Un día tal como hoy dio comienzo una leyenda,

leyenda que se forjó en una batalla donde mortales buscaban la paz.

O más que leyenda una profecía que pronto se emprenderá.

Una profecía que nadie sabrá si acabará bien o mal.

Doce guerreros lograron detener a los divinos en su día,

doce guerreros que ahora muertos yacen bajo la tierra baldía.

Pero tan solo seis de dichos guerreros pervivieron en los últimos hálitos

condensando el poder de todos aquellos divinos en simples sellos.

Una catástrofe se evitó, dando lugar a una mayor.

Sansóläis está condenado,

condenado a ser destruida, condenado a morir entre el dolor mayor.

Pero gracias a los divinos, o a los mismos guardianes del sello se encontró la forma de salvarlo...

Aunque eso no dependería de ellos, sino de la promesa realizada.

"Cuando el mundo este por morir, y la llama de la paz se extinga,

los guerreros del sello resurgirán, y con ellos la destrucción o la salvación vendrá"

-Una historia bonita, o más bien un hecho histórico bastante prometedor... Desalentador desde el punto de vista que lo mires hermanito. Pero tu siempre estas leyendo el mismo libro, esperando una y otra vez que eso no ocurra. - La voz de una mujer se hizo eco en un lugar que nadie escucharía, dirigiéndose a los albores del cielo y más allá - Te preocupas demasiado.

-Sansóläis no está en nuestras manos ya, y aunque sigamos velando por el, deberíamos dejar que las profecías las recogieran los mortales de hoy en día. - Al igual que su voz, ahora pasos empezaban a resonar al mismo tiempo que un libro cerrarse - Destrucción, salvación... Lo que tenga que venir vendrá, para eso estamos aquí. Aceptar y ver como nuestras decisiones llegan al termino concreto, sea cual sea, y aceptarlo a pesar de lo que tenga que pasar.

Junto a aquellas palabras, el cielo empezó a cubrirse de nubes grisáceas que no presagiaban nada bueno. Nubes que sin duda traerían algo más que solo lluvia.

-Vamos, ya va siendo hora de que los divinos despierten, o al menos de que sus guerreros lo hagan.

Así fue como las primeras palabras de un libro jamás escrito,

empezó a escribirse con las primeras palabras:

"Que despierten y renazcan aquellos que su destino escribirán el final de Sansóläis.

Que los seis guerreros del sello despierten de su letargo en los herederos de su destino."

Libro de Ellyn

Capitulo 1: La tormenta tras la calma

Destrozada por los acontecimientos pasados, sintiendo como un sin fin de cuerpos pesados presionaran tu cuerpo hasta tal punto que tras unos pocos segundos de sentir aquellos agudos dolores de agonía profunda que no paraban de torturarte con la consciencia aún despierta, no podías dejar de ver el cielo azul, rodeado por el humo de tus máquinas, de las máquinas que rodeaban todo tu golem volador...

Habías sido alcanzado, por la multitud de enemigos que fuisteis incapaces de ganar, con la voz de tu superior gritando: "NO DEJES QUE TE VENZAN", y con la voz de tu hermano, preocupado en gran punto por ti buscando el ayudarte sin exito, pero ahora, después de varios minutos, estabas sola.

No habían esos enemigos a tu alrededor... No habían voces, ni de tu superior, ni de tu hermano, ni de tus compañeros... ¿Acaso era así como acababa tu vida? ¿Antes de empezar siquiera a vivirla? ¿Antes siquiera de poder vengarte del enemigo de tu padre? ¿Antes de poder alcanzar tu sueño?

Si bien uno de tus deseos fue unirte a la Patrulla Céfira y sabías y asumías los riesgos... Era impensable si quiera para ti el hecho que había surgido. Tan solo estabas ayudando y sin embargo... ¿Como era posible tantos enemigos? ¿Cómo era siquiera posible que a pesar de lo debiles que eran os vencieran? ¿Cómo ibas a saber que ver el faro apagado iba a provocarte tal distracción que jamás podrías procesar para atacar a aquellas bestias que surgieron a modo de sorpresa?

Ni el mejor de los guerreros, que os había puesto allí a toda la Patrulla Céfira, lo sabía...

Todo, al final, había acabado... y tu muerte simplemente estaba por llegar, sin siquiera poder evitarlo, mientras tan solo mirabas aquel cielo teñido de humo y tus lagrimas se derramaban calidas en tu rostro...

Días antes...

-Esto de salir de Maxener tan a la bulla... No lo logro comprender. Acabábamos de llegar de una misión y se supone que íbamos a descansar, y nada más llegamos, Kyrie sale tan apurada ordenándonos a prepararnos y salir en cuanto antes hacia Yridia... ¿QUE SE NOS HA PERDIDO ALLI? - Saltó tu hermano hastiado por haber empezado un nuevo viaje de misión tan pronto cuando pensaba poder descansar tranquilo en una cama y le fastidiaron los planes - Además ¿No se supone que Yridia está llena de magos superpoderosos? ¿Pues por qué no van ellos a solucionar lo que quiera que les pique?

