Salón principal, después de la reunión con Serana
El joven se cruzó de brazos mirándote con intriga, quizá consciente de que hablabas en serio y no había hueco para la chanza. Al menos podía concederte eso.
—La verdad es que no he querido insistirte mucho en ello —admitió moviendo la cabeza —. Pero, eh, ya sabes que puedes hablar conmigo. ¿Riften? ¿Qué tiene que ver con todo esto? ¿Por qué tienes que ir allí?
Salón principal, después de la reunión con Serana
Le mostró una sonrisa sincera, no era que no hubiera querido hablar de ello, si no que no tenía respuestas para lo que había ocurrido hasta ese momento y hablar de ello para solo conjeturar no habría ayudado.
No te preocupes, lo más seguro es que no te hubiera soltado en bastante tiempo habló dejando escapar una pequeña risa, al menos ahora sabemos de qué va todo. El tono volvió de nuevo a algo más serio y resignado. Uno de los que estuvieron allí arriba, Viggo, preguntó a quien vino si sabía algo de la ciudad y al parecer… cree que… dudó un momento antes de seguir, mirando a los lados a ver si alguien estaba pendiente de la conversación. Aquella mujer había hablado sin problemas del grupo, pero ella tenía más reparos teniendo en cuenta lo que sabía. Cree que en el gremio pueden tener alguna información útil. Aunque había bajado la voz en aquella última frase, había cierto temor escondido en sus palabras, que al final plasmó de viva voz. Lo que me aterra es lo que me encontrare allí.