Zaheera tuvo la oportunidad de defenderse con palabras y explicando la situación con lujo de detalle, algo que mostraba la paciencia que tenía el hombre que le apuntaba con su arma. Su mirada no sé perturbaba por lo que estaba escuchando, pero el agarre que tenía de su pistola comenzó a suavizarse (algo que una agente entrenada como Zeta podía notar).
Aquello hizo que Aaron soltara una sonrisa. Su cliente se estaba convenciendo del relato de la agente, pero Aaron estaba convencido desde hace 10 minutos.
- "Zeta", ¿eh? Interesante... ¿puedo preguntar de dónde viene es n-
El hombre de aspecto mayor frunce el ceño ante la conversación trivial de su guardaespaldas y le golpea en el pecho con el mango de la pistola. Haciendo que Aaron retrocediera, aunque era evidente que no fue un golpe fuerte. Después de ello, Ko dejó de apuntar a Zaheera con la pistola. Solamente la mantuvo en su mano, con el dedo en el gatillo pero sin apuntar a nada.
- ¿Toda esa información y te quedas con el apodo de la chica? Es un milagro que no me hayan encarcelado hasta ahora... no te distraigas, Romeo.
Ante el golpe, el guardaespaldas solo se ríe y escucha a su cliente con una sonrisa ladina. Aunque no puede evitar sonrojarse un poco al escuchar que Ko lo delata y le llama "Romeo" tan descaradamente. Por primera vez, el hombre titubea y evita cruzar su mirada con la agente india. Pero es lo suficientemente ágil como para cambiar el tema.
- ¡Y-yo no-! Sr. Taba, aquí lo importante es que la agente está diciéndole algo evidente: no podemos bajar con ella a punta de pistola. Aquellos sujetos también son agentes; y yo apenas pude pelear con Zeta. Si nos atacan, estamos fritos. Escuche: son gente que no tiene nada que ver con Tsai y el régimen; podemos confiar en ell-
Nuevamente, Ko eleva su mano en el aire y Aaron deja de hablar al instante. Se puede notar irritación en el rostro del guardaespaldas, pero seguía las ordenes al pie de la letra. El cliente analizaba la situación con detenimiento, acomondándose los anteojos y balanceando la pistola en su mano. Hasta que, finalmente, levantó su mirada en dirección a Zaheera y guardó su arma en su enorme abrigo.
- Está bien. Bajaremos sin apuntarle nada, Señorita Rajah. No creo ser un hombre irracional... y si usted y sus compañeros van a ayudar a liberar esta isla, me gustaría que se convenza de que no lo soy. Ciertamente, me acaba de describir una situación complicada. Lo último que hubiera esperado de un grupo de reconocimiento es un traidor que se aliara con los piratas locales; pero lo que usted relata se constata con la información que he estado escuchando en la clandestinidad...
El hombre pone sus manos detrás de su espalda y da un paso para atrás, dejándole lugar a Zaheera para que pase por la puerta de la oficina.
- En efecto, Tsai está detrás de mi y de mi negocio. Pero hay más cosas que contar sobre este enfrentamiento que tengo con esta dictadora, y no desearía tener que contar las cosas dos veces para usted y luego para sus compañeros. Así que... ¿bajamos? Hay un ascensor que nos dejará justo en frente de su grupo.
En caso de que accedas a bajar, este sería tu último post del capítulo.
El pirata, que dividía su tiempo entre llorar y retorcerse, se mostró desolado al escuchar las palabras de Ivanov. Evidentemente, parecía que Danny tenía que encontrar razones para que le dejaran con vida; y esas razones tenían que venir en forma de respuestas a las preguntas que le hacían. O alguna otra cosa que pudiese ofrecer...
- Herman y yo apenas estuvimos con la tripulación desde que atacamos el puerto. Fuimos a buscarte a ti y a la morena. No sé nada de planes, pero... conociendo al Capitán Dojo... lo que quiere es poder. Seguramente está ideando un plan para controlar esta ciudad de mierda.
Un poco más calmado, el pirata se pone a pensar en Roni y en lo que sabía de él. Pero, debido al poco tiempo que pasó con la tripulación al tener que ir a buscar a Jones y Zeta, no supo mucho que decir.
- No sé mucho más sobre el cura que lo que saben ustedes. Es un puto psicópata, eso es claro como el agua... esa es la razón por la que Dojo lo mantiene a su lado. Son gente con la sangre igual de fría.
La mirada de Sam había mostrado disgusto hasta el momento, pero en los últimos segundos su expresión pasó a ser simple apatía. Su mente ya estaba puesta en ver a ese tipo morir. El enojo, la rabia, el sentimiento de justicia que Ivanov había plasmado al ejecutar al otro pirata... crearon en Sam un sentimiento difícil de erradicar.
- No hay nada interesante en lo que dices, pirata... Danos algo bueno o prepárate para reencontrarte con tu amigo en el infierno.
