Princesa de Nueva Orleans - Cubierta Inferior

Aakesh se dirigió hacia la capsula de salvamento y tras coger los discos con las copias de seguridad de sus registros, actualizó dichas copias de sus registros.

Cuando regrese copiaré otros registros y haré un informe más detallado

Tras dejar las copias en su sitio, se dirigió hacia la Discovery y el módulo lunar

Aakesh se dirigía hacia la bahía donde estaba el módulo de descenso, cuando noto los discos en su bolsillo. Pensó unos segundos y pulsó el intercomunicador

-Enlace con la Princesa. Hope, aquí Aakesh, voy brevemente a la Princesa unos segundos para un asunto, no hace falta que me reciba nadie. Es.... Muy personal...

-Hope. Realice un escáner desde la Princesa del planeta y del punto de descenso cuyas coordenadas le transmitiremos. Necesitamos saber las características del planeta, del lugar de descenso y si detectan cualquier tipo de defensa. Prepare la nave para realizar un aterrizaje, ya que si las condiciones son óptimas aterrizarán para realizar las reparaciones que faltan. Busque también depósitos de dilitio. Transmita lo que averigua a la Discovery. Gabriel le transmitirá los datos que recopile sobre el planeta. Cualquier eventualidad comuníquemelo de inmediato. Salvo que alguno de los oficiales se quede, sigue a cargo de la Princesa.

Aakesh entró y salió tan rápidamente que nadie de su tripulación alcanzo a verlo. Llego por el túnel desplegable proporcionado por la Discovery para unir ambas naves desde sus respectivas escotillas de aire.

Hope, en el ínterin, responde desde el comunicador.

-Comandan…er…capitán. Tengo los datos de los sensores y los datos recopilados por la Discovery, que son inferiores a los nuestros. Los reenvío a la bahía del módulo lunar. Ramsey fuera. –

Cuando Mukherjee abandona nuevamente su nave, que pese a ser una nave de guerra Klingon, era lo único que le conectaba con su hogar, se topó con un robot de reparación del Discovery. El ser mecánico estaba cerrando un panel de los circuitos de aterrizaje que habían sido dañados en el ataque de la Franklin. A Muk le asombró la capacidad operativa de esos robots, porque este pese a estar bastante dañado aun trabajaba con esmero.

Luego el capitán en funciones volvió a la Discovery.

Jankowsky siguió a Aakesh hacia la Princesa para hacerse con el armamento que estimaba necesario, había visto una armería en la cubierta C de la nave Klingon. Se despidió con un gesto de Aakesh y permaneció en esa cubierta para pertrecharse lo mas pronto posible.

Tomó un rifle disruptor y un disruptor de mano con sus respectivos correajes y cartucheras que ajustó como pudo a su cuerpo ligeramente más delgado que el de los Klingon. Tomo en sus manos una gran cuchilla con forma de media luna, bat´leth, pero lo consideró demasiado grande, además el no estaba entrenado para usar un arma así. Sin embargo si llenó sus ojos un extraño cuchillo, el mek´leth, que parecía bastante efectivo, decidió llevarlo también. 

Siguió buscando por si encontraba algo más de interés, no le vendrían mal unos explosivos por si la cosa se ponía fea o incluso si necesitaban realizar una demolición, aunque conociendo a los Klingon y su manera de hacer armas se lo pensó mejor antes de llevar algo demasiado peligroso.

Con gran esfuerzo y pericia James consigue aferrarse a una de las alas de la D5 utilizando las “manos” de la capsula. Ahora solo resta un pequeño salto y vuelo hasta el casco de la nave. Una vez que llegue podrá utilizar sus botas magnéticas para caminar por ella y decidir por donde ingresar.

Puede hacerlo por la escotilla de emergencia del puente de mando o por la rampa de acceso de la bahía de carga.

Desde allí puede observar que los motores de la nave se encuentran apagados y que la nave viaja por inercia en una órbita poco estable que acabara siendo tragada por la atmosfera del planeta. Pero eso sucedería dentro de unas cuantas horas si no se corrige.

Desde afuera tampoco se nota algún tipo de actividad, porque las armas tampoco han sido activadas.

Cuando el marcador de combustible comenzó a parpadear James trago saliva, era el momento de la verdad o pasaría el resto de sus días vagando por el espacio y no serían mucho si no conseguía salir de la gravedad del planeta.