Sin duda la frustración de tu hermano llegó tan lejos que pudiste escuchar un característico: PLONK, señal de que había golpeado una parte metalica de su golem - AUUUUUU... Mierda, el sistema de comunicación - Y se dió cuenta tarde que no pudo evitar que le escucharas.

Os encontrabais volando por la tundra de Sansóläis en dirección a la ciudad que vuestra jefa os había dicho, Kyrie la lider de la patrulla céfira, quien cuando llegó habló directamente con Alya, una de los seis sabios de Maxener, concretamente la encargada de los golem de vuelo y aún recuerdas como después de estiraros tras llegar Kyrie reaccionó ante Alya nerviosa y alterada, tanto que corrió a coger su golem e irse con aquella pocas indicaciones: - PREPARAOS, YRIDIA, OS VEO ALLI - y salió disparada y enfadada como era normal en ella.

Lo peor de todo y sin duda, fue que solo os avisó a vosotros, por lo cual se quedó el mensaje de avisar al resto de la patrulla una vez llegaran. Pero era mejor no hacer enfadar a la jefa y eso bien lo sabiais, aunque al final fuera tu hermano el que se frustrara y acabara auto hiriéndose

-Ey, Ellyn - Dijo mientras señalaba con el Golem hacia un punto. Mirando hacia allá podiais ver al fin la isla donde estaba la ciudad de Yridia así como su monte - Ya casi estamos. Según mencionó la jefa debería estar en la ciudad así que... ¿Una carrera? - como siempre intentando buscar aquella competición Allen se puso más motivado al fin.

Allen tenía razón al quejarse. Se suponía que íbamos a tener un día libre, pero, en vez de eso, nos habían mandado salir con urgencia y sin darnos explicaciones. Entendía que se pusiera así, pero se lo tomaba todo demasiado a pecho.

—No te pongas así, hermanito. Sí, nos han fastidiado el día libre, pero míralo por el lado bueno: vamos a hacer un buen viaje. Y además, seguro que al volver nos lo compensan con varios días libres. —Mi hermano siempre se fijaba sólo en el lado malo de las cosas—. Serán magos superpoderosos, pero… ¡no tienen gólems! Sea lo que sea, supongo que no pueden solucionarlo ellos solos. ¿No te intriga saber qué es lo que pasa?

Al oír el golpe que se dio, solté una buena risotada. —¡No la tomes con tu gólem! ¡No tiene la culpa de nada! Espero que no le hayas hecho daño —dije, burlándome de él un poco.

Ya estábamos llegando. Se veía la isla a lo lejos. Mi hermano, como era habitual en él, no tardó en desafiarme a una carrera. Y ¡por supuesto que no iba a rechazarlo! Tenía que quedar claro que yo era la más rápida de los dos.

—¡Ja, ja, ja! ¡Claro que sí, hermanito! ¡Te veo allí! —E, inmediatamente y sin esperar ningún tipo de señal, salí volando a toda velocidad.

-Ya bueno... Prefiero ir a un reino submarino antes que a una isla con magos... Pero supongo que frente a las misiones no valen quejas del destino ¿No? - preguntó obviamente mirándote, aunque realmente no pudieras verle, al menos su Golem hizo el movimiento - En eso tienes razón... Maldita magia... Dicen que sirven para todo y después no son capaces de hacer nada sin nosotros - y como era normal, empezó a rerirse con orgullo - Nadie podrá nunca con Maxener en ese sentido - y al menos el lo tenía muy claro - Pero no... no me intriga... Hemos sido mensajeros, escoltas, patrulleros, defensores y practicamente en todas las misiones hemos destruido criaturas... O matarlas a fin de cuentas... Así que estoy tan seguro que vamos a matar cosas, que apostaría todo el dinero que nos den en esta misión para ello.

La verdad, esta vez no podías culpar a tu hermano. Tenía tanta razón en ese punto que apostar en su contra sería una apuesta perdida. Lo que si podrías hacer es quizás desviar el foco de atención. - No la quiero pagar con el - dijo con un pequeño alarido de llanto, y realmente en tu mente se podría dibujar a tu hermano masajeandose la mano de dolor. - simplemente se me olvida.

Pero quitando el tema de vuestro día libre o todo lo que implicaba ello, pareció que la carrera le animaría bastante y tanto fue así que cuando empezaste a acelerar, el hizo lo mismo pero aprovechando de hacer acrobacias en el aire y divertirse un buen rato. No obstante apenas tardariais en llegar, pues acelerando ambos golems al momento, el tiempo de llegada se redujo hasta que visteis a vuestra lider

Al veros a los dos llegar, su cara de pocos amigos os dió a entender que estaba o bien molesta o bien cabreada... O bien normal pues casi siempre tenía esa cara

-¡¡¡SOIS UNOS LENTORROS!!! - gritó Kyrie desde el suelo mientras aterrizabais junto a su Golem

El cual en reposo siempre parecía mucho más inofensivo que activo. - ¡¡¿SE PUEDE SABER POR QUE NARICES HABEIS TARDADO TANTO?!! - os preguntó y esperó una respuesta, pero antes de que cualquiera de los dos pudiera abrir la boca, parecía que se calmaba - Da igual. No importa. Esto es más importante. - Se acercó entonces a un lateral del patio donde estabais para señalaros un monte cercano - El problema está allí, y por lo que tengo entendido también quien nos ha solicitado ayuda. Sin embargo los magos de Yridia me han dicho que hace un día explotó la cima, o al menos una gran bocanada de fuego salió de ella. Sin embargo, en lugar de dejarme ir a ver el problema, los muy idiotas me han dicho que espere... ¿A QUE SI PUEDE SABERSE?

