Partida Rol por web

Claude observa con una sonrisa todo el asunto del gato. La verdad es que le gustan los mininos. Por lo general, le resulta más fácil entenderse con ellos que con las personas. Su mirada pasea por la gente que se acerca al gato y por la discusión que se provoca después y finalmente, vuelve a perderse en las increíbles vistas del otro lado del cristal. Lo cierto es que esa imagen le da algunas ideas para su proyecto sobre los sueños, así que toma nota mentalmente para recordar apuntarlo después en el ordenador.

Vuelve a prestar atención a la conversación cuando alguien habla de un superviviente en la otra nave. Vaya, parece una historia sacada de una novela o una película y se despierta su curiosidad. Sin embargo, permanece en silencio, atenta a lo que dicen, pero sin participar de la conversación.

- Vale... - Digo después de oír a Isabela. - Gracias, Isa. ¿Puedo llamarte Isa? - Miro a Samantha. - ¿Y a ti puedo llamarte Sam? Así me acordaré mejor.

Miro de nuevo al gato.

- Bueno... vamos a ver... - Acerco mis manos hacia el gato lentamente. - Encantado, Señor Jonesy, yo soy George. ¿Puedo? - Bajo mi mano hacia su cabeza para acariciarlo con cuidado. Si se deja o no se deja me pasa un poco desapercibido al mirar hacia el hombre de negro, el jefe de seguridad, que dice que hay un superviviente en el otro lugar.

- ¿Un superviviente? ¿La nave esa grande fue atacada? ¿Y si les ha atacado algún bicharraco extraño? Apuesto a que la señal alienígena significa algo como eso, ¡a que sí! - Miro a Iris. - ¿Eh? Usted seguro que lo sabe, ¡a que sí!

Mi rostro no revela nada, mientras sigo mirando a la Nostromo. Mi superior ya está transmitiendo todo aquello relevante que nos llega, y lo cierto es que hasta el momento, la cosa no está nada clara. Simplemente cabe esperar que lo que haya pasado en ésa nave pueda tener solución o, al menos, una explicación. 

-Chico, procura relajarte. Un ataque de "un bicharraco extraño" no debe ser motivo de alegría. Puede haber muerto gente. 

Tras su rezo, el padre Cacioppo había logrado el aplomo suficiente como para mantenerse sosegado mientras esperaba más noticias por parte de la tripulación que había acudido al rescate de la Nostromo. Saber que había un superviviente entre la tripulación original le hizo sentir cierto alivio a pesar de su mal presentimiento- Alabado sea Dios. 

A pesar de su nerviosismo, se permitió esbozar una tenue sonrisa, que se vio acentuada al observar a George y Claude observar las estrellas. Sin duda, el paisaje que tenían ante ellos era vasto y asombroso. La Creación de Dios era hermosa, y eso nadie podría negarlo jamás- Casi parece increible que esas sean las mismas estrellas que vemos desde la Tierra cuando miramos hacia lo alto. Pero así es.-se acercó hacia ellos, alejándose del capitán y sus ayudantes, a sabiendas de que su perorata quizá no era bien recibida en esos momentos, y miró a través de los visores- Es la primera vez que ves todo esto tan de cerca, ¿no es así, hijo? 

- Eso ya lo sé. - Contesto a Emanuel, muy serio de pronto. - Solo estaba... sorprendido.

Vuelvo a mirar a la ventana y escucho que el cura viene a hablar conmigo. Me giro y lo miro con curiosidad. Nunca había estado tan de cerca con un señor que enseña cosas de Dios.

- Sí. Siempre había estado en la colonia Outer Heaven de Marte, sin salir de allí. Tampoco he visto la Tierra... - Pongo mis manos sobre el cristal y vuelvo a mirar el planetoide,

Al escuchar como dicen que hay un superviviente, vuelvo a sentarme en uno de los ordenadores, mientras digo

capitán, quiere que vaya re-configurando el sistema de soporte vital para el superviviente? O espero por si encuentran a mas?

Asiento hacia el encargado de soporte vital.
- Vaya configurándolo, y que el equipo médico se prepare para recibir al tripulante la Nostromo.

Dicho eso activo la comunicación con el otro equipo.
- Aquí Holm, tomen a ese tripulante y regresen a la Normandía, debemos saber a qué nos enfrentamos.

La Dra. Scott permanecio con la cabeza enterrada en su pequeño aparato, estaba actualizando la informacion con los datos obtenidos de la computadora principal del Nostrodomo.

El avance de la investigacion era vital, debian ubicar el origen de la señal, pero sobretodo saber que significaba aquel intento de comunicación de una entidad extraterrestre. Buscó al Dr. Heyes, quien era el mejor criptografo que conocia y quizas el único, aparte de ella, que podia encontrar significado a la señal. 

