Partida Rol por web

Element Legend[+18]

Capitulo 1: Descubriendo el poder

Cargando editor
11/05/2020, 11:07
Tea Cobb

Ya veo, pero aun así… no, más bien precisamente por eso — acotó remarcando de manera un tanto implícita el alcance de un vínculo desarrollado, cosa que incluso alguien como ella conocía, sin embargo solo se extendió hasta allí y no más lejos en atención al semblante ajeno.

Será interesante compartir historias… aunque dudo que el número de las mías alcance pronto el de las suyas — al fin y al cabo la diferencia en años era notable, y seguro que por lo mismo Maurice tenía mil cosas más interesantes de las que hablar… eso sin contar que mientras no investigara mejor sobre las raras experiencias que vivió recientemente, no es que Tea pudiera relatar sus vivencias con libertad. En cualquier caso aceptó con una sonrisa similar a la de su interlocutor porque dicha promesa la impulsaba a buscar nuevas y emocionantes experiencias, siendo que ya tendría alguien más allá de sus tutores con quien compartirlas.

¿No saber cocinar? Bueno, tampoco es que sea una total inútil… es solo que lo que preparo no creo que sea bueno como para dárselo a probar a otros — explicó un poco avergonzada — quizás si practicara en serio… — pensando en ello estaba cuando la voz del mayor llamó de nuevo su atención, ofreciéndole todavía más ayuda. Ya que la determinación tras ese gesto se sintió firme, Tea no pudo negarse y una vez más fue objeto de la amabilidad de Maurice, eso sí, tras agradecerle como ya se dijo y lanzar su última promesa, realizó ante su benefactor una pronunciada reverencia a modo de acento en su gratitud.

Mientras se alejaba, la Cobb correspondió la despedida ajena moviendo también su propia mano, la desenguantada, quedando un poco triste por un lado al dejar a su nuevo y amable amigo atrás, en tanto que por el otro llena de ganas por honrar la ayuda recibida al forjar su personal aventura.

De cara a la gran capital humana, por otro lado, la chamán se sintió… perdida, sí, llanamente desubicada entre aquella enormidad donde un buen tanto del terreno se veía similar, como hormiga en una playa. Nunca haber salido mucho más allá del faro sin duda le cobraría factura en ese momento, pues aunque el viejo Maurice incluso la ayudó con explicaciones pertinentes, de poco servirían si Tea no lograba interpretarlas al momento de ser llevadas al campo de acción.

Determinada a no dejarse aplastar solo por la efigie de la gran urbe, la Cobb tomó un profundo respiro al tiempo que recorría con sus ojos amielados todo lo que alcanzara a ver: dicho vistazo la llevó eventualmente a notar las murallas que hacían de separación entre el asentamiento de los comunes y el castillo, seguro el punto central o corona de la geografía de Trayerta, sin embargo también pudo atestiguar el más que preocupante contraste entre las clases más acomodadas y las menos, resultando la gente en este último grupo de alguna manera sospechosa, al menos tomando en cuenta lo que pudo distinguir al husmear desde su posición hacia los “barrios bajos”.

¿A dónde ir entonces? ¿Qué harían Bastian y Nayra?

Siguiendo sus más puros instintos, ir a la abarrotada plaza principal era lo más lógico pues al haber tanta variedad presumible de individuos y razas, tenía mayor probabilidad de encontrar cosas exóticas, entre ellas alguna pista… o al menos eso pensó mientras se dirigía hacia allá, caminando con pasitos cortos pero constantes, ello para intentar mantenerse alerta de lo que le rodeaba.

Cargando editor
11/05/2020, 20:50
Director

El anciano te miró incrédulo ante tus preguntas, y bueno, era bastante obvio por qué aunque no pudieras captarlo. – Es un lenguaje prohibido. Todo el que los ha estudiado nunca ha llegado entenderlo y los pocos que sí, han acabado muertos. Los gobernantes de todo Sansóläis, prohibieron el intento de estudiar esos símbolos, debido a que creen que traen el poder de la destrucción con ellos. De esa forma ninguno quiere que el mundo en el que vivimos, acabe destruido.

Con mirada seria acabó mirándote – Siento que tengas ese símbolo en tu cuerpo, y siento no poder ayudarte en más. Pero si quieres un consejo de un viejo como yo. Procura que el ejército de Trayerta no vea el símbolo, si no quieres que acaben con tu vida – Tras decir aquello, el viejo se retiró a donde había venido despidiéndose con un asentir de cabeza

La chica por su lado se puso nerviosa según te acercabas – E-esta… b-bien… Gra-gracias. N-no tenía por qué hacerlo – dijo agarrando los libros para volverlos a colocar en su sitio poco a poco – N-no me ha a-asustado… E-es que… a… a veces s-soy un poco… t-torpe. – Se le notaba que era un tanto tímida

Cuando le ofreciste entonces esas monedas se quedó absorta y sorprendida – N-no, no tiene p-por que pagar, s-señor – No obstante se quedó paralizada en el sitio viendo qué hacer con aquella escena, tanto así que salió corriendo detrás de ti cuando saliste.

