10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
El hallazgo de vuestro inquietante compañero de cueva os resultó sorprendente. Era el cuerpo congelado de un legionario imperial que, herido, se había refugiado en la misma cueva en la que habíais decidido pernoctar esa noche. Kamal, vuestro rastreador, dedujo que aquel cuerpo llevaba muerto un mínimo de un mes y que murió antes por congelación que por la herida sangrante de la pierna. Pero lo que más os pudo inquietar era su rostro, un paroxismo de terror helado eternamente en su cara, con los ojos abiertos mirando a los dioses sabían a quien.
Sé que el pobre diablo no tiene culpa, pero no quiero dormir aquí con él aquí. declaró Farasad, el diplomático de la misión, que miró a Nabar, vuestro líder. Al menos darle un entierro digno.
Las llamas de la hoguera que habíais encendido os abrigaban de calor ante la inminente frialdad de la noche, el otoño empezaba a dar pie al frío invierno nórdico, un clima al que vosotros no estabais acostumbrados.
Maldito frío.. bufó Farasad arrebujándose en su capa.
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
Nabar suspiró resignado ante las quejas de Farasad, eran buenos amigos, pero no podían ser tan diferentes. Mientras Nabar era tranquilo y tranquilo, Farasad era quejica y nervioso, más de uno os preguntabais cómo era eso de que este era el diplomático y no Nabar, pero la verdad era que, cuando Farasad hablaba le cambiaba el carácter.
Kamal, Tavase, coged al legionario y sacadlo fuera. ordenó con resignación, aunque admitía que no le faltaba razón a Farasad, cuando el calor derritiera el hielo del muerto, empezaría a apestar a muerte en la cueva. Dadle la sepultura más digna que podáis, pero no os entretengáis fuera.
Kamal reaccionó pronto, te miró esperando lo mismo de ti, ambos os ayudaríais para sacar al cadáver fuera.
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
Faltando poco tiempo de viaje hasta la primer ciudad en nuestra ruta habíamos parado en una cueva para pasar la noche, en la misma Kamal había descubierto el cadáver de un imperial. Uno de los diplomáticos se había quejado del mismo y si bien sus modos distaban de lo que se esperaría de un guerrero todos teníamos allí la misma idea: darle un entierro digno. Al menos eso pensaba yo.
Nabar nos ordenó a los más jóvenes del grupo encargarnos de aquello, los demás aun levantaban el campamento y mientras que mi compañero se incorporó de un salto yo lo hice solo tras tomar una pala de entre el equipo general, tenía entendido que allí enterraban a los muertos.
Al acercarme al cuerpo helado elevé una súplica a Tu'whacca para que llevara su alma por el camino correcto junto a sus ancestros, pero antes siquiera de tocarlo una duda me surgió -maestro* Nabar- dije -este hombre es un guerrero del imperio ¿Por qué estaría solo en un lugar como este?- hice una pausa, no quería faltar el respeto -es decir, quizás tenía una misión y de ser así seguramente portara documentos-.
Esperé a su respuesta, no pretendía desobedecer a mi comandante pero el honor determinaba ayudar a un similar en apuros, vivo o muerto.
* Como señal de respeto, no implica que literalmente sea mi maestro, aunque tampoco me molestaría xD
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
Tus preguntas fueron escuchadas por Nabar, el líder de la expedición lanzó una lánguida mirada al cadáver mientras negaba con la cabeza.
Una emboscada, se separó de su gente, ahora ya no importa. movió la cabeza para que os llevarais el cuerpo. Fuera lo que fuera sucedió hace tiempo, pero no bajéis la guardia. ordenó el veterano guardia rojo.
Nabar se quedó hablando con Farasad mientras tu y Kamal alejabais el cuerpo de la cueva.
No hay problema con que sea tu maestro y él te recomendara para la misión ;)
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
El explorador del grupo te miró con cara de circunstancias y se afanó para tomar de los hombros al legionario congelado haciendo un gesto para que lo tomaras de las piernas.
Toca un último trabajo del día. dijo con humor Kamal, ambos sacasteis fuera el cuerpo y enseguida os golpeó el frío creciente de las montañas y el anochecer, tu compañero sacó una pala pequeña que te la pasó, él cavaría con el casco del legionario.
