchó de nuevo el mensaje. No lo pensó dos veces e intentó conectar con la Sección 31 como Erika le había indicado en su mensaje.

Al menos espero que si nos escuchan nos saquen de aquí

Pero tal como temía, su mensaje no fue escuchado. Aakesh se quedó pensativo

Bueno, tal vez pueda hacer otra cosa. Erika debió de recopilar información sobre Sirril. Tal vez en el pad.

Examinó el pad, aunque sin estar convencido del todo de que pudiese encontrar algo

Si hay algo Erika lo habrá escondido muy bien o simplemente lo tendrá guardado en otro lugar.

Tras su examen, se quedó pensativo

Bueno, si voy a hacer de espía convendrá empezar ya. Tampoco es que pueda hacer mucha cosa más en este lugar. Examinaré la cabina de Erika y de Sirril.

Grabó un mensaje en el pad y tras hacerlo de nuevo lo volvió a encriptar, pero le buscó otro escondite. Se fijó en su estatua de Visnhú. Miró por su pedestal y al comprobar que el pad podía caber lo separó de la estatua e hizo un hueco para esconderlo.

Ahora sí que estará vigilado por Visnhú. Si encuentro algo lo iré registrando en el pad de Erika. Lo guardaré como si fuese mío. Es su legado y mi herencia.

Fue a hablar con la capitán. Tenía pensadas varias excusas para examinar las pertenencias de Erika y Sirril sin sospechas, desde empaquetar sus cosas hasta buscar repuestos en las cabinas de la tripulación que ya no se encontraba con ellos. Tampoco se olvidó de Barakov.

Barakov se libró, pero tal vez haya información sobre Terra Prime. Estos hijos de puta nos dejaron en manos de los romulanos, y si puedo descubrir algo para acabar con ellos lo haré.

Pero no le dijo nada a su capitán sobre la Sección 31, algo que le dolía pero de momento no quería implicar a nadie más.

Tal vez más adelante, pero no quiero poner a nadie en peligro. Es mi legado y mi responsabilidad. Si la capitán no me permite examinar la cabina de este desgraciado lo haré a escondidas.

Al día siguiente Aakesh se levantó, si no más descansado al menos con la mente más centrada. Desayunó como pudo y tras revisar que todo estuviese en orden, si es que había algo en orden en esa nave, acudió a su cabina.

Necesito aclararme un poco más

Pasada una hora aproximadamente regresó y se acercó a la capitán.

-Buenos días capitán, ¿cómo se encuentra hoy?. De momento todo igual, un día más en el paraíso de Babel

Su voz estaba cargada de ironía

-Había pensado que dado que los tripulantes que ya no están con nosotros no se molestarán, buscar repuestos para otras partes de la nave en sus cabinas. Si un circuito que no se va a usar en una cabina se puede usar en otro lado nos vendría bien. Con mucho gusto me encargaría de hacerlo, no seré ingeniero pero necesito hacer algo diferente a mi puesto, siempre con la supervisión de Ollander.

Miró al ingeniero

-Por cierto, ¿como sigue hoy?

Guardó silencio unos segundos

-Ah, otra cosa, tal vez no sea el mejor momento pero en mi caso también lo haría con gusto. Empaquetar las cosas de la tripulación que ya no está. Me gustaría hacerlo con las cosas de Erika, y dada su familiaridad con Sirril, también lo haría con las del vulcano, si usted me da su permiso, por supuesto.

Se puso de pie

-También me gustaría examinar las pertenencias del desgraciado de Barikov. Si hay alguna pista de Terra Prime me gustaría encontrarla, aunque llegue a la Tierra.....

Calló, no quería decir lo que estuvo a punto de decir

-Ya me entiende, además, le tengo guardada una a ese malnacido, y ya que no se la puedo devolver, me calmaría poder encontrar algo sobre ellos y  darlo a conocer.

Nunca me había encontrado en una situación tan desesperada. Mis constantes fracasos a la hora de encontrar soluciones para los innumerables problemas de la nave habían calado profundo en mi ordenada y perfeccionista personalidad. Pocos, entre los tripulantes de la Excalibur, parecían reconocerme.

Mis cabellos desordenados y sucios, mi rostro tiznado, mis pestañas quemadas, mis ojeras y mi mirada perdida daban cuenta de la catástrofe que me había supuesto aquella situación. Levanté los ojos lúgubres para mirar al Primer Oficial, era evidente que había metido la cabeza en algún tipo de motor y que me había explotado en la cara.

Tomé la taza de café con la mano izquierda y Mukherjee recibió el gesto del pulgar de mi mano diestra. Teóricamente se entendía que se trataba de un gesto de buena voluntad, pero el contexto y mi rostro podrían dar a entender que bien se trataba de una despedida fúnebre.

-No pude reiniciar los distribuidores de flujo -anuncié, soltándo un suspiro derrotista-, pero estimo que la energía de reserva será suficiente como para sostener el soporte vital incluso después de que se apaguen los sintetizadores de alimentos. -esbozé una sonrisa no muy equilibrada- Por lo menos nos sofocaremos antes de morirnos de antes, con algo de suerte.

