Partida Rol por web

El andoriano pronto pasó de intentar noquear al otro ingeniero para sacarlo de alli a luchar por su vida. Sin poder evitarlo, gruñó una sarta de juramentos en su lengua materna. Todo era culpa de Ollander, si no se hubiese empeñado en hacer las cosas a su manera, sin mirar las consecuencias, sin importarles que sus actos descerebrados pusiesen su vida en riesgo y la de otros. Quien sabe cuantos habrían muerto ya a causa del soberbio acto del piel-rosa. ¿Podrían llegar a la seguridad inestable de la Franklin los oficiales que se encontraban en el puente en el momento de la alerta roja? ¿Habrían perecido ya a manos de el capitán o sus esbirros? Sabiendo que no sólo cha'Karl, sino que su zh'yi se encontraban allí la última vez que supo algo de ellos, hizo hervir la sangre rica en cobalto del andoriano. Rezaba a los espiritus por que Ollander no hubiese provocado sus muertes.  

Ishant lanzó un rugido mientras sacaba el ushaan-tor para defenderse y retrocedía como podía hacia la bahía de carga, hacia la salvación que auguraban las palabras del Primer oficial. Ya no intentaría sacar al ingeniero tullido del aprieto, no, lucharía por su propia vida, para llegar a un lugar seguro si podía conseguirlo. Tan pronto como viese una vía de escape libre, se precipitaría hacia ella.

En uno de los lados James localizo algunos barriles aunque no pudo identificar la sustancia aunque por su aspecto parecía refrigerante o similar. 

Ese tipo de liquidos no resultarían mortales ni explosivos pero si inflamables por lo que podrían generar una buena llamarada aunque si se trataba de algún tipo de combustible el resultado podía ser el fin...  El golem cortaba la salida a James mientras veía como Ollander e Ishant se enfrentaban a los zombis que aumentaban en número y que sin duda no serían capaces de contenter por mucho tiempo.  El silencio de radio no hacía más que temer lo peor acerca del resto...

Era el momento de tomar decisiones, el tiempo de pensar se había agotado y James puso a prueba su instinto, apunto con su Phaser y disparó a uno de los barriles a la espalda del golem mientras intentaba safarse de su encerrona hacía el lado opuesto a los barriles.

James miró el haz de luz de su arma con la esperanza de que una gran llamarada ahuyentara o al menos distrajera a las infernales criaturas.

La maniobra desesperada de James resulta en un disparo hacia un barril ubicado en la cercanía del Golem, casi detrás de él y por consiguiente en el camino de escape hacia el pasillo general y el acceso a la sala de máquinas.

En lugar de explotar o incendiarse el barril fue perforado limpiamente por el disparo y este comenzó a perder todo su contenido, siendo este un líquido nauseabundo transparente que rápidamente se esparció por varios metros a la redonda.

Para sorpresa de James el Golem acabó en el suelo al pisar el líquido viscoso y extremadamente resbaladizo. Cuando la criatura cayó de espaldas James vio la oportunidad de pasar junto a su oponente y huir del encierro. Solo que significaría que el también debería sortear el líquido aceitoso y probar su agilidad al mantener el equilibrio.

Ollander haciendo uso de toda su energía vital y agilidad por igual consigue evitar la horrible muerte por las fauces y garras de los horribles monstruos que desesperadamente buscan su carne. Incluso contraataca con la multillave, aplastando el cráneo a uno de los monstruos pero sin acabar con la bestia. La desigualdad numérica en algún momento hará mella en los defensores.

El otro ingeniero, Ishant, esquiva un ataque dirigido a su rostro pero no tiene tanta suerte con otro que rasga su espalda en toda su altura. El feo corte es profundo y sangrante a su vez.

Con una herida terrible el andoriano retrocede, alejándose de ingeniería y tratando de mantener a raya a las bestias que amenazan con terminar con él. De este modo llega hasta el acceso a la sala de máquinas donde su línea de visión le permite todavía ver ingeniería y la bahía de lanzaderas por igual. Desde allí James y el andoriano cruzan miradas por un instante antes de la nueva arremetida de los monstruos sobre ambos ingenieros.

Nuevamente las cuatro bestias atacan a ambos y las últimas dos comienzan a moverse al trepar la pared, reptando por el techo en posiciones imposibles en dirección a la bahía de lanzaderas.

Sabía que se venía mi final.

Por un segundo varias imágenes se pasaron por mi mente, recordando mi niñez y mi familia en la Tierra, las aventuras con la Excalibur y las desdichas que nos habían llevado hasta aquel momento. ¿Cómo era posible que nos encontraramos en aquella situación?

Entonces comprendí que no podría despedirme de nadie, ni de mis compañeros, que me habían apoyado en cada momento de aquella tortura, ni de mis padres ni hermanos. Incluso no estaba seguro si alguien, algún día, podría llegarles a contar que era lo que había pasado...

Levanté la pesada llave para dar el último golpe, para morir luchando con coraje. Con un poco de suerte, mi último acto de justicia había tenido algún impacto en la Arena, porque en la Zeshkan ya era tarde para hacer lo mismo.
 

