¡Atención!
¡Atención!
Interrumpimos todas las transmisiones de la isla... llamadas, programas de radio y TV, juegos de rol por la internet... para traerle a toda la población de esta orgullosa nación el mensaje diario de esperanza y amor de la poderosa e inigualable líder de todos los shurikens... ¡la señora presidenta Peggy Tsai!
En los televisores a lo largo y ancho de la Isla Shuriken se empieza a transmitir el comunicado diario de Peggy Tsai, la dictadora que encabezaba el régimen dictatorial que agobiaba a la nación y al mundo. O la enviada de los cielos para guiar a los shurikens en la dirección del progreso y el desarrollo. Todo dependía a quién se le preguntase.
En esta transmisión, a diferencia de las dos anteriores, el escenario que rodeaba a Peggy era negro y opaco. No había luces de colores iluminando alegremente la sala, ni efectos especiales que hicieran ver a la política en un aire heroico y victorioso. Esta vez, la mujer se encontraba sobre una tarima negra, vestida de negro y con un fondo oscuro. Con una expresión afligida y la mirada ligeramente perdida. Pero su imponente voz poco tardó en hacerse aparecer, y no dejó dudas de que esa mujer seguía siendo una amenaza a combatir. O una líder a la cual seguir.
Dos días... eso fue lo que duró nuestra paz al intentar separarnos del resto del mundo, compañeros shurikens... dos días. He recibido angustiantes noticias respecto a la situación de uno de nuestros poblados más sureños, Puerto Obikanui. ¡Pero lo peor, es que he recibido esos mismos datos de parte de la condenada Organización de las Naciones Unidas! Unos piratas sarnosos y de poca monta masacraron a nuestros valientes hombres; y los cerdos de la O.N.U., aprovechando la ocasión, se lanzaron a invadir con la excusa de "restaurar la paz"...
Eso solo nos muestra que cuando queremos ser libres, a ellos les molesta. Y que cuando no encuentran forma de penetrar nuestras defensas... juegan sucio. Oh, sí, mis compañeros... no tengo la menor duda... los piratas son mercenarios pagos por la O.N.U. para desestabilizar nuestro gobierno. Ningún shuriken que se precie haría lo que han hecho esos bastardos... pagaran todos, y cada uno de ellos.
Estén atentos, mis compatriotas... si ven actividad sospechosa, no duden en llamar a la milicia. Ahora que la O.N.U. puso pie en nuestra isla, tenemos que estar más unidos que nunca... porque intentaran infiltrar gente. Intentaran influenciar a nuestros niños. Harán todo lo posible para hacernos caer. Pero nosotros... ¡jamás!... ¡caeremos!
¡VIVA LA ISLA!