Partida Rol por web

A pesar de aminorar el ritmo parece que vuestro rastro es más difícil de seguir de lo que parece y aún no han dado con vosotros.

Llegáis al camino. Os parapetáis entre los arboles y las rocas cercanas al mismo y apenas unos segundos después de vuestra llegada escucháis (y veis) a más de una docena de jinetes de hombres del este que avanzan con rapidez por el camino en dirección a Caern Andrhen.

Tras la marcha de los jinetes y antes de cruzar el camino observáis el entorno en busca de vigilantes. Ambos os percatáis de que al otro lado, entre los árboles hay dos hombres armados, uno mira hacia vosotros y el otro esta sentado de espaldas a vosotros, parece estar comiendo algo. No veis ningún fuego.

De la docena de jinetes, cuatro de ellos se salen del camino, se dirigen por parejas bosque a través, unos hacia el bosque de la derecha y los otros hacia el de la izquierda.

Seguramente ejerzan de mensajeros, por lo que es probable que en los bosques haya más tropas enemigas.

El resto siguen adelante.

Tras caminar durante un buen rato a buen ritmo, siento las piernas cansadas. El sudor corre por mi frente, deslizándose gota a gota por mi rostro. Ya sabía que la vida de un guerrero era completamente distinta a la que yo había vivido, rodeada de lujos y comodidades, pero no sabía hasta qué punto podía llegar a ser dura. Cada segundo que pasaba mientras proseguíamos nuestras andanzas, mi estimación hacia los auténticos soldados rohirrim crecía considerablemente.

Al cabo de un rato, sentimos el inconfundible ruido de cascos de caballos, por lo que optamos por escondernos tras unos árboles, en guardia, casi con la certeza absoluta de que nuestros enemigos nos habían dado alcance. Los segundos de espera para ver si al final íbamos a tener que entrar de nuevo en combate se hicieron interminables. Al fin, los jinetes se dejaron ver.

Intento llegar a donde esta Demian -Cuatro jinetes se han salido de la columna principal- Informo cuando llego a su altura.

-Por parejas en dos direcciones distintas, puede que sean emisarios. Si ese es el caso... aquí hay más enemigos de los que imaginábamos.

Si daban la alerta a más enemigos... lo tendríamos muy difícil para huir, tan pronto y nuestra tarea ya estaba en un punto crítico.

-Puede que pronto tengamos a muchos más pisándonos los talones- Dije al final preocupada.

Al rohirrim empieza a irritarle sentirse como un conejo perseguido por demasiados perros. Agradece con un rápido movimiento de cabeza el aviso de Isilwen y se toma unos segundos para meditar el asunto. Casi media docena de jinetes siguen hacia Caer Andrhen, pero cuatro se han separado... ¿para ir adónde?

- Isilwen, hacia donde han ido las dos parejas que se han separado? Vienen hacia nosotros? Han ido hacia el lado opuesto del camino, hacia donde tenemos que ir? O acaso han tomado alguna bifurcación?

Habeis visto a aquellos dos tipos? Tienen pinta de estar vigilando el camino...- dijo Borgo con gesto preocupado.

Ahora que Borgo los señala, los demás os fijáis y entonces podéis ver a dos vigilantes al otro lado del camino entre unos setos. Uno hace guardia mientras el otro permanece acuclillado dándoos la espalda. El que mira hacia vuestro lado no parece haberos visto.

Borgo, Yo los he visto y no parece que sean muy buenas noticias.... asi que lo mejor sera intentar disparar los arcos, seria el metodo mas silencioso y desde esta distancia creo que podriamos... tal vez darles

Dice Ergon tras escuchar y ver como Borgo señala y habla sobre los dos hombres que estan sentads entre la maleza.

-Han ido bosque a través... unos hacia la derecha y otros hacia la izquierda- Contesto a Demian, después miro a Borgo y a Ergon.

-También los he visto, no creo que ellos a nosotros... si no habrían dado la alarma, pero si disparamos los arcos y fallamos... sería cómo encender una almenara señalando nuestra posición.

No dije que yo no estaba en las mejores condiciones para disparar un arco, aún me dolía levantar el brazo... y el dolor hacía que las flechas se desvíasen de la trayectoria que debían recorrer.