Partida Rol por web

La campaña habia llegado hasta el camino, seria la verdadera prueba para llegar a la caseta. En teoria, si logrababan atravesar esta parte sin llamar la atencion de nadie, se podria decir que estarian a salvo. Pero las cosas nunca eran tan faciles como parecian. Debian decidir rapidamente que hacer o terminarian enfrantadose con sus perseguidores y esto sin lugar a dudas alertaria al resto. 

-Tsss, creo que no tenemos opcion. Sino pasamos rapido por aqui nos pillaran por atras. Yo mismo lo intentaria pero creo que con mis destrezas de arqueria podria sacaros un ojo, lo mio son las ballestas. 

Demian no responde a la ligera. Odia verse así, entre la espada y la pared, como se está viendo el grupo desde hace ya muchas horas, tomando decisiones arriesgadas, sin apenas poder hacer planes, estudiar el terreno o ingeniar una estratagema. En esta ocasión, solo tienen un objetivo: llegar vivos a Caer Andrhen, y está resultando una tarea de mil demonios.

- Veamos, una opción es disparar, pero hay otra. Quizá es más arriesgada la preparación, pero si lo conseguimos creo que es más dificil que den la alarma. Dos de nosotros podríamos movernos sigilosamente hacia un lado del camino, pero dentro del bosque, hasta quedar fuera de la vista de esos dos soldados. Entonces cruzaríamos el camino, nos acercaríamos a ellos por el otro lado del bosque y los atacaríamos por sorpresa, por la espalda. No me seduce mucho, por un lado porque puede que hayan apostado guardias a lo largo de todo el camino y por otro porque es una manera de matar asquerosamente deshonrosa, pero veo que esta misión requiere que me trague ciertos... principios. En todo caso, siempre podemos intentar cruzar todos juntos por otro punto sin alertar a los guardias, aunque podemos encontrarnos con el mismo problema, vigías cada ciertos pasos... Qué hacemos?

Miraba a unos y a otros ofreciendo alternativas, al mismo tiempo que me sentía como un soldado de poca monta a la espera de órdenes. Solamente sabía que íbamos a tener que pelear de nuevo, y la sola idea me hacía estremecerme de puro miedo.

Cuando mi hermano comentó la posibilidad de atacar de manera poco honrosa a mis rivales, no puedo negar que mi rostro mudó en expresión de asombro. Somos gente harto honrada en mi familia, así que unabajeza semejante me parecía insoportable, pero me abstuve de decir nada, ya que comprendía que esto no era un duelo entre dos nobles, sino una lucha por la supervivencia. Me dolía pensar en utilizar métodos viles, pero comprendía que quizás fuese necesario para conservar la vida. Quizás los métodos no fuesen elevados, pero sí lo era el motivo que nos había hecho ponernos en camino, y si para llevarlo a buen puerto me veía en la tesitura de tener que rebajarme al nivel de un vulgar mercenario, supuse que no tendría elección.

¿No podemos simplemente rodearlos de alguna manera? Aborrezco la violencia.
El pequeño hobbit parecia bastante nerviosa ante la perspectiva de entablar combate de nuevo.

Al rohirrim casi se le escapa la risa ante la propuesta del hobbit, pero de immediato la reprime y un amargo pensamiento acude a su mente Ya ni recuerdo la última vez que evité la violencia. Demian no es violento por naturaleza, pero cuando te entrenan para ser soldado... bueno, para las maneras pacíficas están los diplomáticos y cuando fracasan... están los soldados.

- Ni tan siquiera había pensado esa posiblidad, Borgo. Ojalá pudiéramos evitar esas muertes, pero me temo que en esta misión estamos arriesgando el todo por el todo. Puedo asegurarte que ninguno de ellos dudaría en acabar contigo si te tubiera a tiro, aunque no supusieras una amenaza directa... Pero no negaré que tu propuesta podría tener cierto sentido... solamente, insisto, solamente, si dejarlos vivos nos garantiza pasar sin ser vistos. Si estáis de acuerdo, podemos intentarlo así: nos movemos ladeando el camino por dentro del bosque y cuando nos hayamos alejado lo suficiente de ellos, cruzamos.

Ergon asiente ante la propuesta del Demian y mira a Borgo. Luego habla a este y le dice.
Borgo no es una mala idea... pero como dice Demian es casi imposible que no nos vean...Pero si se puee evitar... lo evitaremos tranquilo.