-S-señor… ¿Q-que busca? I-igual p-puedo indicarle d-donde está. A c-cambio de esto e-es lo menos que puedo hacer. – mencionó intentando así que aquellas monedas fueran algo más que solo un peso para ella

Cargando editor
11/05/2020, 21:53
Director

-¿La aldea de Amentis? – Preguntó el guardia al oir tus palabras – Nos llegaron tres delincuentes bajo esa descripción, aunque acusados de tratar de atacar a Arani la sabía – El guardia suspiró y negó – No obstante, nadie puede entrar en el castillo de su majestad sin permiso explícito del rey, o si no es una relación especial del mismo– Fue entonces que tu mente brilló, pues tenías una misiva de Arani para poder ver al rey. Así pues parecías estar más cerca de lo que parecía de aquel que venias buscando que de otra cosa.

Vanille se dejó abrazar correspondiendo al mismo abrazo – Vaaaaaaale, está bien. Yo también me alegro de que seas mi amiga, y de haber podido tener una mini aventura contigo. – rio con aquella declaración sonriendo como podía ante la despedida – No te preocupes, creo que gastaré el día aquí, y mañana saldré hacia Maxener, a ver si encuentro un carro que vaya para allá.

Dicho eso Vanille empezó a irse poco a poco a través de la calle, hasta perderse y ahora tu estabas frente a los guardias, sola y con un pase adentro del castillo gracias a Arani.

Cargando editor
11/05/2020, 21:53
Director

-Jo, jo, jo – volvió a reir el anciano mercader. – No te preocupes por eso, ya llegará el momento en el que me superes en historias. No tengas prisa en ello. – dicho eso, el viejo te acarició el pelo sin llegar a removerlo. – Y en cuanto a la cocina, es más empeño y paciencia que otra cosa, y si, mucha práctica. Pero me encantará probar tus platos cuando estés decidida a compartir uno conmigo

Ya fuera del hogar del anciano y sabiendo que tenías otro lugar al que regresar, empezaste a recorrer los callejones al principio perdiéndote un poco, pero al final orientándote de poquito a poco llegando al fin a salir a la calle principal. Desde allí podías contemplar mejor todo, pero sin duda pensar el próximo sitio al que ir.

La plaza central se veía quizás el mejor sitio por el cual optar, y no obstante, estaba tan abarrotado que en ciertas personas les supondría un agobio estar allí.

Por suerte tu pensamiento era lógico y allí encontraste cientos de colores diferentes haciendo a aquel lugar un tanto más hermoso. Todo tipo de frutas frescas. Pescados, carnes, verduras, pan, algunos dulces típicos, telas… incluso había un stand con pociones y otro con armaduras y armas. Aunque parecían muy básicos ya que obviamente eran tiendas de la calle y apenas nada de lo que llevaban ahí era demasiado valioso.

De la misma manera que la gente estaba muy entremezclada, aunque no había ninguno que estuviera demasiado bien vestido, basándose casi todos en gente de clase media o baja, incluso podías ver a un ladrón robando una manzana en un momento de distracción.

Por otro lado, la gente que había allí era muy variopinta. Algunos tenían cola y ojos raros, otros estaban cubiertos de tela hasta la boca y no parecían querer quitársela. Había también seres diminutos que parecían sacado de las flores o la hierba del camino con alitas, pero por el contrario también había seres enormes cuya piel parecía de madera.

Desde luego cosas raras encontrabas… ¿Pero que podría ser el séptimo Elemento?

Cargando editor
11/05/2020, 21:53
Director

Casi al mismo tiempo que Anya se sorprendió lo hicieron también Niero y Gauche.

TIKI! – A pesar de que el ladrón parecía haber dejado a la Mimali ir a hablar con el gigantón, le detuvo nada más escuchar el exceso de información – Has dicho de más. No es necesario revelarlo todo… - y casi igual que Anya Gauche expuso su razón – No podemos fiarnos de nadie, nunca sabemos si son del bando contrario – Y finalmente se quedó allí mirando a Niero

El contrario sin embargo sonrió – Pues es una suerte que hayamos encontrado a la mitad tan pronto. A no ser que tú también lo tengas, Gauche. Tienes suerte de que estemos en la Taberna de Naysse

Y ante dicha apreciación volvió a saltar Naysse desde dentro – POR QUE SINO OS HECHO A LOS RAWLOF A LOS DOS – sin piedad alguna.

Niero suspiró aguantando las ganas de atrapar al delincuente por Anya y Gauche se aprovechó del lugar en el que estaba. Fue ahí cuando ambos seres grandes poseedores de sellos se levantaron y fueron hacia una mesa finalmente para hablar más tranquilos.