Aún así James aposto todo a una carta, oriento el pod en la trayectoría de intercepción de la D5 con el último sorbo de gasolina y se preparó para la apróximación, desplegó los brazos mecánicos consiguiendo aderirse a la nave.  Parecía que lo más dificil estaba hecho.

Una vez asegurada la nave James terminó de ajustarse el traje de vacío, había entrenado muchas veces saltos de aquel tipo, gracias a su entrenamiento no le fue dificil alcanzar el casco de la gran nave y conectar sus botas para permanecer pegado,

La nave contaba con dos entradas posibles, pero en aquella ocasión James prefirió seguir apostando fuerte iría directamente al puente.  Necesitaba ganar el control de la nave y entrando por la bahía de cargar podría ser descubierto y el puente sería sellado evitando cualquier intento de asaltarlo.

James se acercó a la costilla de emergencia, comprobó que llevaba sus armas consigo y accionó la escotilla.

El espacio alrededor de la D5 cambia ligeramente cuando los escudos son desactivados para dar energía al sistema de armas. Poco después el cañón ventral dispara un par de salvas en dirección al planeta, hacia algún sitio en el continente sur.

Cuando James llega a la proa en busca de la escotilla de emergencia que conduce directo al puente puede observar la acción de bombardeo al planeta.

Entonces se apresuró a jalar de la escotilla pero esta no respondió a sus esfuerzos. Requeriría de poco mas de su pericia para abrir la escotilla que estaba atorada.

James avanzó por el casco en dirección al puente, cuando la D5 parecía alterar su silencioso movimiento.  El haz de energía se formo es unos instantes para salir disparado en dirección al planeta, sin duda la nave estaba siendo controlada deliveradamente y el comandante solo pudo esperar que aquel disparo no fuera dirigido hacía los suyos.

Fuera como fuese el tiempo apremiaba una vez más y James avanzó lo más rápido que pudo hasta alcanzar la escotilla.  La entrada estaba sellada como cabía esperar, así que James procedió a su apertura manual intentando mantener el control de la situación.

Con el tiempo más que necesario para preparar su escondite James pudo también improvisar una linterna potente con elementos de ingeniería y de la bahía de carga. Utilizando sus conocimientos de mecánica y ciencias doto de capacidad UV a la linterna, para dar más poder a los rayos de luz que esta disparaba y así complicar a los posibles Xhaguars a encontrar.

Antes de dejar el puente para ir a la bahía de carga, donde se encuentra la rampa de acceso, el comandante también hizo uso de los sensores. Con ellos logró saber que el sitio de aterrizaje seria en medio de la ciudad que antes estaba atacando la D5. Solo que si el rayo se apagaba antes de que la nave tocara tierra esta caería sobre la ciudad. De eso no podía estar seguro porque todo funcionaba a medias en la nave.

De modo que sin mayores dilaciones James se posicionó en una trinchera en la bahía de carga conservando un amplio rango de tiro en dirección a la rampa de acceso. Y allí aguardó…

Teniendo el tiempo justo para instalar uno de esos cañones disruptores en el improvisado bunker James puede dedicarse a tratar sus heridas con un botiquín de la Franklin que había en una caja de suministros en la bahía de carga.

Luego de todo eso la D5 parece tocar suelo con fuerza al caer algunos metros libres al ser liberada del rayo tractor. Desde luego la breve caída es perfectamente soportable para la robusta nave Klingon pero el daño en todos los sistemas internos de la nave es significativo. Hay pequeñas explosiones y chisporroteos por todos los pasillos pero sin ir más lejos que eso.

En definitiva nada que la cuadrilla de ingenieros no pueda arreglar con algunas horas de trabajo intensivo.

Ahora solo resta ver qué sucede afuera porque los minutos pasan y nada sucede. No hay intentos de entrar por la fuerza ni nada por el estilo. Solo silencio en el interior del crucero de batalla Klingon.

James revisa la rampa de acceso y esta funciona adecuadamente. Solo queda en sus manos salir y ver qué ocurre…

Nada pareció suceder cuando la nave toco tierra, James esperó en su escondite un tiempo prudencial antes de moverse, abrir la rampa de salida no le pareció una idea demasiado buena ya que delataría que se encontraba en el interior. 

Tras ver que no había movimiento James volvió al puente a fin de ver si las camaras exteriores mostraban algún movimiento en el exterior o al menos la disposición del mismo.  Si tocaba salir, sería mejor hacerlo por la escotilla de emergencia del puente del mismo modo que entró en la nave.