El golem cayo al suelo en cuanto sus pies entraron en contacto con el viscoso liquido, James que se había lanzado a esquivar a la bestia se mantuvo en pie a duras penas pero lo suficiente como para sobrepasar al fin al mostruo. Al alzar la vista pudo ver a Ishant quien se encontraba en la puerta retirándose hacía la bahía de carga seguido por un par de aquellas criaturas, sus miradas se cruzaron por un instante Ollander no estaba con él aunque James podía escuchar sus gritos de lucha...

James no quiso pensar en aquel momento si Ishant lo había abandonado o simplemente no pudo hacerlo, el comandante se encamino hacía el pasaje hacía la bahía de carga en la dirección que Ishant había tomado, pero tras dar unos pasos pudo ver la imagen que los gritos habían anticipado. Ollander en una acción desesperada luchaba, por su vida ante dos criaturas que ejecutaban su golpe mortal antes de que James ya pudiera salvarlo.

Ollander estaba perdido e Ishant en graves apuros pues su sangre se abría pasó por las heridas abiertas... Probablemente el gigante azul no se jugaría la vida por James pero el noble corazón de este tomo una decisión antes de que el. Omán dante pudiera tan sólo plantearse no hacerlo.

James fijo mirada en las criaturas, podía dispara pero tan solo abatiría a uno de ellos por lo que se armo de valor y decidió cargar con toda la energía que pudo reunir sobre ellos... concentro toda su energía mientras armo su cuerpo al entrar en contacto con las criaturas para empujarlas lo suficiente como para hacerlas caer lejos del ingeniero y si mismo con la esperanza de ganar los segundos suficientes para seguir por el pasadizo y sellar la puerta tras de si.

El andoriano al encontrarse tan cerca de la libertad, de escapar de una vez por todas del implacable enemigo y acudir en ayuda de sus aliados decide utilizar todo el empeño y voluntad que aun guarda.

Esquivando el ataque mortal emprende la huida en dirección a la bahía de carga donde los demás se reúnen para la evacuación. Su carrera es formidable pese a sus heridas, dejando que un monstruo apenas rasguñe su hombro a cambio de conseguir una vía libre.

Los monstruos se abalanzaron nuevamente sobre Jack, superando con notable agilidad las maniobras del humano por mantener alejadas a las criaturas y finalmente cayeron sobre el con todo el peso de sus garras y afilados dientes. En menos de un segundo el ingeniero fue abierto en canal por las garras de los Necromorfos y destripado a continuación.

Los órganos de la victima y su sangre se esparcieron por la sala de ingeniería cuando las aberraciones se toman su tiempo para descuartizar el cuerpo y consumir sus partes. Las otras dos criaturas optan por avanzar desde el techo en dirección a James, quien carga con todo su cuerpo contra los perseguidores de Ishant.

Los monstruos que también amenazan con perseguir al andoriano inician la persecutorio pero sin llegar a alcanzarlo. En ese reducido fragmento es cuando Stevenson cae sobre ellos, arrojando a sus oponentes contra la pared de la nave.

A continuación el comandante deberá luchar contra los dos monstruos que saltan desde el techo y lo atacan tan pronto como decide ir detrás del ingeniero. Si huye ahora dejará su defensa a merced de las criaturas, pero si decide luchar pronto tendría cuatro monstruos con los que lidiar, sin contar el Golem que no puede ponerse de pie.

En el comunicador vuelve a escucharse la voz de James, junto a su voz entrecortada se cuelan gritos de bestias y golpes

Vamos hacía allí... llevamos compañía, cubran y preparense para bloquear la puerta a nuestro paso... si no llego en 20 segundos... bloqueen y vayanse.

Las largas piernas de Ishant y sus fuertes músculos le hicieron safarse de las bestias justo antes de que James cayera sobre ellas, el imprevisto impacto del hombro del comandante derribo a las criaturas contra el suelo con un fuerte golpe... ahora fue James el que llamo la atención del resto de enemigos al dar Ishant por inalcanzable.

James no duraría mucho contra 4 enemigos y los que estaban por llegar, era aquel momento o nunca así que aprovechando que 2 de ellos se encontraban en el suelo y eso le daba ventaja hizo una finta para esquivar las zarpas de los dos zombis que cayeron del techo e iniciar una carrera hacía la bahía de carga... era vital alcanzar el corredor donde al menos el campo se estrechaba y la superioridad del enemigo no se mostraría con tanta supramacía.

La maniobra de James fue magnifica y aunque casadas aquellas piernas sacaron su mayor potencial en el justo momento que las necesitaba.

James al deshacerse de dos oponentes al empujarlos al suelo se dispone a correr con todas sus fuerzas por el pasillo hacia la bahía de carga y seguir a Ishant hacia un sitio seguro donde los aliados esperan.

En ese momento las criaturas lo atacan y por si no fuera poco se lanzan en su persecución por el pasillo hacia la bahía de carga. La suerte del comandante juega en su favor cuando los monstruos quedan bastante atrás en la carrera, permitiendo que James gane algo de preciado tiempo.