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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

10. La Comunidad del... Círculo

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12/01/2012, 16:47
Lynn

Lynn no parecía tenerlo tan claro.

Es que hay cosas que no sé si se pueden ser a la vez... —dijo jugueteando con el extremo de la trenza—. Espero que tengas razón, y no haya omitido decírmelo porque considera un peligro que sea capaz de tatuar con lirio a una persona y... Uhg, Hacedor, creo que estoy un poco paranoica.

Suspiró hondo como si quisiera perder algo de tensión en el cuerpo.

Bueno, dijo que me enviaba para "supervisar" que no había efectos secundarios... —añadió como si quisiera sacarle alguna pista oculta a aquella frase—. Aunque principalmente estoy aquí para ayudaros a rastrear a Ayla.

Entonces sonrió tímidamente.

Pero si tú y tu espíritu créis que puedo ayudar en esto grabando runas, quizá podría probar. Al menos eso es algo que no pone en peligro a nadie.

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12/01/2012, 17:03
Gabrielle
Sólo para el director

Gabby sonrió.

Ya me contarás qué tal te va. Esa clase de magia no es mi especialidad pero... teniendo un amigo en el Velo seguro que puedo ayudarte en algo.

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12/01/2012, 17:26
Narrador

No ocurrió nada extraño durante la noche. Comprobaste con alivio que la habitación, aunque austera y sencilla, era confortable y la cama era digna de tal nombre puesto que continuabas sintiendo la espalda la levantarte y no viste una sola chinche.

Había pasado una hora tras el alba y al asomarte por la ventana comprobaste que el sol iluminaba el Lago Calenhad por el que todavía flotaban jirones perezosos de bruma matutina. Tras adecentarte y salir de la habitación, te dirigiste a la de Nolan pero te encontraste con que no había nadie.

La respuesta al enigma no se hizo esperar ya que, cuando bajaste al primer piso a desayunar algo, te encontraste al orlesiano sentado en una mesa. Balaena estaba en la otra silla pero seguía teniendo el rostro ceniciento, expresando una perenne mueca de molestia y cansancio  que a veces pareciera crisparse por unos instantes en otra de dolor. Ahora además se le marcaban las ojeras, no debía haber pegado ojo en toda la noche.

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12/01/2012, 21:51
Nolan

Cuando Nolan se dio cuenta de tu presencia, te saludó levantando la mano. El orlesiano tenía una expresión grave en el rostro pero sonrió al verte.

Eh, buenos días—saludó—. Iba a ir a buscarte ahora mismo. ¿Has comido algo ya?

Se levantó de la silla para ir a saludarte aunque cuando llegó a tu lado torció el gesto y miró de reojo hacia atrás.

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12/01/2012, 22:47
Sion

La herida le molestaba. Hubiera dormido mejor sin esos cortes, pero aun así agradecía el sueño reparador. No tuvo pesadillas, al menos ninguna nueva. Durante mucho tiempo no había tenido sueños tranquilos, y dudaba que alguna vez pudiera descansar sin que esos recuerdos amargos volvieran a asaltarlo. Todo hombre llevaba alguna carga, la de Sion eran sus recuerdos.

Aunque no podía quejarse, había descansado mucho mejor que Nolan y Balaena. Bastaba con mirarles a la cara para ver que esa noche no había sido buena, y aun pasarían muchas antes de que lograran conciliar un sueño medianamente tranquilo.

- Buenos días, no todavía no he probado un bocado aparte de la carne salada del viaje. ¡Tabernero! algo de leche caliente y un poco de pan.

Prefiero algo frugal, con suerte podemos cruzar ese maldito lago si ese barquero no ha perdido las manos arreglando su endemoniada barca. -

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12/01/2012, 23:41
Nolan

Nolan se rascó la cabeza y asintió como si tratara de prestar atención mientras pensaba en otra cosa. Pudiste tomar un desayuno decente; vaso limpio, leche fresca y pan jugoso.

El momento de salir fue otro cantar... Nolan le ofreció el hombro a Balaena y la muchacha se apoyó en él para levantarse. En esa ocasión no le aseguró que era capaz de caminar ella sola pues parecía tener la mente centrada en otras cosas. Principalmente porque se mordía el labio apretándose el costado con la mano.

Bien, vayamos al condenado embarcadero—dijo el orlesiano tratando de ocultar sin mucho éxito la creciente preocupación que lo atormentaba—. Espero que la barca esté lista o aquí va a haber más que palabras...

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12/01/2012, 23:59
Narrador

Al salir al exterior, aspiraste el aire fresco de la mañana. La visión de la torre sería una estampa maravillosa de no ser por el mal recuerdo del día anterior. Al menos, ni te habías convertido en una bestia horrible ni se te habían infectado los cortes. Nolan había hecho un buen trabajo de primeros auxilios.