-Vale… Tregua, por ahora. Esto parece más importante ¿No crees? – dijo Niero cediendo a la presión de grupo y sentándose en la mesa cerca de Anya. Gauche por su lado miró al grupito y después a Tiki. Tras resoplar y poner los ojos en blanco se acercó a la hija de Mimali para decirle algo bajo y tras ello se acercó al resto siendo seguida por Tiki.

Minutos después mientras fuerais hablando Naysse se aproximó a colocar lo que habíais pedido cada uno de desayuno, siendo que los huevos parecían ser lo que más primaba y según veíais todos, aquella comida se veía deliciosa para ser algo tan básico. Casi mágico.

-Niero… Pero no soy uno de los elegidos, tan solo la acompaño para que pueda descubrir más sobre esto – Niero al presentarse puso una mano en el hombro de Anya – Aunque bueno, también soy su maestro así que…

Uno a uno os iríais presentando, aunque el único que no se presentaría a si mismo era Gauche.

Cargando editor
11/05/2020, 22:11
Anya Ishar

Anya se sentó con gran calma, junto a Niero, aunque aún le resulta curiosa la presencia de ese gigante. El crujido de la silla le hace pensar que en cualquier momento se va a dar un buen golpe, pero se mantiene impertérrita: allá cada cuál con los riesgos que quiera asumir. Siente el escrutinio del hombretón y le devuelve la mirada, aunque hay algo en esa máscara que la incomoda, con lo que inconscientemente desvía su mirada a los otros dos, que se sientan poco después. La pequeña hada y el ladrón. Sin duda alguna, no le produce demasiada confianza que una de las elegidas ande en tales compañías.

- Creo que sería recomendable que todos mostrásemos nuestra... Identificación, de ser posible. -comenta tras la presentación de Niero. Se tira ligeramente de la ropa para dejar que su marca se vea algo más, aunque aún una pequeña parte queda oculta porque la armadura no se deja retirar demasiado. Vuelve a dejar el cuello de la ropa en su sitio y añade: - Soy Anya. Ishar. Espadachina vagabunda, eterna aprendiz... Y seguidora de la religión de Icycla. Sí, es muy irónico mi sello. Fuego, como dije. -comenta, con gesto apacible, no pareciendo querer hacer humor de ello a pesar de la frase.

Tranquila, habiendo hecho su parte, comienza a romper la cáscara de los huevos cocidos mientras espera a las presentaciones del resto. Aunque ya sabe que la Mimali se llama Tiki y el ladrón, Gauche.

Notas de juego

Runa de Anya (si al máster le parece bien ^^)

Cargando editor
11/05/2020, 23:24
Tiki

Ella estaba en su papel de chica alegre y despreocupada por lo que al ver que Gauche gritaba así su nombre y Anya pedía discreción se hizo la despistada. - ¡Ay perdón, perdón!  Voló corriendo hacia su compañero y le hizo mimos en la mejilla antes de sentarse sobre su hombro para que este pudiera susurrarle las órdenes. Esta asintió y se sentaron los cinco en una mesa, Tiki se encontraba aún sobre el hombro de Gauche cuando Anya comenzó, como si aquello fuera una reunión para alcoholicos anónimos o algo así... Al menos de puertas afuera eso parecía la verdad por como se comportaban. 

Tras la presentación de la chica, el hada saltó hacia la mesa e imitándola, se levantó el vestido, mostrando sin pudor sus partes más íntimas tapadas con simple tanga. Rodeando su ombligo se encontraba la marca,  una vez la vieron todos se volvió a bajar el vestidito y se subió de nuevo al hombro de Gauche, se había cerciorado en todo momento de que la cocinera no viera dicho acto, así que lo hizo en un ángulo ciego precisamente por no escuchar sus griteríos sobre el puterío y la desnudez. 

-Tiki, trabajo para mi mejor amigo y amor. Hago de todo por dinero, porque amo el dinero. ¡Oh! Puedo rejuvenecer, también me dedico a la calle, soy muy diestra hac... 
Miró hacia atrás y al ver los ojos de aquella cocinera clavados en ella por la conversación bajó MUCHO su voz, hasta ser un susurro casi inaudible. - Lo que parece que le falta a ella. 

Bromeó riendo mientras besaba la mejilla de Gauche, zarandeaba con gracia las piernas sobre el hombro del ladrón y aunque todo este rato hablaba dicharachera y de forma muy segura de si misma, sus ojos tenían una expresión extraña, por un lado sí que parecía que cuadraban pero por otro, en algún punto se podía notar tristeza y desesperación, era algo MUY sutil y MUY difícil de vislumbrar por lo que a ojos de los demás no era más que algo "que no encaja" pero que no podían saber qué era exactamente. 

