No fue capaz de escucharle venir, tan concentrada en su dolor y en escuchar a Bruno, que antes de darse cuenta el aire empezó a faltarle. De pronto, no hubo nada más, y por primera vez... Reinó el silencio en sus oídos.
El grito de Pepa fue quien le hizo reaccionar. Podía verlos, veía a todos, y... Se veía a ella también, acostada en la cama. ¿Había muerto? Era ahora un espíritu vagando dentro de Casita. Mientras intentaba entender su nueva situación, una voz cercana le hizo mirar: Mariano estaba allí.
-¿Dolores?- Murmuró el hombre.
Has muerto. Sin embargo, morir no siempre es el final. Aquí no podrás usar tus habilidades, pero podrás presenciar lo que ocurra en la escena principal. Igualmente puedes interactuar con Mariano... Hasta que una nueva víctima sea cobrada.
Recordaba haber intentado escuchar a Bruno. Recordaba haber tratado de convencer a su familia de que la siguieran hasta la habitación de su tío. Ella no podía decirles a todos a la vez que había oído como alguien trataba de patear su puerta y entrar buscando algo, pero… No recordaba qué había sucedido después.
Se encontraba en paz, por primera vez en mucho tiempo, desde que había obtenido su don…
Ya no escuchaba nada. Tan solo la hermosa voz de su prometido, llamándola por su nombre, tras darse cuenta de que su cuerpo ya no le pertenecía, y de que atrás quedaba su querida familia.
-¡Mariano! Pero ¿Cómo es que…? ¿Estás bien? – Le preguntó sin importarle su propio estado, mientras se incorporó para abrazarle, tratando de asimilar que había muerto.
Pero, a pesar de aquella innegable realidad, no sentía dolor, no sentía tristeza, no sentía ningún tipo de angustia. Tan solo el alivio de no cargar con los secretos del mundo y la alegría de saber que nadie volvería a separarles. Sentir que por fin habían roto la maldición de Bruno y que siempre estarían juntos, fue el mejor de los regalos.
¡Jajaja que guay! ¡Pobre Dolores! Pero sabía que sería de las primeras. Era normal. Yo también mataría primero a quien puede escucharlo todo, y poder hablar con los muertos puede ser muy interesante ^_^
Mariano recibió a la hermosa Dolores en sus brazos. La sensación era extraña: no eran sólidos, por lo cual parecían más bien traspasarse entre ellos, pero había una calidez única en donde sus esencias se tocaban. -Estoy... bien, creo. ¿Y tú?-
Junto a ellos, los que seguían vivos comenzaban a hablar entre ellos cada vez más acaloradamente. Mariano había alzado una ceja, confundido. -¿Son así siempre dentro de Casita?- Lo cierto era que la gente del pueblo poco sabía de cómo era la vida de los Madrigal tras sus puertas.
Sentir a Mariano en sus brazos fue tan reconfortante como especial, ya que, a pesar de que sus cuerpos eran casi transparentes, sus almas parecían tocarse por primera vez, desprendiendo un calor tan exquisito, que resultaba difícil describirlo con palabras.
-Yo…. me encuentro bien, pero… no sé que me ha ocurrido, ni siquiera recuerdo quien ha podido hacerme esto. – Le respondió a su amor cuando él le preguntó.
-¿Tienes alguna idea de qué te ha pasado? Todos pensaron que te habías asustado por nuestro compromiso y que te habías ido de Casita cuando comenzaron a ocurrirte desgracias. Yo no lo creí posible, pero… dejé de escucharte y, me entristecí tanto, que me fui a mi cuarto, esperando poder hablar contigo al día siguiente. – Le confesó, intentando esclarecer quien podía haberle asesinado.
Después de recibir su respuesta, Dolores no pudo evitar sonreír amorosamente ante la pregunta lícita de su prometido, cuando ambos contemplaron las idas y venidas de los vivos. A decir verdad, él poco sabia del día a día de los Madrigal, y el lado histriónico de la familia podía llegar a resultar abrumador, si no se estaba acostumbrado.
-No siempre son así… Aunque nuestra familia no es nada convencional, nunca nos hemos enfrentado a una tragedia semejante. Es cierto que a veces pueden parecer algo caóticos, pero… nunca les había visto actuar de esta manera. – Reveló, en tono melancólico, abrazándose un poco más a él.
-Ya les echo de menos…
La respuesta de Mariano resultaba poco esclarecedora. -No puedo recordarlo. Sé que me sentía avergonzado, y alguien tocó a la puerta del cuarto de baño. Hablé con esa persona, y me pareció ver a alguien más... Pero no estoy seguro de nada.-
Mientras la noche llegaba de nuevo a la Casita Madrigal, Dolores fue capaz de escuchar una voz que se dirigía a ella. Hasta el momento, las voces de sus familiares le llegaban audibles y entendibles, pero como si estuvieran tras un cristal. Esta vez, sin embargo, la voz de su tía Julieta le llegó tan clara como en vida.
"Dolores, ¿viste u oíste algo que nos ayude a identificar quién te mató?"
¿Quizás podría comunicarse con su tía?
Dolores escuchó la respuesta de Mariano con expresión de tristeza, al darse cuenta de que él estaba tan perdido con respecto a este asunto como ella misma.