Por desgracia, la cosa a tus espaldas empeoraba por momentos. El orlesiano andaba despacio, ayudando a caminar a Balaena que se apoyaba más y más en él. Tenías la sensación de que la cabeza de la chica cada vez colgaba más, de que cada vez parecía más que el siguiente paso no fuera a ser un paso sino una caída... y finalmente fue lo que terminó pasando. Se le doblaron las piernas y cayó de rodillas con un quejido de dolor mientras se apretaba las costillas con fuerza y empezaba a toser.

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13/01/2012, 00:13
Nolan

Alarmado, Nolan la agarró como pudo y se arrodillo a su lado.

¡Eh, eh! ¿Estás bien?

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13/01/2012, 00:13
Balaena

A Balaena le costó varios agónicos segundos dejar de toser. Cuando lo logró, jadeaba y un hilillo de sangre le escurría por la comisura del labio.

L... Lo siento, sólo he tropeza... —arrancó a toser de nuevo y el rostro se le crispó de dolor, como si cada bocanada de aire le provocara un pinchazo o algo así.

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13/01/2012, 00:15
Nolan

Nolan estaba tan blanco que casi tenía la cara del mismo color del pelo.

T... Tranquila, vamos, respira—dijo tratando de contener el temblor en la voz—. Aguanta, por favor, ¡aguanta sólo un poco más! Sólo tenemos que llegar a la barca. ¡Sólo unos pasos más!

Balaena parecía la típica chica tozuda que se había criado en el campo, ajena a las delicadezas de una damita noble y sabiendo lo que era partirse la espalda de sol a sol. El tipo de persona que no reconocería ni bajo tortura un resquicio de debilidad... pero en aquella ocasión la situación parecía estar siendo más fuerte que ella. Cuando logró dejar de toser prácticamente estaba tirada sobre el hombro del orlesiano y negaba con la cabeza al no poder contestarle.

Nolan maldijo con impotencia mirando la Torre del Círculo que estaba tan cerca y a la vez tan lejos. Se peinó hacia atrás respirando hondo, tratando de calmar unos nervios que sabía que no le iban a ayudar de nada. No podía dejarla allí tirada pero tampoco podía alcanzar la barca así.

Sion, te lo ruego—dijo finalmente—. ¿Puedes ir tu al embarcadero? Tiene que haber un mago que pueda salir del Círculo aunque sea un momento, ¡es sólo un maldito paseo en barca!

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13/01/2012, 00:53
Sion

- ¡Ya voy amigo! -

Sion corrió al embarcadero todo lo rápido que sus piernas le permitían. Sea lo que sea el mal que aquejara a Balaena era mucho mejor que lo tratase alguien con conocimientos médicos y aun mejor si podía chascar los dedos y curar los males con hechicería, ambas cosas le eran perfectamente válidas.

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13/01/2012, 01:03
Narrador

Tus botas resonaron primero por el césped y luego por la pasarela de madera hasta que llegaron al final.

Y no había nadie.

Durante los primeros tres segundos, estuvo a punto de darte algo que nunca sabrías si se trataba de un patatús o un arranque de indignación monumental. Pero justo en aquel momento, divisaste entre la bruma que flotaba en el lago una sombra que se acercaba. Dos latidos de corazón más y la identificaste: ¡la barca! la barca venía flotando por el agua y por lo visto ya había empezado a funcionar de buena mañana porque traía pasajeros; el barquero remaba en la parte trasera mientras en la delantera divisaste dos figuras que iban hablando.

Tan sólo tardó unos diez segundos en aproximarse a la orilla pero a ti te parecieron siglos. Cuando estuvo cerca pudiste ver bien a los pasajeros: Uno de ellos era una muchacha que vestía una túnica a juego con dos ojos de increíble color violeta y lucía una larguísima trenza castaña que le caía sobre un hombro. El otro pasajero también era otra jovencita pero esta tenía el cabello ensortijado, del color del chocolate, llevaba un gato en brazos y vestía una túnica amarilla e impoluta con cinturón de fajín. Te sonaban aquellas túnicas, habías visto muchas en Ostagar: era una túnica de mago.

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13/01/2012, 01:10
Narrador

Lynn pareció más animada tras aquello. La barca continuó su viaje hasta que comenzó a verse nítidamente la otra orilla entre la bruma matutina. Observaste que había una silueta en la pasarela... parecía un hombre, sí, era un hombre con aspecto de viajero. Lo pudiste ver mejor conforme os aproximábais.

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13/01/2012, 01:14
Barquero Jhonas

Nada más atracar, el barquero levantó una mano

Vaya, caras conocidas. Buenos días—dijo, luego sacudió la mano como quien pide un momento—. No me hagas picadillo todavía, está arreglada, ¿ves?

