—No intentó sobornarnos con tesoros—suspiró Kayle—. Nunca dijo que...
Negó con la cabeza y sacudió las manos en el aire.
—Es igual—atajó. Lo último que quería era que Tabin la malinterpretara. Entonces miró al Aramil (al fin había logrado averiguar cómo se llamaba)—. Luego te explicó el contexo si quieres, es... difícil.
Se quedó mirando con una ceja enarcada como la semielfa se iba, ¿no acababa de decir Hakkon que la Primera Vocal estaba a punto de venir? No obstante, la propuesta del enano le iluminó la expresión.
—¿De verdad?—Aquello parecía haberle hecho cobrar una repentina curiosidad desmedida o algo así. Un druida, o lo que era lo mismo, ¡otra persona capaz de lanzar de conjuros! Al menos ya no se sentiría como un bicho raro en aquel grupo lleno de filos—. Claro que puedes, toda ayuda es bienvenida. Es un placer Aramil, mi nombre es Kayle.
"Mi reino por ver la cara de Glimgmar cuando descubra que tiene "herrrrrmanos brrrrrujos".
Al acercarse para ofrecerle una mano se notaba soplar una suave brisa que parecía arremolinarse en torno a la maga más que venir de algún lugar concreto, como si fuera su presencia quien la crease.
—Aunque aquí todo el mundo me llama Ciclón... pero no te lo vayas a tomar a la literal—rio un poco entre dientes—. Llámame como más te guste.
-¿Ciclón?-Respondo.-Vaya. Debe haber una buena historia detrás de eso... y si bien no he heredado el gusto de mis hermanos por la batalla ni su miedo a la magia, si he heredado el gusto compartido de enanos y elfos por una buena historia y una buena jarra de hidromiel. ¿Me haríais el honor?
Recapacito unos instantes antes de continuar hablando. Puede que tenga algo que hacer antes de descansar.
-Cuando acabéis con vuestros deberes, naturalmente.-Añado finalmente.
Como respuesta, Kayle esbozó una sonrisa de oreja a oreja y miró a Hakkon de reojo levantando las cejas un par de veces.
—Oh, sí. Por su puesto que la hay... —dijo cogiéndose las manos a la espalda en un gesto de total y absoluta inocencia. Tras un par de segundos de silencio, se aclaró la garganta y añadió—. No pasa nada, ahora mismo mi único "deber" es esperar a la Primera Vocal... y luego ir a reunirme con alguien. Mi Familiar está con él y no sé si termina de gustarme el cómo percibo que se siente.
-Vaya.-Respondo.-Esto si que es divertido. ¿Puedo preguntaros quécriatura es vuestro familiar? -Pregunto con aire divertido.- A mi compañero animal no le permitieron cruzar los muros de la ciudad. Aunque claro, él es un lobo... Supongo que podría pedírselo a nuestro amable sargento... ¿Crees que me lo permitiría?
Hakkon carraspeó.
—Vuestro amable sargento aún está delante —le recordó Hakkon al enano, sin ápice de malicia—. Me temo que no puedo dejar entrar a un lobo a la ciudad. Estoy seguro de que estará muy bien adiestrado si sois un druida, pero pondría muy nerviosa a la gente. Y ya bastantes motivos de excitación tienen como para añadir un animal salvaje en el interior de las murallas. Lo siento de veras, tengo que pensar en el interés común.
El sargento sonrió con calidez al devolver la mirada a Kayle.
—Bueno, si Glimgmar y Ánder quieren hablar con la Primera Vocal tendrán su oportunidad —dijo tras una pausa—. De todas formas, las raíces de este asunto parecen ser profundas y oscuras. Seguro que quiere hablar con vosotros en privado para que le contéis todos los detalles, tanto del rescate, como del culto, pasando por los esclavistas y terminando en el dragón. Ya os enviaré la citación a todos. En persona si mis obligaciones me lo permiten.
Dedicó una mirada a Aramil.
—Vuestra ayuda es más que bienvenida, Aramil. Es frecuente en nuestra ciudad que haya agentes que colaboren con la guardia en misiones oficiales. Y la muestra más clara del éxito de este maridaje son nuestros héroes —sonrió.
Bueno, Puck se ha retirado y sigo sin noticias de Vandar, pero voy a ir moviendo la partida. Vosotros decidme si queréis hacer algo más aquí o si queréis hablar algo más con el sargento antes de pasar a la siguiente escena.
—Oh, vamos. Hay más cosas dentro de esta ciudad que ponen nerviosa a la gente...
Kayle soltó una risita traviesa, recordando que, a primera hora de la mañana, había ido contando el número de pedacitos de nieve que se habían caído "casualmente" por el cuello de la camisa de algún transeúnte mientras ella paseaba por los tejados.
Se peinó con una mano inocentemente hacia atrás, y teatralmente también porque el pelo de la genasí siguió ondeando en el aire suavemente, a su bola, como si flotara en medio de una invisible corriente marina. Kayle entonces pareció caer en la cuenta de un detalle de la conversación.
—¡Tienes un lobo!—exclamó con una mezcla de sorpresa e ilusión de quien por algún motivo parece que habla de un cachorrito adorable más que de un animal salvaje—. Quiero verlo, ¿cómo se llama?
Carraspeó al darse cuenta de que había parecido más entusiasta de lo que le gustaría.
—Ejem... es decir, luego, claro. Fuera. —sonrió con aire de disculpa, que fue cuando recordó que Aramil también le había hecho una pregunta a ella—. En cuanto a mi familiar pues, bueno, es un elemental de aire. Aunque supongo que viniendo de mi no es una sorpresa.
Por mi, lo que quiera hablar el enanillo hasta que llegue la consonante... digo, la vocal.
-No os preocupéis, lo entiendo. -Digo al sargento.-Ya me había olvidado de que aún estabais aqui. Disculpadme. A veces me pongo a hablar y se me va la cabeza. Por otro lado, la ciudad tiende a desorientarme. de todos modos entiendo que mi compañero causaria demasiado revuelo. Habrá que esperar otra solución.
-Muy bien, tranquila, luego te lo presento.-Digo ante la insistencia de la mujer.-Su nombre es Satara, es un animal muy agradable. Criado entre elfos, ¿Sabéis? Esa es nuestra bendición y nuestro mal... Pero ya le buscaremos una solución. Si hace falta me haré una cabaña cerca de uno de los puestos exteriores de la guardia.
Dicho esto, empiezo a dar vueltas a mis ideas durante unos instantes.
-Por otro lado, me encantará conocer a un elemental de aire. Sería el primero que conozco, ¿Sabes? Nunca he conocido a un elemental. A pesar de consagrar mi vida a la naturaleza. En fin, lo primero es resolver lo que tengas que hacer. Esperaré.
Yo por mi parte me doy por terminado.Esperamos a la vocal.
Kayle rio entre dientes.
—Bueno, de momento ya has conocido a media elemental.
Se agarró las manos a la espalda ociosamente y cambió el peso del cuepro de pierna. Esperarían a la llegada de la Vocal, y después irían a ver qué pasaba en la tienda de Glimgmar... la verdad es que sentir a Céfiro tan enfadado la inquietaba un poco.
Same here. Ale, turno del DM :3