Y antes de que pudiera haber si quiera una respuesta, apareció de la nada un hombre alzando un poco la voz. - A mi, me parece

Lo conocíais con bastante facilidad, aunque entre vuestra raza no tenía buena fama: Era Niero, el ladrón de un arma en Maxener, pero al mismo tiempo el héroe antidelemental. Al voltear su vista Kyrie puso una cara máximo de asco que trató de cambiarla luego - Así que sigues aquí...

-Si me temo. Siento que mi presencia te suponga una molestia lider Kyrie, pero no me quedaba otra que pedir ayuda, y no localizo a los seis ingenieros, así que tuve que enviaros a vosotros la misiva. - Intentó entonces justificarse Niero mientras se acercabas a vosotros tirando de un carro tirado por un caballo - He tenido ciertos problemillas y aunque he eliminado... O bueno, ha eliminado a la amenaza - señaló entonces al carro donde había una chica que parecía totalmente inconsciente pero al mismo tiempo herida.

-Antes de que llegara para hacerlo logré interrogar a un Delemental menor y... Por lo visto, algo malo está a punto de ocurrir. Temo equivocarme, pero si lo que llegué a obtener de información es cierto, tratarán de atacar por otro lugar del mundo, alejándome de este, mientras al mismo tiempo ataquen desde aquí. Es por ello, que necesito ayuda. - os miró entonces a los tres buscando entonces que lo aceptarais pero siguió entonces diciendo más - No os lo pediría si no tuviera alternativa, y puedo informaros de que vendrá así de sus puntos debiles si lo necesitais.

Con un chasquido de lengua, Kyrie se dió la vuelta y mirandoos esputó - Tomad la información y vamos a vigilar entonces. Cuanto antes acabemos mejor. - Y dicho eso Kyrie marchó a revisar su Golem

—¡Ja, ja, ja! Sí, seguramente eso sería más interesante. Siempre he querido saber cómo son los reinos submarinos. En cualquier caso, lo que quiero decir es que deberías mirarle el lado positivo. —Luego hablamos sobre cómo se orgullecían de la magia pero luego siempre pedían ayuda—. Sí. Por mucho que presuman de magia, nada supera la tecnología de los uromakis. No sé qué harían sin nosotros… Pues sí, puede que acabemos peleando como siempre, pero… ¿No te intriga saber por qué nos han mandado con tanta prisa y tan lejos de Maxener? Es raro, ¿no crees? —Realmente, no se me ocurría cuál podía ser el motivo…

—Pues le has dado un buen golpe al pobre… —dije, riendo por lo bajo.

La carrera fue divertida, como siempre. A ambos nos encantaba hacer gala de nuestras habilidades de vuelo, y desafiarnos entre nosotros. Yo siempre me esforzaba en mejorar y conseguir ser mejor que él, pero él hacía lo mismo. El resultado era que ambos seguíamos mejorando constantemente, y que unas veces ganaba uno, y otras veces otro.

Una vez nos reunimos con nuestra jefa, ésta resultó estar enfadada, como siempre. Estuve a punto de protestar, diciendo que habría sido casi imposible llegar antes con el tiempo con que nos había avisado, pero cambió de tema rápidamente. —¿La cima ha explotado? O sea… ¿que es un volcán y ha entrado en erupción?

De pronto, apareció… él. Lo miré frunciendo el ceño, con cara de pocos amigos. —¿Tú…? ¿Tú eres el que nos ha pedido ayuda? —exclamé, enfadada e incrédula. No daba crédito. ¿Por qué habían hecho caso a su petición? Me daban ganas de darme la vuelta e irme, pero las órdenes eran las que eran.

Miré brevemente a la persona que descansaba en el carro, con algo de curiosidad. Parecía una humana adolescente. Y ¿había sido capaz de derrotar a la «amenaza»? Curioso… Pero aquello no era lo importante en ese momento.

—¿«Algo malo»? ¿Van a tratar de atacar? ¿De qué estás hablando? ¿Quién va a atacar? ¿Es una adivinanza? —espeté, con el ceño fruncido, sin ocultar mi irritación—. Sí, si quieres que te ayudemos, será mejor que empieces a hablar claro.

Allen se te quedó mirando desde el interior de su Golem, como era obvio, con varios segundos en silencio ante tu pregunta, pero luego suspiró - Supongo que si... Cada vez es distinto o muy similar, pero las historias que hay alrededor de nuestras misiones siempre son diferentes. Eso te lo concedo... En fin, vayamos cuanto antes - Mencionó ya para finalizar viendo así que tocaría esta vez.

Ya una vez en tierra y con Kyrie allí al mando y explicando toda la situación, cuando hiciste esa pregunta vuestra jefa negó - No, no exactamente, pero eso mejor que os lo explique el - señalando obviamente al heroe antidelementales que se reveló luego de toda la explicación.