-Creo que merece la pena probar a pasar sin ser vistos, tened en cuenta que si los matamos y encuentran los cadáveres sería un rastro muy evidente...- Comento apoyando las palabras de Borgo, aunque si había que matar, yo no dudaría en hacerlo.

El sonido de varios cuernos tras de vosotros os indica que no os queda mucho tiempo para decidiros por uno u otro curso de acción.

-Yo voto por escurrirnos sin que nos vean.

Cuando Borgo sugiere la posibilidad de pasar sin ser vistos, y antes de que me dé cuenta de lo que estoy haciendo, me escucho hablando y opinando como uno más.

-¡Es buena idea!-  exclamo, con energía- ¿Por qué no probar a evitarlos? Si nos atacan, y no queda más remedio, lo daremos todo por sobrevivir, pero si tenemos éxito evitándolos, no solamente dejaremos menos pistas por el camino y armaremos menos ruido, sino que habremos evitado el tener que rebajarnos a su mismo nivel de mezquindad y maldad, matando sin pensar. Sé que son ideales muy nobles y a su vez muy poco útiles en medio de una misión como ésta, pero mi conciencia dormirá tranquila si recurro al asesinato como última opción.

Supongo que a todos les habrá sonado demasiado idealista, pero no puedo evitarlo. Si podemos escabullirnos, no sólo no habremos caído al mismo nivel que ellos, sino que además evitaremos que nos detecten otros grupos. El ruido de un enfrentamiento de tal calibre no pasaría desapercibido cuando nos están persiguiendo y cuando nos tienen más o menos localizados. 

Tras mi pequeña parrafada dicha con mucho sentimiento y calor, vuelvo a mi estado de mutismo.

Bien... parece que la gente prefiere el irse por el vado, asi que comencemos, Demian, quien deberia de cruzar primero. Podria ser Mejor que cruzaran primero el mediano y el enano. Seria lo mas conveniente dado que son los menos voluminosos...
Comenta Ergon a Demian mientras que observa al resto y continua mirando hacia donde siguen los dos centinelas.

Norwyn se adelanta a todos y comienza a moverse rápida y sigilosamente atravesando el camino e intentando pasar sin ser descubierta.

Aun los que quedáis en esta orilla sois suficientes para disparar a los vigilantes... 

- Bién- conviene Demian sin querer darle más vueltas al asunto y apurado por los cuernos- intentemos cruzar sin ser vistos, y recemos a todos los dioses para que hayan regado el almuerzo con algo más de cerveza de lo normal...- Aún no ha terminado de hablar cuando observa como Norwyn, deslizándose como un hurón, se adelanta y cruza al otro lado. Tendré que hacer algo con su tendencia pacifista, piensa Demian, pero hay que aceptar que la muchacha tiene agallas reconoce con orgullo fraternal- Borgo, Ozbeorn, podeis pasar primero, adelante. Después pasará Ergon con Isilwen y yo me quedaré el último para cubriros.

Borgo sonrie satisfecho. Parece que esta consiguiendo avances y puede que consiga ganarse la confianza del grupo. Aunque sus conocimientos son valiosos, el pequeño hobbit valora tambien la táctica y está seguro de que su maestro también lo hará y se mostrará satisfecho con el si consigue que su grupo cumpla su labor como le han encomendado.

La elfa siguió al resto del grupo, la cojera no ayudaba precisamente a avanzar de manera sigilosa y hacía rudo cada vez que pisaba con la pierna que apoyaba por entero.

Ergon se prepara para salir despues de Isilwen, rezando a los dioses de que la mala actuacion de Isilwen no les haya llevado a ser detectados. Por todos los dioses... Que no nos hayan descubierto...

Parece que todo va bien, todos los miembros del grupo van pasando sin que los vigilantes se percaten hasta que le toca el turno a Isilwen. Al intentar ser más sigilosa acercándose más al suelo, las heridas de la pasada batalla se resienten y no puede evitar golpear unas piedras en el camino.

Uno de los vigilantes, el que estaba agachado se levanta y ve con estupor a la elfa en mitad de la vía. Al momento alza su arco y coge una flecha de su carcaj. Su compañero echa un vistazo rápido y echa mano del cuerno que lleva al cinto, preparado para dar el aviso.