Señaló la barca. No parecía ser ni un chiste ni una burla, de hecho lo había dicho con toda la seriedad del mundo.

Pero si vais a subir, dile a tu amigo el orlesiano que se de prisa, que hay otros dos pasajeros también esperando en la otra orilla.

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13/01/2012, 01:18
Barquero Jhonas

Durante un par de minutos, el susurro del agua y la brisa fue lo único que se escuchó en la tranquila isla de la torre. Tras ese tiempo, la barca volvió a aparecer en vuestro campo de visión. Aquel barquero debía llevar tiempo en el oficio pues remaba con un brío que no denotaba cansancio. Cuando llegó de nuevo al embarcadero, no echó el cabo, directamente os indicó que pasáseis.

Los siguientes, andando—suspiró—. Que por lo visto hay un tipo blindado, armado y con acento de Orlais en la otra orilla que se ha levantado con el pie izquierdo y tengo todas las papeletas para pagarlo. ¿He mencionado que me encanta mi trabajo?

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13/01/2012, 09:22
Gabrielle

Gabby se apeó de la barca y ayudó a su amiga a hacer lo mismo. Después cogió a su gatito en brazos. Abrió mucho los ojos.

¿Picadillo? —le preguntó al barquero perpleja, aunque pronto extendió su mirada alarmada al viajero—. ¿Por qué te iban a hacer picadillo?

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13/01/2012, 15:01
Sion

- Mal rayo te parta barquero del demonio... -

No era el momento de la violencia, por mucho que aquel miserable lo mereciera. Sus pasajeros eran muchísimo más interesantes. Las ropas eran dolorosamente familiares, rememoraban malos recuerdos, pero ahora eran la mejor opción que tenían.

- Nuestra compañera se esta retorciendo de dolor a la salida de la posada, ni siquiera puede respirar sin sufrimiento. Necesitamos a alguien con conocimientos médicos, magia o las dos cosas, me da exactamente igual, pero las necesitamos ¡ahora! -

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13/01/2012, 15:18
Gabrielle

Gabby miró alternativamente a ambos sin salir de su asombro. Jhonas le había resultado un tipo razonable y simpático. Pero cuando el viajero expuso sus preocupaciones, lo disculpó inmediatamente. Probablemente estaría asustado y preocupado por su compañera. Cuando alguien se podía nervioso, podía dirigirse a los demás con brusquedad.

Gabrielle le dio su gatito a Lynn y se colocó entre ambos con las palmas levantadas en un ademán conciliador.

Por favor, no discutáis —les rogó, adelantándose a la previsible (y por otro lado razonable) respuesta del barquero.

Echó a su amiga Lynn una mirada cargada de intención. Tenía que hacerlo.

Si lo que buscáis es sanación, no tendréis que buscar más lejos, buen hombre. Guiadme hasta vuestra compañera y haré todo lo que esté en mi mano para ayudarla. Jhonas, ¿serías tan amable de decirle a nuestros acompañantes dónde pueden encontrarnos?

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13/01/2012, 15:35
Barquero Jhonas

¡Eh, oiga, sin faltar! ¡Que yo no tengo la culpa de eso!—rezongó el barquero dando un indignado golpe con el remo sobre la pasarela de madera como si éste fuera un bastón—. Para empezar no soy adivino, amigo. En lugar de dedicarse a amenazarme porque no puedo obrar milagros tales como arreglar una barca con chasquear los dedos o hacer aparecer magos de la nada, podría haberme dicho desde un principio lo de esa chica. ¡No soy ningún patán al que se le vayan a caer los anillos por ayudar a traer hasta aquí a una persona que no puede caminar!

Cuando Gabrielle se metió en medio y dijo aquello, el hombre resopló por la nariz algo más apaciguado aunque aún de mal humor y volvió a saltar a la barca.

Claro, muchacha—gruñó volviendo a sentarse—. Para una persona en toda la semana que es capaz de pedir las cosas con amabilidad no voy a decirle que no.

Apoyó uno de los remos en el borde de la pasarela para empujar hacia atrás la barca y comenzar a remar de nuevo hacia la torre en busca de los dos pasajeros que le quedaban. Sion quería un mago y la chica de la túnica amarilla era una maga, así que había deducido que ya no quería cruzar.

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13/01/2012, 16:04
Lynn

La chica de la túnica violeta se había quedado patidifusa en el sitio con los ojos abiertos de par en par. Cuando la pequeña escena terminó, se pellizcó un brazo disimuladamente como si quisiera comprobar algo.

Cuando Gabrielle le dio el gato pareció salir de sus cavilaciones de golpe y lo cogió en brazos.

¡Oh! eh... sí, claro. Te acompaño, Gabby.

Miró a Sion un instante y esbozó una sonrisita nerviosa, luego se apresuró a colocarse junto a la maga.