Cargando editor
12/05/2020, 18:24
[Muerto]Señor Muerte

De forma razonable Anya había pedido antes que nada que mostrasen la identificación, dejando en claro al mostrar la suya que se refería a los tatuajes. Espadachina vagabunda, eterna aprendiz y seguidora de Icycla, en otras circunstancias una candidata idónea para convertirse en una máscara, cuando aún existían y tenían un futuro prometedor. Sin duda era irónico que su sello fuese el fuego, y en el fondo no podía evitar preguntarse si acabaría viviendo lo mismo que él pero en distinto órden: primero Icycla y luego Pyros.

Tiki en cambio parecía desproporcionalmente más despreocupada que la espadachina, no sólo por sus palabras sino también por su actitud. El descubrir que literalmente hacía todo por dinero no fue algo que agradó en demasía al gigante enmascarado, cuya máscara imperturbable permaneció enfrentada a la pequeña hija de mimalí durante unos instantes al escuchar aquellas palabras. Pasados unos segundos su mirada se alejó hacia un lado, posándose en algún punto alejado del local a través de la ventana. A pesar de sus motivaciones no parecía ser alguien acostumbrada a —ni capaz de— dañar a los demás, con lo cual no era necesariamente algo malo... Al menos no si se obviaba que había recibido un poder similar al suyo y por ende posiblemente con una capacidad de destrucción masiva sin precedentes. Por otra parte, la pequeña broma a través de la cual había intentado explicar su profesión no llegó a hacer un click en la mente de Señor Muerte, quien por hacer calle había asumido que se refería a... Lo cierto era que no lo tenía muy claro. No tenía idea.

Mi nombre... —Señor Muerte pareció dudar—. Me conocen como Señor Muerte, Muerte cuando hay prisa —dijo finalmente con su grave voz—. Mi tatuaje está aquí —declaró mientras se llevaba la mano al pecho e inclinaba la cabeza levemente hacia abajo—, si en verdad necesitan verlo deberá ser en un lugar más privado y espacioso —explicó, y es que quitarse numerosas y pesadas prendas no era tarea sencilla para un ser de más de dos metros en un espacio cerrado—. Asesino, seguidor del camino de Icycla —dijo mirando a Anya—, o eso creo. El coloso de tierra puso el sello sobre mí, así que... —Muerte reflexionó durante unos momentos—. Tierra... Piedra, o algo así, supongo. —Si sus poderes eran los mismos que los de cada dios eso significaba que el suyo era el de... ¿Terrano? Tenía algo de sentido—. El séptimo elemento —dijo—, ¿qué saben de él?

Cargando editor
12/05/2020, 20:51
Gauche

Tras resoplar y poner los ojos en blanco se acercó a la hija de Mimali para decirle algo bajo y tras ello se acercó al resto siendo seguida por Tiki. - No me gustan... no me fio, pero si es la única manera de recibir información, les engañaremos. Ese de la capucha podría llegar a ser un incordio.

Cargando editor
12/05/2020, 22:35
Anya Ishar

A pesar de su intento de mantener siempre sus emociones a raya, el hecho de que una Hija de Mimali muestre una actitud tan de humano codicioso la hace fruncir el ceño. Existe algo más que desentona en toda su alegría, pero no sabe decir qué y, francamente, tampoco estaba deseosa de conocerla más.

Entonces habla el gigante, cuya voz es de todo menos sutil, y ya desde el nombre muestra una leve extrañeza, y cuando declara su "profesión", seguida de su mención al camino de Icycla, la muchacha lo mira con gesto duro.

- ¿Qué tiene de puro el ser un asesino, como para decir que sigues el camino de Icycla?¿Qué clase de bien hace a nadie? He vivido la mayor parte de mi vida en un templo de Icycla y, salvo contadas excepciones, nunca he oído que matar a alguien sea algo que ayude a la esperanza y la Fe. -replica la muchacha, poco agradada al respecto- Por algo será si uno de los Dioses te ha elegido, pero desde luego, lo dicho hasta ahora no cuenta con mi aprobación, aún si no te importa. -indica, añadiendo lo último en previsión de que pudiese decir que tampoco la había pedido o algo semejante- Y del séptimo elemento no sé nada, pero me huelo que es una forma de reunirnos. -añade la muchacha, antes de ponerse a seguir pelando el primer huevo con unos gestos que delatan una cierta rabia contenida.

¿Por qué me habrán juntado los Diises con semejante calaña? Piensa, aunque trata de contenerse lo mejor que sabe. Mientras al parecer se centra en la comida, se nota que se mantiene alerta con respecto a las manos de Muerte, lo que evita que baje la mirada del todo a su comida.

Gracias a esto, la Mimali puede notar algo extraño: los ojos de Anya parecen ligeramente brillantes, en la zona del iris... ¿Serán lágrimas?

