Partida Rol por web

Parecía que aún le quedaba algo de suerte para gastarla aquella noche.

Había logrado llegar a la limitada seguridad que le confería la altura de aquel capó. Una posición suficientemente ventajosa como para tratar de abatir a aquellos putos perros o, al menos, a uno de ellos.

Tratando de recuperar el haliento para poder encañonar a aquella mala bestia con garantías, alzó el cañon de su escopeta, encaró hacia el perro y apretó el gatillo.

De tener tiempo llevaría la corredera atrás y adelante para volver a abrir fuego una vez más

Pero qué coj... 

La voz había interrumpido aquella conversación, pero no para dar ninguna buena noticia.

Sandy miró a X

Empiezo a lamentar bastante haberte hecho caso...

Si se había hecho una correcta composición del lugar, la sinagoga era un edificio aislado, rodeado por calles o estrechos callejones por todos sus laterales. Eso suponía que había muchas ventanas y a varios pisos de altura para intentar salir de allí. No tenían ninguna seguridad de que no estuviesen totalmente rodeados, pero había algo en la voz que se oía por los altavoces que invitaba a pensar que no eran un grupo tan numeroso como para rodearles por completo. Para empezar, hablaba en primera persona del singular, y para continuar, preguntaba por una adolescente. A Sandy le costaba pensar en un despliegue de efectivos muy numerosa para encontrar/capturar/secuestrar a una adolescente.

Todo aquello le hacía pensar que sus sesos no correrían demasiado peligro si salía del lugar por una vía alternativa.

¿De qué adolescente pija hablan?

El disparo arrancó un único gañido y luego todo quedó en silencio. Hasta ti llegó el olor del cañón de tu arma y la sangre y sesos vertidos. El otro can quedó en la distancia observando, con las orejas bien alzadas y sus patas afianzadas en la acera. Lo malo era que el perro estaba medio acubierto de una de las recias papeleras de la ciudad, por lo que acertarle no sería tan fácil.

Sonrió con humor y levantó las manos dando un paso atrás, al ver que había sobresaltado a la chica. Por momentos se tomaba con demasiada calma toda aquella situación. Su psicóloga decía que tenía buena capacidad para compartimentar, probablemente fuera cierto. Asintió a la señal de X, palmeando el hombro a Duke antes de ir a que lo curaran. Pero se detuvo apenas dar un paso al frente, por la irritante voz que retumbaba en el lugar. Recorrió con la vista el lugar, cruzando la mirada con X -¿De quien esta hablando? - Preguntó casi al mismo tiempo que la otra chica, mirando hacia la puerta como si esperara que alguien entrara de golpe. -Si realmente quieren volar esto... necesitarían explosivos adentro también no? - Buscó con la mirada alguien que le confirmara aquello, no tenía idea de bombas pero ese edificio parecía muy grande y estable como para ser destruido desde el exterior. 

Os paso imagenes del interior de la Sinagoga. No estaba segura y por eso no lo hice antes, pero creo que os puede ayduar a hacer una composición del lugar. Simplemente imaginar que no hay bancos ni arriba ni abajo, solo biombos para separar algunas camillas, mesitas cigueñas, pies de gotero, etc.... En la zona alta también hay gente siendo atendida, pero vosotros estais abajo

Miras a tu alrededor y no ves más puertas que las de la entrada y al fondo una pequeña por donde seguramente tenga su "despacho" el rabino. Las cristarelas parecen anchas para que pueda pasar una persona si rompes los cristales pero.. ¿quién destrozaria una obra de arte como aquella?

Sigues repasando el lugar hasta que te fijas en una bolsa de deporte que está justo en la puerta principal de la sinagoga. No parece haber nadie cerca...

Miras a tu alrededor y no ves más puertas que las de la entrada y al fondo una pequeña por donde seguramente tenga su "despacho" el rabino. Las cristarelas parecen anchas para que pueda pasar una persona si rompes los cristales, tanto los de arriba como los de abajo.

Todos en el interior parecen asustados y no es posible que ninguno esté con esa loca del megafono

Alzó la ceja irónico ante las palabras de Blue Velvet ante el hecho de haber seguido su consejo - Como si fueras a estar más segura en otro sitio - un sonrisa confiada mientras se volvia para pedir calma con sus brazos extendidos hacia el resto de la gente

- Las bombas y explosivos son armas de clase 6. Están prohibidas incluso en la Purga. Seguramente va de farol esa loca pero por si acaso, no toquen nada. Nosotros nos haremos cargo - esperó a asegurarse que le habian entendido y se volvió hacia Duke y Mike  - Busquemos por si acaso y rezemos porque la pirada no tenga granadas ni nada similar - se giró hacia Nicolas - Busca una salida y ayuda a los que lo necesiten - Miró a Blue pero se contuvo de pedirle nada. No creía que hiciera caso de lo que le dijera. Si quería echar una mano tenía que salir de ella. 