Este obviamente se vio un poco culpable de haceros venir, no obstante seguía igual de solemne que como estaría siempre. - No es que explotara la cima exactamente... Sino que tuvimos un pequeño problema con el fuego, uno demasiado gordo que acabó saliendo de una cueva que hay en la cima. Pero si, yo soy quien os pidió ayuda, y de verdad, no lo hubiera hecho si no me quedara alternativa. Los seis ingenieros están ilocalizables actualmente y solo me quedaba la Patrulla Céfira o los Alfas Raleos, y el más cercano lo tendría difícil para estar allí arriba - de nuevo señaló a la cima de la montaña, como había hecho antes Kyrie.

-No es una adivinanza... - dijo suspirando - Delementales, obviamente. - pensó que simplemente por como se le conocía ya tendriais que saber que eran, sin embargo el sonrió al ver que no dijiste directamente lo que pensabas - Un Delemental, por lo visto de gran fuerza, saldrá de uno de los accesos al aberno en una isla cercana al bosque Laforana. Pero el Delemental menor mencionó que la estampida a la libertad estaba por comenzar y que desde el lugar donde no podré proteger a nadie, se alzaría un gran baño de sangre. El único lugar con esas caracteristicas cuando vaya hacia aquel lugar, es este. - volvio a señalar a la cima - Lo bueno, es que los Delementales no pueden salir así como así. Se chocarían con las alas de sus compañeros volando por el tunel, así que creo que la estampida se refiere a delementales menores, aunque no descarto que pueda aparecer alguno normal.

Entonces Niero se dio la vuelta para tomar algo del carro que os fue a acercar, eran unos dibujos sobre la anatomía de esos seres - Cortando un ala, lo hareis estrellarse contra el suelo y perder movilidad, aún así, es su magia y sus carras las peores de sus armas. Tendreis que esquivarlas o demasiadas os podrán suponer una desventaja, en cuanto al punto más debil de estos seres, es su centro, como casi todo ser mortal. Si también poseeis armas elementales, usadlo a vuestro favor. Y por último, si sale un Delemental, lo más probable es que este comande a todos los menores. Matadlo y el resto se encontrarán perdidos.

-¿Necesitais saber algo más?

Escuché la explicación con el ceño fruncido. Seguía sin hacerme gracia que tuviésemos que prestarle ayuda. Aunque, por lo visto, no había tenido otra opción. Y la misión consistía en evitar que se perdiesen vidas, al fin y al cabo. Continué con expresión seria, pero procuré no pensar en quién era la persona que nos estaba hablando.

—Muy bien. Entonces ¿ha habido un ataque de un delemental de fuego y dentro de poco habrá un ataque de muchos delementales pequeños? ¿Y quieres que nosotros acabemos con ellos? —Mi hermano tenía toda la razón. La misión consistía en matar cosas, como siempre. Lo miré, entornando los ojos, con expresión resignada.

Observé los dibujos que nos enseñó. Aquello nos daba la información que necesitábamos para luchar contra ellos.

—Mmm… ¿Tienes una idea de cuándo saldrán, más o menos? ¿Y el lugar exacto? ¿Son organizados, o atacan sin ningún orden? ¿Sería mejor enfrentarnos a ellos a la salida de la cueva, o fuera? —Me quedé pensativa. No se me ocurría nada más—. Creo que ya sabemos todo lo que necesitamos. ¿Tú tienes alguna duda, Allen? —pregunté, dirigiéndome a éste.

Después de toda la explicación, me dirigiría a examinar mi gólem, Fulgur, para asegurarme de que estuviese en perfecto estado, y a punto para la lucha.

Niero asintió con la cabeza ante tus primeras preguntas - Exacto. No sé cuando será ese ataque, ni se la cantidad de criaturas que saldrán, pero se que será un ataque de señuelo, para lograr liberar uno de los Delementales del averno. Por eso necesito que este lugar lo protejáis vosotros - obviamente se refería a la cima de la montaña. No obstante tu hermano al ver que tenía razón y le mirabas, te dedicó una mirada de "Te lo dije" que realmente podría resultar un tanto asquerosa. Pero realmente tenía razón

Luego Niero, y fiel a servir de ayuda, empezó a responderte el resto de tus dudas - No lo sé... Puede ser hoy, mañana, o dentro de una semana. La cuestión es que quisieron hacerme salir de aquí, así que esperarán el tiempo suficiente como para que no pueda regresar con rapidez. Pero por suerte si os puedo dar la ubicación - Volvió a señalar la cima de la montaña - Antes de llegar a la cima, hay una pequeña meseta la cual contiene una cueva excavada en la piedra. Dicha cueva llega a una estancia circular y sin más salida que su entrada con un enorme tunel hacia el fondo de Sansóläis excavado en el centro de la misma. Si los Delementales salen por algún lugar, sin duda ese es lugar.

-No obstante, ese tunel está protegido con algún tipo de magia extraña que no se puede identificar de forma natural. Explosiones, derrumbes, entierros, inundación... Da igual lo que useis para tratar de bloquearlo, el propio tunel lo deshará para seguir libre. - Advirtió pues para que no planearais ningún tipo de estrategia de dicho estilo, ya que solo alertaría a los delementales.