Vamos, me gustaría tener esto listo antes de que se me hielen las pelotas. apremió riendo mientras empezaba a cavar en una zona que parecía adecuada. Mientras estabais enzarzados en la tarea, Kamal te miró intrigado. Oye, ¿cómo es el viejo entrenando? He oído que es muy duro. preguntó refiriéndose a Nabar.
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
Una vez fuera nos encargaríamos con Kamal de enterrar al difunto, tomé la pala que me ofrecía y me dispuse a hacer aquella tumba tan rápidamente como se pudiese. Páramo del Martillo tiene inviernos extremadamente fríos, de hecho uno puede morir congelado en pleno verano de perderse en el desierto, pero este frío era distinto, era como si la ropa no fuese del todo eficaz a la hora de abrigarlo a uno.
Al menos el ejercicio nos mantendría cálidos.
Mi compañero hace una broma -¿Es que aun no se te han congelado las pelotas?- le seguí el juego sonriendo bajo mi burka -yo no las siento desde el norte Coloviano-.
Las herramientas hendían la tierra y la nieve por igual pese a que el frío lastimaba las manos. Me había enfocado en la tarea cuando una pregunta me asaltó por sorpresa.
-Yo también oí eso hace seis años, todos me lo decían- por un segundo paré de cavar, volví a la faena y continué respondiendo -pero tengo la teoría de que es parte de su criterio de selección, es tan duro como cualquier maestro digno, pero realmente es muy dedicado y protector de quienes entrena-.
Miré el zurco, estaba listo -pero no le digas que te he dicho, ni se lo comentes a nadie Kamal-.
Hice un alto y miré a los alrededores mientras tomaba al cadáver, temiendo que el anciano surja de la noche para regañarme.
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
Kamal rió contigo ante tu comentario, se encogió de hombros mientras apuraba el hueco donde colocar el cadáver del legionario.
Aunque lo de estas montañas es exagerado. apuntó finalmente con un suspiro. Pero al menos.. entramos en calor.
Escuchó hablar de Nabar y tu entrenamiento, Kamal era bromista, pero solía ser bueno guardando secretos. Imaginabas que era debido a que en su trabajo como batidor el silencio era fundamental, y eso lo aplicaba al resto de las facetas de su vida.
No he de comentar nada a nadie, amigo. Relája.. se calló de repente, Kamal alzó la mano pidiéndote silencio también y miró por los alrededores. El explorador oteó los alrededor, le había cambiado la expresión, afilada y vigilante. Me pareció oír algo, pero esta condenada nieve.. no estoy acostumbrado a este clima.. te señaló a un punto concreto, dejó el casco en el suelo y desenfundó su cimitarra en guardia.
¿Ves algo tú? te preguntó. Esforzándote en mirar, te pareció ver algo que acechaba entre la maleza, a unos diez metros de vosotros en el lado opuesto de la entrada de la cueva.
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+5)=16
Para agilizar la escena, hago la tirada por ti.
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
Efectivamente había visto algo, al igual que mi compañero, agazapado al otro lado de la entrada. Un silvido se escuchó al desenfundar mi propia cimitarra a la par que mi respuesta -Si, lo veo-.
Mi arco estaba dentro, al igual que mi escudo y maldije nuestra suerte pues de tener mi arma predilecta tampoco tendría mucho sentido que la use; tirar flechas con tal oscuridad era un desperdicio casi seguro de proyectiles. Me acerqué a Kamal, quedando así a su lado. Mi cuerpo temblaba más del frío que por el miedo, aunque pelear de noche no era algo que me encantase precisamente.
-¿Quién anda ahí?- espeté con la esperanza de que fuese un mer u hombre, posiblemente perdido como aquel legionario -¡muéstrate ya!-. Lo último había salido en un tono un tanto más elevado, quizás el resto de la patrulla había escuchado pero no pretendía bajar la guardia. Mis ideas se agolpaban entre sí -¿Sería mejor entrar o alarmar al resto los molestaría?-.
-¿Qué hacemos, Kamal?-.*
*Normalmente no soy dependiente de los NPC, en este caso por ser un prólogo, en el que además soy el más raso del grupo, lo considero una excepción legítima.