-No te preocupes. Estoy segura de que la familia logrará descubrir quién nos ha hecho esto, para que no le ocurra nada malo a nadie más – Le animó, abrazándole de nuevo de forma amorosa.
El resto del día la joven Madrigal estuvo observando la fiesta que su familia había preparado en su honor. Era una despedida, pero, al menos, le alegró ver que el buen humor y la música no faltaron en lo que, a todas luces, fue su temprano funeral.
Cuando la noche cayó, Dolores sintió algo extraño, puesto que, sin saber cómo, la voz de la dulce Julieta le llegó tan nítida que casi sintió que estaba a su lado.
-¿tía Julieta? ¿De verdad eres tú? ¡Os quiero mucho! No pude ver a mi asesino, pero sí que escuché que la noche anterior alguien abrió la habitación de tío Bruno de una patada y comenzó a rebuscar en ella. – Le susurró con cierta ansiedad, deseando que pudiera oírla.
-Estoy aquí junto a Mariano y… él tampoco puede recordar muy bien qué le pasó. Me ha dicho que alguien tocó a la puerta del cuarto de baño. Habló con esa persona, y le pareció ver a alguien más... Pero no está seguro de nada. – Finalizó, con las manos entrelazadas sobre su pecho, esperando ser de ayuda.
¿Y si ella podía ver y oír desde el mundo de los muertos y descubrir al asesino? ¿Y si Julieta podía transmitir todo lo que averiguara? No estaba segura, pero tenía que intentarlo. No podía permitir que nadie más muriera.
No hubo respuesta por parte de su tía Julieta, pero pronto Dolores comenzó a sentir algo... Distinto. El olor a arepitas con queso inundó su olfato y paladar, y sintió que iba cayendo, como si empezara a dormirse.
-¿Dolores? Te... Te desvaneces... ¡Dolores!- La voz de Mariano preocupada fue lo último que escuchó la joven...
Antes de darse cuenta el aire empezó a faltarle. De pronto, no hubo nada más.
Podía verlos, veía a todos, y... Se veía a ella también, acostada en la cama. ¿Había muerto? Era ahora un espíritu vagando dentro de Casita. Mientras intentaba entender su nueva situación, una voz cercana le hizo mirar: Mariano estaba allí.
-¿Mirabel?- Murmuró el hombre. Había cierta nitidez en él, aunque parecía que su esencia fuera más débil que la de la Madrigal.
Has muerto. Sin embargo, morir no siempre es el final. Aquí no podrás usar tus habilidades, pero podrás presenciar lo que ocurra en la escena principal. Igualmente puedes interactuar con Mariano... Hasta que una nueva víctima sea cobrada.
Mirabel despertó en el más allá ..... horrorizada por lo que había visto, miró a Mariano con incredulidad y miró a su alrededor
No-no-no-no no puede ser, ¡No puede ser! ¡NO PUEDE SER!
¡Su familia! ¡Los Madrigal estaban perdidos!
Miró a Mariano con toda la lástima que jamás pudo haber sentido una mujer por un hombre enamorado
Sí soy, Hola Mariano, nos asesinaron. - Respiró hondo - Parece que todo esté perdido
¡Pero te aseguro que el futuro no está escrito!
Miró a su alrededor, la casita, sus semejantes, intentó alcanzarles.... ¿Alguien me oye? Si alguien me oye ahí fuera.... si alguien me escucha.... Tal vez no pueda comunicarse conmigo.... pero ¡Yo sí puedo con ellos! Si es que ellos pueden escucharme
Miró a Mariano con confianza - Mi papel no estuvo jamás escrito, esos Madrigal se han equivocado conmigo
¡Si alguien me oye! ¡Que responda! o.... que eche a cantar para que sepa que me oye... o algo
OH Fantástico, así que tú Dolores eres quién realmente puede escucharme ¡PUES QUE BIEN!
¡Puedo ayudarte Dolores, puedo ayudaros a los dos! - Miró a Mariano... esperaba que Dolores supiera que no me refería exáctamente a él - Es decir.... a "vosotros" dos, pero debo volver, debo volver ahí arriba
Estaba allí, sola. - Su familia le había encerrado y luego le habían asesinado con su propia almohada. El fantasma de Mirabel se veía enfurecido con todos ellos - Puedo ayudaros, puedo elegir, mi futuro no está escrito prima.... he intentado deteneros... a vosotros dos, he sido encerrada y asesinada, esa opción antes luminosa como una cándida vela se apagó, no queda nada de esa Mirabel.
Ahora intentaré ayudaros, cuando vuelva, mis habilidades cambiarán y trasnocharé tanto como vosotros
Sí... estabas allí Dolores.... te he visto bien... pero eso ahora no importa, puedo ayudaros a los dos... a los que me habeis matado, a los que me arrancasteis la vida, porque yo elijo como acaba todo, y terminada la opción de deteneros, solo me queda la opción de ayudaros.
Mientras la noche llegaba de nuevo a la Casita Madrigal, Mirabel fue capaz de escuchar una voz que se dirigía a ella. Hasta el momento, las voces de sus familiares le llegaban audibles y entendibles, pero como si estuvieran tras un cristal. Esta vez, sin embargo, la voz de su ma Julieta le llegó tan clara como en vida.
"Hija... ¿Viste algo que pueda ayudar a saber quién te atacó anoche? No te preocupes, tu Ma se encarga"
¿Quizás podría comunicarse con su mamá?
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