-"Capitán, me gustaria dirigirme al Centro de Investigaciones cientificas del Nostrodomo, como parte de mi misión está la recuperacion y continuacion del trabajo que se estaba ejecutando en esa área"- No esperaba una respuesta, simplemente informaba de su proxima localización siguiendo protocolos de seguridad básicos. 

Claude le dedica una sonrisa al hombre de Dios cuando se acerca a mirar por la ventana. - Sí, es totalmente increíble, padre. Pero a mí lo que más me impresiona es pensar que hemos progresado lo suficiente como para poder verlo tan de cerca...

La joven hace una pequeña pausa, dirigiendo la mirada de nuevo hacia las hermosas vistas y luego se fija en George, sonriéndole con ternura al ver la cara del pequeño al mirar por la ventana. - Casi parece que pudiéramos tocar esas estrellas tan sólo estirando la mano, ¿verdad, George? - Le pregunta, soñadora. - Creo que esta noche antes de dormir me imaginaré que mi cama está hecha de un pedacito de cielo. 

- Doctora Scott, no voy a enviarla a la Nostromo hasta que hayamos verificado que es seguro, cuando esté garantizada su seguridad, será enviada junto a un equipo. Mientras tanto intente hacer las investigaciones que pueda desde aquí.

Entre tensión por parte de toda la tripulación a la espera de que algo ocurra con el equipo que habéis mandado a la Nostromo, todos os miráis, como si alguien poseyese más información que el resto, lo cual es absurdo.

De pronto la comunicación de la nave se activa.

– Aquí grupo de primer contacto, Cornelia Huber al habla, hemos tenido un encuentro con una criatura desconocida y el primer oficial Benth ha sufrido un ataque, procedemos a regresar a la nave, por favor, tengan al equipo médico preparado y un equipo de contención contra la criatura.

El capitán Tom Holm se levanta de golpe y el color de su piel se torna más blanquecino de lo normal, rápidamente se gira hacia la tripulación.

– Doctora Alonso, Scott y enfermera Payne, preparen la enfermería para recibir al primer oficial Bent. – Ordena

– Aquí el capitán Holm, tienen permiso para abordar, el equipo médico les estará esperando – Informa por radio.

Un instante después todos comenzáis a murmurar, ¿cómo que un encuentro con una criatura desconocida? ¿qué significa eso?

Veis como la nave auxiliar se desacopla de la Nostromo y comienza su trayectoria hasta la vuestra, no hacen falta palabras, todos corréis a la plataforma de desembarco y cuando llegáis os topáis con que el equipo médico ya está ahí.

– Todo listo, señor – Dice la doctora Alonso.

La nave bajo los mandos de Akira llega a su destino y toda la tripulación baja, llevan consigo a un tipo bastante desaliñado con pelo largo, barba y ropa hecha girones… pero además, está manchada en sangre. Aun así, su rostro parece más confuso que peligroso, y de alguna forma no creéis que sea una amenaza.

Cargado por Peter y Rodrik, aparece Ian Benth, su cuerpo está en tensión, pero no le podéis ver la cara, ya que una extraña criatura difícil de describir está cubriendo toda su faz. Tiene cierto parecido antropomórfico con un escorpión, pero sus patas parecen más poderosas y gruesas, y la cola no parece estar diseñada para aplicar ningún tipo de veneno.

Tan pronto como llegan a la entrada a la nave, se topan con la puerta de salida de la sala de descontaminación, los sistemas de alerta comienzan a pitar al detectar un organismo que le son desconocidos y les bloquea el paso, los miembros del equipo médico les miran desde el otro lado, puede que todos vosotros queráis ayudar, pero desde luego no vais a saltaros el protocolo: 24 horas de cuarentena.

Cornelia da un golpe a la mampara de cristal que separa a los dos grupos de la tripulación.

– Por el amor de dios, ¡abrid esta maldita puerta! ¡Benth está muriéndose!

Le jefa del equipo médico mira con resignación.

– No podemos hacerlo, abrir la puerta podría poner en peligro toda la nave – Dice la doctora Alonso, a fin de cuentas… saltarse el periodo de cuarentena podría implicar que todos acaben muertos…

La desesperación puede verse entre todas las caras de los que están del lado del primer oficial, y entonces la puerta se abre, al lado de esta, el capitán Holm ha realizado la apertura manual.

– Que el equipo lleve inmediatamente al señor Benth a la enfermería.

A pesar de no estar de acuerdo con que las puertas se hayan abierto, ahora mismo no hay tiempo de discutir, así que los responsables médicos (María Alonso, Isabela Payne y Evelyn Scott) se adelantan cargando al herido, pero el resto de la tripulación no tardan en seguirlos hasta la enfermería.