-Humm... No sabría decirte. Los delementales mayores... podrían llegar a trabajar coordinados, pero fue de un tiempo a esta parte que parecen querer resaltar sobre los demás, así que simplemente atacarán con todas sus fuerzas intentando sobresalir entre el resto. Puede que sean como un grupo de moscas realmente, en lugar de como un ejercito. En cuanto a como recibirlos, eso queda de vuestra parte, ya que es un tanto indistinto.

Tu hermano, después de tantas respuestas de Niero acerca de lo que se os venía encima, rodó los ojos hasta suspirar - No, no tengo ninguna pregunta. Todo ha quedado bastante claro, matar a los Delementales antes de que se vuelvan un problema, mayores incluidos si es que salen - se encogió de hombros - Espero solo que haya una buena recompensa por esto, y no solo más robos a Maxener - y tu hermano fue dirigiendose hacia su golem mientras que Niero, afectado por lo dicho por tu hermano un poco te miró a ti.

-Siento que sea todo tan violento - Dijo con una inclinación de cabeza antes de que os fuerais, pues el también tendría que irse.

No sabía cuándo iba a ser el ataque ni cómo iban a atacar… Pues sí que era de ayuda el gran Niero… Levanté una ceja, sin disimular mi irritación. Por lo menos, nos había dado bastantes detalles sobre las debilidades de los delementales, que nos serían bastante útiles.

—Una cueva con un túnel dentro, que es por donde van a salir los delementales. Y no podemos alterar el terreno. Muy bien —dije con un tono ligeramente sarcástico—. ¿La cueva es grande por dentro? ¿Tendremos espacio para maniobrar con nuestros gólems?

Ante su comentario sobre que la forma de enfrentarlos quedaba de nuestra mano, yo suspiré. Se suponía que era un experto en delementales, pero no era capaz de aconsejarnos una táctica concreta.

—Sí. Parece que ese es un buen resumen —comenté respondiendo a mi hermano—. Me gustaría saber más sobre cuántos serán los enemigos y demás, pero no parece que nadie vaya a poder responder a eso. —Nuevamente, no disimulé mi fastidio.

—Yo también lo siento. Pero ¿qué se le va a hacer? A veces no queda más remedio que trabajar con ladrones. —Lo miré directamente a los ojos, perforándolo—. Estoy de acuerdo en que deberíamos tener una buena recompensa por esto, por las molestias. Procura no morirte dondequiera que vayas a pelear, o todo esto habrá sido para nada. Adiós.

Estaba siendo muy borde, quizás. Pero no podía sencillamente fingir que todo estaba bien. Tras la despedida, me dirigí hacia Fulgur, mi gólem, para asegurarme de que estuviese a punto para pelear.

-Humm... - Pensativo se quedó Niero antes de mirar a vuestros Golems y seguir pensando - A simple vista no se decirte, pero imagino que es suficiente para que vuestros golems peleen sin estorbarse. Eso si, en la entrada solo podreis ir en linea recta uno detrás de otro. - Aseguró, siendo que tenía más seguro la entrada y salida que el interior.

-En cuanto al numero de delementales... No puedo saberlo con exactitud, esa información no se la logré sacar. Pero si se que hay a razón de diez delementales menores por cada un delemental mayor... No sacrificarán a todos, pero habrá una buena cantidad... Si son menos de treinta incluso sería un milagro, pero centraros en lo que os he dicho, las alas, y será coser y cantar. - aseguró queriendo destensar un poco el ambiente, aunque ciertamente no os dió una estrategia exacta. ¿Podría deberse a que no quería compartir su estilo de combate? ¿O quizás... que su estilo de combate contra delementales no contemplaba una estrategia exacta?

Ante la actitud que ambos hermanos estabais teniendo tachandolo de ladrón, el solo bajó la cabeza sonriendo de medio lado y suspirando - Juzgadme como querais... Pero a veces hace falta robar para sobrevivir - aseguró - Y me ha salvado varias veces la vida - Dijo colocando entonces la mano donde llevaba lo que robó de Maxener, pero por el interior de la ropa, aquel cañón de mano el cual parecía innecesario tal tamaña espada que tenía en su espalda.

-Aún así... se que no servirá de mucho, pero lo siento. Siento robar aquella vez. Por todo lo demás... me lo tomaré a buenas, somos aliados, no enemigos, aunque no se me tenga en estima allí de donde venís. - Dicho eso se acercó poco a poco a su carro para subirse a el - Suerte y... - alzó la mirada viendo el vuelo del golem de Kyrie - Vivid para ver un nuevo día. - Dicho eso, igual que vosotros os fuisteis a los golem, el arreó al caballo para iniciar el suyo.

-Tsk... ¿Quién se cree que es para darnos lecciones de moral? - dijo entonces tu hermano desviando la mirada - En fin, da igual... Solo tenemos que encargarnos de unas pequeñas criaturas, y ni siquiera parece que supondrán un problema... - Allen se subió a su Golem para hacer las últimas comprobaciones, aún con la cabina abierta. - Hey, hermana... Ya que va a ser un trabajo coñazo... ¿Te apetece hacerlo divertido?