Listo el post ;)
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
Kamal no dijo nada, únicamente te lanzó una señal con la cabeza dándote a entender que trataríais de rodear lo que fuera que se escondiera entre la maleza. Pero antes de que os acercarais demasiado, el intruso se reveló con sus ojos refulgiendo por la escasa luz.
Era un lobo, el animal os miró fijamente el uno al otro con cautela, al parecer se había acercado curioso por el ruido que habíais causado. Su mirada se clavó en los dos, pero se mantuvo alerta, Kamal lo miró sorprendido y luego te miró a ti sin bajar la guardia. Basto ese gesto para que el lobo diera media vuelta y saliera corriendo, lo perdisteis de vista enseguida.
Por Tava.. suspiró mientras perdía un poco la tensión del cuerpo. Un lobo solitario, visitantes inesperados al caer la noche. se encogió de hombros mientras no apartaba la mirada del lugar donde se había marchado el animal. Será mejor terminar pronto con la tarea, la noche va a caer pronto.
10 de Helada, Tarde, En una cueva del Paso Pálido
Con la marcha del lobo mis hombros cayeron a la par que un largo suspiro abandonaba mis pulmones. Eran animales hermosos, agradeció no tener que matarlo. Su compañero tenía razón, debíamos terminar con eso cuanto antes, si habíamos llamado la atención del pobre can podríamos llamar la atención de otras cosas. Y desde que los dragones volvían a surcar los cielos eso era una amenaza más que habitual.
-Si, Kamal, estás en lo cierto- dije enfundando mi arma.
Con eso tomé las piernas del imperial e intenté arrastrarlo hacia su última morada -y que Papa te aguarde en su morada- susurré al cadáver mientras lo comenzábamos a cubrir con hielo, tierra y piedra.
Me preguntaba qué hacía un lobo fuera de su morada en una noche como aquella, seguramente no tendría manada o algo por el estilo, pero aun así era extraño que no viajase a parajes más cálidos.
Asumo que, si no acontece nada más, entraremos.
11 de Helada, Mañana, El Paso Pálido
Pudisteis regresar sin mayores percances, la noche arreciaba trayendo un frío como ningún otro hubierais sentido anteriormente. Estabais acostumbrados al rigor de las noches del desierto, pero este era uno que se colaba en los huesos, la humedad era desagradable, pero gracias al fuego pudisteis conservar la temperatura. Las guardias fueron escrupulosas, así lo había mandado Nabar, el veterano guerrero aseguraba que tenía un mal presentimiento.
Afortunadamente ese mal presentimiento no pasó de eso, de un presentimiento. Al amanecer estabais prestos a retomar el camino, era un día soleado, pero el sol no calentaba, os esperaba una jornada agotadora por delante, apenas habíais empezado a cruzar el Paso Pálido. El día se os prometía aburrido, pero delante vuestro se os cruzó lo inusual, era un hombre de rasgos desconocidos, y una armadura aun más extraña, que os cerraba el paso con gesto hierático.
11 de Helada, Mañana, El Paso Pálido
Como era de esperar, Nabar se adelantó un poco para afrontar al misterioso hombre de la montaña. El líder de la patrulla se mostraba confiado, evocaba autoridad.
Somos guardias rojos de Páramo del Martillo, vamos en misión diplomática a Skyrim. anunció a unos veinte metros del sujeto. Si no tienes inconveniente, nosotros seguiremos nuestro camino, y tú podrás seguir con el tuyo. No venimos a buscar problemas ni pelea. quizá pensaba que aquel hombre os consideraba una amenaza, no era para menos viendo lo armados que ibais.
11 de Helada, Mañana, El Paso Pálido
El hombre miró a Nabar con los ojos envueltos de indiferencia, puede que incluso llenos de un vacío aterrador. Algo que la experiencia del veterano guardia rojo hizo que se pusiera en guardia desenvainando el arma, pues de las exóticas palabras del hombre no sacasteis nada en claro, solo incertidumbre.
Anata wa dai gisei no tame ni tekishite imasu. dijo con un tono de voz siseante, inquietante. Lo siguiente que escuchasteis fue a Nabar gritando..
11 de Helada, Mañana, El Paso Pálido
¡En guardia! ¡Es una emboscada! gritó Nabar haciendo que toda la patrulla se pusiera en alerta ante un enemigo que no se había revelado.
Como es el prólogo, no haremos tiradas, lo haremos narrativo. Por ahora interpreta hasta este punto.