Cargando editor
12/05/2020, 23:48
[Muerto]Señor Muerte

¿Puro? —preguntó instintivamente con una entonación que haría parecer que estuviese a punto de devorarse a Anya de un solo bocado, o al menos esa habría sido la interpretación más común por parte de cualquier observador al ver su mirada fija en la chica—. Nunca dije que fuese puro —respondió luego mientras bajaba lentamente la cabeza para dar espacio a una pausa silenciosa. Ciertamente a primera vista su profesión y su fe no parecían tener punto de intersección alguno, aunque lo tenían... ¿O no? Eventos recientes habían hecho que comenzase a cuestionárselo, aunque aún no tenía una respuesta clara—. Quizás cuando hayas dedicado la mayor parte de tu vida a recorrer el mundo entiendas qué clase de bien puede un asesino traer al mismo... O qué clase de mal puede llevarse de él —se remitió a explicar, intentando esconder sus insoportables ganas de no hablar sobre aquel tema durante un millón de años. Por otro lado, no dijo palabra alguna sobre la desaprobación de la chica respecto a la contradiccion que ella veía tras su máscara, era entendible y no tenía ánimos de armar ninguna clase de debate al respecto—. Si es una forma de reunirnos deberíamos encontrarlo lo más pronto posible, pues éramos seis y aún faltan tres; dudo que el resto aparezca aquí como por arte de magia. —Demasiada casualidad había sido que tres de ellos se hubiesen encontrado en aquella taberna... Por momentos, Muerte dudaba de que todo aquello no fuese una vez más obra de su imaginación o de algún hechizo—. Por cierto... ¿Han escuchado hablar del Gremio de Asesinos? —preguntó en un torpe y fallido intento por bajar la voz, la cual había salido al aire prácticamente igual de grave e imponente que de costumbre.

Cargando editor
13/05/2020, 12:08
[NPC]Helga Steam
Sólo para el director

Helga se sentía apenada porque Vanille se marchaba, pero también aliviada porque sabía que aquello haría que no estuviera en peligro que a fin de cuentas era lo que más le importaba. Mira al guardia y dice:

Si, atacaron la aldea y la defendimos.

Saca la carta del lugar en el que la había guardado y dice mientras la muestra:

Tengo esta misiva, creo que me sirve como pase, tengo que entregarla al gobernante de la ciudad

Comentaba hablando con tranquilidad y con cierta precaución, no quería sonar especialmente prepotente ni nada por el estilo para no molestar a los guardias.

Cargando editor
13/05/2020, 21:58
Tea Cobb

Adentrándose en la plaza aquella, Tea se sintió como si siguiera en la biblioteca del faro, solo que en vez de estar rodeada de libros y mapas se movía entre las “versiones vivas” de los conceptos sobre los que había leído tantas veces; no conforme con ello la Cobb podía oler y hasta tocar algunas de estas cosas, y esa sola experiencia resultaba tan impresionante para alguien con su pasado que durante unos minutos la chamán incluso olvidó la verdadera razón por la que estaba allí.

Aprender sobre el mundo, pues, era ya algo cautivador, más era totalmente distinto experimentarlo en la práctica… ¿cómo es que podía haber quienes hicieran cosas para atentar contra la civilización cuando esta en esencia era casi tan hermosa como la naturaleza abierta?

Jugando con ella misma, mientras sus ojotes bailaban de un lado hacia otro seguidos por el movimiento de su rostro Tea logró distinguir varios ejemplos específicos de razas exóticas entre los paseantes, comenzando a nombrarlos dentro de su mente según se daba el caso: “Uromaki ¡realmente tienen los ojos más hermosos que haya visto!, los misteriosos y elusivos Luftinuka, los hijos de Mimali que comparten su devoción a la naturaleza incluso si son tan diferentes entre si…” haciendo gala de lo que quizás podría tomarse como una gran inocencia, pues todo le sorprendía, todo le maravillaba.

Dentro de la maravilla, sin embargo, había mucho lugar para la distracción exagerada, razón por la que la Cobb estuvo a punto de perder su camino en pos de aleatoria investigación de no ser porque, tras chocar levemente con un insospechado amante de lo ajeno, Tea fue devuelta a la realidad.

D-disculpe — ignorante de la situación del otro se apresuró a pedirle disculpas pero no lo detuvo ni le estorbó de más, ya que acto seguido salió del camino principal con tal de acercarse a un puesto cualquiera, de ahí intentó retroceder un poco sobre sus propios pasos y, cuando creyó que no estorbaría a nadie más, volvió a echar un vistazo general.

Si su corazonada era correcta, encontrar algo como el “séptimo elemento” a plena luz del día era improbable, y es que pensándolo fríamente, como lo hiciera antes, dicha existencia podría no ser un objeto como tal, sino una persona, un lugar, un concepto, incluso una simple pista solamente, y más si tomaba en cuenta toda la ceremonia bajo la que se dio aquella revelación. De no haber acabado con el echo mediante aquella ventisca, Tea incluso dudaría de si toda la experiencia con las llamas era verdad o solo un sueño loco, siendo sincera.