Obviamente aquello iba a derivar en lo de siempre, una competencia por ver quien abatía más criaturas y por supuesto te lo hizo saber - ¿Quién sea el MVP gana y le da al otro lo que quiera? - Aunque no ponía apuesta porque no sabía que apostar

—Mmm… —Me llevé una mano a la cara, pensando por unos momentos—. Entonces, la entrada podría formar un cuello de botella para que los delementales no puedan atacar todos a la vez. Pero nosotros tampoco podríamos luchar al mismo tiempo si hacemos eso. No valdría la pena… ¿No estás de acuerdo, hermano?

Cuando compartió su «información» sobre el número de los delementales, entorné los ojos, contrariada. Para ser supuestamente un experto, nos estaba dando mucha información. Lo único útil que nos había dicho eran los puntos débiles de su anatomía.

Con su actitud tan despreocupada sobre el arma que robó, yo lo miré fijamente frunciendo el ceño, con ganas de golpearlo y arrebatarle el arma. Pero sabía que debía contenerme. Nuestros superiores habían decidido trabajar con él, así que no les gustaría que nos peleásemos allí. Debíamos guardarnos ese conflicto para otra ocasión. —Por ahora —comenté respecto al hecho de ser aliados. Luego, ante su última frase, arqueé una ceja—. Lo haremos, descuida —contesté antes de acercarme a mi gólem.

—Pues eso digo yo. Será cretino… Menciona lo del arma como si no fuese para tanto. Y parece que hasta se siente orgulloso. —Pero, como decía mi hermano, era mejor olvidar el tema por el momento—. Sí, no debería costarnos mucho por muchas que haya. —Fulgur podría acabar con ellas como moscas.

Cuando me desafió a continuación, yo escuché atentamente y esbocé una gran sonrisa pícara. —Conque lo que quiera, ¿eh? De acuerdo, hermanito. Te tomo la palabra. Ja, ja, ja. Luego no vale arrepentirse, eh. —Le guiñé un ojo, y empecé a pensar en qué pedirle cuando ganase. ¿Hacer todos mis quehaceres? ¿Buscar minerales por mí? Había tantas posibilidades…

Una vez me asegurase de que Fulgur estuviese a punto, me montaría, y me dirigiría junto a mi hermano al lugar asignado.

-Podríamos hacerle un sandwich y aprovecharnos de ese cuello de botella a nuestra manera. Ya sabes, tu te cargas a los que intenten salir y yo a los que no hayas podido matar tu. - dijo con cierta sorna intentando burlarse de ti, pero obviamente como se suelen hacer los hermanos entre si.

Ya más adelante, luego de dadas las suertes correspondientes a cada uno, tu y tu hermano os pusisteis camino hacia la montaña. La realidad es que subirla volando era muchisimo mejor que andando, aunque solo sabrías una de las partes. - Bueno, a ti que eres más guerrera te afectará lo del arma. Recuerda que lo más caracteristico y que nos afecta tanto, es que sea medio Uromaki y traicione así a nuestra raza - quiso recordarte, pero lejos de darte una reprimenda, solo para que no cejaras solo en aquel robo.

Luego hablando de la apuesta, tu hermano sonrió - Tranquila, no me arrepentiré. Será genial ver como te arrepientes tu cuando pierdas, así que no me arrepentiré de reirme de ello - dijo de nuevo a modo bromista mientras cada vez más y más cerca se encontraba la cima de la montaña, donde estaba Kyrie parada frente a su Golem, justo en frente de lo que parecía la entrada a aquella cueva. Junto a ella, una pequeña explanada con un pequeño laguito, coronaba toda esa parte de la montaña, a pesar de que su altura continuaba más allá

-SOIS UNOS LENTOS - esputó vuestra jefa antes de cruzarse de brazos - Pero en fin, espero que hayais sacado información a Niero... Este lugar me trae mala espina - dijo sin quitar ojo en ningún momento a la entrada de la cueva. Es más si mirabas hacia su interior, más bien pareciera que esa entrada fuera un boca de un feroz animal salvaje

-Ponedme al día, y sacar los equipos de acampada del golem. Estar junto a un lago es un privilegio que no siempre tenemos - Lo cual no distaba mucho de la realidad. Las últimas misiones fueron en el desierto del continente incierto, en el Glacial y en una isla donde el agua mayoritaria era mar... 

Dicho eso, Kyrie fue sacando de su propio golem el equipo de acampada que tenía para ir extendiendolo, aunque no dejaría de mirar a la entrada siempre que pudiera. Al menos mientras la poniais al día

Entorné un poco los ojos. —Podríamos… Pero, entonces, uno de los dos tendría que dar la espalda al interior de la cueva, así que, si llegan más delementales, podrían atacarle por detrás. —La estrategia no era uno de los puntos fuertes de mi hermano—. Además, tendríamos que conseguir que ignoren al que esté dentro. Así que, a menos que se te ocurra alguna forma de esconderte, no veo como lo vamos a conseguir.

—Ya, ya… Pero mira que hay que tener poca vergüenza para robarnos, no arrepentirse, y encima pedirnos ayuda… —Suspiré—. Bueno, da igual. Olvidémoslo por ahora.

—Sí, sí, claro. La que se va a reír soy yo. Ya lo verás… —«Tengo que ganar esto» pensé, mientras nos acercábamos a la cueva.