11 de Helada, Mañana, El Paso Pálido
Habíamos recorrido un buen tramo desde aquella cueva helada y, no obstante, acogedora en relación al resto de ese mundo frío que era Skyrim.
Tras avanzar un buen tramo nos encontramos con un hombre extraño que llevaba una armadura aun más rara que él y su idioma, nuestro líder nos advirtió de una emboscada y, con súbita reacción, desenfundé mi arco atento a los alrededores.
Tensé la flecha, espectante, listo para atravezar lo primero que apareciese a la vera de aquel "Paso Pálido". Estaba nervioso, quizás asustado, jamás había combatido en aquel entorno pero sabía que podía contar con mi unidad.
11 de Helada, Mañana, El Paso Pálido
De repente, una potente ilusión se disipó a vuestro alrededor, la experiencia de Nabar lo había anunciado, pero ni él mismo pudo imaginar la gravedad de la situación en la que os veíais envueltos. Al principio escuchasteis un sisear que recordaba el de las serpientes, y cuando cayó definitivamente el efecto mágico os visteis rodeados por hasta diez atacantes con armaduras parecidas al que teníais enfrente.
Junto a ellos pudisteis ver argoniano que trazaba imágenes en el aire e invocaba un hechizo. Para cuando reaccionasteis, tanto Farasad como Kamal quedaron paralizados por el conjuro que el argoniano había invocado. Delante de ti uno de esos atacantes con sables parecidos a los vuestros, pero con las hojas mucho más delgadas, te propinó una patada en el pecho derribándote al no esperar el golpe.
Nabar trató se lanzó a por el hombre que os había cortado el paso, que se demostró un espadachín tan o más hábil que el propio Nabar. Pero a pesar de la habilidad de tu maestro, se fue imponiendo su rival gradualmente. Los demás miembros de la patrulla fueron asesinados rápidamente por la aplastante y sorpresiva superioridad numérica de vuestros atacantes, y sobre ti parecía que iba a caer el mismo destino, pues aquel que te había derribado se preparaba para rematarte con su espada.
11 de Helada, Mañana, El Paso Pálido
Miré con espanto y dolor como mi unidad, mi familia, era masacrada por esos extraños combatientes que empleaban la magia de Ilusión para atacar por sorpresa. La patada me había hecho caer al suelo pero en mis manos aun aferraba aquel arco.
Nabar estaba perdiendo el enfrentamiento y su oponente no era fácil de golpear, se movía con una soltura inusitada para la armadura que portaba. La misma parecía pesada más allá de ser difícil de identificar.
El atacante frente a mí estaba armado pero mi flecha no apuntó a él sino a otro. El argoniano oscuro, aquel que había disminuído de tal forma el poder de nuestro equipo, aquel que ayudó al enemigo con artimanias.
Tensé la cuerda y disparé a la par que mi futuro, tan sombrío y letal como lo veía, solo me dejaba una atroz duda -¿Por qué de esta emboscada?-.
Miré a mi claro asesino a los ojos, un guerrero de Páramo del Martillo jamás moriría como cobarde, e intenté interponer mi arma entre la hoja y yo.
11 de Helada, Mañana, El Paso Pálido
La vorágine implacable de vuestros agresores cayó como un martillo sobre un yunque, mientras te defendías desesperado contra aquel tipo que tenías encima, viste como aquel desgraciado parecía recrearse en tu muerte convencido de su superioridad. Eso te dio el precioso tiempo para disparar tu arco contra el argoniano, tu saeta pareció que lo impactó ya que pareció tambalearse, pero no tuviste tiempo para disfrutar de tu victoria.
Mientras afrontabas tu final con arrojo, otro de los atacantes te propinó una patada en la cabeza tan fuerte que, mientras caías en la inconsciencia podías ver que Nabar era atravesado por su adversario y caía de rodillas. Habías sido derrotados, no había ninguna duda de ello, tu mirada se apagó teniendo la mirada de un Nabar herido sobre la tuya. Luego, solo vino oscuridad y vacío.
Final del prólogo.
Adquieres 300 PX, subes a Nivel 2.
Realiza tu subida en tu escena personal, en breve abriré la siguiente escena ;)
Editado: Ahora queda mejor, disculpa xD