Le di un largo trago al café, o a ese líquido oscuro con olor. Ya parecía haber generado anticuerpos a la cafeína, porque cada vez necesitaba más para mantenerme en pie.

El sueño de Cristina fue interrumpido por el hindú, que acudió a ella para comunicarle la idea que había tenido sobre los objetos personales de los tripulantes caídos... Aquello era algo que De Alba había evitado conscientemente, tener que mirar sus fotos, ver sus objetos personales... Se le antojaba especialmente duro, pero era cierto que debían hacerlo. Así pues tras estirarse y masajearse el tobillo, comprobó que el dolor había remitido y que se podía poner perfectamente de pie. Al hacerlo se adecentó el moño, le gustaba estar visible y mantenerse aseada.

- Es una buena idea señor Mukherjee, pero me gustaría revisar con usted las pertenencias del señor Sirril, después me encargaré de las de la doctora y el señor McCall - no sabía si estos dos últimos habían conseguido sobrevivir

Al ver a Ollander se acercó al ingeniero y le posó una mano en el hombro

- Se que usted puede conseguirlo, díganos que es lo que necesita con más urgencia... Si conseguimos ir a la cúpula puede que encontremos lo necesario... No se rinda-Le apretó ligeramente el hombro y le dedicó una sonrisa, a pesar de todo tenía una gran fe puesta en su ingeniero.

- ¿Vamos señor Mukherjee? se dirigió al hindú para ponerse en marcha

Aakesh se sorprendió por las palabras de la capitán, no había contado con su ayuda, pero sonrió y asintio.

-Vamos, aunque si no le importa me gustaría encargarme solo de las pertenencias de Erika....quiero decir, la Comodoro

En parte agradecía que lo acompañase, no sería tarea facil

-Tal vez entre las pertenencias de Sirril encontremos alguna pista sobre su otro yo

Aakesh no había previsto la ayuda de la capitán, aunque era lógico. Al menos creía que la tendría alejada de las pertenencias de Erika.

Tal vez entre los dos encontremos algo en las pertenencias de Sirril, además, me vendrá bien su ayuda y así no levantaré sospechas. He de aprovechar esta oportunidad.

Miró a la capitán unos segundos

Me siento como si la traicionase pero no puedo compartir esta carga con ella, no por ahora. Le soy leal aunque me adentre en un sendero desconocido y peligroso.

Pero Aakesh sabía que ese sendero podría poner a prueba su lealtad.

No he examinado a fondo el pad de Erika, si no hay nada en su cabina posible tendrá toda la información en él. En cuanto pueda lo examinaré. Y creo que me cubriré las espaldas. Si me pasa algo la capitán sabrá en que he estado metido.

se sorprendía teniendo esos pensamientos. A pesar de su desánimo pensaba como si ya estuviese en la Sección 31 y fuesen a salir de allí.

Debo estar perdiendo la cabeza o debe de ser un mecanismo de defensa de mi mente.....¡Diablos, que se me va la pinza!

Una semana mas tarde los sobrevivientes de la Excalibur pudieron reunirse con aquellos que se encontraban desperdigados en el planeta. Entonces comenzó la puja por llevar adelante un plan de salvataje por sus propios medios, llegando primero a la Cúpula diplomática de Babel.

Y fue justo a tiempo, cuando la energía de reserva de la Excalibur se agoto al igual que el soporte vital y toda posibilidad de permanecer allí.

La cúpula pese a su estado de abandono era habitable en menor medida pero suplía las necesidades de todos. Eso permitió que el grupo pusiera en linea la mayoría de sus sistemas abandonados, incluso las antenas de comunicaciones. El primer mensaje fue enviado al espacio profundo con éxito.

Entonces la espera se hizo presente.

Un día después una nave ingresó al planeta y de ella una comitiva cuantiosa invadió la cúpula. Desde luego no pertenecían a la Tierra o a la Coalición de Planetas. Eran Klingons sedientos de venganza y con necesidades económicas. Necesidades que ponderando por encima del ansia de sangre de los guerreros permitieron que los humanos vivan otro día.

El resultado fue una lucha breve y dispareja sin cuartel, con la eventual captura de toda la tripulación de la NX y un viaje hacia territorios desconocidos...

"El Camarote de Erika se encuentra perfectamente ordenado, no hay muchos objetos, salvo unas cuantas fotos en la que apareces junto a ella cuando estaban en la Academia y algunas olvidadas dentro de uno de los cajones de su escritorio con un supuesto novio que ha tenido, también miembro de la flota.

A un costado se encuentra su cello negro, bien guardado dentro del estuche siendo aquel instrumento su bien más preciado entre tanta red de secretos y una doble imagen que estaba obligada a tener. Por otro lado su pc se encuentra apagada y en caso de encenderla, es necesario ingresar una contraseña. ¿Será la misma que su Pad? "