Así que… ¿cómo encontrar aquello cuyo real aspecto y condiciones ignoraba?

Cargando editor
14/05/2020, 13:21
Senca Temno
Sólo para el director

Ya saliendo del lugar, con las respuestas esperadas, aunque con la parte de arriba de la túnica tapando el símbolo en el cuello como me había insinuado el anciano, comencé el camino hasta la llegada de la chiquilla.

Paré, miré detrás y ahí estaba, ese tipo de personas daban ternura por lo que había podido ver, quizá algún día pudiera saberlo por mí mismo, eh, dije haciendo ver que la había escuchado para que parara de correr, se iba a acabar cayendo.

No se lo que busco, algo nuevo, algo que antes no estuviera en la ciudad, creo que es una persona, pero podría ser cualquier cosa. Dije pensativo, se que alguien debería haberlo notado, debe desprender algo que el resto del mundo no tiene. Me agaché para ponerme a la misma altura que la joven. Es complicado, pero si vosotros que os dedicais a los manuscritos no sabeis explicarlo, es normal que yo tampoco ¿no?. Dije en mi caracteristico tono neutro. Quizá pudiera parecer una pregunta retórica, pero nada más lejos de la realidad, ni siquiera sabía hacer esas cosas.

Tras escuchar la respuesta* y antes de continuar mi camino a donde la chiquilla me hubiera insinuado, decidí hacerla ver algo que la hacía especial. La timidez se pasa, y la torpeza también, con calma y práctica, pero no debes dejar de ser cómo eres. Quizá pienses que eres diferente pero si consigues llegar a mi edad sin importarte estas piedras y ayudando a la gente como haces, te deberé una.

Me levanté para continuar mi camino, No todos los lugares son como esta ciudad, mira a tu alrederdor, todos son clones pensando en sí mismos, me gusta ver a gente que no lo es, si nos volvemos a ver espero que sigas siendo así. Dije sacando un pequeño abalorio que me regalaron hace Iclycla sabe cuanto tiempo en un lugar lejano, un hombre al que los dioses le impidieron ser como los demás, cegado por visiones que otros llamaban locura, pero que solo quería ser escuchado. Una pequeña piedra que nunca dejaba de ser brillante. Seguro que hay gente que daría muchas piedras brillantes por esto, pero si cuando volvamos a vernos sigues teniéndolo, sabré que este mundo tiene solución. Dije cogiendo su mano y poniéndolo ahí.

Notas de juego

Si me dice un lugar voy ahí, si no a la taberna.

Cargando editor
14/05/2020, 19:40
Tiki

El susurro de Gauche fue indicador de que debía andarse con ojo, tampoco la información que daba el tipo de la máscara era demasiado alentadora a decir verdad. Lo que no se esperaba es que comenzara una especie de... ¿reproche? Por parte de la chica, no podía entender el por qué del mismo aunque tampoco tenía idea de lo que estaban hablando. Miró a su compañero por unos instantes, sabiendo que le había dado permiso para continuar con el intercambio de información y entonces habló.

-A mi me puso el sello el Agua. Era muy bonita. Se quedó callada un momento, pensativa, sobretodo por la última pregunta del señor Muerte y entonces negó. -No, no sé sobre ese gremio. Se quedó jugueteando con uno de los mechones del cabello castaño de Gauche, sonriendo mientras veía a los demás.

-¿Entonces hay que esperar aquí todo el día? Parecía que preguntar aquello la aburría, como si rogara que eso no fuera verdad. 

Cargando editor
15/05/2020, 00:48
Anya Ishar

La joven mira al gigante cuando habla así, una mirada dura y que para nada parecía amedrentada por el tamaño de Muerte (si no se amilanó cuando a Niero le dio por encararla a la criatura que encontraron cuando se conocieron, tanto menos iba a asustarse de él). Ahí es cuando él puede ver el ligero brillo que emanan los ojos de la joven, aunque al verla directamente nota que no son los ojos, en sí, sino solo los iris anaranjados.

Icycla, señora de la pureza que posee todo lo que existe, entre otras... -replica la joven, poco convencida de que alguien que no hilase eso relativamente rápido hubiese, en verdad, buscado algo de información sobre Icycla- Y un "asesino" que se dedicase a eliminar a seres auténticamente perversos, ¿se llamaría a sí mismo asesino? -plantea la joven.

Quizás, sabe la posibilidad, en verdad estuvo equivocada con su idea inicial sobre él, pero esa presentación le ha hecho pensar de esa forma. Tiki menciona finalmente que su sello es el de Agua. Marine. La muchacha asiente ligeramente mientras dice que era bonita, haciéndole esto recordar algo... Que le sonrosa ligeramente las mejillas.

