La música festiva se fue apagando hasta que finalmente el cansancio por tan extenuante par de días sumió al resto de los Madrigal en un merecido descanso. Si había que fiarse de Félix, al menos por esa noche no tendrían que dormir con un ojo abierto y una oreja alzada...
¿Pero se podían fiar, realmente, de alguno de ellos?
Fin de la Noche 2. Escena Cerrada.