—¡No somos lentos! ¡Le estábamos sacando información! Es importante para la misión —exclamé, algo frustrada.

Me mordí un labio cuando habló sobre el lago. A mí no me hacía ninguna gracia, aunque fuese pequeño. De hecho, me daba mucha peor espina que la cueva.

—Pues, nos ha descrito rápidamente la anatomía de los delementales. Tenemos que atacarles las alas. No sabe cuántos habrá, pero cree que por lo menos treinta menores, y puede que haya algunos mayores. Y por la entrada de la cueva solo podemos pasar en línea recta. Eso es todo lo que nos ha dicho. —Ciertamente, no había sido de demasiada ayuda.

Mientras se lo explicaba, fui sacando los materiales de acampada y preparando la tienda, bien alejada del agua.

-Aaaaaaaaa... - Tu hermano quería responderte y rebatirte, pero luego de estar un rato con dicho "a" tan extendido, estaba claro que estaba pensando la lógica de tu razonamiento - ¡Joder! Tienes razón... Pues nada, tactica sandwich fallida de nuevo - Desde luego a tu hermano se le daba mejor atacar de frente y ya. La estrategia si bien era mejor para ti, la jefa era la que mejores ordenes daba... Aunque también la primera en ponerse en peligro.

-Ya bueno... Se supone que eso pasó hace años ¿No? Antes de que el tipo se volviera el heroe antidelemental ¿No? - Te preguntó para asegurarse, pues si bien tenía razón, nunca estaba de más que se lo reconfirmaran. - De todas formas, es la jefa quien aceptó ayudarle ¿No? - de nuevo con sus confirmaciones - ¿O fue Alya? - aunque aquí si que entró la duda - Como sea. ¿Si quieres respuestas a por qué lo hacemos, no sería mejor preguntarles a ellas? - encogiéndose de hombros realizó una pregunta bastante interesante y que tener en cuenta. La pregunta sería si te darían la respuesta.

Tu hermano no respondió a tu vuelta de provocación. Se le veía bastante seguro de si mismo y que empezarais una competición lo hacía motivarse más, algo que bien sabías. No podías quedar detrás suyo.

Aunque Kyrie respondiera siempre así, ya era algo más que habitual para acostumbrarse. Siempre llamaba a todo el mundo lento porque era una persona impaciente. De ahí quizás que a pesar de ser la jefa de la "Patrulla céfiro" nunca se quede atrás, sino todo lo contrario, buscaría estar en primera línea para no tener que esperar más de lo necesario. Sin embargo habías escuchado rumores, al igual que tu hermano, de que Kyrie se volvió así luego de perder a un grupo entero de compañeros que eran practicamente como su familia. Ella fue la única superviviente y cuando la ascendieron a jefa decidió ser así para no perder más compañeros. Nunca descubristeis que historia era real y cual falsa, pero Kyrie siempre esquivaba los temas de su pasado.

Ya luego de haberla puesto en tesitura, la jefa suspiró - Treinta dice... Ojalá ese estupido supiera contar. Lo minimo, si sale una gran cantidad como os ha dicho, es que salgan sesenta - duplicó entonces y a la ligera el número de seres que iban a atacaros - Y eso si tenemos suerte. Como la diosa Thira no esté de nuestro lado... Rezad para que seamos capaces de ver el azul del cielo. - Dicho eso Kyrie empezó a echar un montón de leña que tenía para que Allen luego pudiera prender el fuego de la hoguera que usariais. Huelga decir que teniais carbón de sobra gracias a Maxener, y gracias a que vuestros Golems no se abastecían solo de carbón. Eso haría que la Hoguera aguantara unos cuantos días

-Está bien. Por lo menos tenemos la ventaja de la posición - dijo señalando a la cueva - Todo ser vivo que quiera salir de ahí solo podrá salir por ahí. ¿Alguno tiene un plan? - Allen corrió a alzar la mano - EL SANDWICH - y evitando haberlo escuchado te miró por si se te ocurría alguna idea sobre como atacar en esta situación.

—Aish… —Suspiré al oír la reacción de mi hermano. Era tan obvio… ¿Cómo no se había dado cuenta él solo? —En serio, Allen, deberías estudiar algún libro de estrategia.

—Sí, fue hace mucho tiempo. Y no sé quién decidió ayudarle. En realidad no deberíamos pensar tanto en ese tema, aunque quizás lo pregunte si se da la ocasión —comenté.

No tardamos mucho en llegar al lugar, y, como siempre, Kyrie nos recibió a su manera. Después de que le hiciera el resumen, ella pareció estar de acuerdo conmigo sobre lo útil que había sido el «experto». —O sea, ¿que ni lo que nos ha dicho del número de enemigos es de fiar? Menuda ayuda que nos ha prestado —dije, con ligero desdén—. La verdad es que no entiendo por qué han decidido que vengamos a ayudarle… —Con eso, estaba intentando sutilmente que nos dijera quién lo había dado la orden y por qué—. Bueno, no te preocupes. Ya sabes lo fuertes que son nuestros gólems. Por muchos que vengan, podremos con ellos —afirmé sin ningún miedo—. Y espero que vengan pronto, o nos moriremos de aburrimiento.