¿A ti... también te besó? -le pregunta con un poco de vergüenza. Aunque probablemente piensen que es desconocedora de esas lides a la edad que aparenta sin ser así, lo cierto es que tampoco tiene demasiada experiencia como para no sentirse rara ante lo sucedido con el Dios.

Queriendo pensar en otra cosa, vuelve a su comida mientras Muerte sigue hablando, comenzando a mordisquear poco a poco el primer huevo ya pelado. Ella, por suerte o desgracia, no había oído el chiste verde susurrado por la Mimali, pues entre habérselo dicho en voz baja a Gauche, su tamaño y no ser cotilla, se le había escapado esa última capacidad. Cuando termina, replica primero a lo del Gremio de asesinos:

No, para nada. Y con respecto a los otros, no llevamos apenas tiempo aquí. Tengo algo parecido a un plan para encontrarnos, pero quizás ni siquiera haga falta aún. El resto pueden no haber llegado a Trayerta. -indica, tranquila- Si vienen aquí buscando "el séptimo elemento", esta taberna será probablemente la primera parada. Así que podríamos hacer este sitio un punto de reuniones o algo así, supongo. -la espadachina parece nuevamente en calma al pasar a asuntos menos espinosos que el pasado de sus dos "compañeros", en verdad, aunque luego especifica por lo que ha preguntado la Mimali- Podemos iniciar una búsqueda casi tan pronto como terminemos el desayuno, pero... -lanza una mirada a su maestro, pensando bien cómo decir las cosas- Tendréis que darnos un rato a mi Maestro y a mí antes de partir. No tenemos por qué esperar al resto aquí, pero si encuentran este sitio y saben que nos reunimos aquí o incluso dormimos aquí, si hay habitaciones disponibles, ellos nos esperarán, casi seguro. -aclara.

Cargando editor
15/05/2020, 01:57
[Muerto]Señor Muerte

Tiki no conocía el Gremio, algo que a los ojos de Señor Murte decía mucho de ella. «Definitivamente no parece peligrosa» pensó para sí mientras volvía su mirada hacia Anya. Tenía que reconocer que la chica tenía valor; aunque a veces su voz sonaba más amenazante que de costumbre de forma involuntaria, sabía percatarse de ello cuando esto sucedía, y cuando lo hacía pocos eran quienes que no mostraban sutiles o no tan sutiles cambios en el tono de voz, gestos, expresiones y demás, dejando ver así su miedo. Por otro lado, Anya tampoco conocía al Gremio, hecho que una vez más, a ojos de Señor Muerte la volvían algo más "inocente".

No me dedico a eliminar seres auténticamente perversos, no... exactamente. —La explicación sería larga y quizás obsoleta. ¿Qué era ahora? ¿Seguiría siendo un asesino?—. Cualquiera con sangre en sus manos puede hacerse llamar asesino —resolvió finalmente luego de dar un par de rodeos en su mente, con su grave y pesada voz—. ¿Tú puedes? —le preguntó luego, con una chispa de curiosidad en la mirada que la chica no sería capaz de apreciar, pues sus ojos ocultos tras la oscuridad de su máscara los hacían indescifrables—. En cuanto al gremio, se trata de una gigantesca red de asesinos a sueldo —explicó—. Digamos que tuvimos un par de... inconvenientes en el pasado y ahora quieren mi cabeza a como de lugar. Como pueden ver —dijo extendiendo sus fornidos brazos de más de un metro y medio de largo— no soy alguien capaz de pasar desapercibido en una ciudad. Si me quedo aquí por demasiado tiempo comenzarán a aparecer por montones, y si intentan interferir ustedes pasarán también a estar en su lista... No se los recomiendo. —Aunque ahora tenía un poder que podía combatir los números con facilidad, siendo incapaz de controlarlo correctamente usarlo dentro de la ciudad era algo sencillamente inviable, pues acabaría... Nargu permaneció en silencio por unos instantes. Acabaría mal—. ¿Cómo se manifestaron sus poderes? —preguntó entonces, esperando de forma casi inconsciente recibir las malas noticias de que eran tan abrumadora y descontroladamente destructivos como el suyo.

Cargando editor
15/05/2020, 23:34
Magno Yaran

Los guardias se te quedaron mirando extrañados, tanto que hasta que no se aproximaron para tomar tu carta y leerla, no lo creyeron - ¿E-es real? – le preguntó uno de los guardias al otro – Lo sea o no, es la firma de Arani… - aquel guardia te miró y suspiró – Está bien. Tú quédate guardando la puerta. Señorita, acompáñame – Dijo al no saber tu nombre

El guardia empezó a caminar entonces al interior de las murallas y poco después al interior del inmenso castillo que ahora se abría ante ti. Poco a poco según avanzabas y las puertas se abrían, podías ver el esplendoroso interior del castillo construido con piedras y decorado con madera macica en las puertas así como en algunas zonas para aguantar aún mejor la estructura.