Las palabras de Sam volvían a desmoronar las esperanzas de Danny. Pero en vez de llorar como las veces anteriores (algo que había comprobado que no servía de nada), el pirata solo miró al grupo fijamente y propuso lo único que podía darles. Algo que, en si mismo, era una petición de muerte de todas formas para él.
- Yo podría... podría infiltrarme en mi tripulación y... espiar para ustedes.
Este sería el último post del capítulo. Pero no se preocupen: el próximo capítulo empieza desde aquí.
Ante la curiosa escena de mostró Aaron y su inesperada “vergüenza” tímida, Zeta sólo respondió alzando una ceja, mostrando cierta confusión. Podría ser analítica, perspicaz o intuitiva, pero los asuntos del corazón eran temas que se le escapaban por completo ya fuera porque no se enteraba del asunto o porque directamente los evitaba, no queriendo descentrarse de su misión. En pocas palabras, a pesar de que le denominó “Romeo”, adjudicó ese sonrojo a la vergüenza de haberse adelantado a su cliente.
Claro.- Respondió ante la pregunta de bajar, queriendo ella también reunirse con el resto de sus compañeros mientras pensaba en cómo les diría que se había descubierto delante de unos civiles. Si me denuncian ante la Agencia, aceptaré el castigo. Se adelantó un par de pasos, cruzando al lado de Ko Taba como una simple confirmación de que no iba a apuntarla otra vez.- Iré delante para que me vean primero. Sobre todo es importante que no mencionéis nada de lo que hemos hablado aquí, yo me encargo.- Echó una rápida mirada a Aaron antes de avanzar, asegurándose de que iba con ellos antes de dirigirse hacia el ascensor.
Una servidora reconoce que shippea un poco bastante a Aaron y Zeta, así que ese "Romeo" me ha dado una pequeña alegría... una pena que la muchacha sea más sosa que el pan y no se entere de nada xD
Jack aflojó un poco su enganche con el pirata, después de todo parecía que se había calmado un poco, así que decidió compensarle permitiéndole respirar un poco. Miró a Vladimir y a Angus, un poco atónito, si querían tener espías en el campamento, ya tenían dos, pero si este que era un pirata ya de siempre conseguía información más suculenta... - No me opongo a la idea, la verdad. - admitió Jack en voz alta.
Él empezó siendo un pirata, por lo que no quedará como un extraño si lo ven indagando en algún sitio al que los demás no tengan acceso. - miró a Sam ahora. - Por cierto chiquilla ¿dónde aprendiste a ser tan convincente? - comentó con un tono jocoso al referirse a su increíble brutalidad. - Me recuerdas a mi en mis tiempos mozos, veo un buen futuro en ti.
Lo que ofrecía el pirata era tanto útil como arriesgado. El agente ruso sopesó la opción, pues una vez el pirata fuera liberado, ¿qué les aseguraría que cumpliría con su promesa?
-McTaker, ¿puedes ingeniar un dispositivo que sirva como comunicador que podamos colocarle?- Abandonó el acento con naturalidad, cruzándose de brazos. -Que sirva como localizador, comunicador con nosotros y que, en dado caso que quisiera traicionarnos, pudiéramos activar y hacerlo estallar.- Puede que el americano no tuviera la habilidad de construir algo así, pero lo importante era que el pirata creyera que si y temiera por su vida por cada palabra que dijera.
Vladimir miró a Sam. Aquella niña había pasado por demasiadas cosas, sería quizás una buena agente en el futuro.
Miro al gran Vlad con extrañeza con la petición que me está haciendo. Se me hace algo complicado de construir, la verdad. Hasta que me doy cuenta de la expresión. Quiere que le engañe
"Entre la maldición antigua de tu pueblo, Mi señor Conde de Vladislavia, la que le puso usted hace un rato. Entre eso y el cacharro que le podemos implantar, puedo asegurarme de que si usted quiere, se muera. Sufriendo. De hecho"
"Aunque me harán falta suministros y esas cosas para comunicarnos, eso sí"
"Pst" os susurro a los dos agentes "Por lo que dice, este nota no parece muy del bando ni de Roni ni de Henry. Creo que simplemente creía que pelearía un poquito, que desenterraría tesoros, y que en todo caso robaría sin mucha violencia"
"Fueraparte de eso. Si nos ponen un comunicador de esos, sabeis lo rápido que tardaríamos en escribir en un papelote 'Llevo un microfono que me ha puesto un espia. Habladme de memeces. pero leed lo que escribo' "
Quizá Sam ya estaba preparada para que aquel pirata muriese sin más, algo que se podía ver en su seria mirada. Pero al ver que los agentes se sentían atraídos por la idea de utilizar a Danny como un infiltrado la adolescente aceptó la decisión del grupo. Tampoco era una chica que tuviera sed de sangre. Solo estaba enojada... estaba irritada...
- Estoy harta.
Sam le contestó a Jones cuando este le preguntó por su actitud.