Pese a que había explicado hacía poco rato por qué la estrategia del «sándwich» era poco viable, mi hermano no dudó en sugerirla de nuevo. Reaccioné tapándome la cara con la mano, pero decidí no comentar nada nuevo al respecto.

—Veamos… Su ventaja es el número. Tenemos que evitar a toda costa que le saquen todo el partido que puedan. O sea, que no podemos dejar que nos rodeen. Y también deberíamos evitar que salgan de la cueva, o algunos podrían escaparse. —Me paré a pensar e hice un pequeño dibujo en el suelo, representando el terreno—. Podríamos colocarnos justo a la salida de la cueva, formando un tapón impidiendo que puedan salir. Solo uno de nosotros podría atacar al mismo tiempo, pero, si nos coordinamos bien, podríamos alternarnos de forma que alguien esté siempre bloqueando la cueva. —Describí un patrón de un ataque seguido de un movimiento. Y luego un movimiento de la siguiente persona seguido de un ataque—. Otra posibilidad sería esperar dentro de la cueva dando uno de nosotros la espalda a la salida y los demás hacia las paredes, pero creo que es mucho mejor la primera estrategia que he dicho. —Requería una buena coordinación, pero me parecía efectiva y viable.

-¿Para que? La mejor estrategia es ser el más poderoso, eso da paso a que el resto de estrategias fallen si derribas al oponente primero - sin duda un cabeza dura en ese sentido ¿Pero que ibas a hacerle? Es tu hermano.

Ya junto a Kyrie, esta se encogió de hombros ante la ayuda del heroe - Siempre ve el vaso medio lleno. Es demasiado optimista para si mismo y acaba modificando la información en base a lo bueno - Incluso suspiró con hastio al reconocer esa parte del heroe - Pero en fin... Le debo la vida, así que debemos hacerlo - y sin más, casi sin venir a cuento, después de tu indirecta para tratar de descubrir algo tras el heroe, tu jefa lo dijo como si compraras el pan cada día - Por muy fuertes que sean los Golem, tenedlos preparados y cubriros siempre las espaldas. - dijo a modo de orden, era obvio que no iba a perderos a ninguno.

Ya luego, era momento de sacar estrategias contras los delementales menores que podrían salir, y al escucharte a ti, más que a tu hermano, Kyrie asintió varias veces - No es más plan, pero no optimizariamos mucho quedandonos todos en el mismo punto. Igual que tampoco ganariamos nada si vendemos la entrada. Deberiamos hacer algo intermedio, repartirnos entre la cueva la entrada y el exterior, así evitariamos que se escapase nada y al mismo tiempo que no nos rodeen si nos vigilamos mutuamente. En caso de que sean demasiados tambien podriamos retroceder hasta un combate abierto en el aire, pero eso es secundario. Revisemos nuestra potencia de fuego: Gungnir tiene el cañón de energía, perfecto para la contención y derribo de enemigos en linea recta, además de las espadas electricas y el brazo-cañon - Como bien podías haber visto, el ataque especial de Gungnir cargaba una gran cantidad de energía electrica en el frente del golem para luego expulsarlo en una sola dirección. Además su espada, aunque parecían de las básicas, era bastante diestra con ella. El brazo cañón es un segundo modo del brazo derecho de su golem, que le permite disparar balas de rayos

Suspiré al oír el razonamiento de mi hermano. —Pero van a ser muchos enemigos. Por muy fuertes que seamos, si no tenemos cuidado nos destrozarán. —¿Cuándo aprendería…?

Levanté las cejas cuando Kyrie afirmó deberle la vida a Niero. Eso no me lo esperaba. Entonces… ¿era ella la que había decidido prestarle ayuda? —¿Le debes la vida? ¿Cómo es eso?

Kyrie no parecía estar de acuerdo con mi estrategia. —Como quieras… Pero tendremos que tener mucho cuidado para que no nos rodeen. El que se quede dentro lo va a tener difícil, porque puede que todos los delementales vayan a por él. —Ahora tocaba repasar las posibilidades de cada gólem—. Fulgur tiene el cañón de artillería pesada, que puede provocar una explosión en una zona bastante amplia. Vendrá bien para acabar rápido con varios delementales pequeños. A corta distancia, tengo la porra eléctrica, que sirve para aturdir a los enemigos. Servirá contra delementales medianos, si se acercan mucho. El gólem de Allen, Ignis, es especialista en luchar a corta distancia. Tiene dos espadas y puede atacar a los enemigos rápidamente. —Debíamos pensar detenidamente cómo distribuirnos cada uno—. Creo que lo más lógico es que Allen se quede en el interior, porque lucha muy bien a corta distancia. Kyrie, creo que lo mejor sería que te quedases en la entrada de la cueva. Así aprovecharás tus capacidades a corta y larga distancia, y además es el sitio perfecto para usar el cañón de energía. En cuanto a mí, supongo que debería quedarme fuera. —Lo decía por descarte, no porque lo prefiriera.

Miré a Allen con algo de preocupación. Pese a que era lo más lógico, no me gustaba que se quedase él solo ahí dentro. Me parecía peligroso, además de que muchas veces no sabía cuándo parar.