Los pasillos eran un tanto simples, aunque todos ellos acompañados de una roja alfombra que parecía el camino para ver a alguien realmente importante en todo momento. Las puertas, muchas de ellas estaban principalmente cerradas, pero las pocas abiertas que podías ver, eran cuartos donde el servicio estaba trabajando. Llegado un momento tanto el guardia como tú os cruzasteis con una mujer ante la cual el guardia se detuvo a saludarla – Buenos días Princesa – La mujer no obstante, no parecía tener el porte de una princesa, de hecho más parecía una guerrera. Le devolvió el saludo a este y siguió su camino mirándote fijamente al pasar por tu lado.

No obstante no pudo ningún reparo en que estuvieras siguiendo al Guardia.

Este finalmente llegó a una puerta enorme y grande donde te detuvo para preguntar tu nombre completo. Una vez se lo dijeras, abrió la puerta y avanzó por ella – Su majestad. Esta de aquí es la señorita Helga Steam, ha venido con una misiva de la Señora Arani La Sabia dirigida a usted – Poco a poco el guardia se acercaba más y más hasta depositar la carta en las manos de su rey.

El rey la miró con tranquilidad la carta y luego te miró a ti – Parece que la letra es de Arani… - Se acercó pues entonces a ti y te miró a la cara – Helga Steam ¿No? Unos guardias de la aldea de Arani me comentaron que una Uromaki les ayudó a llegar. Debes de ser tú también si vienes de allí. Encantado de conocerte protegida de Arani, y bienvenida al castillo de Trayerta. Dime ¿En qué puedo ayudarte?

Cargando editor
15/05/2020, 23:37
Director

A la acción de tu estrello contra la otra persona, este te miró más siendo que era un tipo que casi podía medir el doble que tu. No obstante como te apartaste rápido el tipo continuó su camino.

Lograste después de eso evitar la posible colisión con el resto de personas hasta que finalmente quedaste en la zona abierta en donde ya no podías molestar a nadie y al mismo tiempo podías pensar que hacer… No obstante tantas posibilidades abrumaban a tu mente, y sobre todo el hecho de no saber donde empezar. ¿Cuál sería el lugar ideal para empezar? ¿Por donde deberías trazar tu camino?

-Si, tio… La tabernera aquella tenía razón. Creí que era solo un bulo, pero en el burdel había una jodida Mimali enanisima que se variaba el tamaño – entonces escuchaste aquella voz entre el gentío que comenzó a reir – Pensé que era un puto bulo, pero joder, el mejor polvo de mi vida. Las taberneras si que saben de todo en esta ciudad, y si no lo saben, es que no existen – Y ahí llegó el click del asunto.

Había personas que eran como libros, pero acerca de todo lo existente en la ciudad. Ese podría ser el camino a tomar de primera mano. Solo te faltaba hallar el lugar.

Cargando editor
15/05/2020, 23:38
Director

-¿Ah? – dijo la chica al oir tu respuesta – Bueno… personas nuevas se ven todos los días, pero lugares nuevos nunca. Alguna vez que otra hay nuevos negocios, o casas habitadas por nuevas personas, pero… Algo como lo que usted dice… Me temo que no hay nada – Y según más ibas  hablando la chica se quedaba absorta con tus palabras.

Incluso en un momento se sonrojó cuando le dijiste todo aquello, y más aún cuando le ofreciste aquel obsequio que con tanta ilusión y curiosidad miró.

Estaba tan entusiasmada que su sonrisa parecía tan pura como el brillo en sus ojos – Gracias señor. Y conozco el nombre para “eso” que no tiene el resto que usted dice. Se llama empatía por los demás o simplemente bondad. No todos en la ciudad la tienen, es más debería tener cuidado si va al barrio suroeste, allí probablemente estén todos los que harían cualquier cosa por sobrevivir.

Finalmente se lo pensó mirando la piedra y asintió – Si lo que busca es gente buena, debe mirar en el distrito residencial – señaló al este – El superior tiene gente de clase media, sobreviven el día a día trabajando con esfuerzo y en algunos casos ayudándose los unos a los otros. Por allí está mi casa, aunque solo la piso para dormir y desayunar – soltó entonces una risita antes de seguir – Intento ayudar mucho a mis padres. El inferior sin embargo está llena de gente que de normal no puede sobrevivir por si sola. La denominan la clase baja y… aunque a veces roban, son buena gente. Roban lo que necesitan para poder vivir. Comida, agua…

-A veces he visto niños ver cómo la gente tira sus restos y, bueno les doy un poco de mi comida. No es que me sobre pero… Prefiero que unos niños no pasen hambre. Bueno, e-es todo lo que puedo decirle sin saber lo que busca. M-mucha suerte, m-me vuelvo a-antes de que mi jefe me regaño – Y así con la mano alzada despidiéndose de ti corrió hacia la librería para seguir su trabajo.