- Estoy harta de que esta gente. Los piratas, los políticos, la gente que cree que nos puede pasar por encima y abusar de nosotros. No pienso tener lástima por ellos. Voy a seguir el método de él...
Señaló a Ivanov.
-...y darles un disparo en el pecho a todos esos malnacidos.
En cuanto a Danny, el pirata atrapado suspiraba con un poco de alivio al escuchar que la idea de ser utilizado como infiltrado les gustaba a los agentes. Definitivamente era algo riesgoso, pero era mucho mejor que ser ejecutado allí en aquella fábrica al igual que su compañero. La idea de usar un comunicador explosivo, sin embargo, le provocó un escalofrío poderoso.
Pero tampoco había lugar para rechazar propuestas.
- E-e-e... está bien, usaré lo que ustedes q-q-quieran darme...
Habiendo llegado a un acuerdo con el Sr. Taba, que accedió a bajar su pistola y a confiar en las palabras de la agente, el trío se dirige hacia el elevador de la fábrica para hacer su entrada frente a los agentes que se encontraban en la planta baja. Zaheera se preparaba para el encuentro con el resto de los agentes... exceptuando a aquel agente que Zeta consideraba un traidor.
Debo admitir que Zeta y Aaron tienen una buena química... algo que no pensaba que iba a suceder. Veremos como avanza la historia con este "Romeo" XD.
De pronto, todos los que se encontraban en aquel lugar escuchan el mecanismo del elevador del edificio encenderse y pueden observar como la máquina bajaba, lentamente, desde el piso superior. No sabían a ciencia cierta que era lo qué o quién o quiénes se iban a encontrar en aquel lugar, aunque no hizo falta hacer demasiadas deducciones.
Las puertas del elevador se abrieron al llegar a la planta baja y dejaron ver a un trío de personas, de las cuales a los agentes que ya estaban en aquel lugar solo una de ellas les resultaba conocido. La agente Zaheera, compañera de la Agencia, se encontraba acompañada por dos hombres. Uno de ellos era alto, joven y de aspecto macizo, y el otro era un señor entrado en años vestido elegantemente. Incluso sus expresiones eran dispares: el joven tenía una expresión seria mientras que el señor se permitía mostrar una pequeña sonrisa entre dientes.
Aquellos hombres y Zeta pudieron observar una gran cantidad de cosas cuando se abrieron las puertas del elevador. Lo primero era algunas manchas de sangre fresca esparcidas por el suelo que guiaban hacia la salida de la fábrica, indicio de que había ocurrido algo sangriento en aquel lugar recientemente. Como si se hubiera arrastrado a algo o a alguien ensangrentado hacia la salida.
Lo segundo que pudieron observar era a dos niños que jugaban intensamente con un monito que no podía escapar de sus garras. Quizá Zaheera recordara haber visto a aquel animal en algún lugar. Lo que era seguro es que esos niños estaban disfrutando de su nueva mascota.
Y por último, la escena principal con los agentes. Uno de ellos, el agente Jones, se encontraba sentado sobre un pirata amarrado, impidiéndole el movimiento. El pirata también era alguien que la agente india podría recordar de hace algunas horas atrás.
Alrededor del agente Jones se encontraban los otros dos agentes restantes, McTaker e Ivanov, acompañados de una chica adolescente, que portaba una expresión de enojo bastante visible. Aunque cuando la chica vio llegar al trío, su rostro mostró sorpresa. Una sorpresa similar se vio reflejada en los dos niños cuando vieron llegar a aquellas personas. En particular, a los dos hombres.
Consciente de lo atónito que habían quedados los niños de verle, el señor los mira con una sonrisa más suave y los saluda moviendo su mano. Aunque eso no cambió la expresión de sorpresa impregnada en ellos.
- Niños...
Con un movimiento similar, el hombre se giró y saludó a los agentes. Parecía estar confiado de su seguridad en la situación, pues hasta dio un par de pasos para salir del elevador y confrontar a toda la gente allí (no saludó al pirata amarrado, evidentemente a propósito). El otro hombre más joven se mantuvo detrás, con la mirada seria clavada en la situación.
- Agentes... un placer conocerlos... ¿Les parece bien si hablamos un poco?
De a poco, el extenso tercer día en la isla termina para los agentes. Mientras llevaban adelante sus aventuras, pudieron apreciar como de a poco las luces del sol se iban haciendo cada vez más tenues y daban lugar a una noche oscura y, en cierta forma, pacífica. Es que aquel día no había sido tan violento y sangriento como el anterior. Aunque ciertas cosas habían pasado que provocaron el derramamiento de sangre... ya no pasaban días en la Isla Shuriken en los cuales no muriera gente.
Un nuevo día empezaba. Un día que podría cambiar un montón de cosas, y que podría cambiar las cosas en Los Bloques de forma drástica. La Agencia confiaba en sus enviados, esperaban lo mejor de ellos. Que acaben con la tiranía y el reinado de Peggy sobre la gente... cueste lo que cueste.