Partida Rol por web

A pesar de la reacción violenta de Rosalind, Lila sonrió con gracia por sus modos. A pesar de eso, tenía razón. Giesie estaba siendo imprudente y debía hablar con él, hacer que entrara en razón, que no fuera elegido.

- ¿Ahora sí estás celosa? - no podía evitar sonreír. Era mucha la tensión como para reírse, pero podía ser precisamente ese el motivo por el cual lo hacía.

- Ya le he dicho que algunos están acusándole, pero he pensado en algo - dice con un tono un poco más calmado - Tú puedes salvar de la ejecución a alguien seleccionado por votaciones, ¿Verdad? - sonríe y prosigue - Si él llega a ser elegido y lo salvas, podríamos convencerlos a todos de que los tres trabajamos como una sociedad y que los asesinos no pueden hacernos daño si permanecemos juntos. ¿Qué dices? -.

Después de un rato reflexionando, agregó - El reverendo me dijo que le daría una oportunidad a Giesie y se enfocaría en Riley. Le dije que me fiaba completamente de ti y quisiera que también hicieras hincapié para votar a Riely, en vez de Giesie. Le dije que dudaba que fuera culpable, que solo era distraido y enérgico -.

No estáis protegidas. Tenéis una conexión especial que os permite hablar en privado. Y siempre que os sigáis amando, os vais juntas y volvéis juntas del más allá.

- Lo intentaré, pero mucho me temo que Giese se ha echado la soga al cuello- dijo, pesimista- Y si se la ha echado, de nada me sirve salvarlo. Esta gente no se va a tragar ese cuento de que trabajamos juntos, lo que van a pesar es que los tres somos unos forajidos. Si salvo a Giese igual van a acabar con nosotros.

Lila suspira. Comprende las palabras de Rosalind y le dice - Tienes razón. Bueno, al menos Giesie me ha dicho que pertenece a los forajidos y me ha dado el nombre de sus compañeros. Francis sí es uno de ellos pero él está enamorado de Wyatt - se ríe un poco. Era algo tan extraño como lo que les había sucedido a ellas.

- Y Riley es su otro compañero. Si no podemos cambiar nuestra muerte, al menos le daré la ventaja a mis compañeros en esta batalla, que por cierto, son Ella y Red - tomó la mano de Rosalind y le dijo - Siento que tengamos que terminar así - se acercó a ella y le dio un tímido beso. Se despedirían de ese mundo pronto.

Rosalind aceptó aquel beso, tomando la mano de la india con cariño- No sé qué va a ocurrir esta noche, pero debes saber, que nunca ha habido ni habrá otra mujer en mi vida. Sólo tú, Tiguirilla- dijo, devolviéndole el beso de manera más pasional, como si quisiera despedirse de esa manera de ella.

Lila sonrió ante las palabras de Rosalind y el beso la tomó un poco con sorpresa pero lo devolvió igualmente. Sería su último momento y no pensaba desaprovecharlo.

Entrelazó sus dedos con los de ella mientras acariciaba gentilmente su rostro. Era una despedida, al fin y al cabo.