Detrás del biombo salió el médico mientras X hablaba. Su uniforme estaba arrugado de llevarlo puesto muchas horas, con manchas de sangre, betadine y a saber que más. Las ojeras y su rictus mostraba el cansancio pero sus ojos brillaban con determinación.

- Quiere a la hija del alcalde. Apareció aquí hace una hora, totalmente asustada y desquiciada. Parece que hay gente que quiere acabar con los Nuevos Padres Fundadores... - tomó aire despacio - No creo en nuestro gobierno, pero tampoco en la tortura ni en el chantaje y la estorsión - sus hombros se cuadraron indicando que no pensaba decir donde estaba la chica.

- TICA TAC, SEÑORES. TIIIIIC, TAAAAAC. JAJAJAAJAJAJAJA -

Con una bala cargada en la recámara del arma, dió un nuevo vistazo en dirección a las amenazas consistentes en un perro aún vivo y en sus dos dueños, para luego buscar la escalera de incendios más cercana.

En los enfrentamientos la altura siempre da la ventaja. Esa es una verdad que William tenía bastante clara y que iba a intentar sacar a relucir.

La distancia a recorrer era corta, pero sabía que su fuerte no era la velocidad y conocía las capacidades atléticas de aquellas razas de perro. Si el animal le daba alcance, seguiría teniendo la escopeta cargada con un cartucho y la posibilidad de usarla como un arma contundente, llegado el caso.

Con la decisión tomada, descendió del capó a la carrera, en dirección a la escalerilla de incendios.

¿Y bien? - Se quedó esperando Sandy la instrucción del señor X.

No me digas que toda esta gente es parte de tu cuadrilla pero te da cosa pedirme algo. 

Bromeó con picardía. 

A ver. No sé si habrá alguna otra salida, pero esto está lleno de grandes cristaleras por todos lados que dan en todas las direcciones. Creo que si tenemos que encontrar una salida alternativa no debería costar mucho.

Se giró hacia el doctor.

¿Dónde está la chica? ¿Puedo verla?

El cansancio comenzaba ya a pesar. El dolor de algunas de las heridas obtenidas aquella noche también iba mellando tu velocidad. Pensaste que te daría tiempo a huir, pero justamente cuando alcanzaste la escalera de incendios sentiste la mandibula del perro cerrarse alrededor de tu pantorrilla y estaba a punto de hundir los colmillos en tu carne con más fuerza.

En sus ojos pudiste notar que estaba adiestrado para aquello. Para matar.

A ver. No sé si habrá alguna otra salida, pero esto está lleno de grandes cristaleras por todos lados que dan en todas las direcciones. Creo que si tenemos que encontrar una salida alternativa no debería costar mucho.

- ¿Te encargas tú entonces? - su semblante se había relajado mientras fijaba una mirada intensa en los ojos de Blue Velvet. Era como si saber que ella estaba de su lado le diera más confianza. Asintió en un gesto de agradecimiento antes de volverse y ponerse a buscar tal y como habían empezado ya a hacer el resto. Había que moverse rápido y había que hacerlo ya

Mientras Nicolas se desplazaba con aire ausente hacia la puerta de entrada a la Sinagoga, el médico miró a Blue como si estuviera loca

- Por supuesto que no - dijo con determinación, cuadrando los hombros y elevando ligeramente la mandíbula en actitud desafiante - No pienso ponerla en riesgo - sus ojos miraron alrededor al sentir que algunos de los que estaban allí comenzaban a mostrar semblantes enfadados. Dió un paso hacia atrás receloso, en dirección hacia el fondo del templo, mientras un tipo grandote con un cabestrillo daba un paso hacia él con gesto amenazador.

- TIIIIIIIIIC.... TAC - la voz ampliada por la megafonia del exterior comenzaba a sonar enfadada

Sandy miró al doctor y inclinó la cabeza en señal de asentimiento.

De acuerdo, es comprensible. Pero considera dos cosas. Primera, si quieres que salga de aquí ilesa, antes o después deberás confiar en mi. Segunda, hasta entonces, más te vale protegerla mejor que a la anterior chica. - Bajó la voz de modo que los grupos de alrededor no pudieran oirla - Aquí hay mucha más gente y no queda mucho hasta que cunda el pánico.

Y sin mediar más palabra, se puso en marcha. 

Una práctica habitual en todas las películas cuando alguien está buscando una salida alternativa de un lugar es pensar en tres dimensiones, es decir, mirar para arriba y mirar para abajo.

De una primera batida, localizó con facilidad una galería que formaba un segundo piso en torno al centro de la sala, permitiéndoles ganar altura y acceder a ventanas más elevadas. Aquello era una opción, pero...

Oye Doc, ¿cómo os habéis arreglado para desaguar los líquidos para montar el hospital de campaña? ¿Hay algún sumidero o habéis hecho alguna salida de aguas hacia el alcantarillado?